Visión para crecer
CUANDO NOS VOLVAMOS A ENCONTRAR, NOS TOMAMOS UN CAFÉ Por: Emilio Pineda Sotelo
o tengo idea de cómo estará el mundo cuando estas líneas lleguen a ti, querido lector. No sé si habremos salido de nuestro refugio sanitario o seguiremos un tiempo más en el claustro de la salud. Como ha ocurrido en estos tiempos del coronavirus, seguramente hubo gente que logró seguir las instrucciones de las autoridades y pudieron quedarse en casa; lo más probable es que muchas personas tuvieron que seguir trabajando y realizando sus labores más o menos como lo hacían cotidianamente porque la economía y los compromisos no les permitieron ver el refugio como una opción. Posiblemente hay personas que leen estas líneas y llevan en su corazón la herida de una pérdida. Lo cierto es que después de todos estos días, semanas y meses en que vivimos el suspenso de la pandemia,
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las instrucciones a veces contradictorias, las noticias verdaderas, las falsas, el miedo o la indiferencia, lo que se ve para adelante no será igual a lo que conocíamos. Las autoridades y los medios de comunicación hablan muy acertadamente de lo que nos espera: una nueva realidad, o como algunos le llaman, una nueva normalidad. Pero dicha realidad no comienza a la hora de abrir la puerta y salir. La nueva realidad se ha estado gestando en todos estos días y no nos habíamos dado cuenta. Tal vez aprendimos que en lo laboral es mejor crear prioridades, ya que nada está asegurado y menos en estos tiempos. Muchos perdieron su empleo, otros lo conservaron con algún doloroso cambio en su dinámica o disminución en su salario; otros más tuvieron que aprender a sumergirse en la tecnología para realizar tele-trabajo, o como muchos lo nombran “home office”.
AÑO 22 • VOL. 22 • MAY-JUN • MÉXICO 2020
Dentro de cada quien se despertaron descubrimientos interesantes: quizás hubo quien se dio cuenta de que su trabajo es sumamente valioso y se siente agradecido por tenerlo aún, aunque por otro lado hubo quienes finalmente reconocieron que su actividad laboral es algo que odian y que en estos tiempos podrían plantearse terminar con eso y generar un cambio. En el ámbito familiar las cosas no han sido diferentes. Mientras unos afirman que estar en casa ha sido lo mejor que les ha pasado y que gracias a ello han tenido la oportunidad de reencontrarse con su familia, otros han descubierto que el nivel de deterioro es grande y que estar en familia no es otra cosa sino una difícil forma de pasar el tiempo. Hace unos días un periódico español publicaba un artículo interesante sobre aquellas personas que empezaron a