INVESTIGACIÓN APLICADA En 2035 estará entre los treinta mayores cultivadores de olivo del mundo
Análisis estratégico de la olivicultura Brasileña 2020/35 La olivicultura fue introducida en Brasil a fines del siglo XVII, y en 1800 se plantaron los primeros olivos en las regiones sur y sur-este. En la década de 1940 se crearon programas de incentivos con suministro de plantas, asesoría técnica y beneficios fiscales que se desarrolló hasta 1960 cuando debido a problemas fitosanitarios se perdieron la mayoría de esos olivares. Por Jorge PEREIRA Fac. de Agronomía. Universidad de la República Consultor Internacional / Montevideo - Uruguay
T
ras altibajos en el cultivo del olivar durante los últimos cincuenta años, en la actualidad en todo el país hay 6500 hectáreas en los estados de Río Grande do Sul, Minas Gerais, Santa Catarina, Paraná, San Pablo, Río de Janeiro y Espíritu Santo. Respecto al consumo promedio por persona/año es 370 ml de aceite y 530 gramos de aceitunas de mesa, aunque en estados como Río de Janeiro el promedio es cercano a un litro. Esto ubica a Brasil entre los 10 mayores consumidores del mundo de aceite de oliva (posición 9) y aceituna de mesa (posición 7). En 2019 se elaboraron 210 toneladas de aceite (0,026% del consumo) y se importarán casi 85 mil toneladas y 120 mil de aceituna de mesa, siendo el segundo importador mundial por un total cercano a los R$ 3.200 millones. Con las estimaciones de consumo, el país podrá atender el 10% de la demanda interna lo que obligará a depender de las importaciones, por lo que se deben exigir reglas de control de calidad, incentivando la fiscalización tanto de consumidores como organismos estatales con jurisdicción en la materia.
Futuro panorama Cuando el área actual de olivos se encuentre en plena producción (12-15 años de plantados) se obtendrán 7 mil toneladas y en 2025 en 20 mil hectáreas proyectadas entre 2030-2035 producirán 25 mil toneladas de aceite. Con las
tendencias de crecimiento de los últimos 10 años, en 2035 el consumo de aceite será de 235 mil toneladas (6,5% anual) y 240 mil de aceituna de mesa (4,5% anual) ( Ver Tabla) por lo que el 10% del aceite que se consuma podría ser de origen nacional. Con estos precedentes, la proyección de futuro requiere cuatro condiciones: 1) Mantener la calidad de producción: la cadena oleícola Brasileña ha logrado estándares de calidad sumamente altos, y al mismo tiempo ha conseguido un nivel de fidelización de un producto de cualidades nutritivas y saludables únicas en el mercado nacional, que ha llevado a una aceptación y cotización mayor (≈50%) que los aceites importados. 2) Aumentar la productividad por hectárea y rendimiento por kg de aceituna: los niveles de eficiencia productiva son bajos por la edad de los olivos. Los 230 mil litros obtenidos se podrían haber elaborado con 250 mil olivos, una producción de 10 kg de aceituna/árbol y un rendimiento graso de 10%. En las 6.500 hectáreas con un promedio de 330-350 árboles/hectárea hay aproximadamente 2,30 millones de olivos, estimándose que 10% de los olivos están en producción y se obtiene 30% de los kilos esperados. Esta diferencia se puede explicar por la edad de las plantaciones (menores a 7 años, cuando se esperan niveles de producción superiores a 20 kg por árbol), y la escasa experiencia en el cultivo, estándose todavía en una etapa de aprendizaje de manejo en las condiciones de suelo y climáticas.
Actualmente Brasil es el segundo importador mundial de aceite de oliva y aceitunas de mesa 80
Olimerca
/ 1º TRIMESTRE 2020
