Expresiones contemporáneas de la identidad chopcca
Nos dijeron que en las noches de luna, cerca al panteón salen dos chanchos gritando. Dos amigos y yo fuimos al lugar, llevando cada uno un látigo para atraparlo. En eso nos dimos con la sorpresa de que era cierto, salieron dos chanchos gritando. Seguro eran qarqachas. Los esperamos en el camino para atraparlos pero no aparecieron, seguro se fueron por otro camino (Quispe Escobar, entrevista personal, mayo de 2008).
* Cuando nosotros éramos jóvenes, íbamos al champatikray en el chakmeo, de paso para conversar con nuestras enamoradas, a veces dormir con ellas. De pronto aparece el qarqacha gritando y llorando. Con miedo, ya casi a doscientos metros, nos animamos y seguimos caminando, estaba casi cerca de nosotros, tal vez a unos cien metros, estábamos de miedo, empezamos a rezar. Había dejado de gritar. En eso lo vimos venir como un bulto grande; estaba sentado creo, no lo miramos, teníamos miedo. Nosotros íbamos por encima del camino y lo atajamos. Vimos que era un bulto negro con ojos rojos. Le tiramos piedras, no me atreví a acercarme más, estaba yo como borracho, le tiramos nuevamente piedras y se fue; era casi las tres de la mañana. Llamamos qarqacha a los que tienen relaciones con su misma familia, entre sobrinos, primos, padres e hijos (Quispe Carbajal, entrevista personal, octubre de 2007).
* Se dice que las personas se convierten en qarqacha cuando están con sus propias familias. Mi mamá me decía que había una mujer que la llamaban loca, y estaba con su propio hijo. Luego la quisieron agarrar. Dice que estos qarqachas tienen miedo a la cruz, al cuchillo, al látigo y a la soga hecha del cuero de llama. Una abuelita la había atrapado y la golpearon llevándola no sé a dónde. Las qarqachas comen niños, se llevan su cabeza y andan como el viento, siempre se aparecen de noche cuando estas solo (De la Cruz Soto, entrevista personal, 2007).
* Un día que hubo un matrimonio, una persona estaba mareada y andaba como el viento, haciendo asustar a las personas de la fiesta. Dicen que era un señor que estaba con su propia hija. En la noche sus espíritus salen y se convierten en animales y quieren comer a los niños para poder salvarse (Sedano Quispe, entrevista personal, 2007).
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