Entre la diferencia y la desigualdad
La etnicidad, rasgo prohibido La gran transformación vivida por la sociedad peruana en el último tercio del siglo XX contó con factores importantes que la canalizaron hacia una nueva configuración, como las reformas del Gobierno Militar de 1968- 1975 y los movimientos sociales bajo la influencia de la izquierda, a la que estaba ideológicamente ligada buena parte de la capa intelectual. Parte de esta transformación fue la creación y difusión de un nuevo discurso sobre la sociedad nacional desde la perspectiva de la lucha de clases, que analiza la historia peruana como una historia de explotación y la necesidad de superar las estructuras de desigualdad que persisten hoy en día, para crear una nueva sociedad –y por ende una cultura– sobre bases populares,10 nacidas del gran proceso migratorio de la segunda mitad del siglo XX que se plasmó en el contingente de organizaciones de base barrial y sindical y en las multitudes, ahora populares, que habían cambiado el panorama urbano. Con la campesinización oficial de la población rural, el tema indígena dejó de ser parte de la política oficial respecto de los pueblos andinos. Los rasgos culturales y étnicos quedaron invisibilizados, y la población rural de sierra y costa fue tratada como una masa común e indiferenciada, tanto de parte de las políticas de Estado como de las agrupaciones políticas. La gran diversidad de términos y categorías usados por las poblaciones locales y las muy diferentes realidades en que se desenvuelven las poblaciones en las áreas rurales fueron objeto de una tabla rasa oficial, que luego adoptaron las mismas poblaciones en la medida que presentaba indudables ventajas. Desde una perspectiva de etnicidad, el efecto de tal sustitución de términos fue que se siguió subsumiendo bajo otro nombre a toda la diversidad existente en el país y en particular en la región altoandina. Este discurso encontró un campo abonado en el ambiente creado por las reformas del gobierno militar de Velasco Alvarado y halló el camino a su generalización en la masificación de la educación, una de las más intensas del continente en ese momento. El crecimiento exponencial de la población 10 Este discurso, llamado por Portocarrero y Oliart (1989) la “idea crítica” del Perú, es una versión alternativa sobre la historia y sociedad nacionales, que supone que el país ha pasado por un derrotero de injusticia y grandes frustraciones sociales iniciado en la Conquista. La desigualdad social nacida de este evento ha tenido, desde entonces, como respuesta la resistencia constante del pueblo en camino a su liberación social. Concepción simplificada de la lucha de clases entre un pueblo cuyas bazas son el progreso y la igualdad social, y unos sectores dominantes de rasgos atávicos y en decadencia moral.
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