Pasión y Glorias Estepa 2018
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Pasión y Glorias Estepa 2018
Sumario • Revista del Consejo Año 2018 Saluda del Presidente del Consejo· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 4 • Saluda del Sr Alcalde · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 5 • La bella tarea de evangelizar la vida de las hermandades y cofradías· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 6 • Jesús, de la escayola al cedro · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 8 • La mirada cofrade de un corazón “Blanquillo” · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 10 • D Manuel Lassaletta y Muñoz Seca Un párroco muy querido por los estepeños, y una figura esencial en nuestra semana santa· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 12 • Miradas · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 15 • Semblanza de los Estudiantes · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 16 • Más de medio siglo de vestidor · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 18 • Un miércoles soñado · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 20 • Stmo Cristo de la Salud, María Stma de la Amargura y San Juan Evangelista “El Calvario”· · · · · · · · · 22 • Entrevista al Pregonero de la Semana Santa 2018 Rvdo D Ginés González de la Bandera Romero · · · 23 • Jueves Santo que reluce más que el sol· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 26 • Viernes Santo· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 28 • Memoria Anual Curso Cofrade 2017-2018 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 29 • Tiempo de Pasión· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 31 • 60 años del Pregón de Estepa de Antonio Rodríguez Buzón · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 32 • Trazos de Luz· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 37 • Siervo de Dios, D Rafael Machuca y Juárez de Negrón, presbítero y mártir· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 38 • Jazmines de Amor Santanero· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 39 • Amigos de la Música, 30 años ofreciendo compromiso y pasión por la cultura estepeña· · · · · · · · · · · 40 • La Hermandad de la Asunción, un patrimonio de Estepa por descubrir · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 41 • Mis vivencias cofrades en Estepa· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 42 • La Medalla· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 44 • Algo único e importante ocurre en Estepa cada 51 semanas… · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 46 • Inmaculada Concepción, manantial de Fe, y esperanza de Salvación · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 48 • Crucificados de Andrés de Ocampo en Estepa · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 49
PASION Y GLORIAS ESTEPA Marzo 2018 Núm. 2 Edita: Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Estepa Equipo Redactor/Corrector: Ezequiel Díaz Fernández, Miguel Ángel Carmona Rodríguez, José Joaquín Luque Jurado, Sergio Castellano Carmona, José Manuel Pérez Gamito. Imprime: Editorial MIC Portada: Cartel de la Semana Santa de Estepa 2018 Foto: Miguel Ángel Carmona Interior contraportada: Cartel de las Glorias de Estepa 2018. Diseño: Antonio Fernández González Fotografías: Miguel Ángel Carmona Rodríguez, Iván Amador Pérez y archivos particulares colaboradores. El Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Estepa quiere agradecer públicamente la colaboración de todas las personas que han participado en la revista Pasión y Glorias Estepa 2018, en especial a todas las Empresas y Entidades que aparecen en esta publicación, ya que sin su colaboración hubiera sido prácticamente imposible que este ejemplar se hubiese podido editar. Pasión y Glorias Estepa es una revista abierta a todas las opiniones, pero no necesariamente se identifica con la de sus colaboradores y entrevistados. 3
Pasión y Glorias Estepa 2018
Revista del Consejo Año 2018 Empezaba el año pasado sintiéndome afortunado por poder contemplar cómo se hacía realidad este antiguo sueño del Consejo de Hermandades y Cofradías de nuestra hermosa Ciudad.
disfrutar en ella, tiene una gran dosis de sentimiento y una grandísima vocación de apertura a nuestro entorno. Es el mejor “abanderado” que podemos tener para mostrar toda la historia, religiosidad, cultura y patrimonio que poseemos en nuestra comunidad. Estamos abriendo la puerta de casa para que todo aquél que quiera “se asome” a conocernos mejor.
Los que tuvimos la suerte de poder tener en nuestras manos el primer número de “Pasión y Glorias” pudimos disfrutar de un hermoso trabajo de gran calidad, tanto física y estética como de contenidos.
Desde aquí agradezco la colaboración de todos los que han hecho posible este sueño, plasmado físicamente en el papel de “Pasión y Glorias”.
Tanto es así que desde ese preciso momento ya se empezó a fraguar, por parte del equipo de redacción, este segundo número que ahora estás leyendo.
Naturalmente, también, el apoyo y la colaboración del Ayuntamiento, de mano de nuestro Alcalde, así como también a nuestro querido Fray Juan José Rodríguez Mejías, voz de la Iglesia que abre este segundo número.
Tarea difícil superar aquel primer número, dada la calidad de sus contenidos, pero conseguido de sobra por la redacción. Se ha renovado el acuerdo firmado con la Editorial MIC, que posibilita que esta publicación vea la luz, cosa impensable e imposible para este Consejo de Hermandades de manera individual.
Para terminar, os confieso, como siempre, el honor que es para mí presidir una Institución tan importante para nuestro pueblo.
Siguiendo la línea editorial en cuanto a contenidos, este número incorpora como novedad un espacio abierto a todas las Hermandades de la Ciudad para plasmar en papel sus fines, historias, proyectos, etc. Era uno de los propósitos de esta publicación: ofrecer un espacio a quien quisiera participar con su aportación, como bien apuntábamos en esta misma página. “Se trata de una publicación que es de todos y cada uno de nosotros y está abierta a todos y cada uno de nosotros”. Desde aquí os animo a enriquecer futuras ediciones con vuestra aportación.
Disfrutad con la lectura de esta Revista. Un saludo en Cristo Nuestro Señor y su Bendita Madre María Santísima. Jesús Guerrero Reina
Personalmente creo que esta revista, con sus artículos, opiniones, fotografías, y todos los contenidos que podemos
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Saluda del Alcalde Quiero expresar a través de estas lineas, mi más sincera gratitud al Consejo General de Hermandades de Estepa por contar con el Ayuntamiento para seguir adelante con esta nueva revista, que vio la luz el pasado año, y que deseamos se consagre como una publicación de utilidad para los amantes de la Semana Santa y la cultura en general. No entendemos la Semana Santa sin el apoyo incondicional de la Administración Local y ahí queremos estar, al lado de nuestras tradiciones. El Ayuntamiento de Estepa siempre ha apoyado nuestra cultura y nuestro patrimonio, no en vano, en 2002 se consiguió la declaración de nuestra Semana Santa como Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía y no fue un reto fácil, pero el trabajo constante y la dilatada historia de nuestras tradiciones consiguieron este hito del que ya cumplimos dieciséis años en este 2018. No nos cabe la menor duda que la fiesta de la Semana Santa ha traspasado el carácter religioso que sustenta su existencia, para llegar a formar parte de la idiosincrasia de un pueblo. En la Semana Mayor, se congregan una serie de condicionantes que añaden atractivo turístico a la oferta que cada pueblo andaluz posee. La Semana Santa de Estepa constituye una explosión de estímulos para los cinco sentidos: la música que nos emociona y nos conquista el oído. El oro, la plata y la ornamentación floral de los pasos que son un delirio para la vista. El suave terciopelo de las ropas de los nazarenos nos invita a acariciar. El inconfundible aroma del incienso embriaga nuestro olfato y por último la rica repostería de Cuaresma convence al más exigente paladar.
que el Consejo General de HH y CC de Estepa consiga con ella un referente cultural cofrade en Estepa y en Andalucía. Antonio Jesús Muñoz Quirós Alcalde de Estepa
En nuestro caso además, nos sentimos orgullosos de contar con procesiones todos los días de la semana, algo que no ocurre en todos los pueblos de la provincia de Sevilla. Nuestras cofradías han crecido en devoción y en elegancia en los últimos años convirtiéndose en todo un referente en la provincia. Por todo ello y como alcalde de Estepa, no tengo más que sentirme orgulloso de nuestra historia y de nuestra Semana Santa y desear todo el éxito posible a esta revista “Pasión y Glorias”,
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La bella tarea de evangelizar la vida de las hermandades y cofradías Se habla mucho de las hermandades y cofradías en España, particularmente en Andalucía, sobre todo en tiempo de Cuaresma y Semana Santa. Tengo claro que el sacerdote que no esté dispuesto a trabajar con ellas deja una importante área del Pueblo de Dios sin evangelizar. Eso es, EVANGELIZAR, porque las hermandades y cofradías son Pueblo de Dios, asociaciones públicas que no solo están dentro de la Iglesia sino que son Iglesia. Todos sabemos que las hermandades y cofradías se fundan para dar culto a Dios por medio de las imágenes a las cuales veneran, forman un grupo en el que refuerza la fraternidad subrayando algún aspecto de la vida de Jesús, la Virgen, algún santo… y ejercen los lazos de la caridad bien hacia dentro con los miembros que la forman y/o hacia fuera con las personas que lo necesitan. La evolución de la sociedad, cultura, política, religión… hacen que vayamos adaptándonos de distinta forma según los parámetros que van surgiendo. No aporto nada nuevo si afirmo que hay muchas zonas en donde la población se expresa gozosamente con manifestaciones externas del fenómeno religioso. Este fenómeno, lejos de ir decayendo, va aumentando aunque la valoración y la práctica cristiana vaya clara y marcadamente bajando en nuestro país y mucho más si hablamos de los jóvenes. Se llega a un consenso en creer que cuando una procesión sale a la calle no solo expresa una gran riqueza religiosa; también está presente el arte, la expresión cultural, social… y hasta se llega a reconocer todo ello como patrimonio inmaterial. Hasta ahí todo bien, pero tendríamos que preguntarnos qué es lo que ve cada uno cuando un paso está en la calle. Para al-
gunos será una manifestación religiosa, para otros, artística y para otros, una posibilidad… Los cristianos no podemos perder el norte del para qué se fundan las hermandades y cofradías y mucho menos los objetivos que las hacen importantes dentro de la sociedad y la Iglesia. Una hermandad que no sea cristiana será otra cosa pero no será hermandad. Unos fieles que no sean fieles, unos cristianos que no vivan como tales la fe que profesan no serán una manifestación cristiana; serán una realidad “parareligiosa” o “contracristiana” en el peor de los casos. Justamente para que las hermandades y cofradías sean lo que tienen que ser, asociaciones de fieles con culto público, se presentan y aprueban unas constituciones o reglamentos que rigen la vida de dicha hermandad. El director espiritual, la junta de gobierno, el delegado diocesano deben velar para que eso se cumpla no por el cumplimiento sino porque nos hace vivir el Evangelio del Amor. Soy consciente de que muchos cofrades, sacerdotes, personas allegadas a la Iglesia están quemadas en esa vivencia común y acorde de la vivencia cristiana juntos. Hay sacerdotes que no quieren ver las cofradías por muchas razones y hermandades que no saben lo que hacer con los sacerdotes que la atienden. Hay fieles que les ayudan en su vivencia cristiana las cofradías y otros que les producen un rechazo fuerte amén de las heridas, luchas y partidismo que en el seno de estas asociaciones pueden surgir. Es lógico que sea así, nadie habló de que las relaciones humanas fueran fáciles y más si se trata de plataformas grandes donde interactúan muchas variables. El Papa Francisco, lejos de desentenderse de la religiosidad popular, hace una 6
apuesta valiente por ella con tal que se evangelicen. Él mismo nos dice: “Es imperiosa la necesidad de evangelizar las culturas para inculturar el Evangelio. En los países de tradición católica se tratará de acompañar, cuidar y fortalecer la riqueza que ya existe (...). No podemos, sin embargo, desconocer que siempre hay un llamado al crecimiento. Toda cultura y todo grupo social necesitan purificación y maduración. En el caso de las culturas populares de pueblos católicos, podemos reconocer algunas debilidades que todavía deben ser sanadas por el Evangelio: el machismo, el alcoholismo, la violencia doméstica, una escasa participación en la Eucaristía, creencias fatalistas o supersticiosas que hacen recurrir a la brujería, etc. Pero es precisamente la piedad popular el mejor punto de partida para sanarlas y liberarlas.” El Papa reconoce y afirma la fuerza evangelizadora de la piedad popular como comienzo para hacer vida juntos en torno a la Iglesia. Hay quienes afirman que la formación es crucial. Otros tasan la pertenencia a la Iglesia en la celebración de los sacramentos, particularmente la Eucaristía. Otros, más sociales, creen que la barómetro de la salud de la hermandad se sitúa en los euros que entrega a la parroquia y a las obras asistenciales. Yo afirmaría que es todo un poco. Debemos ser cristianos que constantemente estén en proceso de formación, celebren nuestra fe y seamos ávidos a salir al encuentro del necesitado sabiendo que la fe se vive siempre como aprendiz y desde la humildad, perdonando setenta veces siete y comenzando cada día porque, como decía Francisco de Asís, hasta ahora poco o nada hemos hecho. Debo confesar que mi inmersión en el mundo cofrade fue en Estepa. Ya como novicio hice la estación penitencial en el lejano año 93 y después como fraile mo-
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rador del convento y director espiritual la repetí durante años. Mis primeros cultos fueron a Los Estudiantes y hubo años que prediqué a tres hermandades (dos de ellas quasi fijas: El Calvario y el Santo Entierro y la tercera fue cambiando en los distintos años). Hubo quien dijo que nunca antes se había dado esa particularidad en Estepa y yo la estrené: predicar a tres hermandades a la vez.
He gozado y sigo haciéndolo siempre que la vida me permite viviendo la fe, si queremos ponerle el apellido popular, en Estepa y siempre he comprobado que eran mediaciones que llevaban al encuentro con el Padre de la Vida, de Jesucristo Nuestro Señor y regalaban la alegría del Espíritu Santo. No seré yo quien evalúe, estigmatice y tilde a las hermandades, ni a ningún grupo eclesial, no seré quien imponga criterios, no quiero encasillar,
De una manera u otra he ido teniendo relación con todas las hermandades de Estepa tanto de pasión como de gloria y cuando las recuerdo pongo rostro a tantas personas que de forma generosa entregan su vida y viven su fe en el seno de la Iglesia. Qué decir de la Bendita Virgen de los Remedios a la cual he predicado tres veces y a quien de manera particular cada año hago su novena. Y las advocaciones de la Virgen del Carmen y de la Paz que en sus días hice mis profesiones simple y solemne. Cómo no recordar a San Pedro que en el hondón de la enfermedad me dijo que yo todavía tenía mucho que hacer por aquí abajo. Y la Borriquita que en mis tiempos estepeños se bendijo la nueva imagen. Cómo olvidar aquel 7 de septiembre en el que se coronó la Esperanza y aquella noche, ni ella ni casi nadie, durmió en Estepa. Y qué decir de mi Virgen de Gracia, titular de la iglesia de los franciscanos, a quien todo me parecía poco para ella. Cuantas veces pasé por la capilla de Jesús y cuántas veces en mi vida habré dicho esa expresión tan estepeña: “¡Padre mío Esúh de Estepa!”. Cuántas veces he celebrado la eucaristía en la capilla de Santa Ana, bendita madre de la Virgen, que allí se llama de las Angustias, y hasta la Virgen de Montserrat que como no puede ser de otra manera lo hacía en la Plaza del aire, que en Estepa está tan presente como la propia religiosidad popular. Cuantas veces asistí al pregón, incluso lo presidí en los años en que era guardián y se hacía en San Francisco. Cuánta experiencia, expresión, vida… Cuánto Dios en todo ello... 7
empobrecer… sino en la acogida de la realidad presente, si humildemente puedo, acompañar y aportar aquello que la misma Iglesia a mí también me regala y no es otra cosa que la presencia y gracia de Jesucristo nuestro Señor EVANGELIZANDO con el pobre ejemplo de mi vida, y si cabe, con la palabra y la entrega de la existencia. Fr. Juan José Rodríguez Mejías, ofm.
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Jesús, de la escayola al cedro El Domingo de Ramos es ese día donde no importa la edad que tengamos todos volvemos a sentirnos niños, es el día donde afloran nuestros más infantiles recuerdos, donde nos acordamos de nuestros amigos de infancia, de nuestro primer costal costalero, donde nos pusimos nuestra primera túnica nazarena, o vivimos ese primer amor de adolescencia alrededor de los primeros días de la primavera o conocimos a la mujer con la que compartimos nuestra vida, el nacimiento de nuestros hijos, ropa nueva seleccionada por nuestras madres a conciencia; palmas blancas, celeste cielo y Jesús montado en su borriquita bendiciendo a los fieles de nuestro pueblo. No soy yo la persona más objetiva para hablar de la hermandad del domingo de ramos, para mi significa lo que puede significar un padre para un hijo o viceversa, no concibo mi vida sin ella, mi amor hacia sus titulares es tan grande que no soy capaz de expresarlo con palabras, solo con hechos. He tenido y tengo la inmensa suerte de que en ella me han enseñado a amar al Señor, amar su palabra, a su Madre, respetar a nuestros mayores, ser solidario con el necesitado, ayudar a nuestros hermanos, y también a pedir ayuda cuando yo soy el necesitado. En resumen una formación completa y plena llena de satisfacciones. Han sido muchos los proyectos que se han llevado a cabo en nuestra hermandad en los sesenta y cuatro años desde su fundación, pero sin lugar a dudas la más difícil, la que marcó un antes y un después fue tomar la decisión de cambiar la imagen del Señor. No fue está una decisión donde imperara el ego de las personas que estábamos en ese momento en la junta de gobierno, no fue una decisión de barra de cuartelillo ni mucho menos, fue muy a nuestro pesar el mer-
Para ello comenzamos un arduo trabajo que nos llevó primero a convocar a los hermanos para explicarle la situación y el proceder, no exentos de comentarios sin fundamentos los cuales ocultaban el verdadero motivo del cambio. Se aprobó en cabildo general de hermanos llevar a cabo dicho proyecto y también se acordó en el mismo que nuestra primitiva imagen titular tuviese en nuestra casa hermandad un lugar preferencial y que jamás y bajo ninguna circunstancia la hermandad se podía desprender de ella.
no nos peleemos por vacías discusiones que sirven para excusarnos. Jesús es nuestro Señor y Él quiere que le mostremos nuestra más sincera unión. Jesús es nuestro señor y en nuestra hermandad se acerca a la inocencia de los Niños que han nacido del amor. Jesús es nuestro Señor es igual el material que se utilizó. Jesús es nuestro Señor, corredentora María que en su vientre lo gestó y sin mancha lo parió. Jesús es nuestro señor Hijo único de un solo Dios.
JESUS HIJO UNICO Jesús es nuestro Señor es igual que esté esculpido en escayola, barro o madera. Jesús es nuestro Señor en la Eucaristía lo recibimos y sentimos todo su Amor. Jesús es nuestro Señor
Esto nos llevó a conocer a una de las personas más destacadas en el oficio de la imaginería y restauración don Francisco Berlanga de Ávila, con numerosas obras repartidas por todo el mapa de nuestro país, tiene destacadas restauraciones en nuestro pueblo, llevo a cabo la restauración de nuestra patrona la Virgen de
mado y delicado estado de nuestra antigua imagen la que nos hizo considerar la idea de llevar a cabo una nueva imagen titular que sustituyera a la que todos habíamos venerado.
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Pasión y Glorias Estepa 2018 la Asunción, también restauró la mejor talla barroca que procesiona en nuestra semana santa la del Apóstol Pedro; y fue tras varias visitas de la comisión creada para tal efecto a varios imagineros la que decidido elevar la propuesta a cabildo, en el cual por mayoría unánime se decidió que fuera don Francisco Berlanga de Ávila quien llevara a cabo la ejecución de la imagen de nuestro titular y el misterio que lo acompañaría en los futuros Domingos de Ramos. Meses más tarde llegó el momento, después de muchas visitas a casa del imaginero, después de imaginarte en mil sueños como seria, la llamada del imaginero a nuestro hermano mayor lo anunció: “Quique el Señor ya está acabao” Llegó a Estepa en una fría noche de un avanzado mes de Enero del año 2004 donde fue recibido por una serie de hermanos de la hermandad que emocionados y sin palabras solo pudieron asentar sus cabezas cuando vieron su gran majestad. Por aquellos días la hermandad tuvo que trasladar la sede canónica a la iglesia de la Milagrosa, pues en la parroquia de San Sebastián se estaba llevando a cabo unas obras de rehabilitación de la misma. Fue el día uno de febrero y coincidiendo con los actos programados del L aniversario de la fundación de la hermandad cuando se bendijo por nuestro director espiritual y coadjutor de San Sebastián don Rafael Blanco Daza, quiero aprovechar estas líneas para honrar su memoria y agradecer su servicio a la iglesia y más concretamente a mi hermandad donde siempre estaba dispuesto para lo que le pidiéramos. Ese día sin duda fue histórico y así lo celebramos, entre brindis, entre amigos, hermanos mayores de las distintas hermandades que nos acompañaron, cerrando parejas para el Domingo de Ramos, dos de las personas más importantes para mí en la hermandad Moisés y Curro allí se comprometieron, acabando como suele ocurrir en estas convivencias, un escueto grupo de personas tomando una penúltima copa en casa de un hermano, con música de fondo, reflexionando por lo vivido, a la lumbre de la chimenea. En el devenir de los años posteriores se fueron abordando el resto de imágenes que acompañan al Señor, los Apóstoles amados Pedro, Santiago y Juan, la madre arrodillada coge del hombro a su hija y
representa dentro del misterio el valor de la familia cristiana, detrás la algarabía de dos niños, uno de ellos jugando con una pollina y el otro con su mano extendida pidiendo al pueblo, a nosotros, que sigamos al Señor, representan a esos miles de niños que hemos salido de nazareno en algún momento de nuestra infancia o de nuestra vida acompañando al Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén. Y LLEGÓ EL DIA Como albor de un nuevo día llegaste a nuestra tierra la cual te recibiría entre aromas a canela y a incienso que del aire se desprendía. 9
¿Hay mejor olor para anunciar tu venida? a Esta ciudad milenaria llena de sabiduría que te entregara su corazón y hasta su alma yo les pediría. Ha bendecido nuestro pueblo tu imagen llena de sevillanía. De las manos de un artista tu rostro él esculpió para hacerte el Señor de toda la chavalería. Que repiquen las campanas el sol ilumine este día pues ha llegado JESUS montado en su borriquita. Sergio Castellano Carmona
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La mirada cofrade de un corazón “Blanquillo” Muchos han sido los escultores, de todos los tiempos, que han plasmado a golpe de gubia ese desgarrador momento de la pasión en el que una madre, rota de dolor y sumida en la angustia, sostiene en su regazo el cuerpo inerte de un hijo que, en su grandeza, ha entregado su vida para la salvación de quienes se la arrebataron. Sin duda una estampa de tal dolor, la de la Virgen de las Angustias, que cautivó el alma y el corazón de esos obreros que a pie de un andamio fundaron esta Her-
mandad y que hoy sigue haciendo latir de una manera especial el corazón de quien, por Ella, se siente “Blanquillo”. Y así es como me siento, “Blanquillo”, y por eso el título de estas palabras, que no pretenden descubrir ni decir nada nuevo de la Hermandad de las Angustias, simplemente aspiran a mostrar esa vivencia personal de alguien que desde niño vinculó su fe a la Virgen de las Angustias y que, como cofrade, hizo del Lunes Santo
el momento ansiado de nuestra Semana Santa. Pero, ¿por qué de las Angustias?, ¿por qué del Lunes Santo?, ¿por qué de corazón “Blanquillo”?, si además el destino hizo que no fuese ni del barrio. Y en un intento por dar respuesta a estos interrogantes echo la mirada atrás, tiro del recuerdo y pienso que tal vez fue porque mi padre ya pertenecía a la Hermandad cuando yo nací, y casi desde su fundación; tal vez porque viví mi infancia en la calle Moya donde al llegar la cuaresma se escuchaban redobles de roncos tambores que, de la mano de Manuel Rueda “el Bugui”, sonaban a preámbulo de noche de Lunes Santo; tal vez porque fui vecino de Manolo González, quien fuera veinte años Hermano Mayor, viendo en él y en su familia la más entregada devoción a la Virgen de las Angustias y el más incondicional compromiso con su Hermandad; tal vez porque la mañana del Lunes Santo vivía con impaciencia la llegada a mi casa de los penitentes pidiendo con la talega, alimentándome cada año el deseo de llegar a ser algún día uno de ellos; tal vez porque siempre me conmovió el desgarrador dolor encerrado en el dulce rostro de la Virgen por el Hijo muerto que yace en su regazo; tal vez por el incondicional y ejemplar compromiso de la Hermandad con la caridad, o por el recogimiento y sobriedad de su estación de penitencia; tal vez porque encontré una mano tendida de una junta de gobierno que quiso que fuera uno más de ellos con tan solo dieciséis años, y aún recuerdo como Rafael “Talitán” se ofrecía a prestarme años cuando alguno decía, con razón, que era demasiado joven. Todas estas respuestas y tantas otras que quedan en el tintero pudieran hacer pensar que fui yo quien encontré a la Virgen de las Angustias y la tomé como pilar de mi fe y mi vivir cofrade. Sin embargo, más bien creo que fue Ella la que, de alguna manera, me encontró, me llamó e hizo que germinara en mí esa devoción por Ella como camino hacia Jesús y ese
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Pasión y Glorias Estepa 2018 sentirme cofrade “Blanquillo”. Y de una u otra manera este encuentro dio como resultado toda una niñez ligada a la Hermandad, treinta y dos años en la Junta de Gobierno, diez de ellos como Hermano Mayor y la ilusión, hoy por hoy, de seguir comprometido con la Hermandad. La cuaresma se abre ante nosotros como antesala de la Semana Santa y se hará veraz la popular expresión de que una imagen vale más que mil palabras. Y ahí estará Ella, la Virgen de las Angustias y os digo que al verla presidir los cultos y clavar nuestra mirada a la suya, al igual que a Ella le ocurriera, una espada nos atravesará el alma, y es que su imagen lo dice todo: doliente noche de lunes santo, sacrificio y entrega de un Hijo hasta la muerte, Angustia de una Madre ahogada en lágrimas de dolor y “Blanquillos” de corazón que quieren consolar su llanto sabiendo que en esa muerte se haya precisamente la vida, como fruto del germen de la resurrección. Como toda paciente espera tiene su ansiada recompensa, un año más, tras el júbilo del Domingo de Ramos, amanecerá una nueva mañana y con ella el soñar despiertos en la noche del Lunes Santo. Pero hasta entonces será un día cargado de emociones e imágenes que se repiten año tras año. Volverá a quedarse en nuestra retina esa bonita imagen de las parejas de “pediores” saliendo a las 9 de la mañana por las puertas de la Ermita, sentiremos la emoción contenida de la cercanía de la Virgen al subirla a su paso, haremos del amarillo jaramago el humil-
de protagonista del adorno floral del pie de la cruz, veremos en la ermita el interminable trasiego de ir y venir de hombres, mujeres y niños que se acercan para verla y rezarle, y al caer de la tarde anónimos hermanos, vestidos de penitentes y en respetuoso silencio, emprenderán el camino desde cualquier rincón de Estepa para encontrarse con Ella y acompañarla en su duelo. Y por fin llegará el momento y el reloj marcará las 10 y todo volverá a revivirse: una Ermita que arde de fervor, una luna llena que da luz al negro manto de una noche de duelo, la llamada a la puerta del Director Espiritual para que dé comienzo la estación de penitencia, roncos tambores que quiebran el reposado silencio de la madrugada, hileras interminables de penitentes que alzan sus rezos en cuentas de rosario, dulces plegarias hechas canto de las Hermanas de la Cruz, y todo un pueblo con fe que en Ella depositan su esperanza, buscando su intercesión. En esa tan especial noche del Lunes Santo, al mirar a la Virgen, siempre se me vienen al recuerdo unas palabras que Ella misma expresó: “Vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor semejante al dolor que me atormenta”. Son palabras que recogen fielmente lo que en Ella podemos ver: el desgarrador sentimiento de una Madre que vive en primera persona la Angustia de recibir en sus brazos el cuerpo sin vida del fruto de sus entrañas...“mirad y ved si hay dolor semejante al dolor que me atormenta”.
