“Para un auténtico escritor, ada libro debería ser un nuevo comienzo en el que él intenta algo que está más allá de su alcance.” Ernest Hemingway
Más allá de nuestra imaginación ¿Acaso escribir nos ayuda a construir nuestra vida? Tal vez muchos piensen que la escritura es solo para escribir libros, artículos, revistas o, por lo que muchos escriben, tareas. Para ellos, la escritura solo tiene ese fin, por lo que escribir no es muy importante para sus vidas. Este pensamiento debe cambiar, pues la escritura es mucho más que eso. La escritura está para construir nuestras vidas, nuestras metas y para adecuar nuestros pensamientos y forma de ser. Escribir es una forma de conocernos a nosotros mismos y, solo al co- nocernos a nosotros mismos, podemos darnos a conocer al mundo. Escribir nos abre las puertas: la escritura nos da una nueva perspectiva del mundo, pues nos da una nueva forma de ver las cosas. Como dice José Watanabe, desarrollamos un nuevo ojo, con el que podemos ver una nueva apariencia de las cosas. Un ojo diseñado, únicamente para descubrir lo que no ha sido revelado. Citando a Watanabe: “El ojo como artefacto que toma los datos de aquello que llamamos realidad y los devuelve bajo la forma de poemas”. Una vez que escribimos, percibimos esa realidad de escritor: una realidad más amplia y con muchas cosas desconocidas que esperan ser descubiertas. Es evidente que la escritura es importante en nuestras vidas, mejor dicho, en la vida de todos. No es casualidad que la escritura, históricamente hablando, haya sido esa herramienta fundamental para que el hombre primitivo dé el paso a formar una sociedad. La escritura nos permite comunicar mejor las ideas. Mediante el papel y el lápiz se puede conseguir una forma de comunicación perfecta: comunicamos de tal forma que, quién los lee entiende lo que nosotros queremos que se en106