Revista Vuelo N°3

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VUELO

REVISTA UNIVERSITARIA DE CULTURA Monterrey [enero-febrero, 2017]

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Monterrey, México /

enero-febrero de

2017 /

número

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Índice

Editorial / 2 La reelección en México / 3 Antonio Estrada Villarreal No siempre se tiene la razón / 8 José Luis Cisneros Arellano La Constitución de 1917: legado de instituciones / 13 Pedro Castellanos R. Control de daños / 16 Adolfo González ¿Implicaciones trágicas del ethos regio? / 19 Cris Villarreal Navarro Día del Patrimonio de Nuevo León: oportunidad para todos / 23 Daniel Sanabria Gobiernos truncos en Nuevo León / 27 Abel Moreno López STUANL: a 53 años de su fundación / 33 Rafael Garza Ibarra Las marchas de resistencia de las mujeres / 38 Lídice Ramos Pablo Flórez / 41 Ficcionalizar al escritor / 42 Gabriel Contreras Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre… / 49 Roque Dalton Del prólogo a Un libro levemente odioso / 50 Elena Poniatowska Los mecenas de “Friducha” Kahlo / 53 Raymundo Hernández Alvarado El mes más cruel / 59 Nazario Sepúlveda Biblioteca “José Alvarado”, apuntes para su historia / 62 J. G. Martínez No tenían más armas que la aurora… / 65 Pablo Neruda El arte de José Clemente Orozco / 67 Alfonso Reyes Aurrecoechea Reseñas: Julia Ibarra, 68 / Óscar Efraín Herrera, 69 / Abelardo Cantú Arizpe, 70

Raymundo Uviña

Dibujos: José Clemente Orozco, Pablo Flórez


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Raymundo Uviña

Editorial

nuevoleoneses, el 5 de febrero tiene un significado singular, porque ese día conmemoramos dos sucesos históricos de señalada trascendencia. Uno de ellos, de relevancia nacional, es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de 1917. El otro, de importancia estatal, es la fundación, en 1964, del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León (STUNL). En el caso de nuestra Carta Magna, no olvidemos que hace 100 años, gracias a su contenido progresista, México ocupó un sitio descollante entre las naciones del mundo, al reconocer los derechos del ser humano como la base de las instituciones sociales, al establecer como principio indiscutible que la soberanía reside en el pueblo; al afirmar que el pueblo se constituye en una república representativa, federal y democrática, cimentada en el voto popular, la autonomía de los estados y el equilibrio de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Como coronación de la gesta revolucionaria iniciada en 1910 –caracterizada por profundos rasgos democrático-burgueses–, la Constitución incluyó preceptos benéficos para todos los mexicanos: las garantías individuales (Art. 1), la educación laica y gratuita (Art. 3), la libertad de imprenta (Art. 7), la libertad de culto (Art. 24) y lo referente al trabajo y la previsión social (Art. 123). ¿A quiénes recordamos este 5 de febrero? A los mexicanos caídos entre 1910 y 1917 –un millón, aproximadamente–; a quienes tomaron las armas y combatieron; y a aquellos que con la palabra y la escritura forjaron y redactaron las leyes contenidas en el texto de nuestro documento mayor. El otro suceso histórico que los universitarios nuevoleoneses conmemoramos el 5 de febrero es el de la fundación del STUNL, el primer sindicato universitario independiente surgido en nuestro país. Fue un grupo de profesores liberales, progresistas –donde estaban los comunistas–, el que, superando todos los obstáculos, impulsó la fundación del STUNL hace 53 años e integró en su seno a todos los trabajadores al servicio de la universidad. Inspirados en los principios ideológicos de la Constitución de 1917, el STUNL fue concebido para la defensa de los intereses económicos, sociales y profesionales de los trabajadores universitarios nuevoleoneses. Para guiarlo en esta ardua tarea, sus fundadores le fijaron los siguientes objetivos generales y específicos, contenidos en el Artículo 4 de sus estatutos: El Programa de acción del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, comprende los siguientes objetivos generales y específicos: I. Luchar por el perfeccionamiento continuo de nuestro sistema democrático de gobierno y por la permanencia de las instituciones revolucionarias. II. Cuidar siempre que la educación esté al alcance del pueblo. III. Impulsar la educación nacional para que cumpla el objetivo fundamental de orientar a la juventud en la práctica de los principios de responsabilidad ciudadana, de solidaridad social y de confraternidad humana universal. IV. Mantener el respeto a las convicciones políticas, a las ideas filosóficas y a las creencias religiosas que sustenten y profesen cada uno de los trabajadores de la universidad. También en el Artículo 5 que establece: El Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León mantendrá invariablemente su independencia y autonomía, sin más limitaciones que las que la Ley establece, y no aceptará injerencias en su vida interna de organismos políticos ni religiosos, ni podrá intervenir oficialmente en actividades políticas o religiosas. Conmemoremos, pues, los dos sucesos antes mencionados e insistamos en la observación de los principios que los inspiraron, sin olvidar jamás a quienes con valor los defendieron —y aún hoy defienden— ante los beneficiarios de los injustos privilegios. § ara los universitarios


Pablo Flórez

La reeleción en México Antonio Estrada Villarreal

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La Reforma

Acuerdo Número 94 de los 95 acuerdos del Pacto de México, ha generado reformas legales que derogan la prohibición de la reelección inmediata y nos llevan de vuelta al liberalismo del siglo XIX. l

Las siete leyes constitucionales de 1836 permitían la reelección, al igual que lo hizo la Constitución de 1857. Los liberales consideraban que la prohibición de la reelección era una limitación a la democracia, ya que restringía la voluntad soberana de la población para elegir a sus gobernantes. ¿Por qué oponerse a la reelección de un Pericles?, por ejemplo.

La historia La Constitución de Cádiz de 1812 –a cuya discusión acudió en un principio nuestro Fray Servando Teresa de Mier como espectador, para convertirse más tarde en auxiliar de la Diputación de la Nueva España, encabezada por Miguel Ramos Arizpe–, generó un cuerpo de leyes muy avanzado para su época. Entre otras cosas, dispuso en su Artículo 110 que “Los diputados no podrán volver a ser elegidos sino mediante una diputación.” Se prohibía así la reelección consecutiva.

La ambición humana Según Diódoro Batalla: “Hay una verdad que arranca de nuestra historia: Todo hombre que ha llegado al poder en nuestro país…difícilmente ha salido de él…la no reelección es una merma al sagrado derecho del sufragio, pero es una merma necesaria indispensable.” En nuestro país, el temor a que se utilice el poder para perpetuarse en un cargo ¡ha sido una realidad! Como decía Rubén Darío: “En el hombre hay mala levadura.”

Influencia de la PEPA1 A pesar de que los insurgentes habían declarado la guerra a España, inconformes por el mal gobierno del Imperio, incorporaron a México las ideas trascendentes contenidas en la Constitución Gaditana. Como ejemplo, prohibieron la reelección continua en la Constitución de Apatzingán de 1814 (la cual nunca tuvo vigencia), cuyo Artículo 57 disponía: “Tampoco serán reelegidos los diputados si no es que medie el tiempo de una diputación.” Esto en concordancia con las disposiciones relativas al ejecutivo, constituido por un triunvirato, ya que el Artículo 135 señalaba al respecto: “Ningún individuo del Supremo Gobierno podrá ser reelegido a menos que haya pasado un trienio después de su administración.” La primera Constitución del México independiente, promulgada el 4 de octubre de 1824, mencionó en su Artículo 77: “El Presidente no podrá ser reelecto para este cargo, sino al cuarto año de haber cesado en sus funciones.”

El porfiriato El general Porfirio Díaz Mori se reeligió en la presidencia en siete ocasiones; afortunadamente los periodos de gobierno eran de cuatro años. A principios del siglo XX México era un país predominantemente rural, de ahí que, una causa fundamental del descontento social era el acaparamiento de la tierra por unos cuantos latifundistas y el clero, quienes, además, evadían los impuestos correspondientes porque formaban parte del grupo de “los científicos” en el poder. Además de la explotación que llevaban a cabo los empresarios extranjeros de los trabajadores mexicanos, estos eran víctimas de la discriminación. Por ejemplo: del capataz para arriba eran extranjeros y a estos les pagaban en oro mientras a los mexicanos en pesos plata. Víctimas de la humillación, los malos tratos y los bajos sala-

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rios, los obreros se lanzaban a la huelga, durante la cual eran masacrados. Basta recordar los movimientos obreros de Río Blanco, Veracruz y Cananea, Sonora, en donde Díaz permitió el ingreso de los rangers de Arizona para disolver la huelga de los mineros. Campesinos, obreros, maestros, acaudillados por demócratas liberales, se rebelaron contra la dictadura después de la burla que hicieron “los científicos” de las elecciones de 1910.

La Revolución La Revolución Mexicana tuvo un alto costo demográfico, según Javier Garciadiego, investigador del Colegio de México, quien afirma que 2.1 millones de individuos fueron víctimas de la violencia de la lucha, otros de la edad, enfermos de tifo o de la influenza española, muertos por falta de atención; de ellos, medio millón no alcanzó a nacer. En medio de esa sangría revolucionaria fue parida la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, en la cual se amalgaman los postulados de los triunfadores y los ideales, aún no alcanzados en gran parte, del pueblo en armas que ofrendó su vida con la esperanza de lograrlos.

El que a hierro mata…

José Clemente Orozco

Se estima que la lucha armada concluye en mayo de 1920, con el asesinato del presidente Venustiano Carranza Garza, en Tlaxcalantongo, Puebla, perpetrado por los esbirros del general Rodolfo Herrero, quien se sirvió de la perfidia como estrategia para consumar la orden de Álvaro Obregón, el que a seis meses del magnicidio, el 1 de diciembre de 1924, rindió protesta como presidente de México. El grupo sonorense substituyó en el poder a los coahuilenses. Obregón heredó a su coterráneo Plutarco Elías Calles la presidencia de la República para el periodo de 1924 a 1928. Calles, de acuerdo con Obregón, promovió en 1927

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la reforma de los Artículos 82 y 83 de la Constitución, para permitir la reelección del presidente por una sola vez y en forma discontinua. Esto legalizó la reelección de Obregón, tras dejar bajo tierra a sus paisanos Rodolfo R. Serrano y Arnulfo R. Gómez, generales que se oponían a traicionar la “No reelección”, estandarte de la Revolución Mexicana. Finalmente –el que a hierro mata a hierro muere–, Obregón fue asesinado por un fanático religioso en una comida organizada en su honor como presidente electo.

“chapulines”, como llaman a aquellos que piden licencia a un puesto de elección antes de terminar el encargo, para tratar de ser electos en el otro. Esta fue la forma de profesionalizar a los políticos; la Constitución y las leyes secundarias lo reglamentaron. Finalmente, con el tiempo transcurrido desde 1933, la sociedad lo rechazó y se optó por buscar la profesionalización por otra vía: la reelección.

La reforma política electoral Entre otros temas relacionados, se reforma la política electoral con diversos artículos de las Constituciones Federal, Local y Leyes Secundarias. Los miembros del Congreso de la Unión electos en 2018 podrán reelegirse consecutivamente; los senadores, por otro periodo, pudiendo permanecer hasta 12 años, y los diputados hasta por 3 periodos, pudiendo permanecer, también 12 años, según dicta la reforma al Artículo 59 de la Constitución Federal. Los Diputados al Congreso local, según el Artículo 49 de la Constitución de Nuevo León, podrán reelegirse dos veces consecutivas y permanecer hasta 12 años en la diputación. El Artículo 124 de la Constitución de Nuevo León menciona que los ayuntamientos, es decir, el presidente municipal, los regidores y síndicos, podrán ser electos consecutivamente hasta por un periodo adicional, consecutivamente, es decir, podrán permanecer seis años. Para todos los mencionados servidores públicos de elección existe una limitante: su postulación sólo podrá ser realizada por él mismo o por cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que los hubiera postulado, salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su mandato. La hipótesis legal se aplicará para los diputados locales el uno de marzo; para los miembros de los ayuntamientos el uno de mayo, ambos de este año. ¿Veremos renuncias de algunos que

Reelección anatematizada Después de los sangrientos episodios motivados por la ambición ilimitada de poder del grupo sonorense presidido por Obregón y Calles, se abomina de la reelección y esta se prohíbe expresamente en 1933, modificando los Artículos Constitucionales 59, 83 y 115, fracción I. A saber, Artículo 59: “Los Senadores y Diputados al Congreso de la Unión no podrán ser reelectos.” Por otra parte, el Artículo 83 asienta: “…El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino, provisional o substituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar el puesto.” Por último, el Artículo 115, fracción I, dice: “…Los Presidentes Municipales, Regidores y Síndicos de los Ayuntamientos, electos popularmente por elección directa, no podrán ser reelectos para el periodo inmediato. Las personas que por elección indirecta o por nombramiento o designación de alguna autoridad, desempeñen las funciones propias de esos cargos, cualquiera que sea la denominación que se les dé, no podrán ser electas en el periodo inmediato.”

El chapulineo Por una parte, la reforma electoral pretende acabar con las críticas que se les hacen a los

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traen ganas, pero les falta apoyo en sus partidos? Para los representantes federales, la reelección se iniciará en 2021 en aquellos que resulten electos en 2018. Senadores, diputados federales, locales y miembros de los ayuntamientos deberán dejar pasar un periodo para postularse al mismo cargo, después de una reelección, y tener derecho a nuevas reelecciones, o bien podrán optar inmediatamente por otro cargo de elección diferente, siempre y cuando renuncien 6 meses antes; en el nuevo puesto adquirirán derecho a las reelecciones correspondientes. Vemos que la reelección no evita que un senador sea diputado federal o local o viceversa. Lo mismo aplica para los ediles; estos, después de 6 años en el ayuntamiento, podrían tener, consecutivamente, doce años como legisladores y viceversa. En los Estados Unidos limitaron la reelección consecutiva a una sola vez y queda impedido, para siempre, de ser presidente. Para los senadores y representantes están estudiando cómo limitarla, pues hay algunos que toda su vida adulta han sido senadores o representantes. Ni tanto ni tan poco.

reelegir a un buen servidor público; pero ¿estará informado el ciudadano para poder evaluar? Los medios existen: transparencia, gobierno abierto y participación ciudadana. Pero ¿los ciudadanos estamos preparados? Malo: la élite de los partidos monopolizarán los cargos, creando graves problemas al interior. Esto no es novedad, es la sopa de cada elección. En el semillero de los independientes, tal vez esto no suceda. ¿Es el caso de un ex líder campesino? Malo: todo lo que no previeron los legisladores: –¿Cómo determinarán los Partidos a quién reelegir y a quién no? –¿Cómo cumplir con la paridad de género? –¿Cómo se aplicará a los de representación proporcional? –¿Cómo hacerlo, observando los usos y costumbres? –¿Cómo vigilar la promoción personal con recursos públicos de quienes aspiren a la reelección, para hacer cumplir el Artículo 134 Constitucional? Una buena ley sólo puede calificarse en la práctica: será buena cuando sirva para resolver las hipótesis para las que fue creada. Por lo tanto, nos reservamos la opinión sobre la reelección, ya que muchos y muy variados serán los imprevistos que tendrán que resolver los tribunales electorales, judicializando, cada vez más, la política. Otros casos podrán ser previstos por los lineamientos que emitan las autoridades electorales, los cuales en algunos casos se apartan del espíritu de la ley y terminan en los tribunales. A esto se suma que el año electoral 2018 se inicia en septiembre de 2017, según el Artículo 225 de la Ley General de Instituciones y Procesos Electorales. Quizás por eso se magnifican los hechos y, así, se agita el caldero electoral. §

Bueno o malo Bueno: por la profesionalización de la función; sin embargo, recordemos el dicho en el Ejido Pablillo: “Lo viejo no quita lo …” Cierto, el conocimiento no se logra con la sola antigüedad en el cargo. Bueno: por la autonomía frente al ejecutivo. Como ejemplo tenemos lo que sucede ahora en Nuevo León: el gobernador ya no puede dar línea al Congreso. Lo de hoy es el cabildeo. Bueno: por la soberanía del elector que puede

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José Luis Cisneros Arellano

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Pablo Flórez

No siempre se tiene la razón


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observé en Internet un dibujo animado acompañado de un breve párrafo en la parte inferior. Se trata de un “meme”, hoy tan populares en las llamadas redes sociales. El “meme” muestra a dos personas, una enfrente de la otra, donde ambos afirman tener la razón mientras señalan un dibujo a sus pies con forma del número seis para el personaje de la izquierda y un número nueve para el de la derecha; abajo viene una frase que dice: “Sólo porque tú tengas la razón, no significa que yo esté equivocado”. Como casi siempre sucede en cuestión de “memes”, se desconoce el autor, y aunque ya lo había observado, este tenía un párrafo agregado en la parte inferior, con letra roja que agrega lo siguiente a la frase original: “–Sólo porque tú…–.” “Pero una de estas personas está equivocada. Alguien pintó un seis o un nueve. Necesitan dar marcha atrás y orientarse, ver si hay otros números con los qué alinearlo. Quizás haya una carretera o un edificio de referencia, o quizás pueden preguntarle a alguien que lo sepa. Las personas que tienen una opinión no informada sobre algo que no entienden pero aun así proclaman que su opinión es perfectamente válida son una lacra. Nadie quiere informarse, sólo quieren tener razón.” (el subrayado es mío). He subrayado el final porque considero que la crítica hacia la ambigüedad del número, así como el tajante juicio –es un seis, es un nueve– que se hace de él termina con dos falacias que no pueden pasarnos desapercibidas. La primera se conoce como ad hominen y consiste en descalificar con insultos a la persona (o personas en este caso), y la segunda es de generalización apresurada; consiste en hacer válida una conclusión a partir de unos cuantos casos (la mayoría de las veces no

Pablo Flórez

ace unos días

confirmados), o de una premisa general y ambigua. Sin embargo, si eliminamos las falacias señaladas me parece que la crítica es acertada, pues no todo es relativo, incluso en un mundo posible en donde “todo fuera relativo”. La afirmación misma no podría serlo –todo es relativo, excepto la frase misma– porque entonces se trataría de un mundo en donde nada puede decirse de él dado que, incluso, expresar algo sobre él sería relativo y, por tanto, imposible para saber si se ha dicho algo de él. Fuera de esta exageración que me ha servido para señalar la crítica acertada del “meme”, un punto que puede desprenderse con facilidad de su análisis es aquel que nos señala la regularidad con la que solemos dar nuestra opinión sin las evidencias que las hagan válidas, inclusive muchas de nuestras opiniones suelen carecer de sustento y por eso mismo de confiabilidad. Esto constituye un problema cuando se busca transmitir una verdad o un hecho; es quizá la principal dificultad que se presenta a la gente cuando, en la creencia de que saben algo y tienen el derecho a expresarlo, viven en la ignorancia de quien no sabe por qué piensa lo que piensa. Hace siglos, los filósofos Platón (en la Grecia antigua) y Emmanuel Kant (en la Prusia del siglo XVIII), denunciaron este tipo de ignorancia, no sólo para la persona, sino para la ciencia misma.