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Con estas palabras de la Virgen resonando en nuestro interior y en puertas de la Semana Mayor en la que nuestras calles serán testigos mudos de una espiritualidad religiosa que representará la pasión, muerte y resurrección de nuestro Dios, volquemos nuestros sentidos en escuchar el mensaje mudo del rostro desconsolado de la Virgen de las Angustias diciéndonos que su dolor no sea en balde y que el mensaje de su Hijo no caiga en saco roto. Y así abramos nuestro corazón blanquillo a ese mensaje, y dejemos que lo invada el compromiso con quienes pasan dificultad en estos difíciles tiempos, ofrezcamos nuestra compañía a quienes tienen a la soledad por compañera, seamos el bálsamo para quien sufre, el bastón para quien teme caer y bufón para quien necesita una sonrisa, impulsemos la grandeza del amor en la familia y disfrutemos los padres de los hijos, los hijos de los padres y los hermanos de los hermanos, hagamos de la amistad una bandera que ondee aún sin presencia de viento, seamos el cálido regazo de quienes en el crepúsculo de su vida se sienten indefensos, reconozcamos nuestras debilidades y embarquémonos en la aventura de vencerlas de la mano de quienes nos quieren y hagamos del amor la sabia que alimente y dé sentido a nuestras vidas. Que la Virgen de las Angustias, San José Obrero y San Pío X intercedan por nosotros y nos den fuerzas y constancia para no desfallecer en este empeño. Manuel Muñoz Marchán
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Don Manuel Lassaletta Muñoz Seca. Un párroco muy querido por los estepeños, y una figura esencial en nuestra Semana Santa La Semana Santa de Estepa no sería igual a la que conocemos hoy, porque no estaría completa si en el destino de esta ciudad por los primeros años de la década de los cincuenta del pasado siglo, no se hubiera cruzado don Manuel. Quien en un principio parecía ser un sacerdote más, con el paso del tiempo y tras ganarse el cariño de la gente, resultó ser aquél hombre excepcional, sencillo y humilde, con un sentido del humor extraordinario que le confería su “puntito” de travesura, caritativo y cariñoso con todo el mundo. Con unas ideas muy peculiares y claras respecto a la forma de entender y vivir la esencialidad de la vida cristiana, y el ejercicio de su ministerio sacerdotal como un válido instrumento religioso y social, favorecedor en la ayuda y el servicio a todos; pero especialmente, a los más débiles de la sociedad. Ese “cura del pueblo”, llano y tan querido, era don Manuel Lassaletta Muñoz Seca. Un sacerdote jerezano, inteligente, bromista, de vida austera y sobrias costumbres, de gran corazón y solidaridad con los más necesitados, y amigo de los trabajadores. Sus progenitores pertenecían a distinguidas familias de la sociedad de Jerez de la Frontera y del Puerto de Santa María. Su padre, don Pedro Luís Lassaletta Crussoe, fue alcalde de Jerez en 1915 durante la monarquía de Alfonso XIII, y más tarde, ejerció como abogado trabajando para la empresa jerezana Bodegas Domecq. Su madre, doña Concepción Muñoz Seca, (quinta de diez hermanos) nació en el Puerto de Santa María después que su hermano el célebre comediógrafo don Pedro Muñoz Seca; prolífico escritor y genial autor de teatro, que murió fusilado el 28 de noviembre de 1936 en Paracuellos del Jarama. Era por tanto, tío de don Manuel Lassaletta, a quien le adornaba idéntico humor y el “gran salero” que tenía su tío; ambos eran dos personas desenfadadas, con muy buenos “golpes” de genialidad.
Sus superiores debieron estimar que el fruto aún no estaba “maduro” para la obediencia en aquéllos rígidos años, y debió ser éste el motivo por el que mandaron al joven jerezano a impartir esas clases; a lo que él en desacuerdo les responde: “no he entrado en el Seminario para ser maestro”. Y abandona la Orden jesuítica e ingresa con posterioridad al año 1945 en el Seminario de Sevilla, siendo ordenado sacerdote diocesano cuatro años después, el dos de abril de 1949, con el fin de comenzar a ejercer cuanto antes su anhelada labor parroquial.
De su tío Pedro, autor entre otras muchas de la divertida obra “La Venganza de don Mendo”, se cuenta que dijo esta frase al serle requisadas sus pertenencias tras su detención en Madrid: “Podéis quitarme el reloj, la cartera o las llaves y hasta la vida. Pero hay una cosa que no podéis quitarme: el miedo que tengo”. Y meses después, antes de ser fusilado, comentó: “Sois tan hábiles que me habéis quitado hasta el miedo”. Don Manuel nació en Jerez de la Frontera, el día treinta y uno de diciembre de 1912. Inició sus estudios eclesiásticos en la Compañía de Jesús, (jesuitas) y en ese período de pertenencia a la Orden de San Ignacio de Loyola, escribió y publicó en Madrid el pequeño devocionario “El niño amante de la Virgen”, de lectura especialmente indicada para niños y jóvenes. En esos años adquiere una sólida formación, y cuando creía que iba a ser ordenado sacerdote, lo enviaron a seguir enseñando en un colegio. A los jóvenes jesuitas los mandaban a misiones de enseñanza y eran denominados dentro de la Orden como “Maestrillos”. 12
En 1949 –con 37 años–, y recién ordenado, es enviado al que debió ser su primer destino, en el que se ocupaba de las parroquias de dos localidades: Santa Olalla del Cala (Huelva), donde residía, y El Real de la Jara (Sevilla); dos pueblecitos en los que permaneció más de un año, dejando en tan poco tiempo una profunda huella y un cariñoso recuerdo entre sus habitantes. Allá en Santa Olalla del Cala, junto con don Carlos Ros López; su gran amigo, colaborador en todo y “Maestro Nacional” del pueblo, emprendieron una loable labor social dando clases nocturnas en la escuela de don Carlos, enseñando gratis a leer y escribir a gente mayor analfabeta de la postguerra; alumbrándose muchas veces con las velas que don Manuel llevaba de la iglesia, pues la luz eléctrica de entonces se apagaba con bastante frecuencia. El escritor, periodista y sacerdote jubilado, don Carlos Ros Carballar, hijo de aquél Maestro Nacional de Santa Olalla, atendiendo amablemente mi solicitud –gesto que le agradezco considerablemente–, me ha facilitado valiosa información; datos y recuerdos que tiene de don Manuel Lassaletta en los años de su niñez, cuando vivía en aquél pueblo onubense y contaba con ocho o nueve años de edad. Él, me refiere que la vivienda de don Ma-
Pasión y Glorias Estepa 2018 nuel: “estaba abierta a todo el mundo y en un gran patio que tenía detrás de su casa jugábamos los chiquillos”. “Todos los meses –relata don Carlos–, tenía que venir su hermana desde Jerez para reponerlo de ropas. No pocas veces se quitaba los pantalones (llevaba sotana) y se lo daba al primer pobre que veía por la calle”. “Un día, invitó a comer a los curas de los pueblos de alrededor y la señora que trabajaba para él, les hizo un guiso de patatas. Como la casa estaba abierta a todo el mundo, entró un pobre y sin que le vieran, se zampó el guiso de los curas. De resultas de lo cual, se murió. ¡El hambre de aquellos años!” “Otro detalle que recuerdo –continúa don Carlos–, es que él tenía dos pueblos: Santa Olalla y El Real de la Jara, a 8 kilómetros. En aquél entonces se guardaba el ayuno eucarístico rigurosamente. Y él tenía que decir los domingos tres misas. En Santa Olalla, a las 6 y las 10 de la mañana, para partir enseguida por una carretera de tierra entonces, 8 kilómetros, para llegar al Real y decir otra misa. Y todo ello sin desayunar. A veces se desmayaba”. Un buen día al principio de la década de los cincuenta –como he dicho más arriba–, el sino de Estepa y el de don Manuel se unieron. Y de esta unión, Estepa afortunadamente se benefició de las bondades de su nuevo párroco de San Sebastián y de las enriquecedoras iniciativas que trajo consigo. Y nada más llegar, hizo un gran acopio del cariño de sus feligreses. Vino, como era él; ligero de equipaje, con el propósito de ejercer aquí su ministe-
rio acompañado del cuantioso bagaje de humildad y simpatía que traía, con el que logró muy pronto ganarse el respeto, la amistad y el cariño de los estepeños. Su labor parroquial en Estepa se centró en trabajar, en hacer cosas para ayudar a quienes lo necesitaban. Pronto se puso manos a la obra y sería harto difícil resumir en tan poco espacio tantas iniciativas y logros conseguidos, pero me centraré en esbozar varios de sus rasgos personales más curiosos y en exponer algunos proyectos que consiguió hacer realidad. Durante los años que ejerció su ministerio en Estepa como párroco de San Sebastián, su espíritu inquieto y su vocación fundadora, propiciaron que fueran tres, las hermandades que se instituyeron bajo sus consejos y dirección espiritual. En el año 1954, con la ayuda de don Antonio Caballero García, llevó a buen término la fundación de la popular Cofradía de los niños: La Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Victoria. Conocida popularmente como “La Borriquita”. En 1953, don Manuel y unos albañiles que trabajaban en el recinto de la vieja iglesia de La Victoria, comenzaron ya a forjar la idea y los principios de una Cofradía, en cuyo apartado preliminar de sus Estatutos –que él redactó–, se dice: “Nacida esta Hermandad netamente obrera, al pie de un andamio, en una conversación confidencial con los obreros, siempre deseosos de encontrar “su” vida espiritual
acomodada al carácter duro y sencillo de su vida ordinaria, en un ambiente esencialmente andaluz y sevillano”. Y así, “al pie de un andamio” se le dio vida, y por fin en el año 1955 los “blanquillos” de entonces y su párroco, deciden ponerle nombre y fundar su Hermandad Obrera a la que intitulan de María Santísima de las Angustias, San José Obrero y San Pío X, de Estepa, que un año más tarde, el Lunes Santo de 1956 hace su primera Estación de Penitencia con mucha austeridad y escasos hermanos, con un paso prestado y alumbrada con bengalas. Dos años después, el día 6 de febrero de 1957 se instituye la actual “Hermandad y Cofradía del Santísimo Cristo del Amor y María Santísima del Valle”, conocida como la Hermandad de “Los Estudiantes”. Cofradía hermana de las anteriores por ser hijas nacidas por aquellos mismos años, y fruto del cariño del mismo padre, que aunque no consta como su fundador, sí era el Párroco de San Sebastián y en algo debió guiar, asesorar o dirigir espiritualmente a los entonces jóvenes estudiantes estepeños que fueron sus fundadores. Por aquéllos años no sólo centró nuestro personaje sus esfuerzos en la organización de dichas Hermandades. También puso en marcha en nuestra ciudad una congregación local de la Sociedad de San Vicente de Paúl; institución o asociación de voluntariado laico y católico de carácter benéfico y de caridad, para ayuda de los más pobres y fomento de su dignidad, conocida en todo el mundo con el nombre de Conferencia de San Vicente de Paúl. Hombre muy activo don Manuel, que recibía los alimentos que eran enviados para ayuda de los pobres, y los repartía en colegios y catequesis. De su personalidad cautivadora y desenfadada se podían destacar muchas anécdotas, pero baste contar sólo unas pocas para conocer algunos rasgos de su personalidad. Él, como se ha dicho, era un hombre de vida austera y humilde. Su casa era pobre, carecía de lujos y ostentaciones mundanas, y a veces, hasta de lo más elemental. Pero a pesar de su forma de ser sobria, era desenfadado, simpático
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y de agradable trato, buen conversador que poseía esa gracia andaluza y el buen humor que le hacían poseedor de aquella especie de “chispa”, frescura y salero que le caracterizaba. Igual que hacía en Santa Olalla, hizo en Estepa. De él recuerdan los más viejos, que si hallaba algún pobre pidiendo limosnas por las calles, y sus ropas se hallaban ajadas y maltrechas, se metía en cualquier zaguán, se quitaba el pantalón y lo daba al pobre mendigo. Y cuando recibía la visita de algunos de sus familiares, al hacerle la cama observaban que escaseaban o no había mantas sobre ella, con qué cubrirse. Vivía en la actual calle Corrientes, en la conocida como “casa del cura”, que siempre estaba abierta a todos. Y también aquí –como en Santa Olalla–, jugaban los chiquillos en el patio. Todos los días uno de enero, día de su onomástica, tenía por costumbre invitar a su casa a los jóvenes seminaristas estepeños, sacerdotes y otras amistades para celebrar con ellos una comida en el trascurso de la cual solía gastar alguna desenfadada broma a sus comensales invitados. Uno de esos días, fue a una confitería y pidió que le hicieran una gran tarta, encargando personalmente al confitero: “pero que tenga mucho merengue”, ordenándole meter un globo inflado oculto bajo la blanca y dulce cobertura. Y a los postres, con fingida seriedad y graves palabras, cede el honor de partir la tarta a don Patricio Jiménez Cuevas, que a la sazón, era el Rector o Decano del Seminario, que asistía a la fiesta como invitado. El resto de lo ocurrido ya pueden ustedes imaginarlo, y cómo quedaron de merengue don Patricio y quienes le rodeaban, al explotar el globo pinchado por el cuchillo.
Y así, todos los años hacía esperar a sus invitados alguna broma parecida, ideada por su ingenio y travesura; que no era óbice en absoluto para que su persona gozara de una enorme grandeza de corazón y de un alma rebosante de caridad hacia los más necesitados. Seguidor de San Pío X, a quién se propuso imitar en su modo de vida, parecería como si las palabras del Pontífice en su testamento espiritual: “Nací pobre, he vivido pobre, muero pobre”, hubiesen sido pronunciadas por aquél humilde cura que vivió así hasta su muerte, abrazando esos principios que quiso inculcar a los hermanos de la Cofradía obrera de Las Angustias, a quienes les dejó escritas en las Reglas unas palabras como normas en las que él expresaba su deseo de que brillaran entre otras cosas: “…la sencillez, austeridad y pobreza que debe resplandecer en todos los actos y en todas las cosas de la Hermandad”. Un lejano día, fue trasladado y marchó de Estepa dejando aquí su feligresía y su obra. Y junto con la clase obrera, atrás quedaron también el cariño y la amistad de muchas personas, y un recuerdo difícil de olvidar junto a sus enseñanzas, un camino espiritual que seguir, y el esfuerzo y trabajo de años de labor eclesiástica en Estepa, que serán difícilmente borrados de la memoria de esta ciudad. Tras marchar de Estepa, uno de sus destinos fue la barriada jerezana “Caulina”, donde sus vecinos vivían en precarias condiciones. Allí, su gran inquietud social de auxiliar a quienes más lo necesitaban, le hizo comprometerse en el trabajo y la lucha para erradicar el chabolismo, y lograr que se les construyera a las familias unas casitas más dignas. Años después, ya enfermo y viviendo en una residencia de ancianos de las Her-
manitas de los Pobres en Jerez, recibió una emotiva visita de “sus obreros y amigos estepeños” a los que acogió con gran cariño y nostalgia. Con ellos y para ellos, celebró una misa en la intimidad sentado en una silla de ruedas, pues ya le habían sido amputadas las dos piernas. Murió, como quiso vivir: pobre. Fue inhumado en el Cementerio Municipal de Jerez de la Frontera, en unos nichos propiedad de la Hermandad jerezana de San Pedro, compuesta por sacerdotes. Allí permaneció reposando muchos años, hasta que sus restos fueron exhumados junto a los de otros ocho sacerdotes jerezanos, y trasladados a la Catedral de la Diócesis de Asidonia-Jerez. Las nueve cajitas de madera con sus restos mortales, fueron recibidas en dicho templo por el obispo monseñor José Mazuelos Pérez, que celebró un funeral Pontifical con motivo de la celebración del año sacerdotal. En su homilía, Monseñor Mazuelos dijo de ellos: “Fueron pinceles de Dios que pintaron la realidad de la Diócesis de Jerez”. Desde las once de la mañana del lunes treinta de noviembre del año 2009, los restos mortales de aquél hombre bueno que vivió una vida de sacrificio y austeridad, esfuerzo, caridad, sencillez y amor a todos sus feligreses, especialmente, a los obreros y pobres de Estepa, descansan para siempre en la cripta central del gran templo catedralicio de Jerez de la Frontera, con todo merecimiento y dignidad, en consonancia con el espíritu tan grande que alentó su vida mientras estuvo entre nosotros1. Reconocimiento, honor y descanso en paz, para él. Antonio Rodríguez Crujera
Agradecimientos: a D. Carlos Ros Carballar, a Sor Victoria Lassaletta, y a Dª Isabel González Ferrín, Jefa Área de Archivos de la Catedral y del Arzobispado de Sevilla. 1
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Miradas Toda la Semana Santa nos entra por los sentidos que tenemos como seres humanos, el gusto de las magdalenas y ochios, la música que acompaña nuestros pasos, el olor a incienso, la suavidad del capillo, y la vista. Mucha gente piensa que la Semana Santa siempre es igual. Vista una procesión vistas todas. Visto un Martes Santo vistos todos... Cada procesión encierra en si misma tantas como individuos componen el cortejo. Y no solo el cortejo, por cada corazón pendiente de ese momento único hay sin duda una historia, unos ojos, una mirada. Hay un Martes Santo para el músico, hay un Martes Santo para el costalero. Otro muy diferente para la madre del costalero y otro para la esposa de éste. Un Martes Santo para el camarero que desde el bar en que trabaja ve pasar de refilón la cofradía. Otro para la viejecita que lo ve tras el visillo porque la tarde se ha puesto demasiado fresca... Y así podría seguir nombrando no sé ni cuántos personajes diferentes. El Martes Santo empieza temprano, con la Misa y el desayuno de Hermandad. Hermandad con mayúscula, todos somos hermanos ese día, aquellos que saldrán por primera vez en el cortejo, los que tal vez no saldrán después de tantos años por cualquier circunstancia, los que han venido de lejos para vivir ese día, y los niños... Los niños pequeños con sus campanas son la alegría del Apóstol y de la Madre de Dios. La mañana es de ellos indudablemente. Su cara, sus ojos, sus sonrisas, el nerviosismo que les sale, es muy parecido al de la mañana de Reyes, aunque no reciban regalos. Esta vez son ellos los que reparten alegría, colorido y muchas campanadas. Es muy reconfortante acompañarlos y ver que el futuro de la hermandad está asegurado. Ese recorrido matutino es el momento donde se mezclan el futuro del que hablo y el pasado, porque hay más abuelos casi que pachones que, curiosamente, tienen la misma sonrisa y la misma chispa en la mirada que los más pequeños. La mañana transcurre entre más miradas del reguero de gente que vienen a visitar al Príncipe de los Apóstoles y a Nuestra Madre de los Dolores. Miradas a los pasos, a las flores, a cómo tiene el tocado la Virgen, la cera tan bien puesta. La mirada de emo-
ción por el que falta, la de alegría por el recién llegado y la sonrisa permanente en la boca. La mirada del costalero pensando lo que le queda por sufrir y por disfrutar, la del capataz al martillo, ¡ay lo que pesa esa barca!, la mirada del contraguía a su esquina y muchas a la puerta y la pregunta “¿cómo salen los pasos por ahí?” A las 7 de la tarde, es esa puerta la que atrae todas las miradas “¡ay, ay, ay, que cerquita ha pasado! “, “si el palio está tan bajo, ¿cómo lo hacen para subir?”. La mirada del músico que se sabe de memoria la trasera del paso. La que tiene en una vuelta porque ve al Apóstol o a Nuestra Madre de perfil y la de satisfacción y respeto cuando pasa por la puerta una vez el paso dentro, se santigua, mira y susurra, “hasta el año que viene, si Dios quiere”. La mirada de la gente que le pide, le reza, le habla. La del saetero que a mitad de
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nuestra gloria, que es la Callejuela del Carmen, cruza su mirada con la del Pescador de hombres y sólo imaginarlo me produce escalofríos. Las miradas en ese mismo enclave, pero arrasadas por las lágrimas porque mi Virgen baja a los sones de “Amarguras”. Y el capataz que mira el varal, el contraguía la calle, el músico la partitura y yo que sólo puedo mirarla a Ella. Los Martes Santo en Estepa y la Hermandad de San Pedro, son un aluvión de sensaciones, un torbellino de miradas que reflejan lo que se quiere a esta cofradía, a la que se le espera todos los años para mirarla y verla pasar. Cuando llegue ese Martes, que no un Martes cualquiera, desde primera hora de la mañana hasta que los pasos entren en el altar barroco de la pintura que es la Iglesia de la Asunción, siéntela. Saboréala como el más sutil de los sabores. Huélela como un perfume que embriague. Oye sus sinfonías de tambores y cornetas. Tócala con la delicadeza con la que tocas la piel de un bebé. Y mírala, con ojos nuevos, como si cada momento fuese único, no te limites a ver. Mira y siente. Las miradas de mis titulares son las que me atrapan, pero hay otras dos que, aunque puedan ser fugaces, valen una eternidad, la de mi mujer a través del capillo de nuestra Hermandad y la que nos regala nuestra hija cada vez que se viste de “pachón” con su Cofradía. Pd.- Este año cuando pase por San Sebastián, echaré de menos la mirada cómplice de un cofrade ejemplar. Yo la buscaré. Francisco Muñoz Sánchez
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Semblanza de los Estudiantes
Quiero cantar con voz viva, que, aunque yo tenga herida, puedo dar vida a la vida. Cosas de Dios (Fraternidad)
Nací en una familia cristiana. Y mi casa, fue siempre una casa abierta. Mi padre, junto a un grupo de estudiantes y componentes de la tuna, fue fundador de la Hermandad y hermano mayor durante veinticinco años. Aunque él siempre decía que la hermana mayor era realmente mi madre. Por eso, durante mi infancia y mi adolescencia la casa de Veracruz, 35 además de nuestra casa fue también la casa de la Hermandad de los Estudiantes. La cámara albergaba todos los enseres de la cofradía: cetros, faroles, el estandarte, el tambor, el libro de reglas y la cruz de guía de los Estudiantes. Cada Cuaresma la casa se llenaba con el trasiego de gente yendo y viniendo para los cabildos; de niños, adolescentes y mayores afanados en la limpieza de los faroles, transportando cosas o recortando cruces de fieltro amarillo oro para los capillos. En la cueva, en la que también dimos catequesis un tiempo y que hoy llamamos la cueva del Amor, se celebraban los cabildos. Rafael Fernández, Antonio Espinosa, Manolo Merat, Alfredo Rodríguez, Luis Martínez,… Un cuadro del Cristo del Amor presidía aquel espacio a medio camino entre cuartelillo y tabernáculo, en que lo sagrado y lo humano se daban la mano. Porque, aunque en las cosas de los hombres e incluso entre hermanos suele haber diferencias, en aquel lugar siempre se terminaba con una tapita a modo de comunión pagana. Además de resonar valores de la vida cristiana en comunidad como la caridad o el perdón, allí nacieron los primeros estatutos redactados por una cofradía estepeña y se acordaron cosas como la restauración del Cristo o la compra de la Virgen del Valle a Pérez Conde cuyos mecenas fueron José Romero Lara y mi padre.
Aquel espíritu marcó nuestros primeros años. Nos sentíamos parte de algo grande, de algo importante. Cada uno aportaba desde su capacidad. Había sitio para todos, cada uno tenía una función y nadie destacaba sobre nadie. Ese es el verdadero significado de la palabra Hermandad. Esa era nuestra verdadera riqueza. La Cuaresma, además de tiempo de ayuno, vigilia y preparativos de los regalos (magdalenas, ochíos, etc.), era el tiempo recoger las velas del Arzobispado o del taller de Andrés, un artesano de origen belga afincado en el Barrio de Santa Cruz. Era el tiempo de planchar y remozar el poco ajuar de que disponía la Hermandad y de los ensayos del Coro. Nada de plata por limpiar, ningún varal por desenvolver cuidadosamente. Solo unas cuantas voces por afinar. Bajo la dirección de Joaquín Borrego y al compás de la guitarra de Antonio Espinosa una veintena de niños y jóvenes cantábamos las versiones de los Beatles o Bob Dylan y canciones de Brotes de Olivo, Hilario Camacho o del musical Cristo Superstar. Esperábamos el Triduo con ilusión. ¿Quién leería las peticiones?, ¿Quién haría las ofrendas?, ¿A quién le tocaría el honor de repartir las estampitas?. Cuando hace tres años a José María Martín se le ocurrió que el coro se reuniera de nuevo, fue para mí como un viaje en el tiempo, una vuelta adonde lo dejamos en 1991. Me llena el alma y el corazón cantar con la misma gente de aquella época. Orar es cantar a Dios. La oración cantada y compartida tiene una fuerza que no puedo describir con palabras. Para mí, reencontrarme con la gente del coro después de tantos años, conectar con esa emoción de mi adolescencia, con el recuerdo de mis padres, con las melodías de mi infancia, es un regalo de un valor incalculable. Hoy, que lo vivo y lo comparto con mis hijos se completa el ciclo y cobra sentido la palabra religión (<re-ligare). Con la misma 16
emoción y cariño recuerdo algunas vigilias y misas de D. Rafael Blanco fuera de la iglesia en las que leíamos e interpretábamos el Evangelio. Tres meses de mantecados y nueve de santos me parece poco para describir la vida de un estepeño medio. Nuestra Semana Santa duraba todo el año. La misa del primer martes de mes, el día de la Virgen, y las actividades para recaudar dinero con que sufragar los pocos gastos y para la caridad (rifas, competición de tiro al plato, certamen de coros rocieros, preparativos para nuestra caseta en la Octava de los Remedios). Durante muchos años salí el Lunes Santo en procesión representando a la Hermandad junto a mi hermana Eli, Joaquín Borrego, Agustín Batet y otros acompañando a las Angustias. Hoy me asombra la rectitud con que, incluso de muy pequeñas, acompañábamos a la Virgen o a nuestro Cristo del Amor. Ni indispuestas se nos ocurría abandonar la fila. Esa convicción y ese rigor nos pasaron factura en alguna que otra ocasión. Penitencia y oración. El Martes Santo era un día de estreno, un pequeño lujo mundano. Después de la misa y de ver a San Pedro cenábamos en la casa con los primos y algunos amigos. Una cita ineludible, una fiesta contenida. Luego nos íbamos todos juntos a la iglesia. Recuerdo los nervios antes de abrirse la puerta de San Sebastián para la estación de penitencia, el Padrenuestro, a mi padre poniéndonos el cordón al lado izquierdo, el olor de la cera y de aquellos lirios robados y en la calle la presión del capillo en las sienes, el calor del farol para aliviar el frío en las manos, la mirada siempre al frente como Ramón Juárez, el sonido monótono del tambor y la oración, mis propios viacrucis improvisados (gratitud, ruego, perdón) porque, llegamos a ser tantos hermanos, que no desde todos
Pasión y Glorias Estepa 2018 los sitios escuchábamos la voz de Antonio Abad. Un año los más pequeños tuvimos el privilegio de ir al lado del paso. Los últimos serán los primeros. Fue el único año que pudimos ver al Cristo aunque acabáramos con el capillo lleno de cera roja.
y el murmullo de la oración cantada en catorce mantras, de rodillas, el torpe andar del farol como una queja de cristal y hojalata, Y el Viva Dios cruzando la noche, ascendiendo al cielo.
