Imagen: Falkenpost | Pixabay
¿Te conozco? L
a duda empezó aquel día, igual que todos los demás. Mis 1.76 metros de altura estaban
completamente cubiertos debido a que soy muy friolento. Eran pasadas las 12 del mediodía, y como tenía el mal hábito de desvelarme por las noches, la anterior no fue la excepción. Me había puesto a probar un nuevo videojuego que Jasón me regaló a modo de celebración por mi nuevo proyecto en el trabajo. Como programador independiente, la mayoría del tiempo me tocaban proyectos no muy grandes y desde que nos establecimos en este pequeño pueblo, aún menos, pero este nuevo proyecto era bastante importante y emocionante. Al salir de la habitación, Jasón seguía allí. Estaba colocándose su blazer de camino a la puerta. —Hoy pude verte antes de volver al trabajo, Tyler —dijo él mientras se acercaba a mí para darme un beso—. Nos vemos más tarde, te dejé algo para desayunar en el microondas. —Está bien, gracias, amor —contesté en un bostezo mientras me despedía sacudiendo la mano—. Avísame si hoy mostrarás casas hasta tarde, quiero ir al cine. Me senté en el sofá de la sala luego de buscar el desayuno y mi fiel taza de café, y encendí el televisor para ver las noticias. Lo primero que apareció en la pantalla fue un reportero informando el descubrimiento del cadáver de una mujer a altas horas de la madrugada en los
10