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Imagina, estimado lector, que conoces algo verdadero; no sólo estás convencido de ello, sino que “en verdad” conoces algo con verdad. ¿Qué pensarías si de un momento a otro llega alguien y te asegura que “para él” no es algo verdadero? Lo mejor del caso sería que iniciaras un diálogo o al menos un debate para aclarar quién tiene la verdad, y quién no la tiene. En ese sentido no habría problema y el ejercicio mismo de dialogar o debatir podría enriquecer la reflexión y generar vínculos de sociabilidad que pudieran llegar a convertirse en auténticas oportunidades de crecimiento. Pero considera, querido lector, que enfrentas el peor de los casos: una persona que no acepta ni el diálogo ni el debate y exige que respetes –con todas las consecuencias que ello implique– su punto de vista como correcto. Es decir: para ti es verdadero y para él no, o sea, tal punto de vista sería verdadero y falso al mismo tiempo, como si afirmáramos que algo es A y también no A. Esa hipotética persona que demanda que su conocimiento es tan válido como el tuyo aún y cuando no lo sea, solicitará o incluso puede imponer que haya “tolerancia” hacia la diversidad que él representa. ¿Qué sucede a partir de este punto? La idea básica que quiero transmitir es que en virtud de que somos el centro de nuestras propias opiniones y sentimientos, no solemos cuestionar nuestros pensamientos y en muchas ocasiones tampoco la forma en la que los expresamos. Mucha gente vive atrapada en la ilusión de que siempre aciertan en sus juicios, mas el problema con ello es que la realidad tiene tantos matices que con poca probabilidad estaremos en la posición correcta para afirmar algo tajantemente. ¿Estamos en la posición que nos permite saber si se trata de un seis o un nueve? ¿Cómo superar esta condición circunstancial que nos puede conducir al error? Antes de aventurarme con una respuesta, consideremos el siguiente aspecto. La realidad abarca un abanico amplio de diversidad que incluye extremos, puntos intermedios, mezclas, límites y rupturas de los límites. Existen tanto las posturas verdaderas como las falsas, las

relativas y quizá al menos una que sea absoluta. El espectro de posibilidades es más extenso de lo que puede colocarse en un texto, así que hagamos un corte práctico y tomemos en cuenta esto: lo que alguien afirma sobre un aspecto o un hecho de la realidad puede ser verdadero, falso o contingente. Los dos primeros ofrecen siempre un punto de apoyo que hace posible su existencia, el tercero no puede ofrecer una referencia firme y por tanto se mantiene en la ambigüedad o en la incertidumbre. Ser consciente de lo anterior, cada vez que emitimos un juicio, nos permite proceder con cautela y estar dispuestos al diálogo y el debate. Ignorarlo nos coloca en la primera fila de la intolerancia. Quien sepa que su juicio puede ser verdadero, falso o contingente se haya en la disposición de aceptar una evidencia, una inferencia e incluso un punto de vista como criterio de delimitación de sus pensamientos. Quien lo ignora, acude a cualquiera de estos criterios, pero también a la ausencia de ellos. En la última década se ha incrementado la tendencia a considerar que cualquier opinión que cuestione la validez de otra, es intolerante y, por tanto, estigmatizada y condenada por el resto de las personas que opinan al respecto. Un ejemplo puede funcionar. Hace unos cuantos años, la mayoría de las personas no cuestionaban el uso del lenguaje neutro para hacer referencia tanto a varones como a mujeres; a los ciudadanos, los estudiantes y, sobre todo, al tan usado concepto de “hombre”, común en discursos políticos, estudios y en el lenguaje popular. En esto, las críticas del feminismo han hecho visible la marcada ausencia de lo femenino y han abogado por reconocerle un papel equitativo con respecto a la de los varones. El uso de “los” y “las” se ha vuelto popular y aunque ha tenido una fuerte crítica desde diversos sectores académicos y no académicos, se ha hecho de un lugar en los cánones “políticamente correctos” de la comunicación cotidiana de muchas personas. Hoy, si alguien se atreve a cuestionar este recurso lingüístico en las redes sociales, por la razón que sea, no faltarán los defensores de

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“los” y “las”. Atacarán con fuerza y demandarán la crucifixión virtual del “anacrónico” e “intolerante” cibernauta. ¡Misógino, machista, retrógrado!, le gritarán con palabras en mayúsculas. ¿Y qué me dicen de los conceptos femeninos con significado neutro? Por ejemplo: “las personas” o “la comunidad”, que no son criticados; pero sí lo son “los individuos”. Existe un problema evidente alrededor de esto. La actitud de intolerancia aparece ahí en donde se han adoptado dos tipos de criterios que guían la opinión: el primero es el postulado de no hay criterio único que rija; el segundo es ignoro cuál será mi criterio rector. El primero ocasiona la pluralidad de juicios y posturas relativistas que hacen al seis y al nueve –del ejemplo de mencionado– válidos al mismo tiempo. El segundo hace correcto al seis o al nueve con la firmeza del dogma y el prejuicio inquebrantable. Las consecuencias de ambas posturas permiten cuestionar el criterio de verdad. Esto no impacta con tanta fuerza al ámbito científico ni al práctico de la vida cotidiana, pero sí lo hace, y con mucha fuerza, en el ámbito político y de las comunicaciones sociales, como la prensa, por ejemplo. Nótese lo siguiente. En función del derecho que toda opinión tiene de ser emitida, se acude a lo “políticamente correcto” para evitar el conflicto aun y cuando una de las partes tenga todo el derecho a prevalecer. ¿Qué ocasiona esto? Estados con regímenes políticos radicales, dogmas religiosos y ¡dogmas económicos, incluso!; también críticas pasionales y viscerales contra quien opina diferente. Lo más grave quizá es que pueda provocarse, en virtud de lo políticamente correcto, la desaparición de la capacidad de cualquiera para defender las ideas propias. Este panorama es, en opinión del filósofo italiano Giampiero Bucci Gabrielli, catedrático de la UANL, el peor enemigo de la democracia porque se valida la idea de que nadie tiene derecho a criticar al otro cuando la verdad de su opinión se pone en duda; igualmente, se fomenta la aparición de comités de vigilancia que ostentan el poder de prohibir, corregir o

censurar. Esto va en sintonía con la creencia de que la verdad de todas las opiniones es una cuestión de enfoque, pues todas son verdaderas desde algún punto de vista. Afirmaciones como estas han permitido que algunos abusos contra la integridad física de las personas se sigan cometiendo, como es el caso de las mutilaciones en aparatos reproductivos. El valor de la democracia, como pensó el filósofo Cornelius Castoriadis, radica en que todos somos capaces de cuestionar y de argumentar nuestros juicios en un ambiente de libertad cultural, es decir, libertad política, religiosa y científica; confrontar las ideas y cosmovisiones es la principal característica de la democracia. Sólo así funciona un régimen de gobierno que hace caso al pensamiento de todas las personas y no sólo al de unos cuantos. Esta idea de la democracia se pierde cuando todos debemos opinar lo “políticamente correcto” para sacrificar el criterio de verdad de un juicio y permitir con ello la tolerancia excesiva de lo falso. ¿Por dónde construir el camino que nos permita salir de este deterioro? Quizá la respuesta pueda ser simple y por ello mismo digna de sospecha. En particular considero que el aprendizaje pertinente es la mejor respuesta genérica que se puede dar. Es decir: asumiendo que la educación hace posible explorar caminos que otros ya han recorrido y que al hacerlo se obtienen mejores resultados en el proceso, cuando la educación es pertinente se acrecientan las posibilidades de estar a la altura de las circunstancias. ¿Cuáles son estas circunstancias? Parecería que doy por supuesto que los seres humanos “debemos” responder a situaciones particulares para obtener algo. No es la idea que busco, sino resaltar que en virtud de las interacciones que nos configuran, tejer los enlaces entre nosotros y nuestro contexto no depende sólo del contexto ni de nosotros, sino del tejido mismo. Nótese que no hablo de cualquier tipo de educación, y para explicar mi planteamiento deberé ser polémico, es decir, incitador del debate y en el mejor de los casos del diálogo. Mi idea al respecto es la siguiente, de nada

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sirve educarse para desempeñar una profesión u oficio, si no sabemos en primer lugar cuáles son las herramientas necesarias para hacer pertinente nuestra profesión o nuestro oficio. Ellas son el tejido mismo, son las que mantienen unido el contexto con uno mismo. Por ejemplo, saber pensar correctamente con lógica hace posible que la teoría aprendida por un ingeniero o un abogado, se mantenga en sintonía con las circunstancias particulares que demandan su atención, como la construcción de un puente para el ingeniero o bien, la atención de un caso en materia jurídica para el abogado. También puede ilustrar un poco lo siguiente: el médico que sepa observar con precisión hace posible conectar todo su saber con el paciente que atiende. Así pues, aprender con pertinencia nos permite enfocar la atención en las herramientas que articulan y mantienen enlazado todo un conjunto de conocimientos teóricos con los hechos y las circunstancias de diarias. Afirmo, por lo tanto, que el punto de referencia que nos permite saber si se trata de un seis o de un nueve, será encontrado a partir no de los conocimientos especializados, ni de las circunstancias, sino de las herramientas que nos permitirán encontrar el citado punto de

referencia. Un médico sabrá si se trata de una enfermedad u otra si sabe observar y relacionar; un abogado sabrá si está en presencia de un recurso legal pertinente o no, si sabe pensar con lógica; un político podrá determinar si algo es preferible o no, si sabe pensar con ética; un docente podrá saber qué necesita un estudiante si puede distinguir la herramienta didáctica o el modelo pedagógico que responde al estudiante… La idea central radica, entonces, en aceptar que no siempre se tiene la razón. Recordemos un poco a Descartes –que buscaba un criterio confiable de verdad–, a Aristóteles –quien pensaba que la filosofía le permitía saber qué es lo correcto sin tener que consultar cada ley en particular– o a Kant –que proponía el ejercicio racional de la razón para alcanzar la autonomía–. Insisto: aceptar que una de las prioridades de toda educación y toda política consiste en aprender lo pertinente, es decir, a construir y mantener firmes los enlaces que dan sentido a la teoría y a los hechos como un todo cultural. Priorizar algunos saberes y prácticas por encima de saber pensar, de saber observar, de saber comunicarse y de saber escuchar, es un error en el cual ya no podemos seguir cayendo. §

Hidalgo 2095 Pte., Col. Obispado, Monterrey, Nuevo León, C.P. 64060 Teléfono conmutador: 83 33 08 00 con seis líneas, FAX: 83 33 29 01 Email: grupoorven@prodigy.net.mx

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JosĂŠ Clemente Orozco

La ConstituciĂłn de 1917: legado de instituciones Pedro Castellanos R.

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el propósito del presente artículo, hacer un análisis profundo ni tan siquiera de un aspecto en particular de los muchos que pueden ser abordados sobre un asunto tan vasto en su estudio como lo es el tema del Constituyente de Querétaro y la Constitución de 1917. En ocasión de cumplirse el 5 de febrero cien años de la Constitución de 1917, creemos justo reconocer el invaluable aporte del Constituyente de Querétaro a la institucionalidad jurídica, social y política de nuestra nación, es decir, su coadyuvancia a la construcción de un país de instituciones. Amén de ser una avanzado documento para su tiempo, la Constitución de 1917 –no obstante los cientos de reformas de que ha sido objeto– es el documento que jurídica y políticamente sustenta y tutela nuestra soberanía y libertades ciudadanas. A cien años de su promulgación, la Constitución de 1917 es conocida y reconocida como la primera en el mundo que consagró los derechos sociales del hombre, mismos que quedaron inscritos en los Artículos 3, 27 y 123, respectivamente, de esta ley fundamental. La obra legislativa del Constituyente de Querétaro ha sido trascendental para la vida del país. Su positividad y vigencia centenaria son evidencia plena de su eficacia como ley rectora del estado, del gobierno y de la sociedad mexicana. La inteligencia y el pensamiento social y político de los constituyentes, aunado a la difícil realidad que vivía el país en esa época, dio a aquéllos la inspiración y la visión para diseñar y formular una Constitución muy adelantada a su tiempo. Una cuestión que dice mucho sobre la sólida vocación democrática y republicana de los hombres del Constituyente de Querétaro, es el hecho de que votaron de manera unánime para que fuera integrado al proyecto constitucional el principio de la soberanía popular consagrado en la Constitución de 1814 –principio soberano que algunos teóricos y doctrinarios de la ciencia política y del derecho constitucional consideran

que es el origen jurídico y político del Estado mexicano– que declara que todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio. Esta potestad soberana lleva implícita la facultad del pueblo para establecer y darse la forma de gobierno que más le convenga, así como para alterarlo, modificarlo y abolirlo cuando lo considere necesario o conveniente. El precepto que sin lugar a dudas originó los más encontrados y apasionados debates en el seno del Constituyente de Querétaro, fue el Artículo 123, lo que resulta lógico si se considera que la clase obrera mexicana de fines del siglo XIX y principios del siglo XX era el actor de mayor presencia y peso político en las luchas populares, demandantes de libertad, igualdad, justicia social y, particularmente, de los derechos de sindicalización y huelga. En los primeros años del pasado siglo y ante la imposibilidad legal de organizarse sindicalmente o estallar una huelga, porque las leyes de la época lo prohibían, la opción única de los trabajadores fue la lucha revolucionaria clandestina. Fue una época en que la clase obrera tuvo en los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón sus figuras más emblemáticas, por su capacidad de lucha, su sólida ideología proletaria y su oposición al gobierno. El clima que durante esta época padecieron los trabajadores mexicanos fue de hostilidad, represión y persecución por parte de los patrones y del gobierno, lo que no fue suficiente para doblegar a su movimiento; por el contrario, esta suerte los unió hasta que en el año de 1917 vieron cristalizado el fruto de su lucha con la promulgación del Artículo 123 de la Constitución, legislado por el Constituyente de 1917. Así pues, la soberanía popular se manifestó y como una consecuencia de esta voluntad soberana, este cuerpo legislativo incorporó en la ley fundamental la protección de los derechos sociales de los trabajadores. El Artículo 123 elevó a rango Constitucional los anhelados derechos de los trabajadores a la

o es con mucho

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José Clemente Orozco

sindicalización, la contratación colectiva y la huelga. Además se hicieron una realidad el establecimiento del salario mínimo, el reparto de utilidades, la seguridad social, la vivienda, el día semanal de descanso con goce de sueldo íntegro, la indemnización por riesgos profesionales y el despido injustificado, el escalafón, el pago de horas extras, y la protección del patrimonio familiar del trabajador con sus características de inalienable e inembargable. Se instituyeron así mismo tribunales del trabajo denominados Juntas de de Conciliación y Arbitraje, locales y federales, encargados de resolver las controversias surgidas entre los factores del capital y el trabajo, así como para la resolución de conflictos inter sindicales. Es una tradición en el país que el gobierno

federal conmemore la fecha del 5 de febrero de cada año con un acto público y grandilocuentes discursos, para recordar a aquellos congresistas de Querétaro y retóricamente agradecerles haber reflejado en la Constitución de 1917 el programa social y los ideales de la Revolución Mexicana de convertir a México en una nación libre, incluyente, próspera y justa. Sería deseable que en 2017, cuando cumple 100 años de vigencia, los políticos y gobernantes del país los emularan en su actitud gallarda, honesta y comprometida con la nación, a efecto de que con dignidad, sin miedo y sin excusas banales –con el diálogo–, se enfrentaran al presidente norteamericano Donald Trump, quien hoy agravia a nuestro pueblo y pretende, con arrogancia imperial, la dócil sumisión de nuestro país. §

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Adolfo González

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Control de daños


El Sistema de Evaluación y Previsión Política que hemos desarrollado, muestra su mayor bondad en tiempos de crisis, que es justo cuando la opinión pública se torna más volátil. Durante los primeros diez días del año vivimos el fenómeno conocido como “el gasolinazo”, y por fortuna pudimos dar un seguimiento puntual a los cambios en el estado de ánimo de los mexicanos. En esta ocasión, más que presentar estadísticas sobre el fenómeno, dejamos a uno de nuestros evaluadores, Adolfo González, quien desde Madrid, España, se asoma a nuestro acontecer nacional.

Salvador Borrego

T

Pablo Flórez

ras las turbulencias de los últimos días, es buen momento para hacer balance de los efectos que tuvieron los acontecimientos en la opinión pública, basándonos en los resultados de las mediciones de SABA Consultores. Lo es porque ya se han acumulado cuatro mediciones después del “gasolinazo”, y en consecuencia la encuesta arroja una media en la que no influyen opiniones anteriores a tan decisivo evento. La frecuencia y la inmediatez de las mediciones nos han proporcionado datos muy actualizados y bastante fiables. Las primeras conclusiones se pueden desarrollar en tres vertientes: por una parte, y como era de esperar, el gran beneficiado es López Obrador, con los matices que después veremos; por

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otra parte, el desgaste del PRI, y en particular de Peña Nieto, ha sido importante pero parece haberse frenado y ya se puede cuantificar; finalmente, y aunque el PAN como partido, pese a tambalearse, mantiene más o menos los números de antes de la crisis, la figura de Margarita Zavala como candidata ha sido la gran perjudicada. Esto en cuanto a las opciones políticas. En cuanto al pensamiento en general de los mexicanos, también podemos resumir dos conclusiones: el impacto de la subida de los combustibles ha sido enorme, lo tuvieron en mente casi el 60 % de los encuestados, al punto de desplazar por completo un tema tan capital como la inseguridad, pues los hechos violentos que tuvieron presentes los mexicanos fueron la mayoría relacionados con el propio “gasolinazo”; además, se ha reforzado el interés general por la política, ya que ese indicador ha presentado dos alertas positivas consecutivas en el monitoreo. Esto es una buena noticia dentro del preocupante panorama, porque un pueblo interesado en su propia administración siempre será un pueblo más difícil de engañar. Vayamos por partes. En este momento, la ventaja de AMLO sobre cualquier otro candidato, declarado o no, es total. En la respuesta espontánea sobre la mejor opción presidencial, lidera en la encuesta con un 10,1 %, con mucha ventaja sobre el siguiente grupo, que obtiene porcentajes en torno al 2, y en el que, además de no haber ningún priísta, aparece Carlos Slim, nombre que suena cada vez con más fuerza pero que todavía no ha dicho una palabra sobre su posible intención de ser candidato. También AMLO lidera el apartado de mejor político, y con mucha más ventaja, en las opciones mencionadas al entrevistado, donde se destaca con un 18,9 %. ¿Cuáles son los matices? Dos, principalmente. Que tampoco tiene rival como peor opción a la presidencia, donde lidera muy en solitario con un 19,5 %, y que MORENA aún está en empate técnico en cabeza con el PAN y una hipotética alternativa independiente. Esto quiere

decir que no se ha perfilado candidato alguno con trazas de hacerle frente, pero que si así sucediera, el rechazo que persistentemente recibe AMLO, podría hacer unir fuerzas en su contra. López Obrador levanta pasiones, para bien y para mal. ¿Podría ser Slim ese rival? ¿Querría serlo? Si en MORENA domina por encima de todo la figura del eterno aspirante, en el PAN parece suceder justo lo contrario. A pesar de mantener más o menos sus números en identificación partidista e intención de voto, el descalabro de Margarita Zavala en esta crisis parece total. La responsabilidad del PAN en la reforma energética es innegable, pero la candidata debería repasar su actuación en los últimos días, porque el perjudicado no ha sido el partido sino ella. En el PRI, lo que ya han venido viendo y oyendo en los últimos días. EPN acaba esta semana trágica perdiendo más de 10 puntos en aprobación y ganando cerca de 20 en desaprobación. Los posibles candidatos priístas reciben una indiferencia total por parte de los entrevistados, y ayer Videgaray defendió su entrevista con Trump y afirmó no aspirar a la presidencia. Como supongo que se saben el cuento de la zorra y las uvas, no se los recordaré. El PRI está sin respaldo, sin dirección, sin cohesión, sin credibilidad y sin candidato. Sólo que no olvidemos que es el PRI. El anuncio del pacto social no ha convencido y ha sido recibido sin interés. Es absolutamente necesario para paliar los efectos de unas medidas también inevitables, pero el gobierno pecó de prepotencia y de desprecio a sus administrados, y ahora le va a resultar muy difícil recuperar el crédito. También era inevitable la reacción popular, pero si el gobierno se hubiera tomado más tiempo y más molestia en dar las explicaciones necesarias, seguramente todo habría sido menos traumático. Sin embargo, como apunte final, señalar que el 90 % de los entrevistados se consideran, según la encuesta, personas felices ¿Cómo no voy a seguir creyendo en México y en los mexicanos? §