Silencio, sombras alargadas por la calle Torralba, el frío en los adoquines, algún que otro exabrupto, el cerco de la luna, mi vaho bajo el capillo, una bocanada de incienso
Silencio, recogimiento, sobria austeridad, fraternidad son los valores que aprendí gracias a mi Hermandad y que me han acompañado en mi camino espiritual. Cambiarán los estandartes, pero el espíritu permanece inalterable. Y en mi búsqueda sigo siendo aquella niña
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Estudiante que cantaba con sus hermanas el repertorio del coro o recitaba de memoria los versos del pregón de Leonardo Garrido: una eterna Estudiante llena de gratitud. A Inma y Eli, mis hermanas. Y a mis padres, Elia y Santiago, que nos enseñaron el Amor, la generosidad y el valor de la vida en comunidad. Que El Chicuelo os bendiga. Sole Jiménez Martín Estepa, diciembre de 2017.
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Más de medio siglo de vestidor En primer lugar quisiera manifestar mi profundo agradecimiento al Consejo Local de HH. Y CC, por su invitación a participar en esta publicación cuaresmal, aunque lo mío no es la pluma, pero una vez más y ya van muchas, no me puedo negar ante la solicitud de cualquier persona a desvelar lo que para muchos cofrades sigue siendo un arte y en muchas circunstancias un privilegio como la que vengo realizando desde mi más tierna infancia, Vestidor de varias imágenes de la Santísima Virgen. Pero a modo de introducción he de manifestar, que de la multitud de imágenes procesionales que desfilan hoy por nuestros pueblos, pocas son las que hay documentadas, sobre todo las anteriores al siglo XIX. El siglo XIX comienza con una gran producción y restauración de imágenes, que se desarrolla a partir de la marcha de los franceses, ya que como se sabe estos originaron la desaparición temporal o definitiva de muchas entidades religiosas, que ya venían acusando decadencia desde el último tercio del siglo anterior. La estilística de estas imágenes ha variado poco a lo largo de estos siglos, aunque algunas diferencias son apreciables. El modelo lo dan las imágenes del siglo XVII, aquellas que corresponden al Siglo de Oro, presentando rostros suaves, de dolor contenido, de correctísimas facciones, de aspecto refinado y ciudadano y con carnación trigueña, como corresponde al modelo escultórico de Montañés y Mesa. A finales del siglo comienza a añadírsele postizos a las tallas, consistente en lágrimas y ojos de cristal, también pestañas y pelo natural, para dar un mayor realismo a la imagen, lo cual se corresponde con el momento auténticamente barroco del momento. La primera mitad del siglo XVIII continúa en estas líneas estilísticas, especialmente en lo que a aditamento se refiere, generalizándose los ojos de cristal que en la segunda mitad del siglo se hacen ya insustituibles. A mediados del siglo XVIII el estilo rococó se extiende por la península procedente de la corte borbónica, y las imágenes marianas, aun estando dentro del espíritu barroco, muestran unos rasgos más finos y un cierto adelgazamiento del rostro. Estas mismas características pero más acentuadas se advierten durante el siglo XIX, a las que hay que añadir una mayor palidez del rostro, con una carnación de tipo porcelana. En el siglo XX, la realización de las tallas de Vírgenes aumentaron de una forma considerable, ya que la formación de cofradías nuevas o la renovación de las antiguas casi superan al número de las primitivas. Estas imágenes del siglo XX han seguido en líneas generales el modelo iconográfico del siglo XVII, aunque naturalmente, la mano personal del escultor y los modelos de belleza
contemporáneos han introducido pequeños cambios, como por ejemplo el mayor tamaño de los ojos, el alargamiento de las pestañas, y el color algo más aceitunado de las mejillas, en algunos casos. Pero en general, puede decirse que salvo pequeñas alteraciones, el modelo iconográfico barroco se conserva. Imágenes todas de una gran belleza, de perfección en los rasgos y de expresión de dolor contenido, sin el aspecto desgarrado y cruento que caracteriza a la imaginería barroca de otras regiones españolas. El vestido contribuye de una manera definitiva a conseguir la apariencia suntuosa de la imagen. El vestido de la Virgen es ampuloso, bordado, con falda acampanada, corpiño ajustado, amplio manto, tocas plegadas y mantilla de encaje, en la mayoría de los casos. El vestido actual de las imágenes procesionales, es convencional, y se halla más cercano a la indumentaria de corte del siglo XIX que a ninguna otra, aunque conserva elementos más antiguos, mezclándose en él prendas profanas y religiosas. Las tocas son quizás el elemento más antiguo, ya que es una prenda de origen medieval, que a partir del siglo XVI solo usaban las congregaciones religiosas y las mujeres de cierta edad, así como algunos estratos populares. El resto del ropaje es puramente profano, siendo la mantilla de encaje una vestidura popular de fines del XVIII, pero adaptada en los siglos XIX y XX. El vestido propiamente dicho, formado por saya, corpiño y manto, constituye el traje de corte propio de la segunda mitad del siglo XIX. Saya y manto de seda, terciopelo o tisú, suele ir
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ricamente bordado con técnicas de gran realce y temas que van desde el estilo neorrenacimiento, al neobarroco o neorrococó, sin olvidar la estética imperio. Las joyas y la corona, son el complemento del vestido, pero a su vez constituyen piezas independientes, especialmente a lo que a su estilo y fecha se refiere. La corona es la parte más importante del tocado y su tipología data de la misma época que la de la imagen, pues como tal corona imperial se generalizó a fines del XVI. Es un símbolo religioso y a la vez de realeza, que acompaña a la Virgen desde muy antiguo, pues ya en el arte bizantino, del siglo V al VI, María aparece coronada. Las coronas que usan las Dolorosas procesionales son las llamadas de tipo imperial, que se componen de un aro o diadema ajustado a la cabeza, y un gorro o parte superior, también llamado canasto, que desde el siglo XVII quedó convertido en unas bandas cruzadas y una ráfaga o aureola. Las joyas son abundantísimas en la mayoría de las imágenes, aunque si es verdad que en la actualidad, cada vez menos, y suelen colocarse sobre el pecho, alcanzando a veces a la cintura. Otras Vírgenes suelen usar como contraste únicamente un puñal de plata, tradicional en las Dolorosas. Las joyas utilizadas en la actualidad son la mayoría modernas, si bien hay imágenes que poseen una magnífica colección de joyas antiguas. La tipología es de lo más variado y pueden verse entre ellas toda clase de adornos, desde alfileres, hasta broches, collares y anillos. De todas las joyas que adornan a la imagen, únicamente el puñal, el rosario y la cruz pectoral tienen carácter sacro. Siendo todo lo demás completamente profanos. Muy resumidamente estas son las características y las procedencias de los bellísimo conjuntos que con mucha fe y mucho amor conseguimos de nuestras imágenes que con gran devoción y orgullo paseamos por nuestras calles. Después de estos datos históricos, quisiera hacer referencia a un debate que siempre escuché sobre si el vestir imágenes es un arte o no. Unos dicen que somos artistas, yo particularmente no me creo artista, aunque si pienso muchas veces, que cada vez que vestimos a una imagen, es una nueva creación y en muchas ocasiones dependen de tu estado de ánimo e inspiración. En algunas ocasiones escuché decir que la belleza de una imagen depende en el 50% del escultor y el 50% del vestidor. El escultor se inspira una vez y consigue su obra para siempre. El vestidor, cada vez que se pone delante de la imagen para vestirla, se tiene que sentir
Pasión y Glorias Estepa 2018 inspirado para darle vida a la obra del escultor. No me agrada mucho esta definición pero quizás sea la más acertada. Bien, después de estos detalles que nos ponen un poco en antecedentes de porqué el estilo de nuestras imágenes tanto de Pasión como de Gloria, quisiera entrar y aclarar dentro de lo posible, algunas preguntas que me hacen con mucha frecuencia, cuando se acercan y conocen mis habilidades para desarrollar de una forma fácil sobre todo la colocación del tocado de las imágenes Dolorosas, y lo primero que te preguntan ¿Quién te enseñó el oficio de Vestidor?. En primer lugar yo no tengo ni he tenido esta actividad como oficio, pues he tenido toda mi vida una actividad laboral y ahora estoy jubilado, que me permite dedicar más tiempo a desarrollar este oficio que me apasiona. Otros vestidores, yo diría que son profesionales, que los hay, sobre todo en Sevilla, entre ellos admiro a los Hermanos Garduño, a los Hermanos Asián y de los más jóvenes a José Antonio Grande de León, magnífico vestidor de Sevilla y gran bordador y restaurador de bordados. Me rindo ante el arte, la innovación y revolución cofrade realizada a finales del XIX y principios del XX por el bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Algunos mantienen que el vestidor, nace, no se hace, yo discrepo bastante, pues yo entiendo que para ser vestidor es necesario primero, tener gran devoción a María, como corredentora con Cristo del género humano y segundo tener mucha paciencia y humildad, para acercarte a estos vestidores y querer aprender y no imponer tus ideas a “priori”. Yo soy una persona que no oculta absolutamente nada a las camareras, priostes y jóvenes de las distintas Hermandades que se interesan por esta actividad muy importante en la Hermandad. Yo me subí por primera vez a un paso de palio a los 12 años, siendo monaguillo de mi parroquia, desde entonces tuve una gran maestra Concepción Ortiz de la Vega, que me enseñó sobre todo a tener paciencia, pues para ella, no contaba el tiempo cuando se ponía delante de su Virgen.
De ella aprendí a vestir el tocado de la Virgen con mantilla, de blonda, me decía que es muy difícil poner una mantilla, si, digo bien, una mantilla, y no de grandes dimensiones, porque hoy utilizamos dos, una para el pecho y otra para la cabeza, pero el éxito estaba en que los pliegues se queden como tú deseas y no como la mantilla quiera, de ahí la paciencia que hay que tener para quitar una y otra vez los pliegues, hasta conseguir la perfección que buscas. Por tanto el vestidor, nace con esa inquietud, pero sin duda se hace a través de los tiempos y experimentando con nuevas telas, encajes y formas actuales. Otra pregunta que me hacen con mucha frecuencia es si existen las modas en el estilo de vestir a las imágenes. Yo siempre digo y así lo he experimentado a lo largo de los cincuenta y seis años dedicados a esta preciosa actividad, cuando me hago cargo de una imagen lo primero que tienes que hacer, sin prisa pero sin pausa, es un estudio de la imagen. Con todos los estilos que conoces y toda esa experiencia que solo existe dentro de tu cabeza es dotar a esa imagen de una personalidad propia, de acuerdo con el tipo de Hermandad, el momento de la pasión del Misterio a que acompaña y sobre todo escuchar las distintas opiniones de los hermanos que viven su devoción diariamente. Con todo ello yo particularmente procuro dar a cada imagen su personalidad y estilo propio. He de deciros que soy vestidor de varias imágenes y en nada se parecen una a otra, bien sea por su ajuar, su posición y sobre todo la seriedad de la imagen. Otra de las preguntas muy frecuentes, es ¿Cuántas imágenes vistes en la actualidad?. Es una pregunta que me fastidia bastante, porque parece como si fuese de Hermandad en Hermandad solicitando vestir a la Virgen, algo bastante lejos de la realidad, de las imágenes
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que en la actualidad visto que son más de doce, hay multitud de razones para ello, siempre razones humanas, soy incapaz de negarme a realizar una actividad que domino a la perfección cuando una serie de personas me lo piden. Al igual que no me afecta negativamente, cuando en la Hermandad veo que surgen personas con capacidad para solucionar el problema de vestidor y me encanta dar paso a nuevas generaciones que sean capaz de desarrollar esta actividad, máxime cuando utilizan algunas de las técnicas que yo realizo. También he de decir que en dos ocasiones he desistido de vestir a dos imágenes, porque no soporto que se utilicen a las imágenes para humillar a las persona y ello lo he vivido en dos ocasiones, negándome totalmente y cortando las relaciones con esas personas y no con la Hermandad. Otra pregunta que me hacen con frecuencia, es si me siento presionado por los priostes y camareras. En ocasiones cuesta trabajo convencer a estas personas de que el arreglo e indumentaria de otras imágenes no es lo propio para la suya, pero en muchas ocasiones suelo plasmar sus ideas con el consiguiente cambio para adaptarla a la personalidad de la imagen. También me preguntan qué es lo más difícil para un vestidor. Indiscutiblemente para mí lo más difícil es vestir a la Virgen para la salida procesional, es mucho el movimiento que sufren las imágenes en los pasos y hay que afianzarlo todo muy bien, pues un fallo en la calle es imperdonable. El tener acceso a tantas Hermandades, me permiten observar el estado de conservación del magnífico y rico patrimonio de nuestras Hermandades, asesorándoles siempre para la adquisición y conservación del mismo. Afortunadamente hoy en días son muchas la Hermandades que disfrutan de magníficas Casas de Hermandad indispensable para la conservación del patrimonio. En esta actividad, he encontrado muchos amigos y también por qué no decirlo algunos enemigos. Nunca me ha gustado criticar, solo procuro defender mi trabajo. Hay gente que se instala delante de los pasos para acribillar y criticar a toda costa, es lo que menos me gusta de esta actividad. Entiendo que pueda haber personas a las que puede o no gustar mi trabajo, y eso lo respeto porque cada uno es libre para tener un criterio u otro. Lo que llevo mal es que haya personas que se invente cosas y critican por hacer daño. En todas las Hermandades que intervengo, observo que todas las piezas del ajuar y joyas de la Virgen tienen su anécdota y su historia, bien por la persona que la donó y el consiguiente motivo o bien por las circunstancias al adquirirlas. De las tareas de vestidor, la que me apasiona es confeccionar el tocado con mantilla de blonda, colocar el manto, la corona, el puñal, al menos una cruz, el rosario y el pañuelo. José Romero Ruiz
Pasión y Glorias Estepa 2018
Un Miércoles Soñado
Recordar con la emoción que esperamos la salida de la borriquita a la plaza de San Sebastián cada Domingo de Ramos o vislumbrar a menos de 40 días que la espera se acaba para ver los palios de nuestras hermandades de capa rozando los balcones de nuestras calles empedradas, o el silencio de los Estudiantes por Torralba, el Calvario en el Carril, las Angustias en la Plaza del Aire o tal vez la entrada de la Soledad a los sones de Font de Anta es para cada uno de los cofrades la pura impaciencia que comienza el Domingo de Resurrección y acaba a las plantas del Señor de Estepa cada viernes de Dolores y que sirve como aliento para alimentarse de nuestra memoria durante todo el año. Todo el año espero impaciente que lleguen esos días en que mi Hermandad celebra, con las mismas ganas con que cada uno esperamos cuando se acercan, esos momentos que se repiten una y otra vez en nuestra memoria, como son el día dos de enero o el veinticuatro con las onomásticas del Dulce Nombre de Jesús o de la Santísima Virgen de la Paz, o los
cultos cuaresmales culminados con la Función Principal de Instituto, que es el día más importante para la Corporación y que disfruto en compañía de mis hermanos. O sin duda, uno de los que más me embruja y que me lleva a la conversión constante, como es el viacrucis del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, cada Miércoles de Ceniza, en un acto íntimo celebrado por la feligresía. Sin lugar a dudas, somos lo que conseguimos y conseguimos lo que somos. Para cada momento, Dios pone una misión en nuestro camino, y en el mío puso hace 6 años el trabajo de encabezar la juventud de mi querida Hermandad de El Dulce Nombre. Y como todo camino, está lleno de buenos y no tan buenos momentos, rectas y curvas, facilidades y dificultades, y el mío no ha sido menos, pero hoy me siento muy orgulloso al realizarme como cofrade, como cristiano e incluso como persona en el día a día en que vivo, pensando en cómo poder superarme a mí mismo y hacer de mi juventud lo mejor. Digo esto porque quiero hacer 20
una semblanza de lo que para mí significa vivir los días mencionados al principio, sabiendo el trabajo que hay detrás de todos y cada uno, y lo que dejaría de significar si así no fuere. No cabría satisfacción si el Miércoles Santo amaneciera sin el sentido de que ha llegado con esfuerzo y con dedicación. No cabría sin la certeza de que el abrazo a un hermano es verdadero, porque has estado viéndolo todo el año en torno al mismo motivo. No cabría alzar la mirada al cielo sin antes haber estado echándola a la tierra. No cabría una lágrima sin antes una gota de sudor. No cabría un aplauso sin antes una palmada. No cabría vivir ese día, sin antes haber vivido trescientos sesenta y cuatro. Para mí, carecería de sentido el día de mi Estación de Penitencia sin que haya ningún motivo o no haya contenido detrás. En mi casa se vive así, sin estridencias, sin demagogias, solo con la satisfacción de que ha llegado y con el deseo de que cuando pase sea recordado como siem-
Pasión y Glorias Estepa 2018 pre se ha hecho, con un sabor dulce en los labios. El Miércoles Santo veo al Señor a través de las personas. El pasado año tuve la oportunidad de pregonar a mi Hermandad y me habían advertido antes de escribir, que el Miércoles Santo anterior iba a verlo todo de una forma diferente. No sé si diferente o no, lo cierto es que como una esponja a estrenar, intente captar cosas en las que no me había fijado antes. Momentos, rincones o calles, partes del cortejo… pero lo que sí descubrí a fondo fueron las personas: las que forman la Hermandad y los cofrades de las aceras en los que ves reflejada a la imagen de tu devoción cuando pasa. El que más recuerdo de ese día, es el de una mujer mayor en la puerta de su casa, casi desapercibida y sin compañía, cuando de repente le paramos el paso de la Santísima Virgen para que pudiera rezarle y pedirle durante unos segundos. La mujer lloraba emocionada agradeciéndonos el gesto y cogiéndonos las manos cuando dijo: “Que me dé mucha salud para que pueda ir yo a verla a ella”. Me conmocionó, tuve que sostener las lágrimas y cuando todo aquello terminó aprendí una lección que jamás olvidaré: somos portadores de la palabra de Dios y de la Paz de su Bendita Madre, vamos dando testimonio vivo de fe, paseamos un evangelio escrito por siglos de historia por toda nuestra ciudad. Desde niño, mis estaciones de penitencia del Miércoles Santo han sido con las personas. Ahora tengo la suerte de poder compartirla con la cuadrilla de costaleros de la Santísima Virgen, como miembro del equipo de capataces, y anteriormente con mi Agrupación Musical tras el misterio. Pero también admiro a todas esas personas que forman la parte esencial y más importante de nuestra cofradía, los nazarenos, esos cofrades anónimos bajo el capillo que viven la Estación de Penitencia en la soledad de su hábito, con la única compañía que le da su cirio, o con la gran compañía que le da el Señor en el corazón. De nazareno, debajo o delante de los pasos, poniendo sones a los mismos, con la caña, con el cántaro, con la cruz de guía, de diputado, de acólito, en cualquier sitio, el Miércoles Santo llega y se va, pero lo que verdaderamente nos impregna es el recuerdo de los que fueron y los que al año siguiente faltan en el mismo lugar, de
lo que parece igual pero es distinto, de lo que recibes y de lo que das, de todo lo que ese día soñado acontece, es el continuo deambular que durante trescientos sesenta y cuatro días nos tiene preparan21
do en nuestras entrañas el sentimiento más bonito que tiene un cofrade: el amor a Dios y a Su bendita Madre. Antonio Gàlvez Migueles
Pasión y Glorias Estepa 2018
Santísimo Cristo de la Salud, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista. “El Calvario” El Calvario…… una Madre que presencia como torturan y le quitan la vida a su hijo, crucificándolo como a un malhechor y sin poder hacer nada para impedirlo, una Madre y el discípulo de su Hijo, que no entienden porque un hombre bueno, tiene que pasar por semejante sufrimiento y humillación. Difícil de comprender para el ser humano, ver como un hombre da su vida para salvar la de los demás, ese acto de gratitud y sacrificio infinito nos trae la grandeza del cristianismo. Parece que fue ayer, cuando con pocos años en mi haber, junto con otros muchos niños que estudiábamos en el colegio del Convento de los Padres Franciscanos y asistíamos a misa del domingo, nos llamaba la atención un gran crucificado yacente, imponente y a la vez impresionante…. Que difícil para un niño de pocos años, es intentar comprender que el ser humano pueda hacer sufrir tanto a un semejante hasta provocarle la muerte. Mis primeros recuerdos de la Hermandad del Calvario, se remontan a ese tiempo, son recuerdos buenos, recuerdos de cuaresma, preparación para la Semana Santa. Arreglos del paso, movimiento de enseres de la Hermandad, que se guardaban todo el año en el mismo convento, así como el paso. Parece que aún puedo ver a fray Eleuterio, “Lego”,
siempre con sus sandalias, arreglando y colocando los claveles en los jarrones laterales que tenía el antiguo paso, claveles de “plástico”, que se lavaban todos los años y se bañaban en anilina roja (un tinte que les devolvía el color rojo) y se perfumaban con colonia, al padre Alfonso, Martin, Félix, Antonio…… y a los hermanos, que con su presencia y mano de obra desinteresada, junto con un puñado de niños, hacían posible que la Hermandad procesionara en uno de los recorridos más bonitos de la Semana Santa de Estepa, desde su difícil salida de la Iglesia del Carmen, hasta su entrada en la Iglesia de Gracia del convento de San Francisco en el cerro de San Cristóbal de Estepa. El silencio en su recorrido es otra de las características de la Hermandad, un silencio que te invita a la oración y meditación, al recuerdo de los seres queridos y de los enfermos y, como no, a los que ya nos dejaron. Son momentos de verdad, momentos que te unen con el amigo/a y conocido, momentos en los que se olvidan las cuestiones triviales y se comparte el verdadero sentimiento de hermandad; hermandad que tenemos que cuidar, para que los más jóvenes, sigan por ese camino y lo vayan mejorando. A finales de los setenta y principio de los ochenta, se produce un cambio generacio-
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nal, lógico por motivo de edad, y tomamos las riendas de la Hermandad, muchos de aquellos niños que años atrás en la escuela, contemplábamos admirados al Cristo del Calvario; eso sí, bien aconsejados por varios hermanos mayores que nos ayudaron y nos guiaron, como Jesús Guerrero y Eduardo Macías. Se acometen cambios que por razones obvias había que afrontar y como en todos los cambios y reformas, surgen discrepancias y opiniones opuestas. Al final, todo se soluciona y la Hermandad sigue su camino sin más problemas. Creo sinceramente que, en la actualidad, la Hermandad del Calvario, mantiene vivos los principios y conserva la filosofía de los hermanos fundadores, que no es otra que la humildad, caridad y espíritu franciscano. Desde estas letras ánimo y agradezco a los/as jóvenes que han tomado el relevo generacional, tanto dentro de la junta de gobierno como en la Hermandad en sí, para que sigan ayudando y manteniendo este grupo, y no duden en rezarle y encomendarse al SANTISIMO CRISTO DE LA SALUZ, MARIA SANTISIMA DE LA AMARGURA Y SAN JUAN EVANGELISTA, que seguro que nunca les abandonaran. Emilio Rodríguez Borrego
Pasión y Glorias Estepa 2018 Entrevista al pregonero de la Semana Santa 2018
Ginés González de la Bandera Romero Nace nuestro pregonero un veinticinco de diciembre, festividad del nacimiento de Jesús, del año mil novecientos setenta y cinco en el popular barrio de la Macarena de la ciudad hispalense. Educado en el seno de una familia cristiana y cofrade comienza desde muy pequeño a tener contacto con las hermandades de Sevilla y con la obra pastoral de la Iglesia, concretamente con la de su Hermandad de la Macarena. Cursa estudios de E.G.B en el colegio de tabladilla, después ingresa en la facultad de química de la universidad de Sevilla donde obtiene su licenciatura, a continuación realiza el doctorado en química en el instituto de ciencias materiales que pertenece al C.S.I.C (consejo superior de investigaciones científicas), ingresa en el seminario de Sevilla donde estudia dos años de filosofía y tres años de teología, y se ordenó como sacerdote un diez de septiembre del año dos mil seis. Agradecerle de antemano su predisposición para realizar esta entrevista, que saldrá publicada en el segundo número de la revista que edita el Consejo General de Hermandades y cofradías de Estepa llamada PASION Y GLORIAS DE ESTEPA. Es un placer para mí y algo que me llena de ilusión. Bueno comencemos, ¿cómo se define Ginés como persona? Me sorprende esta pregunta (risas….), bueno yo soy una persona sencilla en general, tengo carácter, el cual intento que no salga, soy un hombre de Dios que trato de vivir mi vida con cierta autenticidad; intento, aunque no siempre lo consigo, vivir la vida desde la Fe que he recibido y desde la palabra que me toca anunciar en mi ministerio. ¿Cómo sintió la llamada de Dios?
