Pasión y Glorias Estepa 2018
Tiempo de Pasión A penas hace unos días, dejamos atrás la celebración del nacimiento de Jesús, para entrar en un nuevo periodo de tiempo, donde todos volveremos a revivir la vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Dejaremos atrás a ese Niño en el pesebre adorado por todos para seguirle en su andadura como adulto para enseñarnos a todos el camino de la Fe, y en el pueblo de Estepa sustituiremos el olor a canela por el olor a incienso que impregna con suave brisa cada rincón de este bello pueblo. Volveremos a seguir con el ritual de cada año, sacando de los cajones nuestras túnicas y capillos anunciando que estamos de nuevo en otra Semana Santa, donde cada Hermandad tendrá su espacio y su tiempo, comenzando así por una parte importante, los Cultos. Nos veremos en un ir y venir de preparativos para que llegado ese día tan importante para los Cristianos todo luzca como queremos, y así sin que nos demos cuenta llegue esa bendita Semana que todos esperamos con tanta ilusión pero eso sí, sin olvidarnos que los más importante de todo es nuestro amor a María y a Cristo y que los más fuerte que nos une es nuestra Fe en Ellos. Esta Fe se pone de manifiesto cada día de la Semana Santa, desde el comienzo de ésta, con el Domingo de Ramos hasta la finalización de la misma con el Domingo de Resurrección.
Esta Hermandad es sencilla y austera, nuestra única pretensión es la de salir cada Sábado Santo y llevarle a tos los estepeños Nuestras Benditas Imágenes. Para ello trabajaremos incansablemente durante todo el año con la única finalidad de poder realizar nuestra Estación de Penitencia. Nuestra Cofradía representa un pasaje bíblico muy triste, pues no hay nada peor que ver como tu hijo es enterrado después de haber sido brutalmente maltratado, así como no hay amargura mayor que la soledad de una madre rota por el dolor al ver a su hijo que yace muerto, es lo peor que una madre tiene que vivir. Nuestros preparativos para nuestra Estación de Penitencia comienzan el Viernes Santo por la tarde en lo que todos nos reunimos en torno a los pasos para empezar con los adornos florales, como una gran familia estaremos frente a frente con nuestras Benditas Imágenes que tanto veneramos, muy cerca, cara a cara y el sentimiento que nos invadirá será tan fuerte, que las horas de trabajo pasarán volando, y así en este menester nos amanecerá el Sábado Santo, el día tan esperado por todos. A media mañana nos volveremos a reunir para ofrecer a Nuestra Señora de la Soledad un rosa, símbolo de nuestro amor, y ante la atenta mirada de nuestra Madre le rogaremos cada uno desde nuestro inte-
Solemne Día en que las campanas de todas las iglesias de Estepa sonarán como música celestial anunciándonos que todo se cumplió, aquello que tantas veces nos predijo se ha cumplido, Jesús ha resucitado, aleluya. Permitidme que me dirija a vosotros ahora para hablar del Sábado Santo y de la Hermandad del Santo Entierro de Cristo, Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Soledad, Hermandad ésta a la que me siento muy ligada y no tanto por pertenecer a su Junta de Gobierno, sino por el amor que mi padre me inculcó a ella siendo yo muy joven. 31
rior por aquello que se desee, en silencio frente a Ella mirándola como solo se mira a una madre. Después y tras un periodo de descanso en casa, nos vestiremos con nuestras túnicas y capillos, cogeremos nuestro cinturón de esparto con el deseo de comenzar un nuevo año nuestra Estación de Penitencia. El silencio que invadía por la mañana la iglesia se rompe por la tarde con el trajín de faroles que se van repartiendo entre todos, y tras la oración por los seres queridos que ya no están, se abrirán las puertas de la iglesia dando paso a la comitiva del Sábado Santo, nos invade un sinfín de sentimientos, alegría, tristeza, devoción, todos se entremezclan, pero hay uno que compartimos todos, nuestro amor a María y a Cristo, y una vez en silencio y enlutados caminaremos por las calles de Estepa para hacer llegar Nuestras Benditas Imágenes a todos. Y Estepa, como solo ella sabe hacerlo, nos esperará para rendir culto a Nuestra Señora de Soledad y a su Hijo yacente. Este día iremos todos de negro, compartiendo su dolor, pero mañana, mañana vestiremos de blanco y las campanas resonarán gritando aleluya Jesús ha resucitado. Remedios León Muñoz