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¿Implicaciones trágicas del ethos regio? Cris Villarreal Navarro

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de otras latitudes llegan por primera vez a Monterrey, suelen comentar que les parece estar transitando en una ciudad norteamericana. El plan urbanístico, con sus múltiples pasos viales, la línea del horizonte poblada de edificios futurísticos, todo remonta a paisajes de ciudades del país vecino del norte. Mas hasta qué punto este paralelismo paisajístico es un fiel reflejo de la semejanza cultural de nuestra ciudad con las urbes de los Estados Unidos. La cercanía geográfica de Monterrey con el país más poderoso del mundo puede ser un factor que incida en la trasmutación de valores tradicionales. Convivir por generaciones en un espacio bicultural altamente poroso puede incentivar la configuración de una personalidad sociocultural altamente condicionada por los valores culturales del país dominante. El inconsciente colectivo de Monterrey, particularmente entre los integrantes de la clase media alta y de la clase empresarial, está poblado por sentimientos de admiración y deseos de imitación hacia el vecino país del norte. El reciente atentado en el Colegio Americano que sacudió a la opinión pública norestense dio paso a la necesidad de hacer un análisis sobre esos códigos culturales subyacentes que pueden determinar la alteración de un modelo de vida y provocar el enfrentamiento súbito a un fenómeno de violencia extrema completamente ajeno a nuestro entorno social. La antropología cultural, disciplina que centra el estudio del ser humano en base a sus costumbres, hábitos cotidianos, creencias, tradiciones, normas de conducta y los valores morales que determinan su comportamiento como integrante de un grupo social determinado, puede proveernos de algunos instrumentos para abordar su análisis. Si bien las costumbres y tradiciones están ligadas, en gran escala, a la formación familiar, a la transmisión de bienes culturales que se recibe en el hogar desde una temprana edad; las creencias, normas y valores que determinan el carácter

social de un individuo se gestan en gran medida durante la adolescencia. El acceso a la educación científica, la convivencia social y la exposición a los medios de comunicación masiva son factores que alteran los límites de la personalidad cultural que se obtiene en la primera fase del desarrollo humano y afectan la visión original del mundo. Si ceñimos el análisis sociocultural a la historia reciente de nuestra región, encontramos que en los últimos diez años la sociedad ha estado expuesta a un sinnúmero de hechos traumatizantes, que no han llevado aparejados un desenlace de superación emocional de los mismos. Hechos de un salvajismo extremo que han quedado impunes, y que han repercutido en una compartida sensación de total desamparo entre los miembros de la sociedad norestense. Se ha instalado una impresión generalizada en que la desconfianza, el descontrol, la impunidad y la barbarie han suplantado al estatus civilizatorio que caracteriza a una sociedad regida y organizada en virtud de instituciones honestas y saludables. Analizando los factores detonantes del atentado, un interrogante que se plantea es dilucidar hasta qué punto un espacio social con estas características anárquicas puede influenciar el carácter de un joven de 15 años para motivarlo a tomar una iniciativa de tal envergadura. Un adolescente que, en la lucha entre los valores tradicionales recibidos en el hogar y el efecto de la violencia promovida por los medios masivos, decidió instrumentar por su cuenta una variante particular del mismo modelo de violencia generalizada en el que creció expuesto, mimetizando los cientos de atentados con armas de fuego en centros escolares que diariamente se presentan en los Estados Unidos. Otro cuestionamiento conduce a considerar en qué medida las coordenadas obscenas de la violencia extrema que se disemina abiertamente en todos los juegos y películas, en su mayor parte confeccionadas en los Estados Unidos afectaron

uando visitantes

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la mente del adolescente en cuestión hasta el extremo de acabar con su propia temprana vida. Más allá de una plataforma analítica de la antropología cultural, una lectura psicoanalítica de los síntomas que revelarían algunos elementos del desorden mental del perpetrador en cuestión, nos conduce a considerar lo planteado por Rodrigo Cánovas basándose en las tesis de Serge Leclaire: “la lectura sintomal se interroga por la reglas y prohibiciones que definen una cultura. Es una lectura hecha para lidiar con las censuras impuestas al sujeto, una práctica del pensamiento que permite que lo reprimido retorne a su conciencia”. (1) Abundando sobre la sintomatología del responsable del atentado, los siguientes factores pueden haber contribuido a su culminación: El adolescente creció expuesto a un entorno en donde la violencia desatada se llegó a asumir como un modus vivendi. En su plano inconsciente percibe su medio ambiente como un seductor clima caótico, donde las autoridades coludidas con los transgresores de la ley fomentan la misma violencia generalizada. Nadie está a salvo. En el seno familiar, los comentarios cotidia-

nos sobre masacres brutales lo conllevan a aceptar como válido un horizonte donde la carencia del respeto a los derechos humanos es rampante y socialmente aceptado sin mayores cuestionamientos. Hay ley pero no es aplicada. El poder judicial está contaminado por la rutilante e impune corrupción. La comunidad en su conjunto, parientes, vecinos, compañeros, adoptan una actitud pasiva que se resume en la expresión: no hay nada que se pueda hacer. En su necesidad emocional de superar su condición de alma perdida y salir de su coraza, tal vez el adolescente se vuelca en la adicción al Smartphone y a las redes sociales siniestras que divulgan mensajes apocalípticos de autodestrucción. Tal vez hasta los clásicos encuentros de los equipos de fútbol locales, otro falso estallido regiomontano de presunta unidad, lo entusiasmen persiguiendo su anhelada fantasía de sentirse parte de algo. Estas manías interactivas impersonales le crean la ilusión de pertenecer a una causa, de formar parte de un grupo, una comunidad imaginaria, temporaria, virtual, que al mismo tiempo lo inhibe de desarrollar comunicaciones reales

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en donde, como le ha pasado al ser expulsado de varios colegios privados, corre el riesgo de ser rechazado. Tal vez asume que la experiencia de cultivar una espléndida, verdadera amistad le está vedada. El adolescente, cuya intuición le dice que es un ser segregado, probablemente se siente identificado con la carga cultural, sin interés educativo de los contenidos de los videojuegos y adopta una aprobación delirante de la programación por cable de películas de acción y episodios de series oscuras. Producto del consumo de estos condicionantes mentales, su despiadada puesta en escena en su salón de clases responde a una fijación alienante de establecer un paralelismo con esa realidad virtual de la que se ha alimentado sistemáticamente. Sumado a su neurastenia, el acceso a las armas en su propia casa constituyó un factor todavía más desequilibrante en las perspectivas de sacar adelante una iniciativa de tal naturaleza. En ese escenario plagado de simbologías sombrías y parámetros pervertidos en donde el atribulado adolescente nunca pudo encontrar una salida, valores como el honor, la justicia y la dignidad humana no tienen cabida. El simple sentido común, la esperanza de una vida mejor y hasta la misma fe en la humanidad son derroteros asumidos como inabordables. Concebir como una solución a esta modalidad del terrorismo que se presentó en Monterrey, la reinstalación de la política de revisión de mochilas en las escuelas, equivale a pretender detener el impacto de una avalancha de nieve con una pequeña pala. Al discurso hegemónico tóxico que fomenta por todos los medios a su alcance la personalidad individualista y el desinterés por las causas sociales, se le debe combatir fortaleciendo la educación humanística y el estudio de las ciencias sociales desde una temprana edad. Continuar con esta unilateral orientación pragmática, tecnócrata, materialista y competitiva de la educación que privilegia el utilitarismo; el sacar ventaja de los demás, la insolidaridad y la

intolerancia, traerá como resultado la construcción de seres humanoides robóticos desprovistos de una sensibilidad humana y permeados por un profundo desaliento cuyos bizarros derroteros en la vida son imprevisibles. Mario Monteforte Toledo, en su libro Literatura, ideología y lenguaje, señala que la ideología es una codificación de la realidad a través del discurso, hecha por intereses de clase, a fin de inculcar una conciencia falsa capaz de inducir a la aceptación de una posición subordinada dentro de las relaciones de producción.(2) En la actual cultura de masas, como seres colectivos, todos somos sujetos ideologizados a través de los medios de comunicación, las agencias educativas y demás aparatos controladores de que dispone el sistema dominante. Procesos que privilegian una descontrolada penetración de prototipos de comportamiento que nos vemos obligados a observar. Sujetos proclives a someterse en mayor grado a este adoctrinamiento inadvertido son quienes carecen de recursos culturales independientes para protegerse e inconformarse. Quienes entran en crisis al advertir el vacío de valores humanos en el sistema vigente tendrán episodios de comportamientos sociales interactivos impredecibles como el suscitado en el Colegio Americano del Noreste. Restablecer y fortalecer las disciplinas académicas de civismo, historia, literatura, filosofía y educación artística, contribuirá al renacimiento de una sociedad que honestamente vele por la protección y el avance de todos los miembros de la arena social, sin excepciones, y no de unos cuantos encumbrados en posiciones de poder que dictan políticas dirigidas a aislar, enajenar y destruir a la ya de por sí subyugada humanidad. § 1. Cánovas, Rodrigo, Lihn, Zurita, Ictus, Radrigan. 1986. Literatura chilena y experiencia autoritaria. Primera edición. Santiago de Chile. FLACSO. 2. Monteforte Toledo, Mario (y varios). 1976. Literatura, Ideología y Lenguaje. Primera edición. México, D.F. Editorial Grijalbo.

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Día del Patrimonio de Nuevo León: oportunidad para todos Daniel Sanabria

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12 de marzo de 2017 se celebrará la 4ª edición del Día del Patrimonio de Nuevo León, una iniciativa que ha venido creciendo con el paso de los años como una verdadera celebración de la identidad, de la historia y la cultura nuevoleonesas. Caso único en todo México, lo que posiciona en la avanzada a la entidad en este tipo de eventos. Intentaremos abordar a continuación algunos asuntos que nos ofrecerán un contexto más apropiado para poder entender el significado más profundo de esta celebración de la cultura y la naturaleza.

de lo privado y ciudadano, no hizo sino pensar en que no se debía dilatar la propuesta de un Día del Patrimonio para Nuevo León. Así, con la idea de generar la instancia interinstitucional, quien escribe este documento decidió comenzar una serie de contactos y sondeos para poder determinar el posible apoyo para sacar adelante la propuesta. Al ver la recepción positiva de la idea, nos propusimos autoconvocarnos entre un conjunto de actores para poder realizar una primera junta de arranque sobre el caso. Esto sucedía hacia fines de 2013, con el fin de determinar el objetivo general del evento, su alcance y sus implicaciones, además de intentar identificar ya la mejor fecha para su realización. Con más de una docena de participantes en MARCO, dimos comienzo a esta verdadera aventura que no era emprendida por una agencia de gobierno, como en el resto de los casos antes dichos, sino que era producto de un grupo de organizaciones de la sociedad civil organizada en conjunto con organizaciones del sector público de los diversos niveles (municipal, estatal y federal), cuya naturaleza común era un vínculo fuerte con el patrimonio, la historia y la identidad estatales. La discusión sobre el alcance quedó saldada con la designación “Día”, porque sería un solo día en específico, concretamente un domingo, por ser el día en que las familias podían acudir; y “del patrimonio”, porque sería incluyente, no considerando sólo el patrimonio cultural, sino también el natural. La discusión sobre la fecha fue interesante, pues se buscó un domingo fijo en el primer semestre del año (el segundo se evaluó como saturado por muchos eventos culturales en la ciudad de Monterrey, particularmente), y se buscó que fuera un mes donde no hubiera más que la transición entre el invierno y la primavera. De ese modo llegamos a marzo, y para que no colisionara con la Semana Santa o Semana de Pascua, se dejó el segundo domingo de marzo de cada año.

ste próximo

Antecedentes Este tipo de iniciativas no son nuevas. En el último tercio del siglo pasado comenzó un movimiento para revalorizar el patrimonio cultural y también natural de ciertas regiones y países. Desde 1973 se celebró en Canadá la Journée Internationale du Patrimoine Canadien; desde 1985 el Consejo de Europa estableció las llamadas Jornadas Europeas del Patrimonio (1). En 1995 se celebró por primera vez en Sudáfrica el Heritage Day, con la idea de que fuera un feriado nacional. En América del Sur ya Chile celebra desde hace años el Día del Patrimonio Cultural. En Uruguay se celebra también desde 1995 (2) Esto habla de la importancia mundial que ha adquirido el asunto, con diferentes variantes, pero buscando esa revalorización de lo local, regional y nacional, quizá ante la pérdida de la identidad por la globalización masiva impuesta en las últimas décadas.

El caso de Nuevo León Observando la enorme cantidad de elementos vinculados al patrimonio cultural en todas sus manifestaciones, así como las riquezas del patrimonio natural, el conjunto de instituciones incluso de clase mundial dedicadas a la custodia, salvaguarda y difusión de estos, la fuerte presencia

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Los beneficios

El lanzamiento

Una acción conjunta de las organizaciones vinculadas al patrimonio estatal, de manera eminente por la educación y la cultura, acotada, en un esquema colaborativo horizontal, generaba expectativas importantes de beneficio para todos. Esto, fundamentalmente para la sociedad toda, a la que se daría acceso a sitios que comúnmente no podría acceder, a eventos que no suceden cotidianamente, para el conocimiento y disfrute de sus propias raíces culturales en sus más variadas manifestaciones, así como de su entorno natural. Asimismo se visualizaba, en un contexto de violencia, como una oportunidad para comenzar a restañar el tejido social lacerado por la misma. De igual modo funcionaría como una fórmula de cohesión social ante la inmigración proveniente de muchos otros estados, que en pocos años amenazaba con modificar de manera amorfa la identidad nuevoleonesa. Por cierto, la perspectiva de atraer nuevos públicos con actividades gratuitas en domingo también generaba gran entusiasmo.

El Consejo Organizador, que así se pasó a denominar esa reunión de coordinadores de espacios y actividades, en su gran mayoría decidió que había que comunicar en grande la iniciativa, realizando un evento inicial con los líderes de las diversas instituciones adherentes. Esto se realizó el 21 de enero de 2014 en un sitio icónico para todo Nuevo León: la explanada del Museo del Obispado. Allí, 25 líderes descubrieron el logo diseñado para el evento, junto con el lema “Vivamos lo nuestro”, impreso en una enorme manta visible a gran distancia. Con gran presencia de medios se dio el impulso necesario para dar a conocer a la población en general esta importante iniciativa cultural.

Las primeras ediciones El 9 de marzo de 2014 se realizó la primera edición del Día del Patrimonio de Nuevo León (DPNL). Fue un comienzo interesante con 18,347 asistentes reportados en 179 actividades

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gratuitas y de libre acceso realizadas por 44 organizaciones en 51 espacios. Al siguiente año se decidió restringir la cantidad de actividades en cada espacio y hacerlas de tal modo que fueran de mayor afluencia. Adicionalmente se dio un especial enfoque al tema de la mujer, por coincidir con el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. De este modo se logró que el 8 de marzo de 2015 se reunieran 23,028 asistentes en 114 actividades realizadas por 46 organizaciones en 60 espacios distintos.

y el público en general. Los municipios llegaron a participar en una proporción de dos terceras partes del total en el estado, por señalar un dato de enorme significación. En este año se hizo énfasis en el patrimonio arqueológico, sabiendo que varias instituciones custodian colecciones muy valiosas de esta índole. A resultas del esfuerzo mancomunado, participaron 42,097 asistentes en 129 actividades realizadas por 64 organizaciones en 84 espacios diferentes.

El reconocimiento oficial

El presente y el futuro

A finales de 2014 dio comienzo el proceso para el reconocimiento oficial del Día del Patrimonio de Nuevo León, elevando una petición al Congreso firmada por los representantes de las diversas organizaciones adheridas al mismo. Corrían tiempos electorales y de cambio de congresistas, por lo cual hasta que asumió un nuevo Congreso, no se dieron avances significativos. Ya luego de un encuentro con diputados de diversas facciones, se llegó a acordar que se buscaría el reconocimiento oficial de este evento en el Calendario Cívico del Estado. Esto se logró en noviembre de 2015, con la publicación del Acuerdo Número 54 en el Diario Oficial del Congreso Estatal, luego de obtener la anuencia de la Secretaría de Gobierno de Nuevo León. Con esta oficialización, el ímpetu para la edición del año 2016 se mostró aún más fuerte. La celebración de este hecho tuvo lugar en un evento realizado en el Horno 3 del Parque “Fundidora” el 20 de enero de 2016, donde representantes de una treintena de organizaciones refrendamos nuestro compromiso con el DPNL.