Es un proceso que no se siente de golpe. Dios se nos manifiesta en la historia de los hombres y en la de cada hombre en particular. Él te va invitando y Tú vas respondiendo, te va invitando a más, y te vas dando cuenta que necesitas más. Hasta que llega el momento donde descubres que no quieres compromisos puntuales de 23
vida, sino un compromiso integral de vida. A mí me ocurrió un año y medio antes de ingresar en el seminario, estando ya ejerciendo mi profesión cuando dije: “lo dejo todo y me entrego a Él”. Hermano de la Macarena, ¿cuáles son sus vivencias cofrades?
Pasión y Glorias Estepa 2018 Han sido muy fuertes en mi niñez y mi juventud, mi padre un hombre de cofradías nos llevaba desde muy pequeños a mi hermano y a mí a ver cofradías, yo con seis o siete años me sabia todos los nombres de los Cristos de Sevilla y las advocaciones de la Vírgenes, siendo adolescente repetíamos con nuestros amigos las enseñanzas de mi padre, es decir, íbamos el Sábado de Pasión a ver a sus capillas a las hermandades que realizaban estación de penitencia el Domingo de Ramos y así sucesivamente durante toda la semana, vamos un fatigas, salía a las dos de la tarde y volvía a las tres de la madrugada de ver cofradías, como anécdota curiosa contaros que mi hermano y yo cuando llegábamos de la calle nos poníamos a ver las procesiones que están terminado de realizar su estación de penitencia y que cuando nos despertábamos por la mañana veíamos la entrada en campana del día anterior. Pues si, he sido mucho de cofradías. Se refiere usted en pasado cuando dice que ha sido muchos de cofradías, ¿ya no lo es? Yo creo que lo vivo con otra intensidad, no lo vivo como la vivía antes, ahora mi Semana Santa está centrada en acompañar a las hermandades de mi parroquia lo cual me llena de satisfacción, también no es lo mismo vivir en Sevilla donde sale todos los días ocho o nueve cofradías, que en un pueblo donde solo sale una o dos a lo sumo. Vivir sobre todo la espiritualidad y la religiosidad que tiene la Semana Santa y vivirlo con las hermandades de mi pueblo, ese momento que para ellos es importante y que para mí también lo es, porque se lo que significa para ellos. Sabemos de su oratoria litúrgica, ¿pero en la pregonera? Yo creo que no voy a dar un gran pregón, no soy un poeta ni un escritor de ensueño, voy a intentar transmitir sentimientos que para mí son importantes, opto por la prosa poética porque no sé hacer poesía, y me decanto por el mensaje más que por la forma. Intentaré que sea un pregón con mensaje evangélico, pero sin olvidar la forma de declamación que va a ser pregonera. Con anterioridad, ¿ha realizado otro pregón?
No, es la primera vez, he hablado mucho en distintos géneros pero en el pregonero nunca, jamás he escrito una homilía soy muy perezoso para escribir, me cuesta menos salir a hablar sin papeles que leer, lo que quiero decir que un pregón hay que escribirlo aunque lo recites de memoria y una homilía no. Yo soy un escritor muy sencillo, no me puedo calificar como tal, lo que si se, es que no soy un escritor espectacular. ¿Cómo definiría un buen pregón? Por mi procedencia el que más he escuchado es el pregón de Sevilla y desde que estoy en Estepa, haya estado presente o no, siempre lo he escuchado. Me gusta saber cómo la gente de mi pueblo se expresa y siente a sus hermandades. He leído y he estado en muchos pregones de Sevilla y a la hora de definirte un buen pregón, creo que un buen pregón es el que está bien escrito, también es importante que tenga sentimiento, pero hoy día a mí me puede más la verdad que la forma, el pregón desde mi punto de vista tiene que ser honesto con la vida de quien lo pronuncia, es decir, que no sea una historia que no se asemeja con la realidad de su vida. ¿Cuántos años lleva entre nosotros? Llevo algo más de diez años, llegue a Estepa en septiembre del año dos mil siete, cuando pronuncie el pregón llevaré diez años y medio. ¿Se siente preparado para ser pregonero de Estepa? Creo que sí, para mi ahora mismo en esta etapa de mi vida es más bonito ser pregonero de Estepa, que de Sevilla, Sevilla está muy lejos de mí y yo lo que ahora vivo con verdadera intensidad es la Semana Santa de Estepa, es muy bonito para mi ser pregonero de Estepa, aunque yo he tratado de darle normalidad en mi vida, es un hecho importante pero sin desmesura. Yo me siento preparado porque me siento estepeño, quiero mucho a las personas de este pueblo y como vivo con ellas la Semana Santa, si me siento preparado para ser pregonero de la Semana Santa de Estepa. El Domingo de Pasión es la antesala de la Semana Santa, ¿Cómo lo vive usted? 24
Para mí es un día muy importante, yo estoy muy ilusionado, me gusta y disfruto mucho ese día. Cuando se lo propusieron, ¿fue una sorpresa? Fue una sorpresa cuando un grupo amplio de Hermanos Mayores, consejeros, amigos y gente allegada me dijeron que iban a proponer al presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías mi nombre para ser pregonero. Es cierto que hablando con la gente de la parroquia en alguna que otra ocasión surgió el comentario de que algún día tendría que ser pregonero de Estepa. Hay personas que les gusta como predicas y pueden llegar a pensar que podría dar un buen pregón. Tengo relación con todas las hermandades del pueblo y es cierto que en alguna ocasión también ha salido a la palestra este tema. Pero cuando ya hablan contigo en una conversación más seria y sabes que tu nombre está encima de la mesa y que el Presidente del Consejo me iba a proponer en el pleno, la verdad es que deseaba que sucediera, me hice a la idea que iba a ser el pregonero de Estepa y quería que se hiciera realidad. Hemos hablado anteriormente de prosa o verso, ¿usted se decanta por la prosa? Si, me decanto por la prosa poética con un poco de cadencia, también hay algunas rimas, pero sobre todo prosa, prosa poética con su poquito de cadencia. Hemos escuchado pregones en todos sus ámbitos, el último pregón de un párroco fue el que pronuncio don Manuel Santos Ortega, donde su lenguaje fue muy técnico, con unos textos muy ricos, pero con un fondo muy teológico. ¿El de usted tiene un lenguaje teológico o un lenguaje sencillo, del pueblo? No lo llamaría un pregón cofrade, soy sincero, no voy a hablar de pasos en la calle, ni de cera, ni de costaleros, ni de marchas; tampoco va a ser un pregón teológico, ni una homilía, lo que yo voy a intentar es contar al pueblo lo que ayudan las imágenes a vivir nuestra Fe, es decir, centrar en la vida del creyente la Semana Santa como punto álgido y lo que hemos vivido durante esa semana y ha desembocado en la Pascua de Resurrección, se
Pasión y Glorias Estepa 2018 mantenga vivo durante el resto del año. Pienso que las imágenes tienen un lugar especial entre los creyentes de nuestro pueblo y yo quiero expresar todo lo que ellas nos trasmiten desde sus misterios y advocaciones. ¿Es hermano de alguna Hermandad de Estepa? Yo creo que sí, te digo esto porque ahora mismo no se enumerar de que hermandades soy hermano. Si te puedo decir que la primera que me hizo hermano fue la Hermandad de Santa Ana y eso me produjo muchísima ilusión. Yo siento mucho cariño por todas y por igual, están formadas por personas con las que convivo a diario y para mi significa mucho. Son sentimientos, los cuales comparto con ellos en mí día a día como parte de la pastoral de nuestra parroquia, me siento a gusto compartiendo con ustedes vuestra vida de hermandad. Después de la unificación de las dos parroquias, usted es el único representante de la iglesia en el pueblo, ¿Cómo se siente desempeñando esta tarea? Quiero decir en primer lugar que a mí me cogió la noticia tan de sorpresa como al pueblo, es verdad que yo pienso que un pueblo de las características del nuestro funciona mejor con una parroquia que con dos, pero la decisión que tomó el Arzobispado no la consultó conmigo, el Arzobispado la tomó y luego me comunicaron la decisión, yo solo he acatado la misión que se me ha encomendado. Pienso que como proyecto de iglesia es bonito, siempre he creído en el trabajo en común con un solo motivo trabajar para y por JESUCRISTO, pienso también que Estepa no es pueblo para un solo cura, lo ideal sería una parroquia con dos curas. Pero la realidad vocacional en la que vivimos nos invita a pensar que esto de momento no se va a producir, ojala sucediera, pero ahora mismo lo veo lejano. A nosotros nos toca seguir sirviendo al Señor en la misión que nos ha encomendado y yo me siento feliz de servir al pueblo de Estepa. Es usted un creyente y fiel seguidor de Jesucristo, ¿y de María? Me encanta que me formules esta pregunta, yo he nacido en una familia de mucha devoción a la Virgen, me he criado
en una hermandad donde la advocación mariana tiene mucha más fuerza que el misterio que representa el Señor de la Sentencia. Si es verdad que yo siempre he tenido claro que el que puede en mi corazón es JESUS. La Fe de la iglesia no es en el Señor y en la Virgen, es en el Señor. María Madre de Jesús tiene su protagonismo en la historia de la salvación, sin el SI de María no hubiera sido posible la salvación, pero está claro que el que nos salva es JESUS. Pero yo soy un hombre que quiere mucho a María y le rezo a diario, es verdad que cuando se habla de Jesús no se localiza tanto en las distintas imágenes que existen, sin embargo la devoción a la Virgen si se focaliza más en las advocaciones marianas. Yo no vivo mi Fe desde ninguna imagen, siempre hablo de Jesús y de María y puede ser que haya gente que interprete este hecho como que María no está presente en mi vida al no referirme a ninguna imagen en particular, pero nada tiene que ver con la realidad, le rezo muchísimo y la tengo muy presente en mi día a día. ¿María estará bien representada en el pregón? En el pregón tiene el lugar que tiene en la Semana Santa de Estepa, que es mucho, todas las advocaciones estarán muy bien representadas, es más le dedico incluso su tiempo a las advocaciones que tenemos de Gloria, aunque ellas no participan en la Semana Santa ni en su momento culmen como es el Domino de Resurrec25
ción, si nos ayudan y son importantísimas para mantener viva la Fe y el encuentro con Jesucristo que hemos vivido en Semana Santa, durante el resto del año. Por tanto tienen merecido reconocimiento en el pregón. Quiero a estas alturas de la entrevista que salga el Ginés más personal, ¿dígame usted un libro que haya leído y le haya impactado? Los tres mosqueteros, lo he leído varias veces, la primera vez cuando tenía doce o trece años, también me he atrevido a leerlo en francés y te puedo decir que es la mejor historia de amistad jamás contada, me volvió loco cuando lo descubrí. ¿Una película? “Qué bello es vivir”, pienso que es la película que más me ha hecho disfrutar descubriendo que la vida debe de ser entrega generosa a los demás, te diría incluso otra más “Mary Poppins”, por los valores que trasmite como el optimismo, la ilusión, la ternura y el sentido del humor. Para concluir, ¿Qué le diría usted a los estepeños? Que quiero a Estepa, que me siento de aquí, siento que aquí está mi familia con la gente que convivo cada día. Llevo a Estepa en mi corazón, me ha transformado y lo más importante me habéis enseñado a ser cura.
Pasión y Glorias Estepa 2018
Jueves Santo que reluce más que el sol No todos los Jueves Santo relucen como el sol, que a todos los hermanos de esta Archicofradía Sacramental ¡ya nos gustaría!; y es que hemos tenido, meteorológicamente hablando, de todo un poco: días de agua, de mucha agua, jueves incluso de tormenta arreciando viento y más agua, y hasta días de granizo, y para más escarnio con la Hermandad en la calle.
Pero no es el sentido meteorológico el contenido de ese dicho, es lo que conlleva, lo que se celebra y se vive ese jueves, lo que lo hace reluciente, esplendoroso, embriagador, soberbio y único. Es el Jueves Santo, el día del Amor Fraterno, el día de la institución de la Eucaristía: el Hijo de Dios quiso que hiciéramos siempre aquello que Él hizo cuando
con el pan y con el vino expresó que eran su Cuerpo y su Sangre, y lo expresó con una certeza sólo posible siendo Dios hecho hombre que estaba a punto de morir de una muerte injusta pero aceptada. Es el día del Sacerdocio. Es el día en el que Jesús nos muestra lo que es el servicio a los demás lavando los pies a sus apóstoles: ser los últimos para ser los primeros en el Reino definitivo de Dios, ser servidores de los demás en la medida en la que nuestras posibilidades hace posible que así actuemos y teniendo siempre en cuenta que cuando Jesús lavó los pies a sus discípulos (trabajo sólo, entonces, propio de esclavos o de servidores propiamente dichos) fue el primero en hacer lo que hacen los últimos. Por eso este Jueves es Santo, no sólo por estar dentro de nuestra Semana Santa; este Jueves es también Santo, porque en él se llevan a cabo realidades espirituales sin las cuales nuestra fe ni se entendería ni sería la misma, y este Jueves también brilla más que el sol porque lo hace con la luz de Dios y eso no debemos olvidarlo nunca. Y para esta persona que os escribe, reluce, brilla y resplandece como ningún día del año. Es el día en el que la familia, la de sangre, y la que formamos todos los hermanos y hermanas de esta Hermandad, y no sólo los de nómina como se dice, sino todo aquel que siente por el Santo Cristo y María Santísima de la Esperanza una inusitada devoción nacida de lo más hondo del alma, nos reunimos en torno a este día de una forma u otra, para que todo el mundo sepa que somos del Jueves Santo. Y así, sales a la calle con el orgullo y la satisfacción de que hoy procesiona* por las calles de Estepa una Hermandad señera, de casta, con arraigo en un barrio y en un pueblo que la venera, una Hermandad que quiere lucir sus enseres, su número de nazarenos, su Centuria Romana, su Agrupación Musical, sus maravillosos pasos, sus amadas Imágenes, pero que también lleva hecho un estimado trabajo de ayuda y servicio
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Pasión y Glorias Estepa 2018 a los demás que la hace merecedora de esa Caridad que lleva por nombre. Desde el inicio del día en sus Santos Oficios, donde nuestro Grupo Joven ya nos deleita con sus mantillas, seguimos manteniendo el vívido recuerdo en nuestra memoria de las visitas a nuestros ancianos y ancianas de la residencia de mayores, cuando en años ya muy atrás, los acompañábamos en este día, compartiendo con ellos su comida, o cuando los asistíamos para que pudieran visitar la Iglesia de Los Remedios y pudieran ver la hermosura y grandeza de nuestros pasos a la espera de su salida. Después de celebrar los Santos Oficios, gusta dar un paseo por la calle Roya donde ya la Centuria Romana de la Hermandad ultima sus pasos a golpe del redoble unísono del tambor, centuria compuesta por cofrades con corazones jóvenes que alientan e impulsan este acompañamiento añejo a fin de evitar su extinción. También son ya muchos los costaleros, que aún con faja y costal en mano, se reúnen para darse aliento unos a otros en tan dura travesía que pronto llegará, acompañados de sus capataces que serán durante esa tarde noche, sus ojos confiados. Puedes incluso asomarte a nuestra Casa de Hermandad donde muchos hermanos ilustres, que ya no acompañan en el recorrido procesional por eso de la avanzada edad y sus achaques, lucen “trajeados” el orgullo de ser del Jueves Santo, compartiendo una rato de convivencia en las que son numerosas las anécdotas y vivencias que resuenan sin fin. En todos los corazones se guarda y palpa el ansia de que llegue pronto la tarde.
y escuchando alguna que otra marcha a lo lejos o más cercana, dependiendo de cómo el tramo de nazarenos vaya en ese momento, si has sentido la pesadez de las horas de estar de pie con ese caminar ajustado al cortejo procesional, no necesitas mucho más para sentirte cofrade. Si has subido esa cuesta de San Marcos tan estrecha y ajustada que aún te preguntas cómo el paso del Santo Cristo y los varales de Nuestra Bendita Esperanza traspasan tan milimétricamente esa angosta y empinada calle; si has llegado a la Coracha a los pies de la Abuela Santa Ana entre la multitud arrebolada y expectante, si has hincado tus rodillas ante la barroca puerta del Carmen para glorificar la Presencia Real en el Monumento, si has pasado por Carrera Oficial y escuchas a lo lejos las voces roncas de capataces, antónimas de la mesura de su labor, o el grito del costalero “…cuando quieras…” que no es grito de fuerza sino de amor, inmenso amor por lo que ese día portan sobre sus hombros, si has tenido esa dicha, no es necesario más nada para sentirte cofrade. Si has llorado cuando todo ha terminado, cuando los pasos reposan ya saciados de haber bendecido y escuchado a todo aquel que a ellos se ha acercado, si rememoras con tus hermanos cada momento vivido después de esos abrazos necesarios e impregnados de orgullo por el buen devenir de tu cofradía, no necesitas absolutamente nada más para ser cofrade.
Si además, has tenido la suerte de ponerte una túnica blanca con su capa y ceñirte un cíngulo verde y tapar tu rostro con capillo de terciopelo, y hacer el entrañable paseíllo o salir desde la Iglesia churretera cuando el sol de la tarde ilumina la ensombrecida penumbra de la casa de Dios, la tarde de un Jueves Santo, no necesitas más nada para sentirte cofrade. Si has recorrido las calles empedradas de este pueblo encalado con tu cirio en la mano acompañando a la hermandad, rezando bajo el anonimato del rostro tapado, en silencio, sin poder contemplar salida, ni mecida, ni chicotá alguna, todo lo más el paso aligerado de la Centuria Romana que va a prender a sus devociones, 27
Pero si no has tenido esa suerte de ser nazareno de Paz y Caridad, puedes haber sido afortunado por ser su capataz, su costalero, su demandante, su pertiguero, su acólito, su romano, su músico, su contraguía, su monaguillo, o incluso la madre que de la mano lleva a su nazarenito, o la que en silencio acompaña con pasos de “manda”, … todos tienen la dicha de ser parte en ese Jueves Santo, parte de esa familia, de ese algo que se vive tan intensamente que es difícil de describir con palabras, porque son más los sentimientos los que hablan en ese día, porque son muchos los momentos que apasionan y embelesan hasta casi resplandecer cual sol radiante. Mas si tú solo eres el espectador, en tan grandioso Jueves Santo, también eres parte de él, también eres protagonista y también te sentirás deslumbrado y enamorado para siempre de esa imagen de un Cristo amarrado a una columna cuya mirada dulce, humilde y de perdón te lo dice todo y, cómo no, de la madre Coronada en Estepa y por Estepa, con ese nombre que es Esperanza, esperanza de nuestras penas y pesares, esperanza de nuestro ruegos y plegarias; Ella, el ancla firme que nos da la confianza. Por eso el Jueves Santo reluce como el sol aunque llueva o truene, porque brilla en el corazón de todos los que lo viven, porque ilumina el sueño de todos los que lo esperan cada año, cada nueva Semana Santa. Concepción Luque Reina
Pasión y Glorias Estepa 2018
Viernes Santo Todos los años seguimos la misma liturgia. Mi padre se levantará temprano, se pondrá el traje de chaqueta, la corbata, su colonia y su medalla. Iremos a San Sebastián y estarán preparados los pasos, con las flores y los faldones colocados. Subiremos al Púlpito para ver el monte de lirios. Saludaremos a nuestros hermanos de Jesús y a Simón de Cirene, y cumpliremos, como mandan los cánones, con las tasas, que es justo y necesario. Ya habrá hermanas velando a Jesús, estarán dispuestas las insignias, la bandera y las velas, y se escuchará algún acento catalán preguntando cuánto valen las estampas de los titulares y los lacitos morados. Lo encontraremos todo extraordinario. Alegre la mañana que nos habla de Ti, salimos de la noche, celebramos la aurora, Alegre la mañana. A mediodía, continuaremos con nuestro vía crucis en el bar de Kiko o en el Salón. Alguno estará en los bares más tiempo de la cuenta y la procesión se le hará larga. Perdona a tu pueblo Señor, no estés eternamente enojado. Vendrá después la ceremonia de ponerse la túnica de penitente. Como somos muchos en la casa, conviene estar listo para no quedarse con el peor cordón, sin medalla o sin guantes, o confundirse de capillo y pasar toda la procesión con los ojos a la virulé, no sería la primera vez. En el ruido, me parecerá oír la voz de mi abuelo, Rafael Rodríguez, “muchachos, haya paz, que hoy no se discute, que es
Viernes Santo”. Y saldremos a la calle con el corazón alegre: Hoy Señor te damos gracias, por la vida, la tierra y el sol. Antes de que el capataz haga sonar el aldabón, cada uno buscará su lugar en la fila, como en la vida misma. Los niños, y los que vamos con Jesús, delante. Llevaré de la mano a Guillermo, y Antonio querrá ir por su cuenta, que ya tiene doce años. Se abrirán las puertas de la Iglesia y saldrá la Cruz de Guía. En la estación de penitencia, habrá alguna conversación entrecortada, no faltará alguna broma con nuestros hermanos nazarenos, y habrá también silencio y nostalgia, que como es sabido, junto a la Estepa visible y carnal, hay otra Estepa invisible formada por los que se fueron, que está especialmente de vigilia el viernes Santo. Hacia ti, morada santa, hacia ti, tierra de salvación, peregrinos, caminantes, vamos hacia ti. Como hijos de Estepa, andaremos gozosos por la calle Nueva, la plaza de los Remedios, Castillejos, los Vitos, Médico Ruiz, Valdeabades, calle Baja, Santa Ana, el Carmen y Padre Alfonso. Encontraremos en el recorrido casas que estuvieron llenas de vida y hoy languidecen abandonadas, añorando una mano de cal, testigos mudos de hechos y personas que cayeron en el olvido; y encontraremos también casas que rejuvenecieron con nuevos moradores, restauradas con nuevas emociones y alegrías; son casas magníficas que dialogan con respeto con
su memoria, y proclaman que hay Estepa para rato. No recomiendo ninguna esquina, ningún balcón, ninguna puerta para verlo pasar. Como es natural en Estepa, hay que acompañar a Jesús, ponerse detrás del Cirineo y andar despacio, formando parte de su cofradía. Ya de madrugada, cuando entre el Palio, con el capirote en la mano y la túnica puesta, repetiremos las mismas jaculatorias de siempre: que mal organizados íbamos, la fila de nazarenos ha sido el desastre de Cavite, cuantos parones…, pero que bien iba el paso de Jesús, mejor que nunca. Y con la Cruz en el Calvario, seguiremos la homilía en la casa de Hermandad con los hermanos costaleros. Señor, ten piedad. Mamá, no te preocupes si este año no puedes estar en la plazuela de San Sebastián a las seis de la tarde, con tus hermanas Pepa y Lucía. No seas tan nerviosa. Sobre las nueve de la noche, cuando el sol se oculte detrás de la Sierra, cuando la luna llena se intuya en el cielo de Estepa y los nazarenos empiecen a encender las velas, Jesús pasará por los Mesones y bendecirá cada rincón de tu casa. Acércate a la cancela cuando oigas los tambores para poder darle las gracias por todo lo que nos ha dado. Santiago Machuca Rodríguez
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Pasión y Glorias Estepa 2018 CONSEJO GENERAL DE HERMANDADES Y COFRADÍAS DE ESTEPA
Memoria Anual Curso Cofrade 2017-2018 Queridos Hermanos/as: Finalizado el curso 2017-2018, y en cumplimiento de lo que nuestros Estatutos preceptúan, llega nuevamente la hora de presentar la memoria de todas aquellas actividades que este Consejo ha desarrollado a lo largo de este ejercicio, segundo del presente mandato que preside D. Jesús Guerrero Reina.
ENERO
El 30 de enero dio comienzo oficialmente el calendario de actividades de este Consejo con la celebración del primer Pleno del año 2017, celebrándose un total de diez plenos a lo largo del curso 2017-2018
FEBRERO
Ya en el mes de febrero, el lunes 13, tuvo lugar, en la Casa Hermandad de Paz y Caridad, la Asamblea General Ordinaria. Al respecto de la misma cabría destacar que, al margen de los puntos que son propios del orden del día de dicha sesión, en ella, y a propuesta de nuestro Director Espiritual y con el objetivo de dar respuesta a la disyuntiva surgida en relación a aquellas hermandades que, actualmente en Estepa, cuentan con titulares de Pasión y Gloria, y tras verificar ante la Delegación Diocesana de Asuntos Jurídicos que para ello no resultaba necesario una modificación de nuestros actuales estatutos, se aprueba el funcionamiento del Consejo por secciones de hermandades de una y otra naturaleza, y ello sin perjuicio de que cuando se trate de asuntos que afectan a la generalidad de una y otras, el Consejo funcione y adopte acuerdos de forma conjunta, pero partiendo siempre de un cómputo total de trece votos por las trece hermandades que componen actualmente este Consejo, sin que en ningún caso una Hermandad pueda ejercer más de un voto, aun cuando sus consejeros tuviesen derecho a asistir a una u otra sección por contar su hermandad con titulares de Gloria y Pasión. En este sentido, significar que en consonancia con este nuevo formato, a dos de los diez plenos celebrados, asistieron únicamente los consejeros de la sección de Glorias. Igualmente, y en línea con este acuerdo adoptado, también se aprueba establecer una cuota fija igual para todas las hermandades que sufraguen los gastos generales del Consejo, y a la que se sumaría una cuota por sección en función de los gastos presupuestados para uno y
otro grupo de hermandades, lo que provoca, a su vez, la necesidad de modificar el presupuesto aprobado con anterioridad en dicha sesión de la Asamblea, acordándose, en este sentido, la celebración de una sesión extraordinaria de la misma, la cual, finalmente, tuvo lugar el 2 de mayo de 2017. Al respecto, significar que, a raíz de estos acuerdos, del mismo modo también se ha planteado la oportunidad de modificar nuestros actuales estatutos, y no solo al objeto de adaptarlos a lo acordado, sino también a lo que preceptúan las nuevas Normas Diocesanas, cuestión esta que, inexorablemente, entendemos, y aquí elevo el “mea culpa”, debe acometerse en el próximo curso cofrade. Y siguiendo con el mes de febrero, el martes 28, se llevó a cabo la presentación oficial del Cartel anunciador de la Semana Santa de 2017, acto que, como es costumbre, dio comienzo a las 21:00 h. en la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, constituyendo el pórtico de la ansiada Cuaresma que, un día después, daría comienzo con la imposición de la ceniza. En el mismo, y como ya viene siendo tradicional, intervinieron el Sr. Presidente del Consejo, D. Jesús Guerrero Reina, el Sr. Hermano Mayor de la Hermandad a quien en el año en curso corresponde el cartel, en este caso, D. Eusebio Olmedo Gamito en representación de la Archicofradía Sacramental de Paz y Caridad, y la Sra. Pregonera de nuestra Semana Mayor, Dª. Beatriz García Borrego, a quien se le hizo entrega de las tapas que habrían de custodiar su Pregón y se le impuso la medalla del consejo, imposición que, igualmente, se procedió con el Sr. Presentador, que respondiendo a la invitación cursada por este Consejo, asistía también al acto, D. Javier García Borrego. Decir que el cartel, dedicado como ya hemos dicho a la Hermandad del Jueves Santo, estaba basado en una instantánea del fotógrafo estepeño D. Miguel Ángel Carmona Rodríguez, y representaba el momento en que, entrada ya la noche, el paso de palio de María Santísima de la Esperanza Coronada discurre por la Carrera Oficial a la altura del Palco de autoridades, entre una nube de incienso, capillos verdes y devoción. Asimismo, y como novedad, significar que este año la actuación musical del acto corrió a cargo de la Agrupación Musical “Paz y Caridad”, la cual, antecediendo a las intervenciones que se iban dando durante el acto, 29
interpretó las siguientes marchas: “Cerca de Ti”, “Bendición”, “Pescador de Hombres”, “Al Señor de la Redención” y “Ave María”. Finalmente, igualmente destacar que este año el acto sirvió también para la presentación de la primera edición de la revista cofrade “Pasión y Glorias”, responsabilidad que recayó en nuestro Vicepresidente D. José Joaquín Luque Jurado. Aprovechamos estas líneas, para hacer público nuestro agradecimiento a los consejeros integrantes de la Comisión rectora y, como no, a todos los que, de manera desinteresada, colaboraron en su confección, redactando artículos o aportando material fotográfico para ilustrar los mismos.
