PRESENCIA DE LUIS MIGUEL MADRID, UN POETA DE TODOS NOSOTROS
Poemas de Luis Miguel Madrid (Madrid, 1960-2020) De Rúa das Janelas Verdes
De Bormazo
No era el mar
Madragoa
El silencio parecía un relincho de caballos, Existía la paz, desconocíamos el ruido, pero por los adentros algo bravo vibraba que no era el mar.
Llegar a Ítaca es necesario para encontrar la desembocadura del Tajo. Hay que llegar más lejos que el error y volver luego a la alquimia de Bomarzo, desandar siglos y mesetas, atravesar paisajes de cerezos, fronteras de mentira y recordar mientras te miro las letras de un demonio que se llamó Pessoa: «soy del tamaño de lo que veo». A la península de los amores imperdibles que está junto al Bairro Alto le dicen Madragoa y se llega amando por los costados de los cuatro gigantes que llevamos dentro.
De La caja italiana
En el nombre de esta página Este inmenso espacio delimitado por esquinas, que linda a la izquierda con la página anterior y a la derecha con tus dedos debería estar cubierta con equis, como esas que se ponían al final de las postales para significar besos, uno por aspa; o como esas otras cruces que marcaban el vértice de aquel poema especialmente dedicado. Yo hoy no soy nadie y escribo como tal, en el nombre de esta página, marcada a sí misma en este verso que desde este lado del tiempo te recuerda, de la misma forma que un brazo mutilado siente el pulso de su mano inexistente.
De El sacrificio de ganar
Dolencias Me duele el pecho cuando pienso en ti, cuando pienso en ti me duelen las plaquetas, las anginas operadas en el 75 y los huecos que tengo entre los dedos de los pies. Son achaques entrañables que me alivian de aquellas otras dolencias que sufría cuando te conseguía olvidar.
La comedia sin título De los mejores viajes nunca quedan fotografías, el fuego sólo arrasa los libros que nos han marcado, las amantes inolvidables terminan viviendo en otra ciudad. Es sencillo comprobar cómo las cosas importantes disponen de ciertos mecanismos para pasar desapercibidas, como los buenos amores, que saben el momento justo en el que deben retirarse. 36
| ULRIKA 66
Exigencias Exijo a mis amantes que antes de un año me abandonen, que se lo lleven todo, que me denuncien, me insulten, que me mientan o me agredan. Pero no hay manera, irremediablemente me defraudan olvidando el compromiso y condenándome a sufrir.