Este incremento tan importante de asistentes ha generado para el año 2017 mayor efervescencia y expectación, máxime que el proceso ha llevado a la intención de incorporar de manera decisiva el patrimonio deportivo del estado y avanzar más profundamente en la valoración del patrimonio natural estatal. ¿Qué se puede esperar en el futuro? Creemos que habrá más variedad de actividades, más organizaciones, más involucramiento y participación masiva de la gente. En resumidas cuentas, creemos que todo debe de tender hacia una verdadera verbena popular que se viva en barrios y colonias, en pueblos y rancherías. Pronosticamos que el modelo institucional tocará techo y se expandirá a otro tipo de manifestaciones colectivas que quizá tomen el marco formal como un medio para la celebración popular de la identidad cultural de Nuevo León. §

Referencias 1. European Heritage Days. Consultado el 18 de enero de 2017 en la página de la European Commission, en la World Wide Web. https://ec.europa.eu/programmes/creative-europe/actions/heritage-days_en 2. Patrimonio Uruguay. Consultada el 18 de enero de 2017 en la World Wide Web http://www.patrimoniouruguay.gub.uy/

Edición 2016 Como explicábamos, la oficialización del DPNL provocó aún mayor respaldo de las instituciones

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Pablo Flรณrez

Gobiernos truncos en Nuevo Leรณn Abel Moreno Lรณpez

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H

el gobernador de Nuevo León, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, “El Bronco”, anunció que en vía de buscar la candidatura a la Presidencia de la República, se separaría del cargo en el mes de mayo próximo. Sin ser un anuncio oficial, la declaración del titular del Ejecutivo, ha generado las más diversas hipótesis sobre el procedimiento de sustitución y sobre los posibles agraciados en el proceso sucesorio. En este espacio no abonaremos más hipótesis sobre el tema, sólo recomendaremos leer la casi centenaria Constitución para ver lo que señala al respecto. Lo que si ocupa nuestra atención es que de darse esa separación estaríamos ante un fenómeno de gobierno trunco, pues el gobernador electo constitucionalmente dejará de cumplir la responsabilidad que le fue otorgada por los ciudadanos en las urnas. Esta circunstancia se repite una vez más en Nuevo León. He aquí un recuento de los gobiernos truncos que se han presentado durante la vigencia del actual sistema político estatal, es decir, a partir de 1929. El primer caso que se registra data de 1933, cuando el gobernador constitucional, ingeniero Francisco A. Cárdenas, renuncia a su cargo, lo que obliga a que el Congreso, en uso de sus facultades, designe a un gobernador sustituto, que fue el joven abogado Pablo H. Quiroga. El ingeniero Cárdenas había sido electo en 1931 postulado por el Partido Nacional Revolucionario, cuya expresión estatal era el Partido Social Democrático de Nuevo León. Su postulación como candidato había sido toda una sorpresa, pues en la clase política local se esperaba que la candidatura recayera en el ingeniero Plutarco Elías Calles Chacón, hijo del expresidente y fundador del Partido Nacional Revolucionario (PNR), general Calles, y cuñado del gobernador en turno, Aarón Sáenz. Sin embargo, cuando todo estaba por resolverse, trasciende que en

Sonora se anuncia la candidatura de Rodolfo Elías Calles, hermano del aspirante nuevoleonés, quien mediante un comunicado a la prensa local da a conocer que se retira de la contienda interna penerreísta, lo que permite que Francisco A. Cárdenas se haga de dicha candidatura. Aunque la declaración pública no lo menciona, se estima que la declinación de Calles Jr. debe haber sido orientada –ordenada– por el Jefe Máximo, para evitar que dos de sus hijos fueran simultáneamente candidatos y virtuales gobernadores en dos entidades diversas. Cárdenas, desde luego, hizo una campaña intensa para la elección constitucional en la que tuvo como contrincante al general Anacleto Guerrero. En su paso por el gobierno hubo acciones interesantes, entre las que destaca la creación de la Universidad de Nuevo León. No obstante, la política interior no marchaba bien y el distanciamiento entre el gobernador y la dirigencia real y formal del partido era evidente, y fue a la postre la gota que derramó el vaso. Primero enfrentado con parte del Congreso y luego abiertamente con la dirigencia del partido, todo desembocó en la presentación de la renuncia el 27 de diciembre de 1933. El escrito presentado decía que esa determinación se había tomado luego de estar a prueba algunos meses “mi resistencia física, debido a mis enfermedades que hacen ya imposible atender como se merecen los negocios de la administración”. El gobernador Cárdenas se convertiría en el precursor de las renuncias por motivos de salud, que fue lo que argumentó en su escrito a los diputados y que desde luego le fue aceptada el mismo día, designándose como substituto al licenciado Pablo H. Quiroga. Los años treinta eran una prolongación de la inestabilidad política que Nuevo León había vivido en los años de la década anterior. En 1935 correspondía renovar la gubernatura y el Congreso. Las fuerzas políticas se habían polarizado. El Partido Nacional Revolucionario

ace algunas semanas

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ahora sí estaba en condiciones de postular al ingeniero Plutarco Elías Calles Chacón. Su principal contrincante, el Partido Liberal de Nuevo León, que sumaba todas las voces contrarias al PNR, se decidió por postular al general Fortunato Zuazua. En estas elecciones también se registró la candidatura del joven Valentín Campa. La confrontación electoral Calles-Zuazua resultó muy álgida; por momentos las pasiones parecían desbordarse: ataques y contraataques poblaban las páginas de los periódicos. Finalmente llegó la fecha de la elección y fueron las irregularidades el denominador común. Uno y otro se declararon ganadores y se acusaron mutuamente de los actos violentos y la distorsión de los comicios. Para ese momento, en lo nacional el conflicto Calles-Cárdenas estaba en marcha, lo que generó que si bien el centro no abandonó abiertamente a Calles Jr. tampoco lo apoyó; esta omisión se volvió ingobernabilidad, pues no había quien tomara decisiones. El Colegio Electoral, en que debería convertirse el Congreso, no se reunió y no hubo quién calificara ni anulara las elecciones. Todo se dejó al tiempo.

Pasó el 16 de septiembre y el Congreso no se reunió. Se acercó el mes de octubre y con éste la necesidad de renovar el cargo de gobernador… Ante la ausencia legal del poder legislativo se optó por recurrir a la Constitución que para estos casos ordenaba que fuera el Tribunal Superior de Justicia –cuyo periodo terminaría el 3 de octubre– el encargado de designar un gobernador provisional, y en su momento convocar a elecciones extraordinarias. El vacío jurídico fue superado. El 27 de septiembre, en sesión plenaria del Poder Judicial, por unanimidad se designó gobernador provisional al general y profesor Gregorio Morales Sánchez, quien había sido constituyente local y era cercano al cardenismo. Morales Sánchez convocó a elecciones extraordinarias en las que se elegiría al gobernador constitucional interino al concluir su mandato, y que debería iniciar su periodo el 4 de octubre de 1935. Las elecciones extraordinarias se dieron en un nuevo contexto de la lucha política en el estado, con el grupo callista envuelto en el conflicto nacional que culminó con la expulsión del país del otrora Jefe Máximo.

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Y cuando parecía que las oposiciones estaban muy cerca de asumir el poder, repitiendo la candidatura del general Zuazua, el PNR respondió con una elección interna abierta –donde por primera vez votaron las mujeres nuevoleonesas– de la que resultó candidato el general Anacleto Guerrero, sí, el mismo que había sido opositor del PNR en 1931. Esa elección resultó tan competida como la anterior y finalmente fue declarado nuevo gobernador el general Guerrero quien concluyó el periodo en 1939. Los periodos iniciados en 1939 y 1943, si bien iniciaron con procesos internos muy competidos, fueron completados por sus titulares en el gobierno. El de 1943 fue el primer periodo sexenal. En 1949 hubo otra elección muy competida, propiamente la primera de gobernador con candidato del Partido Acción Nacional (José Antonio Rodríguez). El Partido Revolucionario Institucional, (PRI), que adoptó este nombre desde enero de 1946, postuló para la gubernatura, tras un discutido proceso interno, a un personaje distinguido pero desarraigado, como lo fue el doctor Ignacio Morones Prieto, quien fue declarado ganador en las elecciones constitucionales también en medio de protestas. Morones inicia gobernando bien, con obras y acciones emblemáticas; pero a la mitad de su mandato, es llamado a la escena nacional dejando así truncas sus responsabilidades estatales. Primero, en diciembre de 1952 solicitó licencia por un término no mayor de seis meses, con el fin de atender el nombramiento que le hizo el presidente Ruiz Cortines como Secretario de Salubridad y Asistencia… El Congreso, al conceder la licencia, designó como gobernador constitucional interino al señor José S. Vivanco. Meses después, en mayo de 1953, el doctor Morones presenta su renuncia definitiva, la cual le es aceptada, ratificándose el nombramiento del señor Vivanco como gobernador sustituto. En el texto de su renuncia, luego de aludir y agradecer la licencia que le fue concedida seis

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meses antes, señala que es “con el sincero deseo de que el Gobierno de Nuevo León pueda programar su labor en lo que resta del periodo”. Vienen luego dos periodos que transcurren con estabilidad hasta llegar al régimen encabezado por el licenciado Eduardo A. Elizondo Lozano, extesorero del estado y exrector de la Universidad de Nuevo León, quien asumió el gobierno local el 4 de octubre de 1967. El otorgamiento de la autonomía universitaria en 1969 y sus efectos en cuanto al control y gobierno de la máxima casa de estudios, pues se impedía que el gobernador interviniera en forma directa en el nombramiento del rector y los directores, fue lo que generó los hechos que desembocaron en su dimisión. Tal parecía que con aquel decreto de noviembre de 1969, los universitarios ya no dependerían de la tutela oficial y de la poderosa iniciativa privada regiomontana. Por ello la expedición de la Ley Orgánica de la Universidad, decretada el 26 de marzo de 1971, tuvo una reacción enérgica de los universitarios generando un gran movimiento de rechazo a la aplicación y efectos de una ley que hacía nugatoria la autonomía universitaria, pues depositaba el gobierno de la institución en una llamada Asamblea Popular de Gobierno Universitario donde las decisiones se tomarían con la participación de sólo seis universitarios (tres maestros y tres alumnos) frente a 31 personajes externos. Por si fuera poco, la errática decisión de nombrar rector a un militar no hizo sino recrudecer las protestas y las demandas de los universitarios, lo que requirió la intervención del gobierno federal para garantizar que las cosas volvieran a la normalidad, debiendo para ello dar marcha atrás a la ley; esto generó que el gobernador Elizondo presentara su renuncia por no estar de acuerdo con la decisión adoptada por el Congreso del Estado. La madrugada del 5 de junio de 1971, el Congreso expidió una nueva Ley Orgánica que abrogaba la que había generado el conflicto; se turnó al gobernador Elizondo para su promulgación y

publicación, obteniendo como respuesta la presentación de su renuncia en esa misma fecha. En su texto de renuncia, el licenciado Elizondo señaló que difería radicalmente de los criterios en que se fundaba el decreto, que estaba en desacuerdo con los preceptos que contenía, que en esas circunstancias aprobarlo sería ir en contra de sus convicciones y que vetarlo implicaba problemas políticos y sociales muy graves, por lo que ante esa situación, consideraba su deber “… retirarme del honroso cargo que ostento y que he procurado desempeñar aplicando a ello todas las fuerzas de mi cuerpo y todas las luces de mi entendimiento”. Ese mismo día el Congreso aceptó la renuncia y designó como gobernador constitucional sustituto al licenciado Luis M. Farías, que hasta ese día era líder del Senado de la República representando a Nuevo León. El siguiente caso de un periodo trunco de gobierno se da a mediados de la década de los años noventa. En 1991 había sido electo e iniciado su mandato de gobernador el licenciado Sócrates Cuauhtémoc Rizzo García, personaje políticamente cercano al presidente Salinas de Gortari, a cuyo amparo ocupó primero la presidencia municipal de Monterrey y luego la gubernatura. Rizzo encabezaba una administración que venía realizando una importante obra material, no obstante el avance de las oposiciones, sobre todo por las circunstancias nacionales de 1994 y el rompimiento Salinas-wZedillo. Estas circunstancias generaron que en abril de 1996 tuviera que pedir licencia para seis meses después separarse definitivamente del cargo. En su escrito solicitando licencia, no menciona con precisión cual fue la motivación de la licencia, mientras que seis meses después, cuando anuncia que no regresará al ejercicio de su cargo, sólo dice estimar “que aún están vigentes las consideraciones que en su momento expresé para separarme” del cargo de gobernador. Para cubrir la licencia y posteriormente la se-

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paración definitiva, el Congreso designó al licenciado Benjamín Clariond Reyes, primero como gobernador interino y posteriormente como gobernador sustituto. El propio Clariond Reyes sería designado gobernador de transición para cubrir el vacío generado por una reforma constitucional de 1990 respecto a modificar, a partir de 1997, el inicio del periodo gubernamental. Por tanto Benjamín Clariond se convertía en el único caso de haber sido gobernador tres veces consecutivas en menos de dos años. El último caso de un gobierno trunco en Nuevo León se presentó cerca del final del gobierno del licenciado Fernando de Jesús Canales Clariond. Aunque este caso aparentó ser un tema de promoción política, como fue el de la salida del doctor Morones Prieto, hay que recordar que la renuncia de Canales se dio en medio de una crisis política interna en su partido con miras a la sucesión gubernamental. La renuncia que se comenta fue presentada el 10 de enero de 2003, a 9 meses de la conclusión de su mandato, argumentándose como motivo la invitación presidencial para ir a ocupar la Secretaría de Economía. Hacía poco más de un mes que había iniciado el periodo de actividad electoral en que se elegiría a su sucesor, y era evidente que había un cúmulo creciente de cuestionamientos a su ejercicio como gobernador, lo que hacía suponer que alejarlo era una estrategia de la campaña panista. El tiempo así lo justificó, el PAN perdió las elecciones y Canales dejó la Secretaría de Economía.

Un breve recuento nos indica que de los seis casos de gobiernos truncos en Nuevo León entre 1929 y lo que va de 2017, cinco han tenido que ver con problemas o situaciones políticas que debían atenderse sin demora, y sólo uno por una real promoción política. Aunque oficialmente Cárdenas en el 33 argumentó problemas de salud, había chocado con su partido y con el Congreso local; un proceso plagado de irregularidades dejó trunco el periodo que debió iniciar en 1935; Elizondo sucumbió ante un movimiento universitario generado por una Ley orgánica inapropiada; Rizzo fue sacrificado por una crisis interpresidencial y la inevitable debacle que había iniciado su partido desde 1994; Canales por una estrategia partidista para tratar de salvar el proceso de 2003, lo cual no se consiguió. Morones Prieto, cuyo desarraigo generó un discutido proceso interno y una muy cerrada elección constitucional, salió para integrarse al gabinete presidencial cuando iba a la mitad de su periodo, y apenas iniciaba la administración presidencial ruizcortinista. En el escenario actual, si bien no hay –todavía– una crisis política, aunque sí un creciente descontento hacia el titular del ejecutivo, se advierte una autopromoción política que para muchos que observan el desempeño del gobierno estatal, puede interpretarse como un fenómeno de aventurerismo electoral. Aquí queda este recuento de lo que fue, y ojalá sirva de experiencia; aunque como diría Bernard Shaw: “El hombre aprende de la historia, que el hombre No aprende de la historia”. §

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STUANL: a 53 años de su fundación Pablo Flórez

Rafael Garza Ibarra

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E

5 de febrero de 2017, los universitarios nuevoleoneses conmemoramos el 53 aniversario del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (STUANL). Es buena oportunidad para recordar el proceso de su fundación, en aras de fortalecer nuestra conciencia sindical y recordar a quienes lo hicieron posible en 1964 con las siglas de STUNL, pues la universidad todavía no era autónoma en ese año. Los fundadores del STUNL aprovecharon la experiencia organizativa de otros trabajadores de la universidad tenida en tres claros precedentes.

dicalmente. Este esfuerzo –fallido, por cierto–, fue abanderado por el licenciado Vicente Reyes Aurrecoechea, el profesor Salvador Villarreal y el ingeniero José Guadalupe Lozano Alanís; ellos visitaron al rector Raúl Rangel Frías para comentarle su propósito, recibiendo de éste un contundente rechazo. Al comprender la ausencia de condiciones objetivas para llevar adelante su propósito sindical, aquella vanguardia lo abandonó, dejando latente la necesidad de instituir una organización de trabajadores. En esos días gobernaba Nuevo León don José S. Vivanco, quien había sustituido al doctor Ignacio Morones Prieto. Hay un cuarto precedente –éste sí exitoso– llevado a cabo por docentes de las preparatorias y la Escuela “Álvaro Obregón”, convocados por una comisión organizadora integrada por los profesores J. Guadalupe Lozano Alanís, Héctor González Faz, Ernesto Cantú Gómez, Ernesto de Villarreal Cantú, Carlos Caballero Lazo y José Antonio Pérez Gálvez. Aquellos catedráticos se reunieron en un aula de la Preparatoria Núm. Uno –ubicada en el edificio de Colegio Civil– para constituir, el 18 de octubre de 1958 la Asociación de Maestros y Empleados de la Preparatoria de la Universidad de Nuevo León (AMEPUNL). En esa ocasión, el doctor José Antonio Pérez Gálvez fue elegido secretario general, cargo desempeñado por él durante dos años hasta su nombramiento como director de la Preparatoria Núm. Uno. Con esta designación, la AMEPUNL fue descabezada y condenada a su desaparición sin obtener ningún reconocimiento legal, víctima de las contradicciones internas e insuperables de sus miembros. En ese periodo era rector de la universidad el arquitecto Joaquín A. Mora, y gobernador del estado el licenciado Raúl Rangel Frías. Con 28 años de lucha tras de sí, los trabajadores de la Universidad de Nuevo León realizaron un nuevo esfuerzo para fundar, el 5 de febrero de 1964, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León (STUNL), esta vez con resultados permanentes y definitivos.

ste

Los precedentes El primer precedente se dio en 1936 al fundarse el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Superior (STES) liderado por el doctor Ángel Martínez Villarreal como secretario general. Este organismo fue reconocido legalmente el 3 de junio de ese mismo año, por acuerdo del Consejo de Cultura Superior encabezado por el doctor Enrique Carlos Livas Villarreal, quien para conducirlo había sido nombrado secretario en funciones de presidente por el gobernador Anacleto Guerrero. El segundo se ubica en 1949, al constituirse la Unión de Trabajadores del Hospital Civil “Dr. José Eleuterio González” (UTHC), reconocida oficialmente por el Tribunal de Arbitraje para los Trabajadores del Estado con el registro 2/49. La UTHC –creada al amparo de la Ley del Servicio Civil del Estado de Nuevo León promulgada por el gobernador Arturo B. de la Garza el 5 de junio de 1948– fue dirigida por el doctor Salvador Martínez Cárdenas como secretario general. Cuando la UTHC nació, el Hospital Civil aún no había sido declarado Hospital Universitario, lo cual ocurriría hasta mayo de 1952. Existe un tercer antecedente situado en 1953. Acontece cuando un grupo de maestros de la Preparatoria Núm. Uno intenta, por primera vez dentro de la universidad, organizarse sin-

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La fundación del STUNL

zalo Ocañas Domínguez y licenciado Héctor Carrasco, y Comisión de Estudios Jurídicos: licenciados Vicente Reyes Aurrecoechea y Manir González Martos, y enfermera instrumentista Rebeca Tello. Más tarde, todas las comisiones mencionadas se fusionaron en una Comisión Organizadora de la concebida provisionalmente como una Asociación de Profesores de la Universidad de Nuevo León. Así, en enero de 1964 convocaron a todo el profesorado universitario a la asamblea constituyente a realizarse los días 4 y 5 de febrero de 1964. En esa convocatoria establecieron que cada dependencia debería enviar a la asamblea constituyente un delegado por cada 15 maestros, y dos delegados las escuelas y facultades con menos de 15 profesores. El martes 4 de febrero, en los periódicos El Porvenir y El Norte, la comisión organizadora publicó un pequeño escrito dirigido a los delegados, donde señalaba las 8 de la mañana como la hora para iniciar los trabajos de la Asamblea Constituyente, los cuales se llevarían a cabo en la Facultad de Comercio y Administración situada en la Ciudad universitaria. Esta publicación fue firmada por los ingenieros Gonzalo Ocañas Domínguez y Jaime Aguilera Barraza. Ese día 4 fue dedicado al registro de delegados, a quienes se entregó una credencial identificatoria firmada por el doctor Omar Arteaga Elizondo. Todas las dependencias –21 en total– nombraron a sus delegados –74 en suma–, de la siguiente manera: Preparatoria Núm. Uno, 8 delegados; Preparatoria Núm. Dos, 4; Preparatoria Núm. Tres, 3; Preparatoria Núm. 4 (Linares), 2; “Álvaro Obregón”, 5; “Pablo Livas”, 3; Escuela de Música, 2; Escuela de Trabajo Social, 2; Facultad de Odontología, 2; Facultad de Medicina, 8; Facultad de Ingeniería Mecánica, 4; Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas, 2; Facultad de Ingeniería Civil, 4; Facultad de Filosofía y Letras, 2; Facultad de Enfermería, 2; Facultad de Economía, 2; Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, 4; Facultad de Comercio y