MARZO
El 20 de marzo, y por tanto ya dentro del tiempo litúrgico de la Cuaresma, un año más, el Consejo celebró su tradicional Vía Crucis, el cual, siguiendo el patrón del celebrado en el 2016 con motivo del Año de la Misericordia, tuvo lugar en el la Iglesia Parroquial de Santa María. Decir que el acto, que por segundo año estuvo presidido por la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia, dio comienzo a las 21:15 h, y el mismo, como ya ocurriera el pasado año, se desarrolló con gran solemnidad y recogimiento, y siguiendo el mismo protocolo.
ABRIL
Ya en el mes de abril, y siguiendo la tradición más señera en el calendario cofrade estepeño, en la mañana del Domingo de Pasión, concretamente el 2 de abril, tuvo lugar el Pregón de la Semana Santa de Estepa 2017, acto que, como viene siendo costumbre desde hace ya bastantes años, con algunas excepciones, tuvo lugar en la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción, la Mayor y Matriz de Estepa. En esta ocasión, y recogiendo el testigo de Dña. Concepción Luque Reina, por segundo año en la historia de los pregones estepeños, la responsabilidad de pregonar a nuestra Semana Mayor recayó en una estepeña, Doña Beatriz García Borrego, quien supo impregnar al acto una personalidad propia, destacando en su alocución el amor a su pueblo, Estepa, y el recuerdo permanente a su abuelo como hilo conductor de la devoción familiar hacía las imágenes pasionales del Jueves Santo estepeño. Igualmente, destacar que la tarea de presentar el acto, y por tanto, a la pregonera, recayó en su hermano D. Javier García Borrego, circunstancia esta que era la
Pasión y Glorias Estepa 2018 tercera vez que se producía en un pregón de la Semana Santa de Estepa, después de las ediciones de 2004 y 2008. Sin duda, la relación fraternal entre pregonera y presentador tuvo su reflejo en las hermosas palabras que el segundo dedicó en su presentación hacia la pregonera. Concluido el acto, y como marca el protocolo, Pregonera y Presentador fueron homenajeados en un almuerzo que tuvo lugar en el Salón “Santa María”, donde, una y otro, pudieron sentir de primera mano el calor y el agradecimiento de los cofrades estepeños por la labor realizada, recibiendo, igualmente, los presentes de costumbre. Asimismo, decir que este acto sirvió también, como viene siendo tradicional, para presentar a quien va a tener la responsabilidad de pregonar nuestra Semana Mayor en el año de 2018, el Rvdo Sr. D. Ginés González de la Bandera Romero. Y tras el Pregón de Semana Santa, desde el 10 de Abril, Domingo de Ramos, al 16 de Abril, Sábado Santo, el Consejo organizó, en la Plaza del Carmen y calle Mesones, la Carrera Oficial así como el Palco de Autoridades que preside el paso de las distintas Hermandades de pasión por la misma, dando a esta la seriedad y solemnidad que corresponde. Al respecto, decir que este año, y gracias al buen tiempo que nos acompañó durante todos los días, todas la Hermandades pudieron hacer, en su integridad, su estación de penitencia, no produciéndose ningún contratiempo por motivos meteorológicos. No obstante, y como nota negativa, si consideramos oportuno destacar que, por motivos ajenos a este Consejo, durante el desarrollo de los desfiles procesionales no contamos con presencia policial, siendo suplida su labor a través de un servicio privado de vigilancia contratado por el Ayuntamiento. Al respecto, y sin entrar a opinar acerca de las razones que llevaron a que se produjera esta situación, no obstante, y conforme a lo tratado en el Pleno del Consejo celebrado el 24 de abril de 2017, si queremos dejar constancia de nuestro malestar en relación a estos hechos, en cuanto que siendo la Semana Santa una fiesta con gran número de personas en la calle, el interés general de la seguridad debe estar por encima del interés particular de un colectivo, motivo por lo cual, a través de estas líneas, elevamos a quien corresponda nuestra queja formal al respecto, expresando nuestro deseo de que nunca más se produzca esta circunstancia.
MAYO
El 2 mayo de 2017, lunes, tal y como ya se ha comentado más arriba, tiene lugar una
Asamblea General Extraordinaria en la que, entre otros asuntos, y en consonancia con lo acordado en la Asamblea General Ordinaria celebrada el 13 de febrero, se aprueba un nuevo presupuesto económico acorde con la dualidad de cuotas establecidas para gastos generales y para gastos específicos de hermandades de Pasión y Gloria.
JULIO
A propuesta de nuestro Director Espiritual, y según acuerdo del Pleno del Consejo en su reunión del día 30 de mayo, esta institución, en colaboración con las Parroquias de San Santa María y San Sebastián, organizó un concurso de altares con motivo de la festividad litúrgica del Corpus Christi, estableciéndose un horario de visita en la tarde-noche del sábado previo a la procesión eucarística, además de la misma mañana del domingo al paso de la Custodia.
OCTUBRE
El Domingo, 10 de octubre, y con motivo de su festividad litúrgica, tuvo lugar la Solemne Eucaristía en honor a San Jerónimo, Patrón de Estepa y de este Consejo. La ceremonia, que tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora de La Asunción a las 10:30 h, fue presidida por nuestro Director Espiritual, D. Ginés González de la Bandera Romero. Asimismo, significar que a la conclusión de la Santa Misa, nuestro Presidente, en nombre de este Consejo, hizo entrega a la pregonera de 2017, Dña. Beatriz García Borrego, de un reportaje audiovisual y fotográfico del Pregón, así como de la comida posterior dada en su honor. Finalmente, indicar que el Sr. Presidente o, en su ausencia, otros consejeros con cargos generales, han representado corporativamente a este Consejo en los distintos actos, de culto o institucionales, a los que fuimos invitados a lo largo del año, destacando, en este sentido, nuestra participación en la procesión eucarística del Santísimo Sacramento por las calles de Estepa. Asimismo, y en el ámbito puramente civil, este Consejo General de Hermandades y Cofradías ha seguido contando con la colaboración y ayuda del Ilmo. Ayuntamiento de Estepa, no sólo en el apoyo material, sino especialmente en la organización de las procesiones y cultos externos y actividades de las hermandades y del propio Consejo, por lo que queremos dejar expresa mención de nuestro agradecimiento. No obstante, dicho esto, y sin que se entienda como una crítica al respecto, si consideramos oportuno dejar constancia de que aún quedan pendientes algunas cuestio30
nes que, desde hace ya tiempo, venimos demandando a los rectores estepeños, tanto los anteriores como los actuales, y que consideramos de vital importancia para el adecuado funcionamiento de este Consejo, como es una nueva sede, la actual no está a la altura de una institución que representa a tantos estepeños y estepeñas, y, como no, la incorporación a los presupuestos municipales de una subvención para este Consejo, que nos permita un funcionamiento más autónomo y emprender mayores retos, como ocurre en tantos y tantos pueblos de nuestra provincia. Esperemos que en el próximo curso cofrade veamos alcanzadas estas dos aspiraciones, que lejos de ser una utopía, pueden ser una realidad con voluntad y esfuerzo. Se concluye esta memoria del ejercicio 2017-2018, en el que se refleja toda la actividad que se ha llevado a cabo en torno al Consejo, en colaboración con las Hermandades y Cofradías de Estepa, con un agradecimiento muy sincero a todas y cada una de ellas, representadas en sus Hermanos Mayores y demás miembros de Juntas de Gobierno, en la creencia firme de que el Consejo, en cuanto institución unificadora de los esfuerzos cofrades, debe fortalecerse en la formación cristiana y espiritual, procurando que los proyectos materiales tengan siempre un fin al servicio de los cofrades y la Iglesia, sabiendo acercarnos a Jesucristo y a su Santísima Madre la Virgen María por medio de nuestras advocaciones, así como profundizando en el sentimiento cristiano de todos y cada uno de los aspectos de nuestras Hermandades. Las últimas palabras de esta Memoria vayan, como siempre, por aquellos cofrades que nos precedieron en la vida terrenal y que llegaron a largo de este curso cofrade a esa nueva realidad espiritual, y encomendar nuevamente sus almas a Dios Nuestro Señor y a la Santísima Virgen María, en sus innumerables advocaciones veneradas en Estepa, para que gocen ya de la presencia divina y descansen en su Paz eterna. La presente Memoria será presentada a la Asamblea General conforme preceptúa el artículo 14,h) de nuestros actuales Estatutos. Que San Jerónimo, Patrón de Estepa y de este Consejo y Ntra. Sra. de la Asunción, Patrona de Estepa, nos protejan y bendigan por siempre. En Estepa, a 1 de enero de 2018 El Secretario Fdo.: Antonio V. Bustos Cabello
Pasión y Glorias Estepa 2018
Tiempo de Pasión A penas hace unos días, dejamos atrás la celebración del nacimiento de Jesús, para entrar en un nuevo periodo de tiempo, donde todos volveremos a revivir la vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Dejaremos atrás a ese Niño en el pesebre adorado por todos para seguirle en su andadura como adulto para enseñarnos a todos el camino de la Fe, y en el pueblo de Estepa sustituiremos el olor a canela por el olor a incienso que impregna con suave brisa cada rincón de este bello pueblo. Volveremos a seguir con el ritual de cada año, sacando de los cajones nuestras túnicas y capillos anunciando que estamos de nuevo en otra Semana Santa, donde cada Hermandad tendrá su espacio y su tiempo, comenzando así por una parte importante, los Cultos. Nos veremos en un ir y venir de preparativos para que llegado ese día tan importante para los Cristianos todo luzca como queremos, y así sin que nos demos cuenta llegue esa bendita Semana que todos esperamos con tanta ilusión pero eso sí, sin olvidarnos que los más importante de todo es nuestro amor a María y a Cristo y que los más fuerte que nos une es nuestra Fe en Ellos. Esta Fe se pone de manifiesto cada día de la Semana Santa, desde el comienzo de ésta, con el Domingo de Ramos hasta la finalización de la misma con el Domingo de Resurrección.
Esta Hermandad es sencilla y austera, nuestra única pretensión es la de salir cada Sábado Santo y llevarle a tos los estepeños Nuestras Benditas Imágenes. Para ello trabajaremos incansablemente durante todo el año con la única finalidad de poder realizar nuestra Estación de Penitencia. Nuestra Cofradía representa un pasaje bíblico muy triste, pues no hay nada peor que ver como tu hijo es enterrado después de haber sido brutalmente maltratado, así como no hay amargura mayor que la soledad de una madre rota por el dolor al ver a su hijo que yace muerto, es lo peor que una madre tiene que vivir. Nuestros preparativos para nuestra Estación de Penitencia comienzan el Viernes Santo por la tarde en lo que todos nos reunimos en torno a los pasos para empezar con los adornos florales, como una gran familia estaremos frente a frente con nuestras Benditas Imágenes que tanto veneramos, muy cerca, cara a cara y el sentimiento que nos invadirá será tan fuerte, que las horas de trabajo pasarán volando, y así en este menester nos amanecerá el Sábado Santo, el día tan esperado por todos. A media mañana nos volveremos a reunir para ofrecer a Nuestra Señora de la Soledad un rosa, símbolo de nuestro amor, y ante la atenta mirada de nuestra Madre le rogaremos cada uno desde nuestro inte-
Solemne Día en que las campanas de todas las iglesias de Estepa sonarán como música celestial anunciándonos que todo se cumplió, aquello que tantas veces nos predijo se ha cumplido, Jesús ha resucitado, aleluya. Permitidme que me dirija a vosotros ahora para hablar del Sábado Santo y de la Hermandad del Santo Entierro de Cristo, Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Soledad, Hermandad ésta a la que me siento muy ligada y no tanto por pertenecer a su Junta de Gobierno, sino por el amor que mi padre me inculcó a ella siendo yo muy joven. 31
rior por aquello que se desee, en silencio frente a Ella mirándola como solo se mira a una madre. Después y tras un periodo de descanso en casa, nos vestiremos con nuestras túnicas y capillos, cogeremos nuestro cinturón de esparto con el deseo de comenzar un nuevo año nuestra Estación de Penitencia. El silencio que invadía por la mañana la iglesia se rompe por la tarde con el trajín de faroles que se van repartiendo entre todos, y tras la oración por los seres queridos que ya no están, se abrirán las puertas de la iglesia dando paso a la comitiva del Sábado Santo, nos invade un sinfín de sentimientos, alegría, tristeza, devoción, todos se entremezclan, pero hay uno que compartimos todos, nuestro amor a María y a Cristo, y una vez en silencio y enlutados caminaremos por las calles de Estepa para hacer llegar Nuestras Benditas Imágenes a todos. Y Estepa, como solo ella sabe hacerlo, nos esperará para rendir culto a Nuestra Señora de Soledad y a su Hijo yacente. Este día iremos todos de negro, compartiendo su dolor, pero mañana, mañana vestiremos de blanco y las campanas resonarán gritando aleluya Jesús ha resucitado. Remedios León Muñoz
Pasión y Glorias Estepa 2018
60 años del Pregón de Estepa de Antonio Pedro Rodríguez Buzón Introducción.- En este año se cumplen sesenta años del pregón de la Semana Santa de Estepa que pronunciara mi insigne paisano don Antonio Pedro Rodríguez-Buzón Pineda, el Domingo de Pasión de 1958 a las 12 de la mañana en el Cine Florida. Este Pregón y conseguir la participación de don Antonio Rodríguez-Buzón, este año, significaba para Estepa la consolidación y el prestigio para su Semana Santa, que en el año Mariano de 1954 iniciara una andadura de crecimiento, en calidad y cantidad: Se convocaba el primer pregón que corrió a cargo del prestigioso escritor y poeta gaditano don Francisco Montero Galvache, Santo Entierro Magno, renovado espíritu del mundo cofrade y que continuó en los años siguientes con mayor auge aún, a este pregonero le sucedieron otros grandes nombres, don Celestino Fernández Ortiz 1955, Don José María Ortiz Juárez 1956 y don Francisco de Cossio y Martínez Fortún1957. Algunos datos biográficos.- Nuestro pregonero había nacido en Osuna el 27 de abril de 1913, contaba pues 44 años. En 1958 nos encontramos en el cenit de la biografía de Antonio Rodríguez-Buzón, hasta llegar a este año en su vida se habían producido los siguientes acontecimientos: casualmente en la misma fecha del pregón de estepa 23 de marzo de 1941, se dio a conocer al mundo cofrade de Sevilla en el teatro San Fernando, interviniendo junto al abogado sevillano don Luis Joaquín Pedregal, en un acto al que se denominó “Proemio Cofradíero” en sustitución del Pregón de Sevilla y que organizó la Hermandad del Museo; en noviembre de 1941, en la Iglesia del Buen Suceso de Sevilla contrae matrimonio con Carmen Aguilar Mazuelos, natural de Osuna, su compañera de toda la vida; en 1941 publica su primer libro de poemas Surcos; en 1946 sale a la luz Perfil “Trazos de la Semana Santa Sevillana”; 1948 otro libro de poesía íntimo y vivencial en parte, “Siembra en el Alba”;1951 “Paréntesis”; 1952 “Senda Rociera”. Primer Pregón en Osuna, Cine San pedro, 26 de marzo de 1950 .- Para su pueblo natal ya era un personaje del que
de la imagen de su Semana Santa, única, universal y consiguen la perfección en sus cultos, en sus imágenes, en sus pasos y en todos sus nazarenos. Que yo hablara del pregón de nuestro poeta, vuelvo a repetir, sería una falta de respeto. Pero si me voy a tomar la licencia desde la distancia, por lo escuchado, por lo leído, que a nuestro paisano le llegó su hora en el momento cumbre de su vida: como cofrade, como escritor y como poeta. Hoy en día es rotundo y se puede decir que Sevilla dio mucho a Antonio Pedro Rodríguez Buzón, pero en una justa balanza hay que decir que más aportó nuestro poeta a Sevilla, pienso que hay un antes y un después de su Semana Santa. Consiguió con su espíritu, con su ingenio, que el cofrade de Sevilla despertara y se sintiera más orgulloso de sus Hermandades ante Sevilla y ante el Mundo.
(Foto archivo familiar)
(Fotografía de ABC del 13 de abril de 1956)
(El Defensor abril de 1950)
se sentían orgulloso y le proponen que pronuncie su primer pregón de semana santa y el primero de Osuna, era también el renacer de la anodina Semana Santa ursaonense y significó también la antesala de su crecimiento y proyección, lo publicó el Ayuntamiento y los derechos los cedió a su Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia. En 1952 vuelve a repetir en Osuna. ….Y siguen las publicaciones.- 1953 “Mi calle de Soledad”, 1954 “La Virgen de Sevilla” e ingresa en la Hermandad de la Macarena, 1955 “Ayer en el Recuerdo”; “El Amor Crucificado”. Y llegó el Pregón de Sevilla.- 11 de abril 1956, aquí me detengo, pasión y arte se unen para conseguir el cuadro perfecto 32
(portada de una de las ediciones del libro del Pregón)
1957.- Pregón del Rocío; 1958.-otro libro “La Reina del Dolor” poemas a la Virgen del Valle. 1958 El Pregón de Estepa.- Por los escasos testimonios e investigaciones que he conseguido y porque no decirlo, por las dificultades para conseguirlo, no he obtenido grandes novedades que pudie-
Pasión y Glorias Estepa 2018 ran enriquecer este humilde artículo, pero lo más importante es lo que Antonio Rodríguez-Buzón pudo decir de la Semana Santa de Estepa y eso sí que lo hemos podido conseguir. Comprobado está que a requerimiento de los cofrades estepeños y por la importante mediación de otro paisano, que en aquel tiempo ocupaba la plaza de Secretario del Ilustre Ayuntamiento de Estepa, don Manuel Barrientos Herrera, consiguieran que el Sr. Rodríguez-Buzón aceptara pronunciar el pregón de 1958. Iba a ser el cuarto Pregón de su vida y como anteriormente hemos dicho se encontraba en la máxima capacidad literaria y cofradiera. Las informaciones de prensa fueron escasas y sólo he podido encontrar el recuadro que inserto a continuación publicado el Diario ABC de 14 de marzo de 1958, la reproducción del cartel, que se venía publicando con el mismo formato desde 1954, son del archivo familiar, así como el resto de documentación. Presentador, Manuel Barrientos Herrera, hijo de secretario de ayuntamiento, su padre don Manuel Barrientos Molina fue del de Osuna. Abogado, paisano y amigo desde los tiempos de la escuela de nuestro pregonero y que procedente del Ayuntamiento de Olvera se había incorporado en 1949 como Secretario al de Estepa, ejerciendo también en años posteriores la secretaria en los ayuntamientos de la Línea y Osuna, finalizando en el de Sevilla en donde se jubiló, fallecía en su pueblo natal en 1982. En la fotografía, cedida gentilmente por el archivo familiar Rodríguez-Buzón, es el primero sentado por la izquierda detrás del pregonero.
