CP Jorge Arturo López Mátuz Consultoría Integral para Alta Dirección e-mail: jalmatuz@hotmail.com
HAGA BIEN LOS CAMBIOS EN SU EMPRESA a recuperación económica de las MPYMES no se dará por causa de un milagro. Las empresas, al igual que los árboles, cuando ocurre una crisis necesitan de una poda para que la organización siga creciendo firme, fuerte y frondosa. Esto quiere decir que hay que aprovechar este tiempo de reclusión y de paro de actividades forzado por el COVID-19, para analizar y puntualizar cuáles pueden ser los procesos o factores que debemos apuntalar y qué otros sustituir para recuperar e incrementar nuestros índices de productividad y rentabilidad. Los cambios en los procesos y en los equipos de trabajo no deben asustarnos, pues son parte de la vida misma. Implican una natural resistencia por parte de los involucrados con el fin de permanecer en el nivel confortable y estático. Esto no significa que debemos detenernos, pues la dirección de una empresa conlleva autoridad y responsabilidad. La primera puede delegarse, pero la responsabilidad jamás se pierde y su ejercicio no implica una democracia. Para lograr la aceptación y éxito hacemos las siguientes sugerencias: 1. Esté usted seguro de conocer los antecedentes, las razones y los beneficios del cambio. Tenga a mano toda la información que le hace proponer el cambio. Asegúrese de que sus empleados sepan que está usted bien informado y conoce las razones y beneficios que resultarán de implementarlo. 2. Si se permite un intercambio previo, será más sencillo lidiar con el rechazo. Si usted es capaz de enfrentar positivamente las objeciones de los empleados con razonamientos válidos y con un sentimiento de certeza y seguridad, entonces estará atenuando todo
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AÑO 22 • VOL. 22 • MAY-JUN • MÉXICO 2020
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tipo de ansiedades y sentimientos adversos y confiarán en su liderazgo. Es mucho más fácil manejar las posibles resistencias antes de hacer el cambio, que dejar que surjan después de su implementación. Para asegurar la aceptación del cambio solicite la ayuda de los empleados; si lo hace, muchos se comprometerán con él. También pregunte si tienen alguna duda o propuesta sobre el cambio. En realidad, los empleados son los expertos en cada una de sus áreas de trabajo y su opinión puede ser muy benéfica y puede tomarse en cuenta para su aplicación. Genere un diálogo, grupal o individual, y permita que le hagan saber sus sentimientos hacia la propuesta; no los presione, pues si alguien se siente acorralado tratará de defender su punto de vista a toda costa y después será más difícil hacerle cambiar de opinión. Evite presentar la propuesta del cambio como un ultimátum. En su lugar, hágalo a modo de una lluvia de ideas en la que todos participen, usted puede ir direccionando para no perder el enfoque en el tema; de este modo los empleados sentirán que se les toma en cuenta. Estas recomendaciones pueden hacerse en forma grupal cuando crea que más de la mitad apoyarán el cambio; si no tuviera esta certeza, mejor hágalo en forma individual. En lo personal renuncie en su fuero interno a ser su jefe; mejor compórtese como su líder y ejerza el tipo de liderazgo situacional compartido. Los empleados tienen una gran memoria, jamás olvidarán si los trató con respeto y consideración.