El proceso de fundación del STUANL comenzó desde noviembre de 1963, cuando un grupo de profesores se reunió en el Aula “Francisco M. Zertuche” de la Preparatoria Núm. Uno, ubicada entonces en el edificio del Colegio Civil, para deliberar acerca de la conducta a seguir con el fin de obtener una mejora salarial y una gratificación de fin de año. Para ello acordaron solicitar el aguinaldo al rector Alfonso Rangel Guerra quien al reconocer lo justo de la demanda y argumentar falta de recursos, les sugirió acudir al gobierno del Estado, única instancia con posibilidades de satisfacer su petición. Lo hicieron así, sólo para recibir un concluyente rechazo del gobernador Eduardo Livas Villarreal. Ante esta negativa decidieron seguir adelante. Al reunirse de nuevo, nombraron una comisión coordinadora encargada de realizar los trabajos previos tendientes a la formación de un organismo representativo de los trabajadores de la UNL, organismo concebido en un principio como una asociación civil. Para integrar dicha comisión coordinadora fueron elegidos los licenciados: Manir González Martos y Mario López Ramírez, de la Preparatoria Núm. Uno; el biólogo Humberto Sánchez Vega, de la Facultad de Ciencias Biológicas; y los ingenieros Rafael Serna Treviño y Jaime Aguilera Barraza, de la Escuela de Físico Matemáticas y de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, respectivamente. Al poco tiempo, la comisión coordinadora decidió nombrar tres comisiones más con el fin de llevar a cabo una junta más amplia y así poder recoger el sentir de un número mayor de profesores. Estas tres comisiones y sus componentes fueron las siguientes: Comisión para la Promoción de la Asamblea Constituyente: licenciado Mario López Ramírez, doctor Ángel Martínez Maldonado y biólogo Humberto Sánchez Vega; Comisión de Estudios Económicos y Sociales: profesor Arturo Cantú Sánchez, ingeniero Gon-

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Administración, 5; Facultad de Ciencias Químicas,4; Facultad de Ciencias Biológicas, 2; Facultad de Arquitectura, 4. A las 11 de la mañana del 5 de febrero de 1964, al declarar inaugurados los trabajos de la asamblea constituyente, el licenciado Virgilio Acosta Cantú, secretario general de la universidad enviado por el rector Alfonso Rangel Guerra para ese efecto, expresó a los delegados, entre otros, los siguientes conceptos: Pablo Flórez

Hace diez años… la casi totalidad de los maestros universitarios eran, todavía, hombres que asistían a la cátedra en un gesto simbólico de gratitud hacia la Casa de Estudios donde se formaron profesionalmente. Entonces era también simbólica la recompensa que la Universidad podía ofrecer a los maestros por sus servicios. Era difícil, por lo tanto, su entrega máxima a la cátedra y a labores que les permitieran mayor capacidad en las tareas pedagógicas. Ahora… la situación es distinta; la gran mayoría de los catedráticos son maestros de planta o media planta. Existen salarios si no altos, sí decorosos, y la docencia universitaria avanza hacia el rango superior a donde la lleva la propia evolución de la Máxima Casa de Estudios. Desde este punto de vista, las autoridades contemplan con simpatía este movimiento de unidad magisterial, porque tienen plena confianza de que contribuirá a la firmeza del espíritu universitario, a elevar la dignidad y a una nueva reafirmación de la gran responsabilidad que significa la cátedra en la Máxima Casa de Estudios.

ingenieros Gonzalo Ocañas Domínguez y Sabás Rodríguez Rodríguez, escrutadores. En seguida los delegados presentaron sus ponencias, las cuales se acordó clasificar en tres apartados: las de orden jurídico, las de contenido económico y social, y las de naturaleza académica y cultural. Para su mejor estudio, esta decisión trajo consigo la necesidad de constituir otras tres mesas de debates. Estas y sus miembros fueron: Mesa de Estudios Jurídicos: licenciado Vicente Reyes Aurrecoechea, presidente; licenciado Rolando Guzmán Flores, vicepresidente; licenciado Hugo Padilla Chacón, secretario; y licenciados Carlos Francisco Cisneros Ramos y César Lucio Coronado Limón, escrutadores; Mesa de Estudios Académicos y Culturales: doctor Héctor Menchaca Solís, presidente; licenciado Mario López Ramírez, vicepresidente; licenciado Rogelio Villarreal Garza, secretario; arquitecto Óscar Rubén Santos, químico Carlos Caballero Lazo, doctor Román Garza Mercado, escrutadores; Mesa de Estudios Económicos y Sociales: doctor Ángel Martínez Maldonado, presidente; licenciado Manir González Martos, vicepresidente; ingeniero Rafael Serna Treviño, secretario; doctor Rodolfo González y profesores Jesús Ramírez Muro y Salomón Gon-

Después de esta declaratoria inaugural, los asambleístas procedieron a elegir a los integrantes de la mesa de debates que presidieron y coordinaron las distintas sesiones y los trabajos de la asamblea constituyente. Para esa delicada labor fueron elegidos los siguientes delegados: doctor Héctor Menchaca Solís, presidente; doctor Ángel Martínez Maldonado, vicepresidente; licenciado Manir González Martos, secretario;

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zález Almazán, escrutadores. Durante la tarde del 4 de febrero, las mesas de estudio analizaron las ponencias recibidas, cuyas conclusiones fueron discutidas al día siguiente, a partir de las 9 de la mañana. El punto más controversial fue el referente al nombre que debería darse a aquella naciente organización. La polémica para resolver esta cuestión se dio entre quienes pugnaban porque se denominara Asociación de Profesores de la Universidad de Nuevo León –nombre provisional bajo el cual habían sido convocados–, y quienes luchaban porque se nombrara Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León. Tras presenciar acaloradas intervenciones y escuchar razonados argumentos, la absoluta mayoría de los delegados constituyentes decidieron llamar sindicato a la entidad creada por ellos ese 5 de febrero de 1964; además, dejar abiertas las puertas pwue ingresaran a ésta los trabajadores de los otros sectores que así lo decidieran. Una vez tomados otros acuerdos relacionados con el futuro sindical –por ejemplo, fundar un seguro mutual de vida y de incapacidad total permanente y un Centro de Orientación Pedagógica– se procedió a elegir a los cinco miembros del primer Comité ejecutivo y de las comisiones, quienes ejercerían por un año. Estos fueron los integrantes titulares del Comité ejecutivo: doctor Ángel Martínez Maldonado, secretario general; licenciado Carlos Francisco Cisneros Ramos, secretario del interior o de actas; ingeniero Jaime Aguilera Barraza, secretario de hacienda; licenciado Rolando Guzmán Flores, secretario de trabajo; profesor Horacio Salazar Ortiz, secretario de prensa y propaganda. Por lo que respecta a comisiones, fueron integradas con cinco miembros. La de Estudios Jurídicos quedó presidida por el licenciado Vicente

Reyes Aurrecoechea –esta comisión redactaría los estatutos y el reglamento de elecciones–; la de Estudios Económicos y Sociales por el licenciado Manir González Martos; la de Asuntos Académicos y Culturales por el arquitecto Eduardo Romero Jasso; y la de Honor y Justicia por el ingeniero Gonzalo Ocañas Domínguez. En la tarde del 5 de febrero, a los delgados elegidos para formar el primer Comité ejecutivo y las comisiones, les fue tomada la protesta por el presidente de la mesa de debates, doctor Héctor Menchaca Solís. Al final de la jornada se levantó el acta constitutiva, la que fue firmada por los 64 delegados presentes. Y ya por la noche, a las 8.30, los delegados asistieron a una cena que en su honor ofreció la rectoría en la cafetería universitaria de la Facultad de Comercio y Administración. El proceso descrito originó el nacimiento del STUNL como primer organismo independiente del país, formado por todos los trabajadores de la UNL. De esto hace 53 años. Su fundación reflejó el sentir de los profesores más liberales y progresistas de aquella época, de los cuales hoy somos herederos en el STUANL. §

Fuentes consultadas: 1. Carlos Ruiz Cabrera, Poder y lucha sindical en la UANL, 1949-1971, edición del autor, Monterrey, México, 1993. 2. Susana Acosta Badillo y Erika Escalona Ontiveros, Medio siglo de historia sindical. Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (1964-2014). UANL, 2014. 3. Carlos Ruiz Cabrera, Imágenes, Universidad Autónoma de Nuevo León 1933-2003, Grupo Impulso Cultural, Monterrey, México, 2003.

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Las marchas de resistencia de las mujeres Pablo FlĂłrez

LĂ­dice Ramos

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I

del vértigo del acontecer diario, pocas veces o casi nunca nos detenemos a reflexionar sobre acontecimientos que escuchamos, acerca de los cuales muchas personas opinan sólo por no quedarse calladas. Esta cualidad humana de pensar antes de hablar está cayendo en desuso. La mayoría de las personas nos dedicamos a vivir y dejar vivir sin cuestionarnos por qué se dan ciertas prácticas sociales, quiénes son los agentes propiciadores de dichas prácticas, por qué el objetivo de cambiar y bajo qué significación se plantean esos cambios. Así, las informaciones y charlas sobre las marchas de mujeres de fines de enero del presente año, han obligado a detener el paso a algunas gentes como yo para ponernos a reflexionar sobre las posibilidades de transformación positiva que este acontecimiento puede traer consigo, dado el volumen de participación alcanzado, lo extenso de los países involucrados, los gorritos rosa mexicano “pussy hat” o las demandas de amor ante el lenguaje agresivo empleado contra las mujeres. La actual revolución científica y sus diferentes instrumentos de observación, como son las redes sociales, nos hacen reaccionar e intentar el esbozo de algunas ideas sobre el entramado político e institucional que se recrea en el “capitalismo líquido” –y sus nuevas formas de apropiación y distribución de la riqueza– con el fin de comprender por qué las marchas de resistencia de las mujeres están ahora impregnadas de diversas propuestas que deben inspirar e impulsar un movimiento planetario con un programa de acción mínimo y contundente. Desde la concepción feminista del mundo y de la vida se detecta el orden patriarcal, al que de manera explícita se critica en sus aspectos opresivos y enajenantes que influyen en la organización social basada en la desigualdad, la injusticia y la jerarquización de las personas por razones de sexo-género. Desde esta concepción se visualiza también el extrañamiento y la resistencia de las mujeres al orden imperante en

el mundo y a los contenidos que se desean asignar a sus vidas, exacerbados por la llegada de un nuevo presidente de los Estados Unidos y su embestida conservadora, todo lo cual les incomoda y alarma, pues se les obliga a explicar, otra vez, los beneficios que para una existencia digna tiene el incluir a las mujeres y transversalizar su perspectiva de la vida; se les obliga, también, a radicalizar su lucha para lograr que los cambios societales no sólo sean discursivos sino expresiones con verdaderas consecuencias positivas en la vida cotidiana de las mayorías. Para profundizar en lo anterior les invito a leer acerca del “capitalismo líquido”, mejor conocido como globalización, concebido como un paradigma interpretativo que explica los cambios habidos en nuestra época, mismos que influyen en los distintos ámbitos de la vida en sociedad. En el terreno económico, por ejemplo, podemos destacar la expansión comercial que ha llevado a la deslocalización de las empresas multinacionales y a la desreglamentación financiera, por un lado; y por otro, a condiciones laborales duras y precarias, de flexibilidad extrema, salarios muy diferenciados, con una élite obrera donde las mujeres son confinadas a espacios de la economía real de ínfima categoría, sujetas a las tensiones surgidas entre la reproducción humana y la vida productiva. En el campo cultural, la expansión de las tecnologías de la información y de la comunicación, conocidas como TIC, ha originado cambios en la cultura material de los pueblos, donde las mujeres han sido y son, las más de las veces, las encargadas de su conservación y propagación. Ahora existen las posibilidades de creación de industrias culturales, donde la cultura como mercancía conlleva la difusión de contenidos, símbolos, valores, estilos de vida y comportamientos sin fin, inventados o reales. Durante este proceso, la formación de mercados globales de bienes simbólicos se transforma en propiedad privada a costa del Estado y la sociedad que pierde derechos relacionados con el pluralismo informa-

mpregnadas como estamos

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Pablo Flórez

de las marchas contemporáneas de las mujeres como colegas de otros grupos humanos y sus propias demandas. La consigna que Angela Davis, activista negra norteamericana, expresara así: “¡Aquellos que todavía defienden la supremacía masculina blanca hetereopatriarcal, tengan cuidado!”, resulta contundente en el ámbito político al reconocer que las personas somos agentes colectivos e individuales de la historia y fuerzas poderosas del cambio con justicia social. Mas aquí hay que preguntarnos: ¿con qué instituciones?, ¿cómo, bajo la malla de nuevas relaciones locales y globales? Porque el orden planetario surgido después de la Segunda Guerra Mundial vinculado a las Naciones Unidas, que daba poder de decisión a los estados nacionales, a sus firmas, tratados y pactos, aun con la creación de instituciones internacionales, ha perdido peso político. A partir de los años ochenta las figuras supraestatales han ganado terreno, y las compañías globales y sus reuniones son las que marcan la pauta en la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM), reduciendo el poder, en general, de los estados nacionales, sin dejar pasar la menor oportunidad. La política feminista se abandera, en este siglo XXI, con la idea de la igualdad sustantiva

tivo y la conservación duradera de la identidad nacional. Como se sabe, la industria cultural no sedimenta tradiciones, vende y es efímera, porque sus productos, servidos al momento, son de consumo inmediato. Así, el consumo de marcas se vuelve la principal forma de autoafirmación y fuente de la identidad individual, aunque genere, en otro aspecto, vacíos existenciales entre las mujeres y los hombres jóvenes. Desde otro ángulo, la expansión comercial y las nuevas formas de producción adoptadas allende las fronteras del norte –llámense Estados Unidos, Europa o Japón– durante la segunda mitad del siglo XX, trajeron consecuencias inmediatas y no previsibles en el medio ambiente. En este ámbito, los asuntos del calentamiento global, la desertificación, la contaminación de las aguas de los ríos y mares, el incremento en el consumo de energías y las nuevas enfermedades producidas por la sobreexplotación de los recursos naturales, nos mantienen en alerta constante, pues no se vislumbran grandes soluciones que beneficien a las comunidades locales. El desarrollo centrado en la reproducción humana que persigue el feminismo, exige conciliar las exigencias de la expansión económica con la igualdad ciudadana y el mantenimiento de los recursos naturales y culturales; de ahí el empeño

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que discute los postulados androcéntricos de la democracia y su aplicación. Sin embargo, no es ingenua y se cuestiona: ¿cómo reconstruir el Estado como principal institución política si ha sido afectado por la globalización?; ¿cómo reconvertirle si sigue siendo la principal forma de poder político, de gobierno y de administración de los bienes públicos? ;¿cómo, dentro del Estado, se puede incorporar la concepción feminista de las políticas públicas? Y quizás lo más complejo de dilucidar y de reconocer es si vamos a seguir perteneciendo al orden social, político, económico y cultural de lo que se conoce como modernidad, la cual a América Latina, África y parte de Asia les fue impuesta de manera exógena, desde afuera, realizando cambios cuyo ritmo y consecuencias produjeron pensamientos como el de “siempre llegamos tarde a todo”, como si

jamás hubiéramos tenido algo, algo que no valoramos. Y en ese algo están las contribuciones. El patriarcado u orden donde la supremacía masculina es abrumadora, ha existido en muchos estilos de producción; en el nuestro, capitalista, va de la mano y se atenúa o agudiza de acuerdo a situaciones políticas concretas. Por eso, para seguir adelante con la desobediencia civil, con el actuar local y pensar global, con el ser incluyentes en una marcha o en un movimiento social, es necesario reflexionar con profundidad sobre el uso del lenguaje no sexista o sexista, para saber con precisión quienes son los agentes de dichas prácticas, cuál es el objetivo de cambiar y bajo que significación se plantean los cambios. Gracias a dichas marchas podemos compartir estas reflexiones y tomar vuelo en la búsqueda de soluciones. §

Pablo Flórez Nació en Monterrey, en 1933. Después de cursar estudios en Arquitectura y en Ciencias Químicas de la entonces Universidad de Nuevo León, se inició en la pintura en el Taller de Artes Plásticas de esta misma institución, para continuarlos después en la Escuela de Artes “La Esmeralda” en la ciudad de México, en donde aprendió las técnicas para la composición en mural y el grabado japonés. Fue fundador en 1963, de la Galería “Universidad” y del Taller de Grabado en Metal y Litografía e impartió clases de Dibujo y Pintura desde 1963 en el ya mencionado Taller de Artes Plásticas de la UNL, del que también fue director de 1968 a 1970. Destacó con su participación en el Instituto Nacional de Bellas Artes de la ciudad de México en 1977, como maestro de Grabado en Metal, y en el Instituto de la Cultura de Nuevo León, en donde fue coordinador de Artes Plásticas. En sus cincuenta años de carrera pictórica, sus obras se expusieron al público en numerosas galerías del país y del extranjero, entre las que podemos mencionar las siguientes: Arte, A.C. (Monterrey), Galería “José María Velasco” (Monterrey), Palacio de Bellas Artes (ciudad de México), Galería “El Sótano” (ciudad de México), Galería del Hotel “Ancira” (Monterrey), Museo de la Estampa (ciudad de México), Casa de la Cultura de Nuevo León (Monterrey), Unidad Cultural “La Ciudadela” (Monterrey), Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Galería de “Arte y Libros” (Monterrey), Museo de Arte Contemporáneo de Morelia, Pinacoteca de Nuevo León (Monterrey), Museo de Monterrey, “La Galería” (La Villita, San Antonio, Texas, USA), patio central del Palacio de Gobierno de Nuevo León (Monterrey), entre otros lugares. Fundó junto a los pintores Marcos Cuéllar, Rodolfo Nieto, Jaime Flores y Amado García, el Grupo “Brazso”. Murió en Monterrey, en 1999. §

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Ficcionalizar al escritor Gabriel Contreras

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Vaya, lo cierto es que ha sido gracias a esa herencia fantasiosa y a esa convicción es que Wilde, Miller, Capote, Faulkner y Reinaldo Arenas se han convertido, en algún momento de su vida imaginaria, en personajes fílmicos. Si han resultado creíbles y verosímiles en la pantalla es porque un precedente marco mítico les ha dado soporte. El escritor, hoy, sólo se identifica como escritor cuando nos hace pensar en el molde del escritor… Una muestra elemental de ese ejercicio salta a la vista cuando ponemos sobre la mesa las dieciocho entrevistas que componen el libro El oficio de escritor, editado en su momento por “París Review” y reeditado mucho después en castellano para bien de los esquemas preconcebidos, las preguntas al oráculo escritural y la simplificación del razonamiento literario. Desde las páginas de ese libro, es posible atestiguar el perfil del macho alcohólico, mujeriego y pendenciero personificado por Ernest Hemingway, un muchacho inquieto metido a periodista de guerra que, con las armas del lápiz, la imaginación, la observación y la máquina de escribir, llegaría a convertirse en un joven anciano empeñado en pasearse, alardeando su flamante Premio Nobel por los bares de La Habana, para acabar volándose la cabeza con una escopeta y dejando un reguero de sesos en la escalera de su casa, en Illinois. Otra instantánea: Pensemos en la robusta inteligencia de Forster envuelto en las redes de la reflexión estilística y flanqueado por una generación que hoy es legendaria y se recuerda como “el grupo de Bloomsbury”. A Forster, lo vemos empeñado en confeccionar, identificar y perfeccionar interminablemente las reglas de la novela, revelando a cuentagotas los secretos del manejo temporal, y las claves para volver deslumbrante la entrega del perfil de los personajes, influyendo así sobre el futuro de la literatura, es decir modificando la escritura potencial de muchos aprendices de narradores que hoy miran de reojo los “Aspectos de la novela”.