Presentación.- (reducida) “Señoras y Señores: Con la ayuda del Señor, cuya imagen crucificada aquí nos ampara. Con la venia de las dignísimas Autoridades que presiden este estrado. Con mi previo y público reconocimiento a la Junta de Hermandades, que ha tenido la gentileza de hacerme el obsequio de la reserva de este puesto y de esta misión, tengo el honor y la íntima satisfacción de presentar a ustedes al Pregonero, en este año, de nuestra Semana Santa, DON ANTONIO RODRIGUEZ-BUZON. Digo obsequio y honor, no sólo por la calidad literaria del presentado, sino también porque regalo es ofrecerme la oportunidad de ser introductor ante ustedes de amigo para mi tan querido, de paisano que honra el pueblo en que naciera, que forma ya parte del Parnaso patrio, la cima de cuyo monte ha alcanzado por sus propios merecimientos. Y quiera Dios que mi modesta palabra medio se corresponda con el entusiasmo, agrandado cada año, que pone la Junta cofradiera en la organización de este Pregón, a cuyos capillitas, en verdad y plagiando estrofas del poeta, he de decir ”que es más lo que vos me dais que lo que os puedo ofrecer…..” ……“ANTONIO PEDRO -como así le llamamos en Osuna- no precisa de clarines o timbales que hagan paso y silencio a su voz pregonera. Concretamente, viene a este acto precedido por espaldarazo de la crítica y del clamor que levantara en sus Pregones de Osuna y de Sevilla -éste último en 1956- cuyas horas de vuelo al respecto, particularmente por el aire perfumado de nuestra capital, y llevando siempre como Norte el Amor de Cristo y como carburante la devoción y el fervor que inflaman su alma de fuerte, espíritu cofradíero, es nuncio de lo que vamos a escuchar, quedando a buen seguro envueltos los días preparatorios de. nuestra Semana Mayo en un hálito de poesía, que sublimará y levantará nuestro ánimo, elevando nuestro corazón hacia el Altísimo. El Preg6n que vamos a oír será poético, porque poeta es ANTONIO RODRIGUEZ-BUZON, habiendo dado reiteradas muestras de su inspiración y de sus exquisita sensibilidad.- Basten citar sus libros de versos “Surco”, “Mi calle· de Soledad”, “Siempre en el Alba”, “Paréntesis”, colección éste de poemas.” 33
…..” Queda presentado el Pregonero; pero no es justo y sería irritante, que Vdes, señoras y señores, sepan a quien van a escuchar y que, por el contrario, no sepa el presentado en qué ambiente caen sus palabras. Séame permitido, pues, que, rompiendo los moldes habituales de estos actos, haga a ANTONIO PEDRO, como al oído, la siguiente confidencia: Estás en un pueblo de no gran población, pero que se esfuerza en conservar su historia y tradiciones con la noble emulación de la caballera e hidalga Orden de Santiago a la que perteneciera la Ciudad; estás ante un pueblo en el que todavía no han entrado las desenfadadas maneras que nos invaden de ultramar, continuando siendo regla social el anuncio de una visita al señor de la casa; estás en un pueblo de profundo sentido religioso, vivero de vocaciones en todas las clases, sociales; Ministros y esposas del Señor han salido de casas-palacios, de talleres artesanos y de los aledaños del Cerro de San Cristóbal; hijos de Estepa forman parte del clero secular, de la seráfica y guardadora Orden Franciscana, de la Orden de Carmelitas, de los Maristas, de las caritativas Hermanas de la Cruz, de las contemplativas Clarisas, y sembrados están los seminarios de jóvenes Estepeños; estás, por último, ante un pueblo que depura al que llega y no invita al que no lo merece. De ahí, ANTONIO PEDRO, que debes enorgullecerte -y adelanto que así será porque te conozco- de ocupar este escenario, conservando de él mismo grato recuerdo que guardes de los de Osuna y de Sevilla. Y ya termino; mutuamente presentados quedáis…”
(Fotografía cedida por archivo familiar)
Pasión y Glorias Estepa 2018 El Pregón (resumen):
PREGON
¡En el nombre de Dios y de Santa María! Con esta invocación tradicional y españolísima, empleada en los mejores y más gloriosos días de nuestra historia patria. Con esta invocación firmísima y concreta, iniciadora de las más esforzadas y sublimes gestas hispánicas. Con esta invocación, que sirvió de pórtico a las más fecundas y doradas epopeyas de nuestra. fe y de nuestro heroísmo. Con esta invocación que abrió a la luz, las sombras cerradas de los más oscuros horizontes de la tierra…” “…Permitidme, por tanto, que, como oración brotada de ese puro sentir, y como grito incontenible de ese mismo deseo que escalara mi garganta temblorosa igual que un suspiro inacabable, vuelva a repetir, con toda la verdad de mi alma Y con todas las fuerzas de mi corazón: ¡En el nombre de Dios y de Santa María! Y recogiendo turbado y agradecido en lo más profundo de mi encendida gratitud, esa tan bella como elocuente presentación que la bondad inmensa y la palabra fraterna de Manolo Barrientos acaba de ofrecer a mi pobre merecimiento personal y literario como delicado presente de la amistad entrañable que nos une desde la infancia, y una vez también recogidos esos aplausos vuestros tan cariñosos como excesivos, que me apresuro a unir a la más estremecida de mis súplicas para así engastarlos como joyas refulgentes en la corona que proclama la realeza de vuestra augusta Patrona la Soberana Reina de los Cielos en el sublime misterio de su Asunción Gloriosa, constituye y representa mi máxima ambición en este día; RRdos. Padres; Dignísimas autoridades y representaciones· que con vuestra sola presencia realzáis la brillantez de este solemne acto, y Señoras y Señores que constituís la flor y nata de esta maravillosa familia estepeña sin más distinción de rama; ni linajes, ya que toda ella va unida estrechamente por el simple, bendito y común apellido de cristiano, el dirigir un canto sincero y sentido; sencillo y jubiloso; alegre y espontáneo, a vuestro pueblo blanco y luminoso, cubierto por ese cielo tan radiante
y. cercano, que diríase extendido como une caricia de ternura infinita, por la propia mano de Dios Nuestro Señor.Sí; un canto a este pueblo maravilloso, con el que me une entrañable vínculo de índole sentimental, ya que en él vio la luz primera uno de mis abuelos, y ya que, bajo su tierra, esperan la hora de la resurrección, muchos de mis antepasados. Sí; un canto a este pueblo con el que ha mucho tiempo, tengo pendiente una tan romántica como profunda deuda de gratitud que nunca podré pagar debidamente, ya que en los inolvidables días de mi lejana infancia, y cuando por especiales circunstancias discurrían mis años niños, en ese pueblecito de El Rub1o, prendido a la falda del vuestro como pequeño oasis en la extensa llanura, yo recreaba mis ojos y ensanchaba mis bellas ilusiones, con la mirada fija en vuestra sierra, en vuestro Castillo, en vuestras torres, en vuestro paisaje de blancor reverberante y en la exuberante fertilidad de vuestros campos, como tallados a golpe de cincel luminoso, en la profundidad transparente de una inacabable lejanía….” “…. como recomponiendo la evocación perfecta de ese recuerdo intacto, que en mis venas palpita, con emoción invariable de gracia estremecedora.-“ Así, porque: De piedra y cal extendida sobre la sierra azulada estás mi Estepa aromada de brisa y luz encendida. Siempre en mi sangre dormida sobre perfumado suelo, siempre radiante en tu vuelo con ritmo de filigrana; siempre abierta y soberana, hacia la ruta del cielo. Hacia ese cielo en fulgor de rosada transparencia, donde la brisa es cadencia, y el agua dulce rumor; hacia ese vivo explendor donde la luz vibra y trepa para que el mundo bien sepa, porque el cielo se lo dio, que jamás pueblo existió como este pueblo de Estepa.” Sigue con una prosa poética desgranando su pregón, destacando las cualidades de la tierra estepeña, de su cristianismo, de sus costumbres e idiosincrasia, del Antiguo y Nuevo Testamento, durante varios folios para así llegar al Domingo de Ramos en la Iglesia de San Sebastián: “…..Y así iremos, hasta la Iglesia de 34
San Sebastián, donde por obra de ese cofrade fabuloso que se llama Antonio Caballero, podremos presenciar la salida de ese “trono”, que al igual que en el de mi Hermandad sevillana del Amor, parce plasmarse el momento triunfal a que aludimos, y en el que los niños, con sus albas túnicas y el limpio tesoro de sus tiernos corazones, van como sembrando de himnos y flores,~ ese amoroso recorrido que el pueblo de Estepa le ofrece suprema fidelidad, para así proclamar a todos los vientos, y con todas las fuerzas de su espíritu, su amor sin fronteras, y su devoción sin límites.-….” Lunes Santo: “…Y así vemos, como: Cuando se eleva el amor sobre el corazón que arde y la seda de la tarde se tensa en su bastidor, pañuelo se hace la flor y hebra fina se hace, el canto, por aliviar el quebranto de esa triste Rosa mustia, que es Reina de las Angustias, ahogada de pena y llanto. Evoquemos después, la tarde del Martes, cuando en su ocaso quieto el rosario azul de los nazarenos de la cofradía de San Pedro, empiezan a surgir por la puerta de la Iglesia de la Asunción como una cascada de piedad silente. y meditativa, y en su primer “trono’’ podemos contemplar esa impresionante imagen del Apóstol, como descendida de la puerta misma de los cielos, para entregar a Estepa las llaves de su segura salvación. Y recemos entonces a su primorosa Virgen de los Dolores, con palabra tierna, leve y suave, porque Ella es flor tan delicada y frágil, que, como la rosa en el rosal, necesita de la Salva elígera y del Ave-María con alas de espumas, como aquella de la brisa y el rocío que acaricie sus pétalos, para no morir de sed agotadora ni de fuego abrasador. Que la Virgen va llorando agobiada. por la pena y su rostro de azucena las lágrimas van quemando, que va triste suspirando sin poder hallar consuelo, que ni la oración en vuelo puede calmar los dolores, de esta Reina de las flores que es Flor de gracia y de cielo. Después, el Miércoles Santo, podremos comprobar, como en sus calles
Pasión y Glorias Estepa 2018 prolongadas como naves de ese templo inmenso que es el pueblo entero durante los siete días de la Semana Santa, todo se inunda de divina ternura, ante la presencia del Niño Perdido…” “….Así: Porque ese Niño-Jesús nunca se podrá olvidar que Estepa le quiso dar su caridad hecha luz; su amor, en ansiosa Cruz de piedad noble y cristiana y como dulce fontana para su apenado anhelo, el hablar en desconsuelo a la Madre Soberana. Sigue Rodríguez-Buzón con su prosa poética avanzando por este magnífico pregón y repasando la tarde noche del Miércoles Santo con la Cofradía del Calvario, finalizando con un hondo poema : “….A ese Divino Señor, para quien, como una saeta por el aire de la triste noche penitencial, vuela hoy, esta esta otra brotada de las fibras más sensibles de mi sentir: Pendiente va de la Cruz; y su cuerpo va sangrando y con sus ojos sin luz a todos va perdonando el Cristo de la Salud. A continuación, bajo la sublime y majestuosa serenidad que el cielo va sembrando por todos los rincones de la tierra, en esa tarde “que reluce más que el sol”, según reza el decir popular, en el más exacto e inefable de sus decires; bajo ese impalpable hálito de ternura infinita, que de todo parece brotar en esa tarde en que el espíritu se hace resplandor a través de la pobre carne mortal que le recubre; cuando silencian las campanas y los salmos litúrgicos esparcen sus más estremecidas estrofas a Cristo hecho Cuerpo, Sangre y Divinidad, bajo las benditas especies sacramentales cuando la luz y el aire; el árbol y la fuente; la flor y la cera; el corazón y el alma; la voz y el silencio, parecen entonar un himno conjunto de alabanzas y glorit1cación a su poder supremo, nos acercaremos nuevamente hasta las puertas sagradas de ese primor de arte hecho sueño, que es la Iglesia de los Remedios para presenciar la salida de Cristo amarrado a la Columna y María Santísima de la Esperanza…” Y entre albas vestiduras, tocadas por el verdeante dardo de los capirotes
que buscan la diana azul del alto cielo, desfilaran las imágenes de esta popular cofradía al paso rítmico de los soldados romanos, y al mando de esos dos geniales capataces que logra casi ensanchar las callea por donde apenas existe espacio suficiente, al mando de ese Francisco Luque y de ese Juan Durán, que junto a ase cofrade magno que se llama Gonzalo Crespo Ortiz, con los ojos arrasados de lagrimas sinceras y la garganta anudada por la mas santa de las emociones, llegan al extremo de llevarla por San Marcos, el sólo impulso del corazón, porque como ellos bien dicen, Cristo y la Virgen Santísima, entienden el silencio y entienden su mirada, llegando a desfilar solos, por donde increíble parece su tránsito.- Asi: Mientras flagelan a Cristo a la Columna amarrado; mientras los judíos crueles mortifican su costado; mientras la sangre le brota de sus pies y de sus manos; mientras su rostro sereno por el dolor trastornado, a la Columna se abraza por no caer desmayado. Mientras sus ojos se nublan y entre sus labios morados, una oración se deshace hacia el cielo suplicando; mientras paciente y desnudo por las calles va cruzando y tras Él marcha la Virgen con el pecho traspasado, con el corazón hundido, con los ojos apenados, con las manos temblorosas y con el color cambiado. ¡La Virgen de la Esperanza! la más bella flor del prado la Estrella más reluciente y el tesoro más sagrado que tienen los estepeños para su orgullo y su amparo. La Virgen de la Esperanza Violeta, clavel y nardo, Rosa, Jazmín y Azucena, que por Cristo va llorando, por las calles estepeñas la tarde del Jueves Santo•..” Prosigue a continuación con la descripción de la tarde del Viernes Santo, siguiendo con su prosa poética: “…S!, el pueblo entero sin distinción posible, alzará sus plegarias, a ese Jesús Nazareno de Estepa y tesoro supremo y sin igual de todos los buenos 35
estepeños, a quien canta desde aquí mi voz emocionada: Joyas el mundo tendrá Escondidas en su seno, Mas de ellas, ninguna habrá Que a este Jesús Nazareno Se le pueda comparar Y seguidamente, por todas las calles del pueblo; por todas sus plazas; por todas sus esquinas y revueltas, irá repitiéndose, una y mil veces, aquella misma cita que como “santo y seña” de la mejor y más secular tradición volará de labio en labio, sobre alas de. gozosa esperanza ¡En la cuesta nos veremos! Así, porque: En la cuesta nos veremos, todo volverá a decir; en la cuesta nos veremos cantará la luz de Abril; en la cuesta nos veremos dirá la sangre al latir. Y el padre que cita al hijo ·y el niño que quiere huir, y el anciano que no encuentra momento para salir, y los enfermos postrados en su constante sufrir, y la muchacha que nunca ha cruzado por allí, y el invalido que nadie sueña que pueda subir y el sordo a la voz divina porque no la quiso oír, y el de corazón cerrado que se empeña en nunca abrir, y el que sabe que la muerte pronto le vendrá a cubrir, y el que tiene la esperanza a punto de destruir, y el que por salvarse lucha en constante debatir, y el que todo su pasado allí desea destruir, y el que entre los dos caminos el bueno quiere elegir, y el que teme que otro año no se volverá a vestir; todo el pueblo, confundido en idéntico sentir, esparcido por la cuesta, quiere a su Dios dirigir, con lágrimas tan sinceras que no puede reprimir, súplica, ruego y promesa, entre alabanzas sin fin, Y por el aire rodando Jesús parece decir: “En la cuesta de los cielos A Estepa volveré a unir
Pasión y Glorias Estepa 2018 En el infinito Viernes De un eterno mes de abril. ¡Porque ese premio merece! ¡Porque lo merece así!. Y tras Jesús Nazareno, evoquemos el paso de la Madre Dolorosa. de la bendita Madre Dolorosa, con el pecho hundido y traspasado por aquella espada de dolor que le profetizara el anciano Simeón,..” Ni e1 mismo sol siendo sol ni la blanca luna llena; ni el reflejo del rubor ni el incendio de la pena ni la luz en resplandor ni el blancor de la azucena; ni el jardín con su primor ni el agua en su oculta vena ni la fuente en su rumor ni el espesor de la yedra; ni la luz en tornasol ni la arista de la piedra; ni la brisa hecha temblor ni el perfume que enajena; ni el mar que extiende sus olas sobre la bruñida arena; ni el campo con su verdor ni la miel en la colmena; ni el suspiro del candor ni el encaje de la almena, servir de corona pueden sobre tus sienes morenas, porque eres Madre de Amor la mejor entre las flores, de Estepa gala y primor y Reina de sus Dolores. “ Prosigue para finalizar, con el final del pregón mencionando a la Soledad y despidiéndose de Estepa y sus cofrades: “…Y aquí termina señoras y señores la descripción que mi torpe palabra intentó hacer de vuestra Semana Santa.” Prosigue con otra reflexión extensa magnífica nuevamente a la tierra estepeña y a sus cofrades, para finalizar “…-Y aquí finalizo- estas ultimas palabras, de emocionada despedida: Viendo el lirio florecer El que se me escuche bien sepa, Que sólo tiene que hacer Venir al pueblo de Estepa Si la gloria quiere ver. HE DICHO.” Es interesante aportar a este artículo, lo recogido en su obra biográfica de nuestro pregonero don Antonio J. López Gutiérrez, “Antonio Rodríguez – Buzón, El Pregón que no pronunció” Editorial Jirones de Azul, Sevilla 2012, páginas 65-66, notas 169,170, recoge los pergaminos que le obsequiaron y los textos nombrándole hermano hono-
rario las Hermandades de Ntro. Padre Jesús Nazareno y la de Paz y Caridad. Esta publicación hasta ahora es la mejor y mas completa biografía que se ha publicado. Merecía la pena reseñar en este aniversario parte del pregón y reproducir algo de su contenido y hemos intentado, en una labor voluntariosa y complicada que
ha procurado que sea lo más acertada posible, hay que tener en cuenta que el borrador que me han cedido para esta ocasión y que considero un documento importantísimo, se compone de nueve folios de presentación y treinta y siete de pregón, lo ideal sería verlo publicado algún día en todo su contenido.
Segundo Pregón en Estepa 1960.-También sería importante el poder recuperar datos y el texto del segundo pregón pronunciado por nuestro Antonio Rodríguez-Buzón Pineda en el año 1960 en Estepa y que tuvo el acierto de organizar la Hermandad de Paz y Caridad y cuya documentación, escasa, vamos a reproducir a continuación: Quiero expresar mi agradecimiento a la familia Rodríguez-Buzón, por las facilidades dadas para poder conseguir la documentación y a don José Joaquín Luque, miembro del Consejo de Hermandades de Estepa, por su importante colaboración. Osuna, enero de 2018 Francisco Pérez Vargas 36
Pasión y Glorias Estepa 2018
Trazos de Luz Quiero ser Churretero de rompe y raja. Quiero adorarte Madre con toda el alma. Y a última hora. Morir bajo tu manto, Remediaora. No sería necesario una nueva declaración de amor, Señora. No solo la amalgama de sentimientos compartidos que hacen mella en interior del más hondo rincón del alma que bulle hirviente hacia el exterior para escribir sobre Ti. Solo es el paroxismo relatado en primera persona lo que subyace en recordada memoria que oxigenante renace en mis adentros. Solo la memoria imperecedera que perdura en el tiempo y seguirá latente por las centurias venideras te hacen valedora de las intimas emociones y tradiciones seculares de nuestra Estepa. El ramillete de esencias que guardas latente, como palpitante azucena, siendo guarda y custodia de nuestras vidas de los que te pertenecemos. Ese ramillete que cada día depositamos en el altar de nuestro corazón para que benevolente seas el Remedio de nuestros pesares. No solo en Mayo eres la veladora de nuestros anhelos, tu amor maternal nos ampara cada minuto de ese reloj inexorable del tiempo que es nuestra vida. Todo es recuerdo sensitivo que aguarda celosamente el momento de aflorar, el oído, la vista, el olfato y porque no, el tacto también. Pero la osadía humana más allá de los atrevimientos y compone un sentido que no tendría número ni lugar, el sentido del verdadero amor, ese amor que sin límites nos traduces en la más limpia devoción, en ti espera el alma mía, Divina Remediadora. Cuantos secretos a lo largo del tiempo habrás guardado en tus purísimas entra-
ñas, cuantas miradas, cuantas lagrimas de gozo, cuantas gracias por las gracias recibidas, cuantos encuentros de tantos desencuentros, ya que tu más preciado camarín no está en los Remedios, sino en el pecho de cada Estepeño, tus andas regias en los hombros del barrio nuevo, la rampa de la subía en la oración que diariamente te dirige quien en ti confía. Eres la quintaesencia de una tarde rosada que desciende por el ocaso de Roya, rosa temprana del mejor jardín soñado con pétalos del rocío mañanero que te besa la mejilla, escogida por Dios para su obra redentora cual niño pícaro llevas en tu regazo, Bendito churreterillo que nos bendice ante tu mirada embelesada de hermosura contenida. ¿Quiso quizás ese ramillete de flores de la sierra asemejar tu arrogante hermosura? Creo que cada primavera florecen para igualar tu simpar donaire. Como cohete que quiebra la brisa tenue del mediodía se glorifica mistificada en tus tirabuzones endrinos escondiéndose entre tu toca en multitud de colores primaverales. María de los Remedios, los piropos se incrustan en tu corona como perlas marinas y brillantes zafiros. Quisiera ser nota musical de un pasodoble o una marcha que resonara siempre ante tu mirada. María de los Remedios, blancura resplandeciente de portento, sortilegio del amor más profundo. María de los Remedios, caminas despacio, sin prisa alguna que pudiese distraerme de aquel momento. Llegaste sonriente, ¡radiante de felicidad! te estaba esperando, reflejándose en tu mácula sin mancilla, una gran serenidad. Esta vez, ¡al altar de lo eterno! Desde la luz de la verdad, sin temor alguno al ser atrapados por el tiempo, así sellamos para siempre nuestra unión. María de los Remedios, madre de la divina gracia, ungida puerta del cielo, estrella de la humana singladura, luz y consuelo, bálsamo de sangrante herida, Remediadora que enjugas nuestras lagrimas de paz y consuelo, arrullo de paloma de alto vuelo, jilguero del mediodía y alondra de la noche plácida . María de los Remedios, eres camino de partida y grata sombra de llegada, suculento árbol de gracia, señorita del encanto, gentil moza estepeña que allá por mayo se pasea, primavera encendida por mil aromas de la sierra, consejera sublime que evocan los poetas, sueño ensimismado de dulzura, 37
llanto aletargado de poderosa valentía, bendito relicario de graciosa gallardía…. María de los Remedios, de los Remedios María, santo y seña de Estepa, generosa torre altiva, moza que encumbra pesares, causa de nuestra alegría, Bendito tu nombre santo, y bendita por siempre tu impertérrita armonía, tu nombre resuena a gloria, tus labios a dulce azúcar, tu manos son espejos y rosas pálidas tus mejillas, pero tu mirada Madre…. Tú mirada la luna y el sol que por el llanete respira el agua cristalina que cantarina se estremece entre tus pupilas. María de los Remedios, mi corazón contrito, afligido cual más sutil venero de emoción susurra una oración que llega hasta tu gran amor. María de los Remedios, que en ti sigue esperando el alma mía, en la mañana, en la tarde, en la noche oscura y tu eres el mejor farol que sigue mi vida por el sendero insondable de nuestra espera. Churretera hermosa, lirio, clavel, nardo, jazmín y rosa, delirio extenuante entre versos y prosa, a tus plantas rendido cual hijo prodigo con el cuerpo entumecido, acoge mi plegaria, y las gracias por los dones recibidos y que se prodigue tu nombre por una ancha besana de las bendiciones que les otorgas a los Estepeños en masa. Por eso es bendito tu acento, y bendita tu mirada y los vivas arreciando en imponente cascada, que te aclama por siempre, bendita Remediaora de mi alma. José María Luque Pérez
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Siervo de Dios, D. Rafael Machuca y Juárez de Negrón, presbítero y mártir Breve reseña biográfica. La Delegación Episcopal para las Causas de los Santos publicó recientemente una breve reseña sobre el Siervo de Dios, D. Rafael Machuca Juárez de Negrón, presbítero y mártir estepeño. “Fue bautizado en la Parroquia de Santa María de la Asunción la Mayor y Matriz de Estepa. Ingresó en el Seminario con 22 años, tras haber obtenido el Grado de Bachiller en el Instituto General y Técnico de Sevilla. En 1909 recibió el presbiteriado. Tras su ordenación estuvo adscrito a la Parroquia de San Sebastián de su ciudad natal, siendo al poco nombrado coadjutor de la Parroquia de Santa María de la Asunción hasta su muerte martirial acaecida en Málaga el 31 de agosto de 1936. Todos los años, por prescripción facultativa y con permiso del Arzobispado, acudía hacia el mes de julio a un balneario, habitualmente al existente en Carratraca (Málaga), a tomar las aguas medicinales; también lo hizo en junio de 1936. La sublevación militar le cogió allí siendo detenidas en estos baños once personas (tres de ellas sacerdotes, entre ellos el Siervo de Dios) y enviadas a Málaga con el pretexto de garantizar así su mejor seguridad. Nada más lejos de la realidad pues al llegar fueron detenidos y encarcelados. Tras un bombardeo de la aviación sublevada sobre Málaga el 30 de agosto, ya de madrugada, sobre las dos, fueron sacadas 120 personas de la cárcel y asesinadas en represalia, muchos eran sacerdotes y el Padre Machuca iba entre ellos. Su cuerpo formó parte de los 94 enterrados en una de las siete fosas del cementerio de San Rafael. A finales de 1940 fue exhumado su cuerpo y trasladado a la Cripta de los Mártires existente en la Capilla de la Victoria de la Catedral de Málaga donde aún reposan”. Partida bautismal. “Día 5. Rafael Gabriel, hijo de D. Rafael Machuca. En la villa de Estepa, diócesis y provincia de Sevilla, a cinco de Mayo de mil ochocientos ochenta y uno, yo D. José Maximino Téllez, presbítero, con licencia del Sr. D. Joaquín Téllez de la Torre, cura propio de esta iglesia parroquial de Santa María de la Asunción la mayor y matriz de esta villa, bauticé solemnemente a un niño que nació el día treinta de Abril, último, a las once de la noche, en la calle Castillejos número nueve perteneciente a esta feligresía, hijo de D. Rafael
Machuca, hacendado, y de Dña. Natalia Juárez de Negrón, naturales de esta villa, casados en la parroquia de San Lorenzo de Jerez de los Caballeros, provincia de Badajoz en el año de mil ochocientos setenta y siete. Abuelos paternos D. Francisco Machuca Sobrevilla y Dª. María de los Dolores Moreno, naturales el primero de esta villa y la segunda de la de Herrera de esta provincia. Abuelos maternos D. José Juárez de Negrón y Dª. María Josefa Lasarte y Andrés de la Cámara, naturales el primero de esta villa y la segunda de la villa y corte de Madrid. Se le puso por nombre Rafael, Gabriel, Catalino de Siena de la Santísima Trinidad, fueron sus padrinos D. José Juárez y Vergara, y Dª. Matilde Machuca Moreno, casados, de esta vecindad, a quienes advertí el parentesco espiritual y obligaciones que contrajeron. Fueron testigos D. Federico Gálvez y D. Manuel Fernández, presbíteros. En fe de lo cual lo firmamos, (…). Joaquín Téllez. José M. Téllez”. Flores de Heroísmo. El jesuita Francisco García Alonso nos indica en 1939 que “el canónigo cordobés, D. Rafael Martínez, y el sacerdote de Estepa, D. Rafael Machuca (…) tuvieron ocasión de ejercitar bien su celo. (…) No dormían en nuestra brigada, sino en otra con unos sesenta seglares en los que hicieron mucho bien, alentándolos y confesándolos. Ambos murieron en la noche del treinta de agosto. ¡Qué recuerdos más gratos conservo de la colección de párrocos que desfilaron por la cárcel y ofrendaron
sus vidas a Dios!, ¡Cuántos buenos ejemplos para todos!. Algunos llegaban a la cárcel rodeados de una buena porción de sus feligreses”. Las víctimas del Frente Popular en Málaga. Elías de Mateo Avilés cita a “Machuca Juárez de Negrón, Rafael; 50, sacerdote, 30-08-1936, ideología de derechas, detenido por patrulla de milicianos, mandada por Julio Ortega el 31 de Julio, asesinado en las tapias del cementerio de San Rafael”. Málaga, tierra de mártires. Pedro Sánchez Trujillo alude a “Machuca Juárez de Negrón, Rafael (73); Coadjutor de Santa María de Estepa (Sevilla). 55 o 25 años*. Nació en Estepa (Sevilla) en 1881 o 1911. Hijo de Rafael y Natalia. Estaba en el balneario de Carratraca y era coadjutor de Santa María de su ciudad natal. Fecha de su muerte: 30-08-1936. Encarcelado en la prisión de Málaga y asesinado en las tapias de San Rafael en la ‘saca’ de ese día”. Oración. Oh Dios, que concediste la gracia del martirio al Siervo de Dios, Rafael Machuca Juárez de Negrón, presbítero, y a los demás sacerdotes, seminaristas y laicos de la Archidiócesis de Sevilla, haz que sus nombres aparezcan en la gloria de los santos para que iluminen con su ejemplo la vida y entrega de todos los cristianos. Concédenos imitarlos en su fe y fortaleza ante el sufrimiento y la gracia que por su intercesión te pedimos. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Ezequiel A. Díaz Fernández
Mártires de la Archidiócesis de Sevilla en el siglo XX: causa de beatificación y canonización de los Siervos de Dios Manuel González-Serna Rodríguez, sacerdote, y compañeros mártires: Siervos de Dios que componen la causa: biografías sucintas: [noviembre 2016] / [José-Leonardo Ruiz Sánchez], Sevilla: Archidiócesis, Delegación episcopal para las Causas de los Santos, 2016, 94 p.: il, retr.; 21 cm, D.L. 1796-2016 [T023]. Mártires por su fe durante la Guerra Civil en la Archidiósesis de Sevilla / Fernando de Artacho, Sevilla: Guadalturia, 2012, 257 p.: il. n.; 24 cm, (Momentos de la Historia), D.L. SE-4619-2012, ISBN 978-84-940821-0-8[T023]. 2 Archivo Parroquial de Santa María (APSM), libro de bautismos, nº. 29, 1881. 3 Francisco García Alonso, S. J., “Flores de Heroísmo”, 1939. 4 Elías de Mateo Avilés, “Las víctimas del Frente Popular en Málaga”, 2007, Arguval. 5 Pedro Sánchez Trujillo, “Málaga, tierra de mártires”, 2010. Fuentes: T. López, o. c., p. 73. L. Guede, o. c., p. 100. Relación de asesinados, hoja: recordatoria y foto. En la causa general se dice que tenía 55 años. AHN, legajo 10.572, n. p. 67, rollo 03-01 F.846, AJTMT, nº 24, caja 429, proceso de Diego Florido Ruiz (a) “Canané”. 6 Mártires de la Archidiócesis de Sevilla en el siglo XX: causa de beatificación y canonización de los Siervos de Dios, (…) Ibíd. Nuestro sincero agradecimiento a D. Víctor Manuel Heredia Flores (Universidad de Málaga). 1
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Jazmines de Amor Santanero Sin lugar a dudas, el mes de julio para mí, es un tiempo esperado durante todo un año. Es un tiempo, en el que las costumbres del barrio de la Coracha alcanzan el máximo esplendor. Para mí, son días que vivo rodeado de amigos y vecinos preparando todo lo relacionado con los cultos y fiestas en honor a Santa Ana. Cada momento, cada preparativo, tiene algo especial. Días de mucho trabajo y algún que otro enfado, pero sabiendo que cada momento quedará guardado en el recuerdo y que cuando todo concluya, me quedará la satisfacción de haber podido ser parte de este maravilloso proyecto. Podría expresar muchos acontecimientos vividos que te dejan huella, pero el más emotivo y entrañable para mí, no es otro que el que se produce la tarde del último domingo de julio que es cuando Santa Ana pasea por las calles de Estepa.
Cuando son las 4 de la tarde y el calor llega al punto de ser sofocante, las mujeres del barrio se acercan hasta la ermita para ofrecer sus manos en la tarea de elaborar las guirnaldas de jazmines que adornaran y perfumaran las andas de Santa Ana en su recorrido procesional. Merece la pena poder disfrutar de ese momento, escuchar la conversación que mantienen entre ellas, recordando los años de su juventud, cuando de igual manera hacían tan preciada labor.
sus andas sencillas, con los jazmines abriendo sus pétalos y perfumando cada rincón del barrio. Ver a tus amigos y vecinos contemplando tan grandioso momento en el que parece que el tiempo se ha detenido, o al menos eso me gustaría, para poder vivirlo con más entusiasmo, mirar a Santa Ana una vez ha sido alzada por los hombres que la pasean por las calles igual que pasea cualquiera de ellos con su abuela una tarde de verano, ese momento para mí no tiene precio.
