Amie Siegel
de se
Fetish [Fetiche], 2016
En Fetish, Amie Siegel nos invita a reflexionar sobre los procesos de fetichización con los que nos vinculamos a determinados objetos. El término fetiche aglutina varios significados. En su origen feitiço era la palabra con la que los portugueses denominaban algunos objetos novedosos que se encontraban en el África Occidental en el siglo XVI, cuyo valor les era desconocido. El término no aludía a elementos pertenecientes a una cultura específica, sino que cumplía la función de traducir y transvalorar objetos en el contexto de un encuentro entre sistemas sociales y religiosos radicalmente heterogéneos. Estos objetos encarnaban valores religiosos, comerciales, estéticos y sexuales para los que no había términos de comparación desde Occidente. Esta dificultad para determinar el valor de las cosas es recogida por Karl Marx al identificar fetiche y mercancía, entendiendo ésta como un constructo social por el que se otorga un valor monetario en el que intervienen factores no descifrables. Posteriormente Sigmund Freud utiliza el término para designar un tipo de objeto donde se sitúan proyecciones y deseos sexuales, cuyas motivaciones tampoco son legibles. También se llaman fetiches algunos amuletos que se llevan en el cuerpo a los que se les atribuye un poder mágico y es así como Picasso 26
In Fetish, Amie Siegel invites us to reflect on the fetishizing mechanisms through which we imbue objects with personal meaning. The word “fetish” can mean several things. Originally, feitiço was a term that the Portuguese applied to novelties discovered in West Africa in the 16th century whose value was a mystery to them. It did not refer to objects pertaining to any particular culture, but merely served to translate and trans assess objects at the intersection of radically different social and religious systems. These objects had religious, commercial, aesthetic and sexual meanings for which there were no comparable terms in the West. The difficulty of determining the value of things was expressed by Karl Marx when he coined the term “commodity fetishism”, a social construct for assigning monetary value based on indecipherable factors. Sigmund Freud later applied the word fetish to an object that encapsulates sexual desires and projections whose underlying motivations are equally unreadable. Amulets worn on the body and believed to have magical powers are also called fetishes, and Picasso used the same word to describe the “Art Négre” sculptures he discovered at the Trocadéro. Equating artworks with fetishes, Siegel’s creations frequently explore
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