“Mamá, te lo digo en serio, es que… he estado pensando mucho… mira… yo quisiera escribir… no sé, novelas, algo así ¿me entiendes? o de perdida cómics o películas, no sé, ¿tú cómo ves?”.

1. El escritor en su laberinto

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que resultaría ocioso discutir en este mismo momento, el siglo XIX, el siglo XX y lo que va del XXI han compartido, vistos en perspectiva, numerosos mitos y ficciones en torno al papel del escritor. El escritor no vive por, para y desde la escritura, sino por, para y desde los marcos de algún estereotipo. El escritor pareciera estar condenado a fungir simplemente como el actor de su propio modelo. Es alguien que, newcesariamente, cumple con los requisitos del “ser escritor”, o será que, sencillamente, no lo es. Y esa galería de estereotipos, por cierto, no excluye al arranque del Siglo XXI, aunque es realmente muy temprano para hablar de un siglo al que no veremos morir. Se trata de un período en el que la escritura se ha vuelto progresivamente multimediática, inevitable, omnipresente, masiva y más abierta, móvil y democrática que nunca, dado que éste es el siglo de la narratividad, donde los deportes, la fantasía, la información y todo posible asomo de realidad codificada proceden a través de un cuento, una fábula o un drama. Nunca, hasta donde alcanzo a ver, nunca la ficción había sido tan real, y jamás la realidad había sido tan ficticia. Habitamos, compartimos un siglo en plena ebullición, en el que las acciones de redactar, enunciar y traducir se han vuelto un asunto de la más elemental supervivencia. Pero eso es buen momento para asomarse al pasado. Con el siglo XIX y el XX como un escenario clausurado, es posible para nosotros confeccionar una especie de taxonomía o zoología del escritor con sólo entresacar algunos casos que, a fin de cuentas, han adquirido las dimensiones del modelo. or alguna razón

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Otro cuadro de la misma exposición es el de Ezra Pound o la locura como arma de la creación poética. Pound actuaría como el equivalente de la posibilidad de ejercer la lucidez del verso desde una cárcel que linda con los límites de lo manicomial, sin perder en ello la razón poética, la respetabilidad literaria y sobre todo la oportunidad de crear montando a pelo los corceles del delirio. Porque, a diferencia de Hemingway, que es todo sistema, corrección y pericia arquitectónica, Pound declara sin pensarlo dos veces que no sabe nada de métodos y que es más importante el qué que el cómo. Sin embargo, Pound se muestra atento a las viscisitudes de la composición musical, y sugiere que la armonía, el contrapunto y las posibilidades melódicas están detrás del acto de escribir. A Henry Miller, por su parte, es posible fijarlo en su imagen más prototípica si se piensa en la sexualidad convertida en un tónico para la imaginación, el bien de la novela, el prestigio del erotómano y la creación de una saga plagada de sábanas parisinas y mujeres cuyo nombre jamás hizo falta preguntar. Miller es un héroe de la cultura y, al mismo tiempo, una amenaza moral, un pornógrafo metido a novelista, que hace de su vida sexual una saga y de esa saga sus obras completas. Aventurero, obrero en una fábrica de cemento, dibujante precoz y procaz, vendedor puerta por puerta, enamorado de la mala vida, Miller es uno de los más sólidos estereotipos del siglo XX. Cada uno de los escritores retratados para la galería de “Paris Review” labró pacientemente su propia leyenda, posó sonriente o atormentado para la eternidad bajo el pretexto de ser entrevistado, y al final sació esta sed de ficción que, por uno u otro motivo, nos define cuando queremos averiguar qué significa, o bien qué ha significado ser escritor. Desde el balcón de El oficio de escritor vemos hoy a un Truman Capote redimensionado o sobredimensionado por la cita certera, el filo del aforismo, la frase ingeniosa, la sonrisa seductora

y la exactitud descriptiva como sinónimos de perfección, formas de vida y obsesión inagotable. Capote es todo sistema, todo pulcritud, todo egoísmo. En sus finas manos de niña están la paciencia y la reescritura como bendiciones y condenas. El escritor, para Capote, es algo así como un dios para sí mismo, capaz de edificar el mundo con la máquina de escribir y de reinventarse la realidad a través de la apuesta más exigente que haya vivido periodista alguno hasta el momento. Capote, avancemos, Capote es la pieza del Power Point que nos revela a la vida entera de un hombre al servicio de la creación de una novela. Capote es la cumbre de la perfección técnica sumada al fracaso de la vida ante los torrentes de la imaginación. Capote: el romántico absoluto, que vive en los días de Andy Warhol, la psicodelia, Elizabeth Taylor y Marlon Brando. Capote o la imagen perfecta del escritor en los tiempos de los Beatles. Un sólido cuarteto: Hemingway, Pound, Miller y Capote operan, unificados por este libro, como una sumatoria eficaz para ficcionalizar al escritor, una maniobra a través de la cual el hombre de letras resulta ser un santo, pero también una maldición, un ejemplo y una tentación simultáneamente. Toda la luz y toda la perversidad parecieran alojadas en este oficio, al que tantos en el mundo han reconocido aspirar, como si la condición de escritor fuera algo superior a la condición de plomero, dentista, lavacoches, profesor, hipnotista o mesero. ¿Cuál es el privilegio particular del escritor en nuestra civilización, si es que realmente posee alguno? ¿Cómo es que ha llegado a identificarse progresivamente al escritor con el intelectual, y por qué nadie les pide opiniones a los cirujanos y a los veterinarios en torno a la guerra, la política exterior o el relevo sexenal? ¿Es que los matemáticos no son intelectuales? ¿Es que los arquitectos desconocen el mundo? ¿De dónde proviene el hecho de que tantos medios le pidan sus puntos de vista a los escritores sobre tantos temas, los comprendan o no? ¿Qué vuelve valio-

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derna. Si nos atenemos al paisaje dibujado por Cassany, tendremos que admitir que la escritura no es sólo cosa de escritores. La escritura es en realidad una herramienta en la que coinciden forzosamente numerosos oficios más o menos prestigiosos, como es el caso de los abogados, los maestros, los científicos sociales e incluso los investigadores de las llamadas ciencias exactas. El hecho es que ninguno de ellos podría ejercer su carrera o su oficio sin sentarse en algún momento a escribir. Ellos escriben reportes, diagnósticos, operaciones, testimonios, encuestas, conclusiones, planteamientos, abstracts, hipótesis e incluso teorías. Ojo. Sin aspirar a ser escri-

so al escritor en la geografía de la cultura occidental contemporánea? ¿Por qué se le teme, se le venera, se le rehuye y se le premia en forma tan decidida y cíclica? ¿En qué consiste la magia, el embrujo de ser escritor?

2. El desengaño Ya desde las primeras páginas de su clásica Cocina de la escritura, el investigador catalán Daniel Cassany nos desengaña y nos enfrenta a una decepción. No es fácil entregarse desnudo al elogio del escritor, dado que la escritura es una labor más que presente en la sociedad mo-

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tores en el sentido de los elegidos que aparecen en “Paris Review”, todos los representantes de estos oficios se pasan gran parte de su vida escribiendo. No viven de hacer libros, por supuesto, ni de entregar novelas o poesía, pero eso sí, escriben, tienen que escribir, están irremediablemente condenados a la escritura. Les guste o no, lo quieran o no. Pero sucede que se puede escribir y no ser escritor. Podríamos confiar ciegamente en las líneas iniciales de Cassany, y pasar a creer entonces que la escritura es cosa de muchos, de muchísimos, de demasiados oficios, pero podríamos también desconfiar y hacer un deslinde básico pasando a entender que son muchos los que ejercen la redacción obligatoria, puntual, universitaria, académica o burocrática, la llamada literatura gris, y muchos menos los que se proponen hacer de la escritura creativa, imaginativa, poética o fantástica su modo de vivir o sobrevivir. Ahí hay, ojo, una diferencia que de olvidarse se vuelve sinónimo de equívoco. El planteamiento de Cassany parece convincente, y sólo hablamos del primer párrafo de su Cocina de la escritura:

nación” que opera a nivel internacional, cuenta con diversos cánones o marcos de análisis crítico y suele ser llamado, simplemente, literatura.

3. Si no puedo ni pensarlo, menos voy a escribirlo La escritura, no como fin en sí mismo, no como acto estético, no como oficio artístico, sino como un recurso paralelo al pensamiento, la reflexión y la exposición oral, es quizás un vehículo que nos podría ayudar a incidir sobre los procesos de creación y solución de problemas prácticos que se presentan en las aulas, aunque temo afirmarlo como un impostor, ya que mi trabajo no radica en las aulas sino en la sala de redacción, el estudio de grabación y la calle en sí misma, pero, eso sí, la práctica diaria de comunicador me ha convencido de que toda idea tiene que ser enunciada, estructurada y sostenida por una columna vertebral que no escapa al llamado de la gramática, la sintaxis y, en síntesis, la composición… Me parece que siempre que exponemos, planteamos o escribimos alguna idea, estamos remitiéndonos a una colectividad, a una comunidad de la lengua en la que las convenciones, la reglamentación y la posibilidad de comunicación con el otro tiene mucho que ver con la transparencia, la eficacia y la certidumbre del lenguaje. Así, nos será difícil errar al decir que “La casa de Pedro es blanca”, pero sería muy fácil generar incertidumbre si establecemos que “en ese barrio como en muchos otros hay alguna casa blanca, y esa podría ser la de Pedro”.

“La vida moderna exige un completo dominio de la escritura. ¿Quién puede sobrevivir en este mundo tecnificado, burocrático, competitivo, alfabetizado y altamente instruido, si no sabe redactar instancias, cartas o exámenes? La escritura está arraigando, poco a poco, en la mayor parte de la actividad humana moderna”.

4. El taller de escritura

Después, esfuerza la propuesta de que la escritura está por todas partes, y poco a poco nos llevará a identificar a la escritura con la redacción, sin advertir en esa operación que la escritura creativa merece, por principio de cuentas, un lugar aparte, ya que en ésta los mecanismos puestos en marcha no son necesariamente institucionales, laborales o burocráticos, sino que aspiran a integrarse a un “mercado de la imagi-

Tener a la mano el manual de escritura de Cassany, el libro Cómo se cuenta un cuento, de García Márquez, y las Cartas a un joven novelista, de Mario Vargas Llosa, por ejemplo, nos resulta algo pertinente y clarificador, en tanto que ahí se enumeran y delatan algunas de las posibilidades de afinación, estructuración y corrección de

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a las que no se debe decir que no… ¿Y la escritura en sí misma? ¿La escritura como vía para mejorar las tentativas de la exposición oral, qué? Una de los aparatos más sólidos para la incitación a la escritura que ha habido en México, fue el que nos aportó la experiencia de los

un texto utilitario, urgente y en ocasiones ineludible. Ahí, se nos marca que hay que eliminar las anfibologías, hay que eludir lo cacofónico, hay que emprender una búsqueda de la expresión económica y evitar siempre la adjetivación gratuita, vaya, son fórmulas, sí, pero son fórmulas

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talleres de escritura, esos talleres en los que aprendieron a componer sus textos José Agustín, Gustavo Sáinz, Francisco Amparán, Rafael Ramírez Heredia, Guillermo Samperio, Daniel Sada, Ignacio Betancourt, Héctor Alvarado y muchos otros, esos talleres que comenzarían a operar más o menos a mediados del siglo XX y se convertirían en maquinarias decadentes en los años 90. De ahí, de esa experiencia acumulada, arrancamos la convicción de que la escritura eficaz (narrativa, poesía, teatro, ensayo) es algo que se logra no a través de la inspiración, las musas y el cabello desordenado, sino sobre todo a través de la escritura colectiva, ojo, que esto es muy importante. A diferencia de la escritura solitaria que nos es vendida por la mitología de “Paris Review”, la escritura labrada en México cuando menos desde la segunda mitad del siglo XX hasta hoy mismo, ha procedido a través de la redacción en vivo y ante los otros, que da luego lugar a la crítica acalorada, la corrección a destajo, el examen comparativo y la reescritura sin pretextos. De ese modo, el Centro Mexicano de Escritores y los talleres de la SOGEM y del FONAPAS en su momento, nos revelaron que para escribir bien hay, en principio, que escuchar a los demás, hay que convivir con los otros, hay que estar despierto ante la crítica, y hay que ejercer la autocrítica en forma severa, implacable y sin restricciones. Pero más allá de todo eso, hay que leer. Porque escribir es un acto posterior a la lectura, y el que no lee no puede escribir, sin evasivas, sin pretextos. Escribir exige del acto de la lectura, y sólo el que lee puede llegar a escribir. El Centro Mexicano de Escritores destruyó para siempre la ilusión del escritor elegido, genial y poderoso, al que le brotaban las palabras, las historias, los versos, de no se sabe dónde, para llevarnos a todos hacia la humildad del taller, el reconocimiento de nuestra suprema ignorancia, y la seguridad de que todo escrito es provisional y perfectible, independientemente del prestigio,

los libros o los premios acumulados por su autor. Así, gracias a los talleres literarios mexicanos pudimos saber, nosotros los que hoy somos fans de Rulfo o de Elizondo o de Carlos Fuentes que, antes de publicar Pedro Páramo, Juan José Arreola revisó una y otra vez aquel montón de páginas de su amigo Juan Rulfo, y las rechazó y las volvió a rechazar, y le propuso una y otra forma de edición y de exposición a Rulfo, para acabar sumiendo aquella narración en un desorden, en un desparpajo estructural que, hoy por hoy, sigue siendo la clave de su éxito en todas partes. Así, la obra de Rulfo se creó en un taller, un taller de dos, sí, pero donde la crítica, la reinvención y la posibilidad de corregir fueron el ingrediente principal. Sin ese trabajo de crítica compartida y de afinación permanente que nos aportaron los talleres, institucionales o no, Emmanuel Carballo no habría soltado como soltó finalmente las páginas de Cien años de soledad, después de revisarlas, valorarlas y criticarlas tantas y tantas veces para aquel joven colombiano llamado Gabriel García Márquez. Así, la pregunta es: ¿si queremos que nuestros jóvenes estudiantes, que nuestros niños estudiantes escriban, podemos ofrecerles la herramienta de la escritura, la crítica y la reescritura colectiva? ¿Estamos preparados para organizarlos en talleres y enseñarlos a simplificar, corregir, purificar un texto narrativo, una descripción, un par de versos? ¿Un taller en línea puede cumplir esta función? ¿El manejo de emoticones y memes contribuye al desarrollo de la imaginación, o lo veda? ¿El microtexto es un camino o un fin? ¿Sabemos cómo comunicarles a los jóvenes que la crítica, la lectura feroz y la renuncia al amor propio son claves en el aprendizaje de la escritura, más allá de la tentación de convertirse en youtuber? Las preguntas están sobre la mesa, las respuestas las tienen ustedes… §

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Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre Roque Dalton

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(Del prólogo a Un libro levemente odioso)

Alta hora de la noche Cuando sepas que he muerto no pronuncies [mi nombre porque se detendría la muerte y el reposo.

N

latinoamericano como Roque Dalton y nadie tan multitudinario. En vez de células su cuerpo contenía todas las muchedumbres de América Latina, a los de a pie, a los hacelotodo. Por sus poros respiraban los bosques, las lianas, las montañas de su Patria. En sus huesos, la médula era verde y en su linfa húmeda germinaban la yerbabuena y la Santa María. Muchacho flaco, ojeroso, sonámbulo, se comía las uñas y odiaba las inyecciones de vitamina B. Como San Tarcisio, estaba destinado a ser lapidado; San Tarcisio fue de los cristianos primitivos, de los escondidos en las catacumbas durante el Imperio Romano; a Roque lo patearon en las cárceles clandestinas, y las únicas hostias que se le metieron al corazón fueron los trozos de pan que él quiso repartir y le devolvieron como pedradas, las hostias de su martirologio, que de blancas pasaron a rojas, roja sangre de Cristo, el mismo Cristo en el que creyó de niño cuando lo llevaron como nos llevan a todos a hincarnos frente al altar. Dice Roque que Juana de Arco era una tonta, pero él, Roque, desvelado y santísimo Roque de San Salvador, encaramado en su nicho, la espada flamígera cercenadora de porcinas cabezas burguesas, Roque también fue tonto. Tonto, tontito Roquito, tonto, cien veces tonto, tú mismo lo dijiste, somos antiguos panes vanidosos, tontito Roque, por crédulo, por cándido, por hacerte las ilusiones, por creer que el Partido-Dios salva a los hombres, por caminar confiado, audaz, simpatiquísimo, extraordinariamente creador y original, rudimentario a ratos y siempre desenfadado, creyente y culpable a la manera de José Revueltas: “A mí me expulsaron del Partido Comunista mucho antes de que me excomulgaran en la Iglesia Católica”. § adie tan

Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos, sería el tenue faro buscado por mi niebla. Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas. Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta. No dejes que tus labios hallen mis once letras. Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio. No pronuncies mi nombre cuando sepas que [he muerto, desde la oscura tierra vendría por tu voz. No pronuncies mi nombre, no pronuncies [mi nombre. Cuando sepas que he muerto no pronuncies [mi nombre

Tercer poema de amor A quienes digan que nuestro amor [es extraordinario porque ha nacido de circunstancias [extraordinarias diles que precisamente luchamos para que un amor como el nuestro (amor entre compañeros de combate) llegue a ser en El Salvador el más común y corriente, casi el único.

Después de la bomba atómica Polvo serán, mas, ¿polvo enamorado?