Cada año doy gracias a Dios a través de su abuela Santa Ana por poder contar con este grupo de mujeres maravillosas que entregan su tiempo y trabajo en realizar auténticas obra de arte.
Desde pequeño tengo la suerte de poder vivir éstas y muchas experiencias en torno a la imagen de Santa Ana, a la cual le profeso mi mayor devoción porque así me lo enseñaron mis mayores. Gracias le doy a Dios porque las tradiciones en torno a Santa Ana se mantienen tal y como a mí me las transmitieron.
Y después de este momento llega el momento mágico de la salida procesional. Poder ver a Santa Ana salir por la angosta puerta de la ermita, en
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Jesús Fernández Páez
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Amigos de la música, 30 años ofreciendo compromiso y pasión por la cultura estepeña «(...) sin música no hay disciplina perfecta, porque hasta el mismo mundo ha sido formado con cierta armonía de sonidos.» San Isidoro de Sevilla, Etimologías En palabras del musicólogo italiano, Enrico Fubini y retomando el contexto teórico-musical de San Isidoro de Sevilla, el Renacimiento trajo el perfeccionamiento de los instrumentos musicales y el desarrollo de la música instrumental, para favorecer el origen de una nueva concepción musical y la instauración de nuevas relaciones entre teoría y práctica musical. Así, los teóricos musicales del medievo, consideraron la práctica musical como una actividad servil, por el hecho de ser manual. De hecho, el ejecutante («el que hace sin saber») tiene que desarrollar nuevas destrezas técnicas que pongan en duda la validez y legitimad de su concepción medieval. Esto condujo a una ejecución más responsable que complaciese al público. Con lo cual, la figura del interprete adquirió una nueva dignidad, aunque no fuese reconocida en toda su importancia. Quizás, la práctica instrumental es un aspecto más que destacable en nuestra Semana Santa. Es más, no nos imaginamos nuestros cortejos sin acompañamiento musical, sea cual fuere su género o agrupamiento. De este modo, nuestra Semana Mayor ha disfrutado de banda local, probablemente, desde la segunda mitad del siglo XIX, como recoge Antonio Aguilar y Cano en su Memorial Ostipense. De manera constatada, Estepa disfrutó de una banda de música -que nunca llegó a ser municipal- desde los años 30 hasta 1964. Los siguientes 24 años, sirvieron para recibir diferentes bandas de la provincia de Sevilla: Sociedad Filarmónica Cultural “Nuestra Señora del Carmen” de Salteras, Asociación Cultural Musical “Maestro Vitito” de Casariche, Asociación Cultural “Amigos de la Música” de Herrera,... Afortunadamente, en 1988 surgió de nuevo una banda local gracias al afán y dedicación de D. Joaquín Jesús Quirós González, por recuperar la cultura de Estepa. Lógicamente, la banda partió de cero, con ayuda de “Amigos de la Música” de Herrera, “Maestro Vitito” o la “Agrupación Musical Ecijana”. Gracias a los apoyos de las bandas vecinas y a los viajes de D. Joaquín, se consiguió poseer uno de los más extraordinarios archivos musicales documentados en Andalucía.
Sin embargo, nunca fue reconocida la labor de D. Joaquín y de todas esas personas que arrancaron, sin medios económicos y humanos, hacia un temible océano musical que -a día de hoy- todavía cuesta navegar. En cambio, la ilusión que inundó los primeros componentes, sirvió para dar un fruto prematuro (aunque trabajado) la noche del 5 de enero de 1988 en la Plaza Vieja. De manera oficiosa, la Banda de Estepa se presenta el 2 de junio del mismo año para acompañar al Corpus Christi, constituyéndose como asociación en julio de 1989 denominándose: Asociación Cultural “Amigos de la Música” de Estepa. Durante estos 30 años, la banda ha llevado con orgullo el nombre de Estepa por toda la geografía andaluza, llegando a actuar en actos tan relevantes como la clausura de la Expo del 92, el destacado Certamen de Bandas de Música de Andalucía de Chauchina (Granada) o actuaciones con Cantores de Híspalis. Igualmente, durante cuatro años, la banda acompañó al palio de la Virgen de la Victoria por las calles de Granada. Sin lugar a dudas, son datos que se postergan en la memoria popular del pueblo, para no alcanzar la «dignidad» exigida, y tan añorada por los miembros de la banda en estos 30 años. Porque la banda no supone un simple recurso cultural, ya que puede ser la asociación cultural estepeña que -desde un sentimiento de honestidad- ofrezca la actividad más dilatada en el tiempo. Finalidad infundida por D. Joaquín Quirós y continuada, durante más de 18 años, por D. Jesús Serrano Ayala. Después de estos 30 años, la banda ha demostrado ser el reflejo de su pueblo, estando
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por encima del yo personal y apostando por un único objetivo cultural. Gracias a ello, la banda ha servido como punto de partida a músicos que, profesionalmente, disfrutan de la música como José Luis González Fernández (oboe en Dunshan Wind Symphony Orchestrade, Pekín) o Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros Pérez (director de la Banda y Escuela de Música de El Saucejo). En la actualidad, la banda ha recuperado su aula de formación, donde una veintena de futuros músicos se inician en la bella ciencia musical. Sin embargo, vivimos en una etapa idónea para que, las primeras generaciones de músicos retomen su actividad musical y refuercen los valores que tanto profesan y defienden de nuestro fundador. Porque no hay mejor manera, para valorar el esfuerzo generado por el Maestro Quirós, que aportar sentimientos olvidados o extinguidos en los jóvenes de hoy en día. Si llegamos a unir las nuevas generaciones con la experiencia de los antiguos músicos -no viejos-, entonces, estaremos hablando de una banda de gran potencial técnico, cultural y humano. Por último, iniciando los numerosos actos que se llevarán a cabo en el XXX Aniversario de la Asociación Cultural “Amigos de la Música”, agradecer a todas las Hermandades y Cofradías de Estepa que siguen creyendo en el compromiso, dedicación y buena voluntad de su Banda de Estepa. Entre todos, conseguiremos que Estepa cuente con una de las bandas más reconocidas de nuestra comunidad. Juan Antonio Carmona Páez Director de la Asociación Cultural “Amigos de la Música” de Estepa
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La Hermandad de La Asunción, un patrimonio de Estepa por descubrir En primer lugar quisiera agradecer al equipo editorial de esta Revista del Consejo de Hermandades y Cofradías de Estepa, la oportunidad que nos ofrece para ser esta entidad vehículo de trasmisión de la labor que se viene realizando en este caso desde la Cofradía de Ntra. Sra. de la Asunción, Patrona de Estepa, muchas gracias por la oportunidad y adelante con este bonito proyecto. Al idear este artículo y el posible contenido del mismo muchas eran las cuestiones e interrogantes que me asaltaban plantear. Son muchos momentos e interesantes las cuestiones que se pueden plantear dado el momento actual de la sociedad. Replantear seriamente el papel de las Hermandades y Cofradías, y muy especialmente las llamadas de “Gloria” en estos años duros de vocación y de religiosidad son temas apasionantes, para plantearnos un futuro no muy halagüeño al menos en mi opinión. Pero entiendo que habrá “doctores” de estos temas en la Iglesia y en las Cofradías que saquen a relucir estos temas muy importantes y que a medio plazo puede significar la existencia o no de muchas de nuestras cofradías. Pero yo me voy a centrar en lo que me gusta y atañe especialmente en estos momentos, el rico patrimonio artístico de la cofradía de Ntra. Sra. de la Asunción. Como muchos vecinos y cofrades saben al comienzo de la pasada primavera de 2017, el espectacular manto de Ntra. Señora comenzó su proceso de restauración en el IAPH, Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Es este, sin lugar a dudas, el proyecto más importante de esta Junta de Gobierno en materia patrimonial. Hablar del Manto, y sobre el proceso de restauración en él realizado, necesitaría de muchas más páginas que esta revista nos ofrece, describir su belleza en el más amplio de los sentidos y temática, religiosa, artística e iconográfica, merecería sin duda alguna de una importante publicación, con todo, lo sobresaliente es
“Escuela de Cristo” para convertir dicho espacio en un elemento más museístico de nuestra localidad y de esa bella iglesia patronal que es la de la “Asunción”. Todo este proyecto supone una importarte inversión, y en ello está nuestra cofradía. Quisiera aprovechar esta revista y agradecer a mi junta de gobierno el esfuerzo de trabajo y económico que está realizando en pro de este proyecto, somos pocos pero muy valientes.
su recuperación para la Virgen, en primer lugar, y como bien patrimonial para nuestra localidad. Si todo va bien, que creemos que sí, para la primavera de este año 2018 el manto volverá a Estepa, estará acompañado de una exposición, si así nos autoriza y ayuda el Ilmo. Ayuntamiento de Estepa y nuestra querido párroco D. Ginés, y en paralelo habrá una conferencia de los técnicos del IAPH que han participado en la operación de restauración para explicar mucho mejor y desde el conocimiento científico como se realizan estas operaciones de salvamento patrimonial. Y tras este importante proyecto, nos teníamos que embarcar y así lo hemos realizado en un proceso de adecentamiento y conservación del espacio que va a alojar el citado manto, nuevamente con la petición de colaboración a las dos entidades anteriormente mencionadas, Ayuntamiento y Parroquia, queremos trabajar en un proyecto expositivo y de conservación de este bien, el manto, y de los otros muchos y no menos valiosos que esta Hermandad de la Asunción, Patrona de Estepa, tiene, manto del “terremoto”, andas antiguas, etc. Se trata de adecentar y acondicionar la antigua sala paralela o contigua a la 41
Y anoto y aclaro este tema, porque como historiador de vocación que soy, me gustaría dejar por escrito para que las futuras generaciones, especialmente de historiadores profesionales que consultan las fuentes y los documentos, vean dos momentos de nuestra historia, la de nuestro pueblo, cuando se realizó el manto y cuando se restauró, seguramente serán muchas las conclusiones a sacar y yo, como historiador, facilito la existencia de dichas fuentes para su consulta y posterior reflexión allá cuando toque. Finalmente, reiterar y agradecer a todas las personas que han participado en la restauración del manto, bien a través del donativo directo sobre la maqueta presentada, bien a través de la modesta rifa organizada que duramente la junta de gobierno ha asumido, agradecer a las entidades que han colaborado con sus productos, mil gracias, a la Familia de El Bodegón, la Bodega Ibérica de Estepa familia Alfaro, a Juguetería Don Dino, Representaciones Martín Rodríguez, a Dulces Moreno y a la DOP. Estepa, a todos, muchísimas gracias. Ya solo queda esperar y disfrutar de todos estos proyectos que, como personas, como colectivo responsable, nos enorgullecen y nos alientan a seguir trabajando por nuestra Hermandad, su patrimonio artístico y devocional y por nuestro pueblo. Moisés Caballero Páez
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Mis vivencias cofrades en Estepa Conocí las entrañas de vuestra Semana Santa, a finales de los años noventa, con motivo de mi dirección editorial de las publicaciones, dedicadas a las cronologías de los nazarenos, crucificados y misterios de Sevilla. Desde ese momento, descubrí, que los sentimientos del cofrade estepeño hacia la celebración de la pasión, muerte y resurrección del Señor, eran tremendamente sólidos. Fruto de esa etapa, conocí a considerables y cualificados cofrades de la localidad, haciéndoseme llegar en el año de 2011, el ofrecimiento de pregonar oficialmente la Semana Santa de Estepa. Para mí, esa experiencia fue un reto, una íntima satisfacción, fue una motivación de no decepcionar en quienes en mí depositaron tanta confianza, fue un acto de compromiso hacia una localidad querida y admirada, hacia unos entrañables cofrades y hermanos. Siempre he defendido, que cofrades cualificados y comprometidos los hay en todos los lugares, y en Estepa, os aseguro que lo atestigüe de sobras.
Comprobé con creces la autenticidad de aquel dicho que pronuncio hace años una superiora que estuvo destinada en el convento de las Hermanas de la Cruz, cuando expresó, que, Estepa vivía tres meses para los mantecados y nueve para los santos. He de reconocer y lo hago sin ningún tipo de reservas, que me sobrepaso la devoción profesada a las imágenes titulares, la calidad artística, el acervo histórico y el grado de implicación que tiene el pueblo estepeño por y para su Semana Santa, me sobrepaso la calidad de los pasos procesionales, de los cultos, de los actos, las convivencias. La Semana Santa de Estepa es un tesoro oculto. La Semana Santa de Estepa, es singular, es sobria, aun mantiene reminiscencias de la Semana Santa castellana, tiene la peculiaridad en tres de sus hermandades las cuales realizan con suma compostura y sobriedad sus estaciones de penitencia, hermandades que han sabido marcar a lo largo de los años su impronta, y su huella.
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Después del descubrimiento, siempre quise imaginar la ciudad como escenario de la devoción popular, con Cristo y su bendita madre caminando por esas calles y plazas, debe ser la esencia de la sublimidad. Han sido vitales los últimos cincuenta años, donde se ha derrochado mucho trabajo por la Semana Santa estepeña, trabajo el cual, tiene el honor y el orgullo de recoger y el compromiso de mantener las actuales generaciones. Desde siempre he defendido el proverbio y siempre intento llevarlo a buen puerto, que una hermandad, (en este caso todas las hermandades de la localidad) siempre serán lo que quieran el esfuerzo de sus propios hermanos, y por ende, así se enriquece histórica, artística y antropológicamente vuestra Semana Santa. Un ruego, siempre lo he recalcado, que la Semana Santa estepeña no pierda jamas su propia identidad, que no se mire en exceso en los espejos
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de las grandes Semanas Santas. Que siga manteniendo su sello, su personalidad, su idiosincrasia. Enhorabuena a todos los cofrades de la población, mi mayor homenaje y recuerdo a los que se fueron, a aquellos que dejaron tantas horas de esfuerzo, de sacrificio, de abnegación, de trabajo, de cariño y de devoción. Y a los contemporáneos, a los de este momento, auténticos responsables del presente, y a los que vendrán, y a la cantera, que ya, son la retaguardia de los grupos jóvenes, que se formen junto a los que están, ya que sois ustedes los facultados y los responsables del futuro. Las cofradías de Semana Santa, tienen esa determinada gracia de Dios, ese don divino, para atraer a muchos cristianos, que se perderían por siempre del camino de la iglesia, si no fuese, por la hermandad, por las actividades de la cofradía. En las tardes que ya acontece, el color del cielo, será el justo telón para que la primitiva acrópolis estepeña siga siendo una explosión de fervorismo. En los barrios, hay que saber entender y conocer el sentir, el vivir, y las formas de intercambiar la vida, en ellos se vive un espíritu de confraternidad, un espíritu íntimo y familiar, que como bandera ondeante tiene a su hermandad.
Y María, siempre Virgen, nos sorprenderá por cualquier calle o plaza henchida de dolor tras el sendero de su hijo. Al contemplarla temblaran de emoción los bastidores de nuestras almas, al verla rodeada del ingente muchedumbre, rodeada del fervor, de la pasión, de la algarabía, envuelta en miles de colores, flotando entre brumas como olas del viento, mientras se entretejen hacia el cielo profusas nubes de encajes blancos con aromas de incienso. Cuatro palios tiene Estepa, cuatro altares de reina, ¡ dime Señor con cual me quedo ¡ Los cuatro tienen aroma a flor y la luz de la blanca cera. Dime Estepa, con cual me quedo, con el blanco de la Paz o el verde churretero, con el de los Dolores del viernes o el de los Dolores de San Pedro. Cuatro palios tiene Estepa, ¡ dime Señor con cual me quedo ¡ Monumentos andantes de la madre de Dios, cofres de María, cobijos del dolor 43
altares de devoción, prodigios de orfebrería de manos artesanas de la mejor platería que huelen a Triana. Jarras de nardos, prodigioso joyero, efímero retablo donde María, sufre su quebranto. ¡ Dime Estepa con cual me quedo ¡ Uno, es de malla blanca y los otros tres de terciopelo, bordados por manos reverendas en la clausura de un convento. Devociones del pueblo repujadas en plata, en los respiraderos y entre bordados de magisterio por gloria la inmaculada. Palios de Estepa, uno verde y otro azul nazareno, uno burdeos y otro blanco inmaculado de primorosos bordados donde la madre de Dios se venera. ¡ Dime Estepa, tu con cual te quedas ¡ Juan Carlos Gallardo Ruiz
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La Medalla Sentados en una de aquellas largas bancas, mientras mi abuela Concha rezaba el Santo Rosario a la Virgen del Carmen, yo buscaba con la mirada entre las cornisas y los retablos aquella lechuza que según me contaban de niño, se bebía el aceite del lampadario. Y muchos años después, cada vez que me sumerjo en ese trozo de cielo donde los mondongueros apuntalamos nuestras creencias, me parece ver a mi abuela y en el tornavoz del púlpito a la nocturna de cara blanca y vuelo silencioso. De aquella memoria inalterable, guardo en un pequeño cofre uno de los tesoros más grandes de mi vida, una medalla de la Virgen del Carmen con el Sagrado Corazón de Jesús en el reverso, desgastada, pulida por los besos de muchos años y el roce de la mano de mi abuela Concha para pedir fuerzas, o dar gracias a Dios a través de la fe que por siempre ha suscitado en nuestra familia y en otras muchas de Estepa la gloriosa Madre del Monte Carmelo. Años enteros bendiciendo a la Reina Carmelitana porque la fe nacida del corazón no entiende de arquetipos y menos aún de adoctrinamientos dogmáticos, se cree como se vive y se vive como se cree; y por eso la medalla que con pasión guardo en el anaquel más predilecto de mi alma, representa como lo hizo durante toda la vida para mi abuela Concha, un camino de oración y de vida espiritual, una imagen de la Virgen del Carmen que expresa un grandioso misterio de fe sin ocultar nada: ¡A Dios por la Virgen!, porque ella es el mejor camino para amar como Dios nos ama. Algunos guías espirituales de la Iglesia de hoy se empeñan en minimizar el valor espiritual que tienen estos tesoros de vida para muchos de nosotros, y no alcanzan a entender el porqué de cómo la gente vive aquí en Estepa la fe, esa fe que lleva a Dios por miles de caminos, esa fe que sólo conoce quien se arma de valor y confiando plenamente en el Señor, se mira en el ejemplo de la Virgen, e intenta cada día ser
No se trata de buscar ídolos ni glorias celestiales mientras que sembramos en la tierra auténticos infiernos, porque a veces hablamos de fe y devoción y estamos muy lejos de lo que es el amor de Dios. Y tampoco se trata de idolatrar a una Imagen ni de divinizar una medalla para quedarse a medio camino como nos ocurre tantas y tantas veces, porque la Virgen del Carmen y la medalla que la representa no son un fin en sí mismas, y aquellos que se quedan sólo a medio camino, en el símbolo, no llegan a vivir la plenitud que trasciende tras ese misterio de amor.
una persona cristiana imperfecta pero decidida a que el Evangelio esté vivo en su vida. Para mí la Virgen del Carmen de la medalla desgastada que guardo de mi abuela, al igual que la Madre del Carmen que bendice las orillas de la devoción mondonguera en Estepa; es un ejemplo de fe, es una senda de vida, un camino de recuerdos y de vivencias, es mucho más que una simple imagen, es un auténtico sacramento de vida porque en esa medalla, están los que me enseñaron a ser feliz, y me ayudaron a ser mejor persona mirando siempre el rostro de Dios Padre. La devoción a la Virgen del Carmen, trasciende a una realidad que va mucho más allá de algo que me puedo colgar en el cuello o guardar en un cajón, la medalla del Carmen que heredé de mi abuela Concha, me recuerda y hace presente a la devoción entera de mi familia, y a todas esas personas que fundamentaron nuestra fe y sobre todo a una Madre Carmelitana que nos muestra como nadie el camino que lleva al Señor. 44
Quienes pisamos este suelo estepeño, y veneramos devocionalmente a una imagen de la Virgen, sólo podemos hablar con el lenguaje simbólico del corazón, porque las cosas de Dios como mi medalla del Carmen, nos evocan y nos provocan la fuerza necesaria para levantarnos cada día, y saber que al otro lado de aquella imagen o de aquel recuerdo, como una hermosa vidriera, se nos muestra al menos un poco de la luz de Dios que brilla al otro lado, y que todo lo traspasa y lo llena de resurrección, amor y vida. Mi medalla es además un sacramento de conversión, me recuerda que debo de ser mejor persona cada día, me refleja las ganas de seguir al Señor a pesar de todos mis defectos, y me hace repensar lo que soy y lo que dejo de ser, porque si celebramos los sacramentos y nos quedamos tal y como al principio, no hemos entendido nada de lo maravilloso que Cristo ofrece cada día a este mundo. Por eso no podemos convertir nuestra fe en simple ideología, una medalla, una reliquia, una imagen, tienen que remover nuestras entrañas hacia Dios, que no vivamos una fe de temporadas, de convenientes fiestas para satisfacer nuestras propias necesidades devocionales y que ahí se quede todo, Dios nos quiere y nos necesita cada día. La espuma pétrea del mar tallada en caliza sobre el pórtico de la vigía carmelitana estepeña, es la puerta de la gloria más
Pasión y Glorias Estepa 2018 reflejo de vida que me hace vivir, es un recuerdo que aviva la misión a la que desde mi familia como cristiano estoy llamado a realizar cada día: ¡A Dios por amor y por mi medalla de la Virgen del Carmen! Como la pella de barro en el torno se modela, así nuestra fe se forma con la mano firme y recta del Dios que de amor nos ama sin mirar nuestras carencias. Dios está, ahí está siempre como el pan de la alhacena, presente entre los pucheros, gravitando en las ausencias, porque Dios está en el todo pues le sobran las cadenas. Dios está y habita siempre en aquello que a Él nos lleva, en aquel costal antiguo ajado con mil Cuaresmas, en la luz tintineante de un cirio en su duermevela, en un rosario pulido con el rezo de sus cuentas, en una astilla de cedro que es mucho más que madera.
sublime, es estar vivo en el paraíso y todo lo que envuelve a este misterio salvífico de fe rezuma auténtica sacramentalidad, a la esencia de esas pequeñas cosas que hacen inmensa la devoción allí donde Cartagena trompeta en mano, cuando tronaba anunciando cabildos de Cuaresma, se santiguaba al pasar por los escalones que llevan al Carmelo. La medalla de la Virgen del Carmen que guardo con auténtico celo es mucho más que una medalla, es un sacramento que me evoca a Novenas con el monocorde vaivén del abanico de Concha Pérez entre el embriagador aroma de jazmines y nardos. Mi medalla es un sacramento que me recuerda a Eloy Machuca discutiendo con Francisco Alfaro mientras martillo y puntillas en mano le ponían las jarras al paso de la Virgen, aunque con el tiempo me di cuenta de que ellos no discutían,
hablaban su lenguaje de amistad en alta voz. Mi medalla es un sacramento que me enseñó a amar a la Virgen del Carmen como lo hacía desde una silla baja Rafael Juárez con aquel aire de hombre bueno, junto a Asunción Atero, Asunción la Cabolla, Fernando Gregorito, Fernando el Pelayo con su sapiencia infinita, y mi Tío Pérez lidiando con unos y otros mientras que en aquella banca junto al Sagrario, Asunción Juárez y Tere pretendían dirigir aquella amalgama de los que iban y venían en torno a la nuestra Virgen y Madre del Carmen. Mi medalla es un sacramento que mantiene viva mi fe, aquello en lo que creo, mi medalla transparenta y trasciende aquello que me hace vivir cada día mirando al Cristo que ama y perdona, sirve y acoge; mi medalla del Carmen no es un trozo de metal vacío e inerte, es un 45
Sacramentos de fe viva donde Dios se reverbera, caminos de fe profunda que arriban a la escollera de la fe que nunca calla y bendice mi medalla con la gloria mondonguera. José María Díaz Fernández Festividad de la Epifanía del Señor de 2018
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Algo único e importante ocurre en Estepa cada 51 semanas… Con estas palabras comienza “INRI” la película de la Semana Santa de Estepa. Un proyecto que nace en los primeros días del año 2017 promovido por Cines Méliès y cuyo objetivo principal era convertirse en embajadora del patrimonio humano, histórico, religioso y cultural de Estepa. Un reto que, en sus primeros pasos, contaba con una dificultad añadida. Ninguno de los miembros del equipo de “INRI” pertenecíamos al entorno de Hermandades o Cofradías. Este inconveniente inicial terminaría finalmente siendo fundamental para el resultado del proyecto. No se trataba de hacer otra versión cinematográfica sobre la Pasión de Jesús, eso ya se había hecho anteriormente y con excelentes resultados y crítica. Tampoco queríamos hacer un resumen de cada procesión sin más, ese recurso estaba ya agotado. Si decidíamos poner en marcha “INRI” tenía que hacerse con la premisa de sorprender al espectador con algo tan humano como son los sentimientos y las percepciones. Lo primero que hicimos fue un guión provisional. Debíamos adaptar y decidir si contábamos la Historia desde el punto de vista cronológico, es decir, desde el Jesús “niño” hasta su Resurrección, o bien, seguir el orden que las distintas Hermandades tienen establecido durante la Semana Santa estepeña.
