GUILLERMO MOLINA MORALES Al fondo está el mar, siempre el mar POR LAUREN MENDINUETA
L
a escritura de un libro de poemas es la recreación de un mundo nuevo, de manera que la primera tarea de quien escribe consiste en explorar ese mundo con la mayor atención, abordándolo como algo desconocido, sin relación evidente con otros mundos que cree conocer, o en los que cree reconocerse. El poeta que no tiene miedo a hurgar en la herida de lo más íntimo, se descubre a sí mismo en los entresijos de la escritura, incluso cuando escribe sobre lo que aparentemente le es ajeno. Mar caníbal (Pre-textos, 2021), el más reciente libro del poeta Guillermo Molina Morales (Zaragoza, 1983), es un claro ejemplo de esto. Su poemario es un mapa, una cartografía de territorios cercanos y distantes entres sí, desde el Caribe hasta la India, rozando discretamente las costas europeas. Cada poema que forma el corpus del libro parece fundirse en el siguiente o en el anterior, así como el mar mismo toca al tiempo varias orillas en distintos continentes. En Mar caníbal, las miradas se encuentran, el poeta ha renunciado a ser uno solo, se arriesga a ser muchos. Su voz poética cambia de posición, ensaya a ser el otro o la otra. La voz que habita el libro es muy clara, pero mutante. Se transfigura en el discurso, es capaz de adoptar diferentes géneros y nacionalidades. Pero también es capaz de plantarse en las fronteras y mirar para ambos lados. Los puntos de vista jamás están fijos en Mar caníbal, es una de sus carac-
terísticas más sorprendentes. «Los trabajadores sonríen a los turistas / Los turistas sonríen a las cámaras // Los turistas merecen fotografías hermosas // Los edificios eran barracones de esclavos / Hoy sirven buffet libre a toda hora». Uno de los temas más interesantes que aborda el poemario es el de las fronteras. Veamos, por ejemplo, el poema titulado «Frontera (República Dominicana / Haití)»: «Primero nos invadieron con soldados / Ahora nos invaden con pobres // La frontera se delimita por el río Masacre // El simple odio hacia los negros / Para creer que ellos no son los negros // La pronunciación de perejil era la frontera // Lo único que tengo es dos hermanos en América / Dicen que ya pronto entraré en América // Las donaciones Guillermo Molina Morales. Foto: archivo particular.
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