Elena Poniatowska

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Credo del Che El Che Jesucristo fue hecho prisionero después de concluir su sermón en la montaña (con fondo de tableteo de ametralladoras) por rangers bolivianos y judíos comandados por jefes yanquis-romanos Lo condenaron los escribas y fariseos revisionistas cuyo portavoz fue Caifás Monge mientras Poncio Barrientos trataba de lavarse [las manos hablando en inglés militar sobre las espaldas del pueblo que mascaba hojas [de coca sin siquiera tener la alternativa de un Barrabás (Judas Iscariote fue de los que desertaron [de la guerrilla y enseñaron el camino a los rangers) Después le colocaron a Cristo Guevara una corona de espinas y una túnica de loco y le colgaron un rótulo del pescuezo [en son de burla INRI: Instigador Natural de la Rebelión [de los Infelices

Pablo Flórez

Luego lo hicieron cargar su cruz encima [de su asma y lo crucificaron con ráfagas de M-2 y le cortaron la cabeza y las manos y quemaron todo lo demás para que la ceniza desapareciera con el viento En vista de lo cual no le ha quedado al Che [otro camino que el de resucitar y quedarse a la izquierda de los hombres exigiéndoles que apresuren el paso por los siglos de los siglos Amén

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Miedo

A Julio Cortázar

Pablo Flórez

Un ángel solitario en la punta del alfiler oye que alguien orina.

27 años Es una cosa seria tener veintisiete años en realidad es una de las cosas más serias en derredor se mueren los amigos de la infancia ahogada y empieza a dudar uno de su inmortalidad.

Roque Dalton nació en San Salvador, el 14 de mayo de 1935 y murió en su país el 10 de mayo de 1975. Poeta, editor, ensayista, novelista y periodista, cursó estudios en San Salvador, en la Universidad de Chile y en la Universidad Nacional Autónoma de México. Publicó sus primeros poemas en la revista Hoja (Amigos de la Cultura), y Diario Latino, en San Salvador. Militante revolucionario desde muy joven, fue fundador del Círculo Literario Universitario en 1956. En 1957 viajó a Moscú como representante salvadoreño al Festival de la Juventud. Realizó estudios de jurisprudencia, ciencias sociales y antropología. En 1969 ganó el Premio “Casa de las Américas” de Cuba. Por sus ideas políticas fue encarcelado varias veces. Se exilió desde 1964. Vivió y trabajó en Guatemala, México, Praga y La Habana. Viajó por Sudamérica, Europa, Corea y Vietnam. A finales de 1973 regresó a su patria bajo el seudónimo de Julio Delfos Marín, para integrarse al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Murió asesinado por sus propios compañeros. Obras de poesía: Mía junto a los pájaros (San Salvador, 1957); La ventana en el rostro (México,1961); El mar (La Habana, 1962); El turno del ofendido (La Habana, 1962); Los testimonios (La Habana, 1964); Poemas, Antología (San Salvador, 1968); Taberna y otros lugares, Premio “Casa de las Américas (La Habana, 1969); Los pequeños infiernos (Barcelona, 1970). Ensayo: “El Salvador”, monografía (El Salvador, 1963); “César Vallejo” (La Habana, 1963); “El intelectual y la sociedad” (La Habana, 1969); “¿Revolución en la revolución? y la crítica de la derecha” (La Habana, 1970); “Miguel Mármol y los sucesos de 1932 en El Salvador”, (El Salvador, 1972); “Las historias prohibidas del pulgarcito” (México, 1974). Obras póstumas: Poemas clandestinos (1980); Pobrecito poeta que era yo, narrativa (1981); Un libro rojo para Lenín (1986); Un libro levemente odioso, poesía (1988); Los Hongos, poesía (1989). §

Juro que lo oí decir “Salvo en una sociedad completamente justa, lo mejor de la vida es ser jefe.”

No te pongas bravo, poeta La vida paga sus cuentas con tu sangre y tú sigues creyendo que eres un ruiseñor. Cógele el cuello de una vez, desnúdala, túmbala y haz de ella tu pelea de fuego, rellénale la tripa majestuosa, préñala, ponla a parir cien años por el corazón. Pero con lindo modo, hermano, con un gesto propicio a la melancolía.

Arte poética Poesía perdóname por haberte ayudado a comprender que no estás hecha sólo de palabras.

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Los mecenas de “Friducha” Kahlo Raymundo Hernández Alvarado

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L

Su obra, cronología de vida

Frida Kahlo Calderón es una vida marcada por el infortunio, el dolor y la trascendencia intelectual, al plasmar en sus lienzos el nacionalismo mexicano con sello surrealista insertado en la postrevolución y el modernismo mexicano. Su estilo muy propio continúa siendo considerado de un alto contenido emotivo, aunque poco académico, pero a la vez altamente cotizado por los admiradores de su legado plástico. Su libre pensamiento –influido en lo artístico por su “Panzón” Diego Rivera–, no la exentó de la polémica en la época del México conservador, que se asombró de sus tesis comunistas expresadas a través de sus pincelazos egocéntricos y anticlericales. Y ya en lo más íntimo, con la cama como sitial alternativo del sufrimiento óseo y el placer sous les couvertures bajo el arcoiris del bisexualismo. “Friducha”, como ella se firmaba con sus amigos o familiares, nació el 6 de julio de 1907 y murió el 13 de julio de 1954 en la capital del país, hija del fotógrafo alemán nacionalizado mexicano Guillermo Kahlo y de la mexicana Matilde Calderón. Magdalena Carmen Frida llevó una vida enfermiza atacada por la poliomielitis desde los seis años de edad, misma que desde 1913 le abrió el túnel a una existencia achacosa, punzante; aunada a más de 30 cirugías derivadas de un grave accidente vial en 1925, que la llevaron al lecho del dolor por lustros. Una indagación clínica a los historiales familiares de la chica de las cejas abundantes, revelaba a la doctora Henriette Begun una serie de padecimientos graves de todo tipo en sus padres, abuelos y otros ascendientes, por ambas líneas. Para la escritora Raquel Tibol, Frida era celosa y vanidosa, insolente, pero nunca necia o soberbia: “No conoció la humildad porque no conoció la resignación […] paradoja definitiva para ejemplificar el poder de la rebeldía ante el destino, de la voluntad tendida como flecha contra un destino adverso”, (Tibol, 2002). a de

Kahlo es creadora de más de 200 obras, sobre todo autorretratos surrealistas, si bien para ella son una descripción cronológica de su propio ser. A través de la fotógrafa italiana Tina Modotti, Frida conoce a Diego Rivera en los círculos del Partido Comunista Mexicano, para luego contraer matrimonio con él en agosto de 1929 –unión coloreada por los adulterios de ambos–, seguido del divorcio una década más tarde, para de nuevo recaer en el casorio en 1940. Es a partir de la cuarta década del siglo XX cuando tres profesionistas destacados: Eduardo Morillo Safa, José Domingo Lavín Revilla y Marte R. Gómez, tendrán relaciones de amistad con el matrimonio Rivera-Kahlo, para convertirse en destacados mecenas de la artista, ya como solicitantes de frescos, atizadores del genio creador de ella, o como coleccionistas de sus cuadros. Contaba con buenos padrinos que la impulsaban, no obstante desalentó en 1943 a los que quisieron seguir “su corriente”, cuando impartió clases en la Escuela de Pintura y Escultura “La Esmeralda”, entre ellos a Guillermo Monroy, Fanny Rabel, Arturo García Bustos y Arturo Estrada, conocidos como Los Fridos. “Al no poder asistir a la academia, muchos alumnos la siguieron, pero a lo largo del trayecto los desanimó.”, (Pinedo, 2004).

Impulsada por André Breton Tras de su divorcio con Diego, Frida afrontó grandes dificultades económicas, pero con la determinación de salir adelante por sí misma se negó a aceptar el apoyo monetario de Rivera, y se refugió en el alcohol. Antes de reencontrarse en segundas nupcias “con su ex” Diego en 1940, su obra –y en especial sus autorretratos–, la mostraban masculinizada, con pelo muy corto y varonil; mas de

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Retrato de la señora Marucha

José Clemente Orozco

En 1942 Frida plasma un retrato de Marucha, la esposa de José Domingo Lavín Revilla, el profesionista y escritor progresista, aquél que en su juventud había organizado una inédita protesta estudiantil frente a la casa del dictador Porfirio Díaz. En la banda superior del cuadro se lee: “Retrato de la Sra. Marucha Lavin, pintado por Frida Kahlo en 1942”, óleo sobre cobre de 64.8 cm de diámetro, perteneciente a la colección de José Domingo y Eugenia Lavín, situada en la ciudad de México. Lavín era por esa época un ingeniero petrolero, autor de varios libros, ensayos y críticas acerca de la actividad de las compañías petroleras en el país. Nacido en 1895 y muerto en 1969, además de trabajar en la Huasteca, era industrial, economista y defensor de la riqueza del subsuelo de México e impulsor de una reglamentación estricta a las inversiones extranjeras. Él sería, además, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación y de la Sociedad Nacional de Historia, Geografía y Estadística, consejero de varias industrias, autor de libros como El Petróleo, Inversiones extranjeras, En la brecha mexicana, y articulista de la revista Siempre!, entre otras cosas.

nuevo casada con el gordo muralista, que la superaba en 20 años de edad, vuelve a feminizarse. Aunque gozó de varios amantes, privilegió al fotógrafo Nickolas Murray. A partir de 1942 comenzó a escribir su diario íntimo, en el que describe su dolor, soledad, sexualidad, infertilidad, magia, esoterismo. Posterior a la II Guerra Mundial, el gobierno de Manuel Ávila Camacho da un giro a la derecha y esto marca también a la cultura nacional; mientras, crece el reconocimiento a ella cuando gana un premio y recibe ofertas para escribir en revistas; todo esto luego de la Exposición de Surrealismo Internacional organizada por su admirador André Breton.

Moisés, obra influida por Lavín A propuesta de Lavín, Kahlo habría de pintar una de las obras más reconocidas por la crítica: “El núcleo de la Creación” o “Moisés” –para algunos la mejor de sus creaciones–, en cuyo proceso intelectual figura Domingo, al solicitarle que se inspirara previamente leyendo el libro Moisés. Es en el año de 1945 cuando Frida pinta este cuadro para el ingeniero, quien le pide dar forma artística en el lienzo al texto de Sigmund Freud: Moisés y la religión monoteísta: “El ingeniero José Domingo Lavín, amigo y mecenas de

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Frida, le regaló en 1943 el único ensayo histórico escrito por Freud: Moisés y la religión monoteísta, redactado entre 1934 y 1936 por el inventor del psicoanálisis, quien murió en 1939.”, (Del Conde, 2001). La figura central es el bebé abandonado, Moisés, con la cara de Diego Rivera y el tercer ojo de la sabiduría en su frente. Con esta interpretación pictórica Frida ganó el segundo premio en la exhibición de arte anual en el Palacio de las Bellas Artes de México, con lo cual confirmaba su calidad creadora y, a la vez, un desprendimiento de los clásicos autorretratos, de los cuadros dramáticos o enfocados al dolor. La crítica de arte Raquel Tibol señala que “…la pintura expresa el caos mental que tiene la humanidad con tantos dioses y gente que obliga o ‘educa’ a otra gente para que adoren y obedezcan a un dios. El bebé en el centro es la clave del cuadro, sin duda.” En 1954, Tibol entrevista a Frida y le pregunta acerca de esta pintura y su relación con el libro de Freud, en la que Kahlo se muestra autocrítica con su obra y casi calificándola de errónea: “…Leí el libro sólo una vez y empecé a pintar usando mi primera impresión. Más tarde, lo leí de nuevo y tengo que confesar que encontré mi trabajo muy inadecuado y bastante diferente de la interpretación que Freud analiza tan maravillosamente en su ‘Moisés’. Pero ahora no hay manera de cambiarlo…” El libro de Freud es una obra de tres ensayos escritos entre 1934 y 1938, publicada en Ámsterdam en 1939. La última edición fue publicada en vida por el padre del psicoanálisis, pues fallece algunos meses después a los 82 años de edad. En este texto Sigmund aborda los orígenes del monoteísmo y ofrece sus opiniones y conclusiones acerca de lo que entiende como los verdaderos orígenes y destino de Moisés con el pueblo judío. Afirma que Moisés no es judío, sino un egipcio que transmite al pueblo hebreo el monoteísmo del faraón Akenatón, para luego sostener que son los judíos los que asesinan a Moisés, largando la

religión que el profeta les había transmitido, para luego, al brotar el recuerdo reprimido, dar origen al pueblo judío y su religión, (Freud, 1960).

Morillo, el coleccionista El “Retrato de Marucha” se suma al que Frida plasma de doña Rosita Morillo, madre de Eduardo Morillo Safa, uno de los principales mecenas de Kahlo, político y diputado mexicano, amigo tanto de Diego y la pintora, como de Marte R. Gómez. A Eduardo, para entonces ex diputado federal y embajador en Venezuela, Frida le otorga la dedicatoria del autorretrato “Árbol de la Esperanza, mantente firme”, evidenciando un fuerte patrocinio a la pintora. Se trata de un óleo sobre fibra dura de 55.7 cm por 40.6 cm, perteneciente en la actualidad a una colección privada, es pintado por la enferma en Nueva York en el año 1946, después de una operación de su maltrecha cadera. Tal cirugía resulta un fracaso, pues la deja en peores condiciones de salud, todo derivado del accidente vial que tuvo a los 18 años de edad en 1925, aunado a las secuelas de la poliomielitis infantil. Eduardo le encarga a Kahlo retratos de él y su familia, convirtiéndose en uno de los mejores mecenas y captador de su producción plástica al llegar a acumular 30 lienzos de la pintora mexicana. Otra versión refiere que son unas 35 obras las que Eduardo adquiere; a él, en una carta, Frida le dice que se la pasa “…enclaustrada en esta pinche mansión del olvido.” Dada su cercanía “…a una hija del diplomático, Mariana, la llamaba Chachita, changa maranga, a quien quiso mucho.” (Pinedo, 243). Las obras de la familia Morillo luego serán vendidas a Dolores Olmedo. Frida y Eduardo mantenían una buena amistad y se enviaban cartas personales a pesar de que también eran vecinos de barrio. Tras de su malograda operación neoyorkina, Frida le hablaba al entonces funcionario federal de las cicatrices “…que me han dejado estos hijos de puta de cirujanos.”

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Los críticos del legado fridano, refieren que con la frase que aparece en la banderilla que sujeta en sus manos en “Árbol de la esperanza mantente firme”, Frida Kahlo parece querer darse ánimos a sí misma. Al cuerpo desnudo, herido y debilitado se opone la Frida fuerte. “…El desdoblamiento advertido en gran cantidad de sus cuadros tiene su origen en la antigua mitología mexicana, constante fuente de inspiración para la artista, al significar para ella la expresión de su filosofía, de su naturaleza y vida en ese año de 1946.” (Brooks, 2005). Simultáneamente están presentes la luna y el sol, los principios femenino y masculino, cuya división universal abarca a su propio ser cuando se representa doble, como personalidad fraccionada.

Una penosa negativa

José Clemente Orozco

Es precisamente Morillo quien intercede entre la artista y el político Marte R. Gómez, entonces ministro de Agricultura, para que Frida le pintara en 1944 un retrato del agrónomo y agrarista, quien ya guardaba amistad con Diego Rivera. Gómez no detalla en sus memorias acerca de las relaciones amistosas entre el matrimonio de pintores y él, pero en una carta dirigida a Kahlo a la ciudad de México, fechada en Llera, Tamaulipas, el 9 de junio de 1948, le dice: “Muy estimada amiga: Recibí ayer su telegrama de S.O.S. y me apresuro a escribirle sin esperar a recibir la carta que usted misma me anuncia. A falta de más, le diré luego que no estoy en condiciones de sacarla del serio apuro en que de seguro se encuentra usted. Podrá al menos intentar otras gestiones.” Y agrega: “Lo que más me apena es que usted pueda creer que mi negativa a prestarle los 5 mil pesos que me pide, pueda ser otra que la verdadera, no los tengo de momento, ni probabilidades de que los tenga en corto tiempo.” Y argumenta el funcionario: “Puede parecer raro que una gente que ha sido ministro tres veces y persona influyente y con buenos puestos en 20 años, no tenga en México un capital que lo haga

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parecer respetable y que lo ponga en condiciones de poderles prestar a sus amigos 5 mil pesos de cuando en cuando, pero esa es la pura verdad”. Al final de la carta le escribe: “Le estoy dando consejos, que usted seguramente no necesita. Lo que usted necesita es dinero. Pero dinero me falta y consejos no. La saluda con todo afecto su amigo que bien la quiere.” (Gómez, 1994).

dimentarse sus emociones hará usted una clasificación mejor y pondrá como clásicos a David y a Ingres; como románticos a Delacroix, a Delaroche, a Gustave Moreau y a Jean Jacques. Henner –éste último– a decir verdad, un póstumo del romanticismo o romántico de fin de siglo […] como realistas a Géricault, a Meissonier, a Gros, a Courbet, a Degas, a Manet y a Carriere, cuyas dicromías de blancos y negros, por contraste, deben haber contribuido a provocar el estallido de color, de vida y de aire libre, que fue el impresionismo”, (Ibíd., p. 1026). Aunque los tres mecenas coinciden en el tiempo y gusto por la obra pictórica de Kahlo, Marte se inclinaba más por el apoyo personal hacia Diego Rivera que a ella, aunque esto no lo priva de la adquisición de los cuadros de Frida. §

Entre mecenas Como compañeros que fueron Morillo y Gómez en la Secretaría de Agricultura, con los años cultivan aprecio dada la inclinación de ambos por el arte pictórico. En otra carta de Marte a Eduardo, enviada el 13 de septiembre de 1946 cuando éste es embajador en Venezuela, le da algunos consejos diplomáticos, en un texto en el que parece reprenderlo. Morillo le había comentado a Gómez algunas iniciativas suyas para mediar en conflictos entre países sudamericanos, como el suscitado entre Venezuela y Santo Domingo. Marte le responde: “Parece oficiosa la manera de ofrecerse a hacer gestiones para que Venezuela y Santo Domingo reanuden relaciones. Son problemas de ellos y a usted lo único que le correspondía era informar.”, señala la epístola. O como otra misiva del 4 de septiembre de 1953, meses antes de la muerte de Frida, cuando Gómez le da cátedra de arte y corrientes pictóricas al responder otra enviada desde París, Francia, por Morillo, cuando lo corrige al incluir a casi todos los pintores de la escuela francesa del siglo XIX en el Impresionismo: “…Al se-

Fuentes consultadas: Gómez Segura, Marte Rodolfo, Vida política contemporánea, t.1, México, D. F., SAG-FCE, 1994. Herrera, Hayden, FRIDA, una biografía de Frida Kahlo, México, D. F., Planeta, 2002. Tibol, Raquel, Frida Kahlo, una vida abierta, México, D. F., UNAM, 2002. Pineda Kahlo, Isolda, Frida íntima, Dipon, Bogotá, 2004. Del Conde, Teresa, Frida Kahlo: la pintora y el mito, México, D. F., UNAM, 1992. http://www.fridakahlofans.com Musacchio, Humberto, Diccionario Enciclopédico de México, México, D. F., Litoarte, 1990. Zorrilla, Juan Fidel, Carlos González Salas, Diccionario Biográfico de Tamaulipas, México, D. F., Editorial Jus, 1984. Freud, Sigmund, Moisés y la religión monoteísta, Losada, Buenos Aires, 1960.