La lógica se impuso por sí misma. Ahora la tarea se centraba en buscar localizaciones del entorno que nos permitiera grabar escenas de la Pasión de Jesús dentro de nuestras calles, monumentos y parajes naturales. No debíamos olvidar uno de nuestros propósitos, vender Estepa como lugar de destino turístico. Una tarde de febrero, cuando el proyecto aún era sólo un enjambre de ideas desordenadas, con más ilusión que pragmatismo, Cristóbal y yo recorrimos los distintos escenarios y tratamos de encajarlos. “Lo veo” afirmaba convencido y, poco a poco, los planos, las secuencias y el guión se construían prácticamente solos. Otra de las decisiones que debíamos tomar me afectaba a mí directamente, ya que como guionista y creativo tenía decidido que las escenas debían grabarse con el público asistente vestido normal,
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es decir, no íbamos a hacer que los extras utilizasen ropas de la Jerusalén del siglo I. El mensaje, al menos para mí, estaba claro. “INRI” era una película para contar sentimientos y generar sentimientos, no debía tener un fundamento plenamente histórico. Sabíamos que al principio el público no lo entendería, pero ciertamente, ahora podemos afirmar que cualquier fotograma de “INRI” puede ser identificado por esa decisión, por que conseguimos lo que queríamos, que no era otra cosa que diferenciarnos de otras producciones. Teníamos la idea, los lugares, el guión, pero aún nos faltaban bastantes asuntos que resolver, todos ellos importantes. El apoyo Institucional lo teníamos. No había dinero aunque tampoco lo pedimos, pero en honor a la verdad, nadie puso pegas a nuestros requerimientos. El patrimonio monumental de Estepa fue puesto a nuestra entera disposición por parte del Ayuntamiento y la Iglesia del Carmen fue igualmente cedida para las distintas sesiones de rodaje. El contacto con responsables y representantes de las Hermandades fue el siguiente paso. Al principio todos nos atendían con las dudas lógicas de no entender muy bien qué es lo que queríamos. Aunque el respeto formaba parte de los cimientos de nuestro proyecto, era lógico que algunas personas se mostraran prudentes a la hora de colaborar con la película. Esta sana precaución se diluyó conforme el concepto avanzaba y finalmente todo el mundo se prestaba desinteresadamente a colaborar, unos con sus testimonios, otros soportando vestidos de romanos
Pasión y Glorias Estepa 2018 frías horas de grabación y muchos otros ofreciendo su apoyo incondicional. Es en este momento cuando Cines Méliès asume el capítulo económico y decide producir íntegramente “INRI”. Se contactan con varias productoras, si bien, Jansor Room, de la vecina localidad de Herrera, es la que mejor se adapta a nuestro modelo y demandas y entra en escena la persona de Antonio Jesús Rojas, un pilar fundamental en el proyecto, quien se involucra en tareas de dirección técnica, realización de cámara y finalmente edición. Pero aún nos faltaba el personaje principal, el actor que debía de interpretar el difícil papel de un Jesús de Nazaret distinto, porque como ya he explicado, nuestra particular idea no se había tratado en ninguna otra película con anterioridad. José González, director de la agrupación de teatro “Manantial del Ojo” de Gilena, nuestro particular “Pilatos”, propuso para el papel a José Antonio Joya, un joven actor natural de Gilena, quien aceptó sin dudar el gran desafío que suponía esta interpretación. Luego al equipo se unieron otros colaboradores iguales de importantes, porque “INRI” siempre ha sido un proyecto y un trabajo en equipo en dónde todos sumaban por y para el resultado final. Y así contamos con el maquillaje de Noelia García, la iluminación de Ana Fernández, la gestión de redes sociales y medios de comunicación de Carlos Fernández y un largo etcétera. A todos ellos, desde estas líneas, mi más sincero reconocimiento y gratitud. No, aún no estaba todo. Los recuerdos que conservo de mi niñez y en especial aquellos relacionados con la Semana Santa vienen siempre acompañados de un desfile de tambores y cornetas, que componían una música única e inolvidable. Y es que no concibo una procesión, amén de las de respetuoso Silencio, sin sus marchas a modo de banda sonora. Así que contactamos con las distintas agrupaciones musicales de Estepa y Herrera, quienes nos cedieron altruistamente los derechos de sus temas y completamos el capítulo musical con la obra de un excelente compositor francés, Gregoire Lourme. La música ha sido manifiestamente considerada por el público como uno de los mejores atractivos de “INRI”. Otra decisión que teníamos clara, pero debíamos encajar en la trama de la
película, era la escena previa a la Hermandad de San Pedro. Justificar en el guión la negativa del Apóstol Pedro a Jesús con el gallo como testigo exigía encontrar doce actores o buscar otra alternativa. Antonio Jesús Rojas nos comenta que en la vecina localidad de Herrera hay una Corporación de los Apóstoles, que representan a los personajes bíblicos mediante el uso de “rostrillos”. Fuimos a verles y desde el principio aceptaron colaborar en la película. En agradecimiento, se incluyó en una especie de cameo, la procesión del Prendimiento de Herrera que nos ofrecía la oportunidad de enriquecer “INRI” con otras formas de vivir y sentir la Semana Santa y obtener algunos de los fotogramas más impactantes del rodaje. En apenas doce sesiones de grabación finalizamos todas las escenas históricas con actores que incluía el guión. Días de marzo y abril de mucho frío, con aplazamientos constantes por lluvias y otros problemas técnicos propios de cualquier producción. Las redes sociales seguían con atención nuestros progresos y la calidad de alguna escena hizo que medios de comunicación a nivel autonómico (Canal Sur, Cadena Ser) y nacional (TVE, Cuatro, Telecinco y Antena 3) nos ayudaran con la promoción de la película, consiguiendo colocar la Semana Santa de Estepa y por extensión su patrimonio como punto de referencia y destino turístico recomendado. Las distintas procesiones fueron rodadas hasta con seis cámaras simultáneas. Estepa nos cedió sus balcones, el público nos ofrecía amigablemente el mejor lugar para grabar, los capataces nos permitieron acompañarles y compartir momentos muy íntimos, todo el mundo nos ayudó a obtener las impresionantes imágenes
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que podemos disfrutar durante la proyección de “INRI”. El tiempo respeto nuestra ilusión e incluso tuvimos un milagro. Después de finalizar la Estación de Penitencia de la Cofradía de San Pedro, la tarjeta de memoria que contenía gran parte de las imágenes grabadas se extravió, nadie sabe cómo ni de qué manera. Fueron diez horas después, cuando en un último intento por encontrar la diminuta tarjeta, ésta nos esperaba escondida en un hueco de la acera de la calle Corrientes, junto a la Iglesia de San Sebastián. A escasos cien metros la máquina barredora hacía su trabajo y amenazaba el nuestro. De no haber hallado la tarjeta de memoria, sinceramente, no hubiéramos podido estrenar “INRI” el pasado año. Nosotros, a lo sucedido, lo bautizamos como “el milagro de San Pedro”. Finalmente, con una semana de retraso sobre el calendario previsto, “INRI” se estrenó el pasado viernes 5 de Mayo de 2017 en la Casa de la Cultura Miguel de Cervantes de Estepa, obteniendo una excelente crítica por parte del respetable público. Y podría contarles otras muchas otras anécdotas, pero entiendo que el espacio que gentilmente nos ceden para hablarles de la película de la Semana Santa de Estepa es limitado. Permítanme, para terminar, dar las gracias en nombre de todo el equipo de “INRI” a todas aquellas personas, Instituciones, Hermandades y patrocinadores que hicieron posible el proyecto y hacerles extensible el éxito de la película, que si Dios quiere, se estrenará este año 2018 durante la Cuaresma en varias ciudades de España. Manuel Fernández Director artístico y guionista de “INRI”
Pasión y Glorias Estepa 2018
Inmaculada Concepción, manantial de Fe, y esperanza de Salvación En una amable misiva, unas semanas atrás, mi querido amigo José Joaquín Luque, me pedía que, para el segundo número de la Revista “Pasión y Glorias”, escribiese a cerca de mis vivencias en torno a la advocación de la Inmaculada Concepción de María, desde el año 1995 titular de Gloria de la Archicofradía Sacramental de Paz y Caridad, de la cual formo parte de su nómina de hermanos desde el año de mi nacimiento. Sinceramente, lo debo confesar abiertamente, en un primer término me causó extrañeza esta encomienda, pues entendía, y aún sigo haciéndolo, que en nuestra Hermandad hay personas más cercanas a nuestra Venerada imagen que un servidor, no obstante, y como yo no sé decir que no, y menos a un gran amigo, pues aquí estoy, escudriñando en el baúl de los recuerdos y de los sentimientos para, al menos decentemente, cumplir con lo que se me ha pedido y, a ser posible, provocar un mínimo interés en el lector para que no abandone la lectura de este artículo hasta el final. Pues bien, entrando ya en faena, debo aclarar, que frente a lo que yo pensaba, o mejor dicho, recordaba hasta que empecé con la redacción de este artículo, mi relación con esta advocación mariana de gloria, ni es tan reciente, ni se debe exclusivamente a mi pertenencia a Paz y Caridad, pues fueron muchos, desde mi niñez, los ocho de diciembre que con gran alborozo familiar, celebrábamos esta fiesta de la Virgen, gracias a mi abuela materna, Conchita Cobos, en la cercana localidad de Puente Genil, cuyo marido, mi abuelo José Cabello y Cabello, insigne poeta local, es el autor del himno que, fervorosamente, todos los pontanenses cantan a su Patrona, la Purísima Concepción, y que como un recuerdo indeleble ha brotado a la superficie de mi memoria, impregnada de un sentimiento de nostalgia por aquellos que ya se fueron. No obstante, el destino es caprichoso, y a pesar de las ausencias, hoy día también sigo celebrando esta festividad litúrgica en el seno familiar más íntimo, pues mi mujer también celebra su onomástica en
este día, hecho este, por tanto, que da mayor emotividad a mi participación en los cultos, internos y externos, que nuestra Hermandad celebra en honor y alabanza a nuestra Titular, la Pura y Limpia Concepción de María, pues a mi devoción espiritual, cristiana y cofrade, se une en este caso, mi devoción, carnal y terrenal, por la persona con la que, desde hace ya 16 años comparto mi vida. Pero, hablando ya de la veneración hacia la representación iconográfica de este advocación letífica de la Madre de Dios que hoy forma parte del acervo devocional de los hermanos y hermanas de Paz y Caridad, debo confesaros que, al menos por lo que a mi persona corresponde, es consecuencia de un proceso que, a diferencia de las otras dos imágenes titulares de la Cofradía, no hunde sus raíces en la tradición heredada, sino en el día a día de un cofrade comprometido con su Hermandad y que con el paso de los años ha sabido abrir su corazón a nuevos sentimientos y emociones hacia María Santísima, dando así mayor sentido a su innato sentimiento mariano, y reforzando, aun cuando ello no hacía falta, su convicción en que María, y lo que Ella representa, es el mejor camino para llegar a su hijo, Dios. Por ello, no tengo ninguna duda que cuando mi Hermandad decidió incorporar la imagen de la Inmaculada Concepción de María como cotitular de la Cofradía y, años más tarde, con motivo de la celebración en nuestra Diócesis del CL aniversario de la proclamación del Dogma Concepcionista, recuperar su salida procesional, el día 8 de Diciembre, después de que dejara de hacerlo desde mediados de los años sesenta del pasado siglo, ello ha significado un gran acierto en muchos sentidos. Así es, en primer lugar, para Estepa, pues los devotos de esta venerada imagen, y los cofrades en general, han recuperado el culto público a Ntra. Sra. de la Concepción que, durante siglos, tuvo lugar en nuestro pueblo, rescatando así una tradición que nunca debió de perderse y que gracias al empeño de Paz y Caridad ha vuelto de nuevo a ser una realidad, colmando, seguro estoy, de ilusión y gozo a muchos estepeños y estepeñas que, en unos casos, después de tanto tiempo no pensaban que volverían a revivir, y en otros, que pudieran vivirla por vez primera. Y Estepa, madre y maestra en estas lides, ha sabido responder, desde entonces, con devoción y religiosidad, asistiendo y rezando con Ella en su Novena, o acompañándola fervorosamente por las calles de esta Estepa mariana, cuando en el día de su onomástica, sale en procesión de Gloria al encuentro de sus gentes como Reina soberana, inundando de celestial pureza todo aquello por donde Ella pasa. Especialmente emotivo, en los últimos años, resulta el trascurrir de la procesión por el viejo arrabal de la Coracha, al que accede por la calle que lleva el mismo nombre de Ntra. Señora, Concepción, junto a la Plaza de la Victoria, y donde en tiempos
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estuvo erigida la Ermita consagrada a esta advocación gloriosa de la Madre de Dios, y sede canónica de su primitiva Hermandad. Igualmente, el paso de la Santísima Virgen por la Plaza Hermanas de la Cruz, constituye un momento bellísimo y de incalculable valor devocional, cuando las hermanas de esta Congregación religiosa, verdaderas vírgenes en la tierra, salen al encuentro de la Madre celestial para cantar y orar antes sus plantas, haciendo brotar en el corazón de todos lo que presenciamos esta estampa, una paz interior verdaderamente evangelizadora. Y para la Hermandad, ¿qué ha significado?. Pues, empezando por lo puramente material y que, sin duda alguna, es lo que menos importancia tiene, un evidente enriquecimiento patrimonial, ya que junto a la imágenes del Santo Cristo Amarrado a la Columna y María Santísima de la Esperanza, la Cofradía es ahora también depositaria de una nueva imagen que, al margen de a quien corresponda su hechura, constituye una talla mariana de notable valor artístico, con un marcado carácter majestuoso, y a la que las manos primorosas, el buen hacer, el esfuerzo, y sobre todo el cariño depositado de sus vestidores, le han dado una impronta propia, haciendo que Ella luzca como nunca, cual azucena de luz resplandeciente. Pero, todo ello no tendría sentido si nos quedásemos solo aquí, en la belleza de una rostro delicado con resaltados pómulos rosáceos y mirada altiva, que enamora y embelesa a todo aquel que la mira, ya sea en su capilla, en la celebración de sus cultos o cuando pasea por Estepa el día de su onomástica, no, pues si así fuera, que vano habría sido nuestro empeño. Lo verdaderamente importante, y he aquí el sentido de estas líneas, ha sido, es, y seguirá siendo el enriquecimiento espiritual que esta imagen trasmite al cofrade de Paz y Caridad, pues la fe cristiana no se concibe sin la presencia de la Virgen en cuanto Esperanza y autora de Salvación, y en nuestro caso, gracias a esta dualidad devocional, su recuerdo es Luz de Fe y Esperanza que descansa en la Concepción Inmaculada de la Virgen, misterio maravilloso de Amor, y motivo por el que, entre todas las mujeres, Ella fue la elegida para ser el tabernáculo del Cordero de Dios. Así, llegado diciembre, Inmaculada y Esperanza son para esta Hermandad faro de Fe que no se apaga, aguacero de Amor ferviente, y Luz ardiente que nuestros pasos guían hacia un Cristo amarrado a la columna de nuestros pecados para nuestra salvación. Dichosos los hermanos de Paz y Caridad, pues en Ellas, Reinas celestiales que dan luz reflejando la Luz de Cristo, encuentran el consuelo de la Madre de Dios, impulsándonos a crecer en el camino de la Fe verdadera, esa que Ella acogió desde el primer momento ante el anuncio de su Concepción divina, gracia que le fue concedida por ser Pura y Limpia, sin pecado concebida. Antonio V. Bustos Cabello
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Crucificados de Andrés de Ocampo en Estepa Andrés de Ocampo (1555?-1623) y Estepa. El Concejo de la Villa de Estepa a instancias de la Vicaría eclesiástica acordó el 9 de diciembre de 1578 concertar la obra del retablo principal de la parroquia de Santa María la Mayor con el maestro Andrés de Ocampo, formalizándose por escritura pública el 7 de marzo de 1583, por esta fecha el jaenero vivía en Córdoba. El proyecto inicial fue reformado generándose un pleito con intervención del escultor Juan Bautista Vázquez El Viejo, durante el litigio se valoró la obra de ensamblaje, talla, escultura y maderas1. En 1589 el giennense delega en la viuda de Jerónimo Hernández para reclamar y recaudar del Concejo ostipense, como institución patronal del templo, 540 y 708 reales pendientes de cobro, éste mismo año se emitió una carta de pago para saldar la deuda con el artista2. Crucificado del retablo mayor de Santa María. Los crucificados de Andrés de Ocampo suelen ser “cristos-símbolos, de profunda unción sagrada, nobles cabezas, muertos, con facies hipocrática, ensortijadas cabelleras, barbas bífidas, tres clavos y sudario muy adaptado a las caderas, poco dinámico, con una diagonal delantera, que en cierto modo anticipa composiciones semejantes en obras posteriores”3. Este crucificado preside el Calvario del ático del retablo mayor de Santa María realizado por Andrés de Ocampo4 entre 1583 y 1587. La talla cristífera presenta un cierto alargamiento de la figura sobre todo en el tronco quedando las piernas flexionadas con una leve desproporción respecto al conjunto corporal. Muestra una elegante y medida contorsión al inclinar la cabeza y el hombro hacia su
derecha. La testa algo repintada presenta el singular mechón sobre su hombro derecho dejando la oreja izquierda al descubierto. Presenta un rostro lacerado con la característica barba bífida y la caída del mechón. El movido paño de pureza se acorta y enrosca en las caderas con recogidos en ambos costados. Se relaciona desde el punto de vista estilístico con el Crucificado del convento de Santa Marta de Córdoba ejecutado entre 1592 y 1596, y con el Cristo de la Fundación de la hermandad sevillana de los Negritos de 1622, entre otros. Cristo de la Misericordia o del Pregón. El ignoto crucificado conocido popularmente, desde finales de los setenta, como Cristo del Pregón y bautizado en la actualidad como de la Misericordia se ubicó desde la restauración y reapertura de la Iglesia de la Asunción en la escalera de subida al camarín. Al parecer, este crucificado es originario de la iglesia parroquial de Santa María la Mayor y se custodiaba en la sacristía5. Hace unos años advertimos y publicamos la posible vinculación estilística de esta
talla cristífera con el taller manierista de Andrés de Ocampo6, fechándolo a finales del siglo XVI, sin descartar otros posibles lazos con escultores coetáneos como Juan de Oviedo y Miguel Adán. La Capilla de los Vera en Santa María la Mayor fue promovida por los hermanos Francisco y Carlos de Vera y Aragón7. El oratorio estaba concluido en 1562 realizándose la adjudicación del mismo en 1567. La capilla fue aprobada por bula pontificia de Gregorio XIII entre 1572 y 1585. Precisamente por estos años Andrés de Ocampo con la posible colaboración de Juan Bautista Vázquez El Viejo, Juan de Oviedo y Jerónimo Hernández estaban realizando la estructura e imaginería del retablo mayor mariano. Consideramos por ello que el citado crucificado podría haber sido la imagen titular que presidió la Capilla de los Vera o capilla del Santo Crucifijo y Conversión8, desde finales del siglo XVI en Santa María. Un inventario de dicha parroquia de 1622 nos habla de “los altares colaterales y del altar del Cristo”, y en 1694 otro inventario de la citada iglesia mariana nos indica que “en la capilla de Carlos de Vera (hay) una hechura de Cristo crucificado”. La capilla sirvió de enterramiento de la familia Vera y Aragón y tenía una especie de camarín pero debió cerrarse en el siglo XVIII colocando en su entrada un retablo dieciochesco sin dorar presidido por una talla de la Inmaculada Concepción. El antiguo crucificado dejo de ser titular del altar de los Vera pasando a un segundo lugar en la sacristía del templo ostipense. El Cristo de la Misericordia o antiguo Santo Crucifijo y Conversión lo relacionamos con el esquema compositivo de los crucificados de Andrés de Ocampo; aunque el sudario, el torso, el ombligo triangular y sobre todo la cabeza (bigote y barbilla) presenta
AGUILAR y CANO, A. Memorial Ostipense…op. cit., pág. 315. DÍAZ FERNÁNDEZ, E. A. “Andrés de Ocampo en Estepa: el retablo de Santa María”, Humanitas, Universidad de Jaén, nº. 4, 2005-2006, pp. 23-44. AGUILAR y CANO, A. Memorial Ostipense, (Granada, 1886), Estepa, 1975, pág. 315. HERNÁNDEZ DÍAZ, J.; SANCHO CORBACHO, A.; y COLLANTES DE TERÁN, F. Catálogo Arqueológico y Artístico de la Provincia de Sevilla, T. IV, 1939-55, Sevilla, pág. 46. 3 HERNÁNDEZ DÍAZ, J. Andrés de Ocampo...op. cit., pp. 45. 4 DÍAZ FERNÁNDEZ, E. A. “Andrés de Ocampo en Estepa: el retablo de Santa María”, Humanitas, Universidad de Jaén, nº. 4, 2005-2006, pp. 23-44. 5 Agradecemos esta interesante información a José Romero Ruiz. 6 En “historiaestepa.blogspot.com.es”, el 7 de Enero de 2009, publicamos varias propuestas de atribución sobre algunos crucificados estepeños del siglo XVI. 7 AGUILAR y CANO, A. Memorial Ostipense…op. cit., pp. 311-312. Carlos de Vera y Aragón nació hacia 1523 y murió en 1591. 8 SORG, G., “Juan Torres de Vera y Aragón: nueva historia de la fundación de la ciudad de Vera”, 2007, Corrientes, pp. 15-18. 1 2
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Pasión y Glorias Estepa 2018 concomitancias estilísticas con varios crucificados atribuidos a Juan de Oviedo y de la Bandera9, como son especialmente el Cristo del Mayor Dolor de la iglesia sevillana de San Lorenzo y el de la Misericordia de San Juan del Puerto, o el de los Milagros de Santo Domingo en Sanlúcar de Barrameda. Todas estas imágenes cristíferas son de tamaño académico. El crucificado en su conjunto presenta varios elementos estilísticos de Ocampo que recuerdan al Cristo de la Fundación de la Hermandad de los Negritos pero con una definición técnica más sumaria y superficial en la anatomía y cabeza de la pieza ostipense. La caída rotunda de la testa sobre el pecho, el característico mechón por su hombro diestro y el recogido del pelo en la parte contraria, la barba bífida y el alargamiento del torso son rasgos propios de la estética manierista de Ocampo y su taller. La doble atribución a Juan de Oviedo o Andrés de Ocampo responde al trasvase de formas y estilos que se produce entre ambos, sin descartar a Miguel Adán. La comentada ligera desproporción de las piernas en el crucificado del Calvario ubicado en el ático del retablo mayor es algo más evidente en esta talla, por lo que debería haber estado ubicado en un altar o camarín. Esta leve discordancia anatómica podría intentar corregir, como en la obra anterior, la visión inferior o contra-picada del espectador al ser obras ubicadas a cierta altura. Cristo Yacente o Santo Entierro. La advocación mariana de la Virgen de la Soledad suele ir acompañada de la devoción cristífera al Santo Entierro y viceversa, además fue difundida y suele estar vinculada con la orden religiosa de los Mínimos de San Francisco de Paula. El convento mínimo ostipense se fundó en 1562 bajo el patrocinio de los marqueses de Estepa. En la iglesia conventual de la Victoria existió, al menos desde 1598, una antigua Hermandad de la Soledad. En 1654 se funda, también en la iglesia mínima de la Victoria, la Cofradía del Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, ambas corporaciones pasionistas debieron fusionarse ya que colaboraran de forma estrecha en la celebración mutua
de sus actos litúrgicos y procesionales. La hermandad del Cristo Yacente tuvo capilla propia en la iglesia conventual siendo compartida con la Virgen de la Soledad. Hacia mediados del siglo XVIII la hermandad y cofradía de la Soledad y el Santo Entierro de Cristo debieron mudar su sede canónica a la iglesia parroquial de San Sebastián donde se encuentran en la actualidad10. La hermandad mínima del Santo Entierro se fundó a mediados del siglo XVII pero la imagen titular del Cristo Yacente es anterior a la corporación fechándose hacia finales del siglo XVI. Es una talla arcaizante de brazos articulados con la que se representaba varios pasajes pasionistas como la crucifixión, el descendimiento y el entierro de Jesucristo. La pieza presenta algunos aspectos escultóricos manieristas próximos a la producción de Andrés de Ocampo por lo que entendemos que podría ser obra de su taller11. Al igual que las imágenes relacionadas con Ocampo, comentadas anteriormente, el Yacente ostipense muestra un rostro de silueta rectilínea, nariz lineal y afilada, orbitas oculares destacadas, boca entreabierta y el citado mechón sobre su hombro derecho recogiéndose la melena en el flanco contrario. El estudio anatómico es aceptable y al tiempo elegante y estilizado mostrando un paño de pureza anudado a su diestra de leves y pictóricos plisados12. Las comentadas tallas estepeñas vinculadas a Andrés de Ocampo pudieron encargarse al artista giennense entre 1583 y 1587, tras la realización del magnífico retablo de Santa María la Mayor.
los visitadores de la encomienda aluden a la existencia del templo ostipense13. En 1509 y 1511 se especifica que la ermita debía ser reparada y ampliada, y en 1549 se describe el edificio con tres naves. En 1568 intervino el arquitecto genovés Vicente Boyol ante la situación de ruina y la necesaria reparación. La parroquia debió ser remozada en la segunda mitad del siglo XVI desde el punto de vista arquitectónico y ornamental, coincidiendo con la llegada de los marqueses de Estepa. Entre los siglo XVI y XVII se citan nuevos altares, enseres y piezas artísticas de culto y devoción. En 1622 y 1628 los inventarios parroquiales nos hablan de “una hechura de Cristo grande que está en el altar de la sacristía”, y en 1694 los documentos vicariales citan “una hechura de Cristo Crucificado en el altar mayor”14. El retablo principal que preside actualmente la iglesia parroquial se fecha hacia 1760 dentro de la estética antequerana de Francisco Primo. En la calle central del tercer cuerpo sobre la cornisa se encuentra un singular crucificado15 de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII. Creemos que dicha imagen cristífera podría ser la que se cita en los inventarios parroquiales de principios del siglo XVII. Esta talla pasionista, por lo tanto, podría haber sido ejecutada en la transición de los siglos XVI y XVII, estilísticamente coincide con algunos aspectos escultóricos descritos, aunque muy repintada, por lo que vinculamos su hechura con el taller de Andrés de Ocampo. Su estética algo arcaizante muestra los aspectos previos al naturalismo barroco sevillano del siglo XVII. Ezequiel A. Díaz Fernández
Crucificado del retablo mayor de San Sebastián. La iglesia de San Sebastián se construyó en época santiaguista durante la baja Edad Media, en 1498 las actas de
Cristo de la Misericordia, siglos XVI a XVII, Los Palacios. Cristo del Mayor Dolor, siglos XVI a XVII, Iglesia de San Lorenzo, Sevilla. Cristo de la Misericordia, 1591, San Juan del Puerto. 10 AA.VV., “Los Mínimos en Andalucía”, 2000, Estepa, pp. 239-286. 11 Historiaestepa.blogspot.com.es, 2009. 12 Al parecer, en 1639 se documenta un Cristo muerto pero no debe tratarse de esta pieza manierista si no de otra de estirpe barroca la cual desconocemos. ESCALERA PÉREZ, Mª. E. y LASARTE SALAS, A., “La devoción soleana en Estepa: origen, difusión e iconografía”, inédito, Estepa. 13 Archivo Histórico Nacional (AHN), OM, 1498. 14 AGAS-AGVE. Al menos desde 1622 existía una “hechura de Cristo crucificado grande” en la estepeña iglesia de San Sebastián. 15 Historiaestepa.blogspot.com.es, 2009. 9
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