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mismo diario, y continuarían más impresos en los meses siguientes, mayormente centrados en el tema de la soberanía popular y de la inteligencia, que ya escapan a nuestro tema de interés.
Finalmente queremos mencionar, que además de la importancia política del Sermón, también es un hitomodulante respecto de la visión antagónica hacia los tiempos virreinales, como muy bien lo señala Porras Barrenechea: “Entre tanto, se va modificando el sentimiento de hostilidad hacia la obra de España en América. El primer gesto en ese sentido lo representa el Sermón de Herrera, de 1846”340. Dejando que tampoco significaba un cambio sustantivo o de tendencia, simplemente marca la aparición de voces que, con más sensatez que pasión, resaltan que no puede dejar de reconocerse la presencia hispánica en el Perú y América.
TÍTULO II: LA TENDENCIA CONSTRUCTORA (1847-1871)
Conforme avanza el siglo XIX, sobre todo la parte de Sattlezeit que como está dicho, Koselleck consideraba tiempos acelerados desde 1750 hasta 1850, la formación de naciones en el conocido mundo occidental, tanto en Europa como en América, genera esa necesidad de dotar de una historia, pero esta ya no puede ser tomada desde la literatura,teniendo los hechos y los personajes como eje central, , pues su fácil exageración hiperboliza el pasado, en unos casos y apoca en otros, donde el relato tiene como base la magia literaria.
Hemos segmentado estos 23 años como una segunda etapa de aquella que forma el primer cincuentenario, atendiendo a un nuevo impulso para la formación de una historia temporalmente holística, que, por encima de la urgencia y entusiasmo de procurarla, le agregue cierto valor epistemológico, pero principalmente pedagógico que permita
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Porras Barrenechea, Raúl, Mito, Tradición e Historia del Perú, 79.