La narrativa de las patrias inmateriales Estas jornadas sin fronteras Nunca había estado en un lugar en el que no tuviera que esconder una de mis habilidades. Nor-
Laila Hotait
malmente, cuando estoy en un festival de cine no digo que me dedico a lo académico y cuando participo en un evento académico parece no tener cabida mi trabajo como artista. Pero en este volumen, en el cual se revaloriza y observa la identidad situada en las fronteras como algo poliédrico y enriquecedor, todo merece la pena ser tenido en cuenta. Describiré brevemente algunos conceptos con los que he trabajado para reflexionar acerca de la identidad y cerraré pensando cómo estas ideas se reflejan en mi trabajo. Asimismo, señalo que haré referencia al Líbano, de donde es la mitad de mi familia —un país del que fueron muchos los que tuvieron que partir por las circunstancias—, y no a España, de donde es el resto de mi familia, a pesar de que en este segundo país es quizás aún más necesario proponer una reflexión en torno a los exiliados de la Guerra Civil y su posterior dictadura.
El lenguaje y el ser exiliado Primero, propongo el lenguaje, sus estructuras gramaticales y la palabra como el espacio ideal de juego para pensar las identidades construidas en las fronteras aquí tan debatidas. Martin Heidegger nos sugiere un concepto rico y ampliamente conocido, Da-sein, been there, el estar ahí, en su obra incompleta más famosa, Ser y tiempo, e indaga acerca de la identi-
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