CRÓNICA DE LAS FIESTAS 2018 Miguel Sempere Martínez Cronista Oficial de Fiestas
Castillo de Banyeres de Mariola. Foto cedida per: Óscar Navarro Albero.
E
n crónicas pasadas quise rendir homenaje a dos maestros de las letras, Cervantes y Juan Ramón Jiménez, por coincidir fechas y similitudes aplicables a la fiesta. Hoy es de obligado cumplimiento recordar que cumple su cincuenta aniversario el Banco de Sangre María Auxiliadora de Banyeres; medio siglo salvando vidas de forma anónima y altruista pudiendo denominar a esos hombres y mujeres como “héroes del silencio”.
¿Nos hemos parado a pensar que quien desfila a nuestro lado marcando el paso al son de la música festera, puede habernos dado la vida en aquella operación, o después de un accidente?; ¿o si a alguno de ellos hemos sido nosotros quienes contribuimos a salvarle la vida con nuestra sangre?; lo maravilloso de todo esto es que únicamente lo sabe Dios o San Jorge, y que el pago es la satisfacción del deber cumplido.
España, y concretamente nuestra Comunidad Valenciana, están a la cabeza mundial de los trasplantes de órganos, y para ello y para muchas otras necesidades, hace falta que existan esas personas de las que no quedan inscritos sus nombres y apellidos, pero que ofrecen una parte de su ser generosamente a beneficio de quienes lo necesitan, personas que agradecen a quienes han ayudado sin conocerlos, el haberles dado la oportunidad de ser generosos, por tanto, de ser mejores.
Por esto quiero recordar que, en el verano de 1969, en vísperas de las fiestas de la Relíquia, un grupo de mujeres y hombres de Banyeres fundaron uno de los primeros bancos de sangre de España (diez años después del de Alcoy, que nos impulsó a este gesto), muchísimos años antes de que la sangre se regulara por los actuales Centros Oficiales de Transfusiones. Durante décadas solicitaban sangre de tal o cual grupo y algunos banyerenses nos desplazábamos voluntariamente y la entregábamos brazo a brazo a los enfermos, como ofrecemos el brazo al compañero de escuadra.
Y ¿por qué este homenaje precisamente en el marco de la fiesta?, porque la fiesta no solo es divertirse, que también; es convivencia, espíritu fraternal y ganas de vivir. Muchos de nuestros festeros o familiares son donantes de sangre y nos dan una lección de saber pasarlo bien haciendo fiesta, honrando a nuestro Patrón San Jorge y al mismo tiempo solidarizándose con sus semejantes. Por eso la sanidad es imprescindible dentro de cualquier celebración festiva.
A los fundadores que nos han dejado, a quienes ya no pueden ser donantes activos por la edad, y a todos aquellos que actulmente acuden a la cita en el Centro de Salud, muchas gracias. ¡Somos un pueblo modelo! ¡Gracias “héroes del silencio”! Y ahora después de la anterior reflexión, pasamos a describir la…
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