“El Taquito”: una historia que contar
Clientes y amigos que han dejado huella
La amistad y el trabajo, los ingredientes principales de El Taquito
E
s imposible mencionarlos a todos,
versal sin concepto -que obviamente no entendía-
porque la lista sería interminable.
mos-, y en enarbolar la estética de Vasconcelos;
Se requeriría de otro libro y aún
en preparar el próximo examen y el siguiente
así nos arriesgaríamos a omitir muchos más. ¿Por qué se ha conformado ese gran nú-
mítin; en vivir -no sabíamos cómo-, porque ya habíamos dejado de creer en los milagros.
cleo en torno a El Taquito? La respuesta es muy
“Y será que siempre nos asistió la bene-
sencilla: porque desde que mis abuelos, don
volencia de los y las propietarias de pequeñas
Marcos y doña Conchita vendieron sus prime-
fondas, de providentes puestos de comida o la
ros tacos -que en aquellos tiempos costaban
inversión sentimental de los hermanos Guillén
cinco centavos-, esos clientes, sin distinción de
-David, Enrique y Rafael-, que iniciaban el es-
clases, se convirtieron en nuestros amigos al
plendor de su restaurante El Taquito y sabían
paso del tiempo.
fiar o invitar lo necesario para que el futuro
En su obra México donde nací, biografía de una
abogado, médico, arquitecto o lo que fuera a ser,
ciudad, el recordado periodista Arturo Sotoma-
atenuara su enorme apetito sin comprometer
yor -al narrar sus días como preparatoriano e
crédito ni dinero que, como era natural, ninguno
inquilino en la Casa del Estudiante- señala que
de nosotros tenía”.
por esas fechas “nuestro lujo consistía en musi-
Este concepto de confianza y amistad se ha
tar al oído de ella, el poema edificado la noche
mantenido. De esos y otros años, permanecen
anterior; en discutir con los compañeros lo uni-
vestigios de cuentas firmadas o cheques que
55