Siempre había tenido la convicción de que nuestro universo encerraba más enigmas de los que podíamos imaginar y por eso procuraba mantener la mente abierta y atenta a todo lo que tuviese un aire de misterio. Ney Yépez Cortés
Espiritualidad olvidada Los seres humanos, tan acostumbrados a percibir la vida desde lo corpóreo, olvidamos un aspecto esencial de nuestra existencia: la espiritualidad. El común de la gente desconoce la existencia de mundos multidimensionales inundados de sabiduría, a los que una mente reducida al presente y a su finitud no tiene ni tendrá acceso jamás. El escepticismo nos ciega, nos convence de que la imaginación distorsiona la realidad, y se resiste a un conocimiento mucho más rico, conformándose con lo lógico y fácil asimilar. ¿Pero qué mérito tiene comprender lo descaradamente evidente? El mundo palpable que conocemos es solo una fracción mediocre del mundo real. La dimensión material hace al protagonista de Crónicas Intraterrestres sentir la humedad de su ropa adhiriéndose al cuerpo cuando caminaba entre la selva, ver la tenue luz de la linterna en mientras descendía al interior de la cueva de los tayos, escuchar ecos extraños en medio de las galerías de la caverna, y oler su propia transpiración en las profundidades de la tierra. La dimensión espiritual, por otro lado, le hace presentir un mal augurio tras la desaparición de su compañero y la extinción de sus linternas eléctricas. Pero el hecho es ignorado, porque la naturaleza humana es obstinada y, aunque cuente con una inmensa potencia espiritual, se niega a liberarla. Nuestra capacidad mental está restringida a conformarnos solo con lo que nuestros sentidos nos dan. La vida moderna en la ciudad nos plantea un panorama muy superficial. Por el contrario, la comunión con la naturaleza y la espiritualidad 87