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El mes más cruel Nazario Sepúlveda

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April is the cruellest month”, escribió una vez T.S.Eliot el poeta norteamericano-inglés en una obra que lo volvió mundialmente famoso, pero si poética y literariamente hablando el cuarto mes del año se dice que es el más cruel de la docena de meses, ¿cuál sería pues el que cinematográficamente fuese el más cruel de todos? Revisando el expediente de este año que acaba de concluir, creo que es diciembre, pues a causa de sus festividades religiosas frecuentes, que se han vuelto entera y abiertamente profanas, el buen cine que está hecho para espectadores pensantes y exigentes fue eliminando a los films importantes de las salas comerciales; siguió luego el cierre de los cineclubs de las universidades y centros culturales y por último y de remate, la cineteca local decidió tener sus vacaciones hasta el 2 de enero de este año y a los cinéfilos no les quedó más remedio que refugiarse en la visión de series y de películas en los canales culturales y, por supuesto, en el gozo de ver videos de cintas clásicas del cine internacional, obtenidos de muy diversas maneras pero que en todos los casos mostraban que el cinematógrafo –empleo aquí el término usado por el cineasta Robert Bresson en sus escritos– era y sigue siendo el séptimo arte; además, menos mal, también quedó el refugio de la gran literatura que en forma insólita sigue llegando a esta ciudad. Todo esto atenuó la crueldad del mes.Escribo estas líneas en la segunda semana de enero, cuando en la cineteca se ha iniciado la Muestra Internacional de Cine, que va a durar aquí el resto del mes y cuando en los muchos pero inútiles cines del área metropolitana pueden ser halladas unas cuantas películas, pero éstas no durarán en la cartelera, pues los medios guardan silencio muy elocuente acerca de ellas y como prueba, hace unos días apareció en un periódico un escrito elogioso ¡claro! sobre un film norteamericano protagonizado por la actriz Meryl Streep, pero jamás se mencionaba a la versión francesa de esa misma historia que se estrenó antes aquí con el título de Marguerite. Todo esto indica que quien escribió la nota jamás fue a ver el film francés que

era bastante bueno o bien seguía la orden de no ocuparse de películas que no sean de Hollywood y en idioma inglés y si esto no es más que el rechazo a la imparcialidad de la crítica, entonces qué es ¿eh? Acaso sea eso que el cineasta alemán Wim Wenders definió como el inconsciente colonizado, que ha sido causado por la visión muy prolongada de películas estadounidenses mientras se ignora y rechaza al cine nacional y al de otros países del mundo. Y todo esto sucedió en diciembre: “… el mes más cruel.” Escribí antes que por fortuna tenía también el refugio y el consuelo de la literatura y desde noviembre descubrí y conocí a un gran escritor del siglo XX, silenciado y supersensurado por la dictadura de su país natal: el ruso de origen judío Vassili Grossman, que nació en 1905 y falleció en 1964 y del que he leído tres de las cuatro obras suyas de ficción, combinadas con las crónicas sobre la dictadura comunista en la URSS en un periodo comprendido de los años 30 a los 60. Sus libros, traducidos en forma perfecta pero con mucha tardanza por una editorial española, otorgan al autor la celebridad de adquirir en el mundo la fama más grande y más difícil de obtener, la de la fama póstuma y para muchos críticos y lectores, Vassili Grossman es el equivalente al León Tolstoi de la literatura rusa del siglo XX y para prueba de ello está el díptico, magistral y profundamente dramático de las novelas Por una causa justa, y su culminación y conclusión Vida y destino, que escribiera durante los años 50 y 60 y que le hicieron sufrir la persecución y la censura por las verdades y realidades de la vida y la muerte en la Unión Soviética durante la época terrible de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en los años de 1942 y 1943 cuando aconteció el sitio, el asedio y los grandes ataques de los alemanes hitlerianos a la ciudad de Stalingrado y lo decisiva que fue esta terrible batalla para los rusos y para el desenlace de la guerra no sólo en Rusia sino en toda Europa. Quiero protestar por un hecho que ocurre desde hace mucho tiempo en Monterrey: la llegada

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Vassili Grossman

desordenada y tardía de las obras importantes de la literatura y el cine en DVD. En el caso del cine está Pater Panchali, la obra fílmica del cineasta Satyayit Ray que en los años 50 dio a conocer en el mundo al cine de la India a través de una trilogía de films que volvieron mundialmente famoso a su autor. A Monterrey llegó primero la segunda parte. ¿Y la primera? Luego la tercera. ¿Y la primera? Hasta que al fin y sin aviso alguno, llegó la primera obra de Ray y la trilogía al fin ha podido ser propiedad de los cinéfilos locales; y con Vassili Grossman ocurrió lo mismo, ya que fue enviado a la ciudad el volumen de Vida y destino, pero la novela-prólogo Por una causa justa era desconocida y sucedió que el público bibliófilo se interesó en el grueso volumen de Grossman y muy pronto, ¡qué bueno!, se agotó en las pocas librerías que existen en la ciudad; y cuando fui a adquirirla no la hallé, pero en su lugar estaba Por una causa justa; al enterarme que era la primera parte de una gran obra épica decidí comprarla y leerla y si bien la lectura de Vida y destino puede hacerse sin leer Por una causa justa, el conocimiento de ambos volúmenes es el de una vasta y perfecta obra maestra que debe ser conocida por todo aquel que se jacte de ser un amante de la gran literatura del mundo. Sí, no fue fácil ni rápido leer las más de dos mil

páginas de los dos volúmenes, pero al concluirlas admiro más a Grossman por su valentía al enfrentarse a la censura comunista y al arriesgar la pérdida de su libertad; pero él, que murió creyendo que le habían destruido todas las copias de Vida y destino, murió sin saber que una de ellas fue salvada y sacada de la URSS y en sus últimos años, escribió una novela corta titulada Todo fluye, en donde denunciaba la ausencia de libertades en su patria utilizando a la literatura de un conocedor profundo del lenguaje que sabía cómo escribir una prosa que con frecuencia era poética. Y a pesar de ser una traducción al español, la poesía no se perdía. Con la lectura de estas obras, compensé la marcada ausencia de cine de calidad en el mes de diciembre. Vassili Grossman amaba a la tierra rusa y al pueblo que la habitaba y los muchos personajes de sus libros eran y siguen siendo profundamente humanos. Ni la dictadura de Stalin ni la tremenda crueldad de los invasores alemanes nazis, pudieron acabar con ellos, quienes como muy humanos e imperfectos, sabían enfrentarse a las tragedias y males que los asolaban. Por ello, desde finales de diciembre, me declaro admirador incondicional de Vassili Grossman y deseo leer más obras de él y así los meses no serán tan crueles. §

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Alfonso Reyes Aurrecoechea

Biblioteca “José Alvarado” apuntes para su historia J. G. Martínez

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[Primera de tres partes]

Vicente de Treviño funda una escuela de primeras letras en Monterrey. En el siglo XVIII el ingreso de libros y bibliotecas a Nuevo León se consolida, y en el año de 1716, fray Antonio Margil de Jesús crea la primera biblioteca en el Hospicio Apostólico de Nuestra Señora de Guadalupe en Real de Boca de Leones, hoy Villaldama. Los libros que la formaron tenían para su identificación la marca de fuego que podemos considerar como el primer sistema de protección para evitar la pérdida de libros. En 1725 se formó, con los acervos de Pedro Báez Treviño, la biblioteca del Colegio de San Francisco Javier, cuyos libros serían posteriormente remitidos al Colegio Jesuita de Parras, Coahuila. Es oportuno destacar que en este siglo XVIII surgen los primeros impresores: Antonio Ladrón de Guevara y José Antonio Fernández de Jáuregui Urrutia, fray Antonio de Vera y Gálvez –primero en inocular contra la viruela– dejó escrito en los primeros manuscritos que se conocen su Método de curación y asistencia de virulentos; el doctor Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés fundó la primera biblioteca pública en Monterrey y la primera librería en el noreste de México. Sobresale, por ser una mujer culta, María Josefa de Larralde, que poseía, entre otros, las Obras completas de Feijoo. Por otra parte, en las postrimerías de este mismo siglo se organizan las primeras tertulias literarias en donde se comentaban los libros de Feijoo, Maquiavelo, Lutero, Arrio y otros, libros que no eran del agrado del Santo Oficio. En el siglo XIX serán los obispos y los gobernadores los encargados de enriquecer los acervos bibliográficos de bibliotecas confesionales y bibliotecas públicas. En el siglo anterior fueron los obispos, como es el caso de fray Antonio de Jesús Sacedón cuya biblioteca superaba los 500 volúmenes. Tanto los obispos como los gobernantes manifestaban en ocasiones gustos bastante específicos, tal es el caso del coronel Juan de Ugalde, lector de textos de historia y de literatura, y

I. Antecedentes lejanos

P

la historia de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras estamos obligados a regresar en el tiempo para indagar sobre las primeras manifestaciones culturales habidas en el Nuevo Reino de León. Por este motivo, se requiere saber cuándo llegaron los primeros libros, las primeras bibliotecas, la creación de los primeros manuscritos y la publicación de los primeros libros, y con éstos, la aparición de los primeros lectores y de los primeros escritores. Está documentado que el primer libro que llegó a nuestras tierras fue la Biblia, traída por el primer escritor, poeta y transcriptor que fue Luis Carvajal “el Mozo”, en los últimos años del siglo XVI. Otro escritor del mismo siglo es el capitán Gaspar Castaño de Sosa, autor de Memoria del descubrimiento que Gaspar Castaño hizo en el Nuevo México. Las primeras bibliotecas personales fueron traídas por militares y canónigos franciscanos en el siglo XVII. Los libros de religión, historia y algunos clásicos latinos se pasaban de mano en mano para su lectura. Los primeros lectores fueron los cronistas del Nuevo Reino: Martín de Zavala, Juan Bautista Chapa, capitán Alonso de León, capitán Fernando Sánchez de Zamora y el sargento Vicente de Treviño. En ese siglo se llegaron a contar 40 libros entre los que destacan: Brevísima relación de la destrucción de las Indias de Bartolomé de las Casas, Historia general de las Indias de Francisco López de Gómara, Repertorio de los tiempos e Historia Natural de la Nueva España de Enrico Martínez; entre los clásicos latinos se anotan a Horacio, Virgilio, Ovidio, Cicerón, Boecio, Santo Tomás y San Agustín. También es en la primera mitad de este siglo, año 1626, cuando llega a Monterrey la primera biblioteca, propiedad del gobernador don Martín de Zavala; en la segunda mitad, 1685, ara escribir

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Pablo Flórez

de fray Cristóbal Bellido y Fajardo, amante de leer libros de astronomía y cartografía. En Nuevo León –después de conseguir México su independencia– serán también los obispos y algunos gobernantes los encargados de traer sus bibliotecas a nuestro Estado. Son dignos de mención los siguientes: — Dr. Primo Feliciano Marín de Porras, cuarto obispo, cuya biblioteca pasó al Seminario de Monterrey. — Dr. Ignacio de Arzacibia y Hormaegui, quinto obispo, quien trajo consigo 15 cajones repletos de libros. — Biblioteca de fray Servando Teresa de Mier –símbolo emancipador de América–; muchos de sus libros estaban prohibidos por el Santo Oficio, como es el caso del Tratado de delitos y penas, en francés, y Reflexiones filosóficas sobre americanos, en inglés, y otros más. — José María Parás, primer gobernador constitucional de Nuevo León, hombre culto poseedor de una importante biblioteca. — La del gobernador Garza y Evia, cuyo acervo sirvió de base para formar la biblioteca pública del Estado. A todas estas manifestaciones culturales surgidas primero en el Nuevo Reino de León y después en el Estado de Nuevo León, les llamamos antecedentes lejanos porque una gran parte de los libros que llegaron a nuestro terruño –de religión, historia, literatura, ciencias, etc.–, se encuentran, aunque en ediciones modernas, en la “Biblioteca José Alvarado”. Dos ejemplos corroboran esta afirmación: la crónica escrita por el capitán Alonso de León titulada Relación y discursos del descubrimiento, población y pacificación de este Nuevo Reino de León, temperamento y calidad de la tierra, y las Memorias, de fray Servando Teresa de Mier. §

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...no tenían más armas que la aurora... Retrato de Fidel Castro, Oswaldo Guayasamín

A

60 años de que partiera en el Granma desde la tierra mexicana rumbo a Cuba para iniciar la epopeya en la Sierra Maestra, el comandante de la dignidad, el invicto padre de la Revolución Cubana entró a la eternidad. La epopeya del desembarco fue cantada por el gran poeta Pablo Neruda y como homenaje a Fidel Castro Ruz la ofrecemos hoy a nuestros lectores. § Mario Curzio Rivera

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Si el hondo mar callaba sus dolores las esperanzas levantó la tierra: éstas desembarcaron en la costa: eran brazos y puños de pelea:

La gesta Pablo Neruda

Fidel Castro con quince de los suyos y con la libertad bajó a la arena. La isla estaba oscura como el luto pero izaron la luz como bandera, no tenían más armas que la aurora y ésta dormía aún bajo la tierra: entonces comenzaron en silencio la lucha y el camino hacia la estrella. Fatigados y ardientes caminaban por honor y deber hacia la guerra, no tenían más armas que su sangre: iban desnudos como si nacieran. Y así nació la libertad de Cuba de aquel puñado de hombres en la arena. Luego la dignidad de los desnudos los vistió con la ropa de la sierra, los nutrió con el pan desconocido, los armó con la pólvora secreta, con ellos despertaron los dormidos, dejaron su sepulcro las ofensas, las madres despidieron a sus hijos, el campesino relató su pena y el ejército puro de los pobres creció y creció como la luna llena: no le quitó soldados el combate: creció el cañaveral en la tormenta: el enemigo le dejó sus armas abandonadas en las carreteras: los verdugos temblaban y caían desmantelados por la primavera con un disparo que condecoraba con la muerte, por fin, sus camisetas, mientras que el movimiento de los libres movía, como el viento, las praderas, sacudía los surcos de la isla, surgía sobre el mar como un planeta.

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El arte de José Clemente Orozco Alfonso Reyes Aurrecoechea

T

odo el escenario del pintor es la humani-

Alfonso Reyes Aurrecoechea

dad, la humanidad toda, con sus grandes pasiones, sus altas cualidades y sus dolientes lacerias. En ella se inspira y de ella recoge todos los detalles que pueden dar forma a la expresión de su mensaje recóndito. Los violentos escorzos, las formas grotescas de la convivencia social, las escenas de manicomio, los arrebatos de heroicidad, toda esa escala de sucesión de la vida real que le impresionan vivamente, suelen encontrarse en sus tremendas creaciones artísticas. “La pintura, como la música y la poesía, es una expresión bella o fea que trasmite alguna idea. Una expresión determinada, buena o mala, pero expresión al fin. Lo importante es que diga algo”, dice el artista. Y es que Orozco ha reunido todo un mundo de formas que utiliza como válvula de escape de su mundo interior. Toda su obra ha sido una expresión permanente, una larga e intensa expresión que se afianza en el espectador como un abrazo convulsivo y atrayente. Orozco es el único que ha logrado destacar su obra –de perfiles inimitables y originales– como el más legítimo índice orientador que se alarga hacia la definitiva estructuración de este importante y novedoso empeño: dar carta de naturalización universal a la pintura moderna mexicana. Él se ha esforzado por hacer del movimiento pictórico nacional, un modo clásico de pintura. Convencido de que el academicismo y todas las tendencias anteriores son expresiones en desuso, en decadencia, ha puesto todo su genio en consolidar la ruta de la pintura mexicana y presentarla ante el mundo como el más natural camino hacia la salvación del arte. § [Fragmento de: “El arte de José Clemente Orozco”, en Armas y Letras, Boletín mensual de la Universidad de Nuevo León, Año IV, Núm. 4, 30 de abril de 1947.]

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El fenómeno mainstream: un recorrido sociológico

Reseñas

Julia Ibarra

Pablo Flórez

¿Qué se entiende por “mainstream”? ¿Cómo se determina qué es mainstream y qué no lo es? ¿Quiénes dictaminan lo que el mundo quiere como entretenimiento y bajo qué argumentos? Estas y varias interrogantes más se plantea el sociólogo y filósofo francés Frédéric Martel a sí mismo, a partir de las cuales emprende una investigación de más de cinco años que expone en el libro Cultura Mainstream. Cómo nacen los fenómenos de masas, publicado en 2011 y cuya última reimpresión en México fue en el año 2013 bajo el sello de la editorial “Taurus”. Martel recopila en más de 400 páginas las conversaciones que sostuvo con los hombres y mujeres de mayor influencia en el ámbito del cine, la televisión, la música y el teatro alrededor del mundo; desde microempresas e instituciones independientes que buscan un espacio dentro del universo artístico, hasta el lugar donde residen las empresas que constituyen los monopolios del “entertainment”. Pero el autor no trata de determinar qué nación o compañía es la que brin-

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da una mejor industria del entertainment, sino de describir cómo es que la cultura mainstream ha creado el fenómeno que Martel denomina “cultura de mercado”. Cultura Mainstream. Cómo nacen los fenómenos de masas presenta de manera argumentativa y con lenguaje cálido que la guerra global de contenidos maniobra con el arte, la economía y el gran tejido cultural que se enfoca en ofrecer diversión y entretenimiento a las masas. El mercado productor no repara en gastos. Todo sea por ser el mejor postor pues ha llegado el capitalismo cultural. El autor ha reunido esta información y la entrega al mundo envuelto en un análisis geopolítico global, listo para ser redescubierto. Aquella persona que se interese en conocer una perspectiva crítica de la creación de masas, es bienvenido y motivado a la lectura de este libro. Le invito, estimado lector, sea usted o no un sociólogo profesional, a que se inmiscuya en el entendimiento de nuestra cultura globalizada. Para ello no es necesario ser un especialista; basta con el anhelo intelectual, con un deseo que esta obra de Martel pueda llegar a despertar. §

Pero hay algo más en estos Poemas de amor: el estudio introductorio que nos presenta Abraham Nuncio. Una verdadera aportación al poner los sonetos de WS en el contexto de la historia de la poesía. Un recorrido por el desarrollo del poema amoroso desde El cantar de los cantares hasta la actualidad, pasando por Safo, Petrarca, Sor Juana y los Beatles. Hace años, por no decir que décadas, conseguí un pequeño volumen, En blanco y negro. Había un poema que sobresalía porque era un relámpago de verdad: (cito de memoria) “La poesía es como la sal / sale o no sale”. Algo así como el “Ser o no ser” de Hamlet. Ignoro por qué AN dejó de publicar poemas, desde hace más de treinta años es más conocido como ensayista, historiador y periodista. Recuerdo su ensayo dedicado a Monterrey, hace veinte años, en el cuarto centenario de nuestra ciudad. Ahora veo que AN no dejó la poesía, y que en silencio ha estado trabajando en esa otra cara de la creación que también le llaman traducción. En la parte final de su texto introductorio nos explica las consideraciones que tuvo en torno al trabajo de traducción. Sólo habría que agregar, aunque suene obvio, el uso de una sintaxis actual.

Poemas de amor de William Shakespeare Óscar Efraín Herrera Hay en este libro, como era de esperar, una carga grande de poesía. La sola mención de Shakespeare asegura que los poemas son del más alto nivel. Ya Ezra Pound, en su célebre El arte de la poesía, lo incluía en su canon de autores imprescindibles junto con Homero, Virgilio, Dante y Cervantes, entre otros. Ha sido considerado el más importante escritor, al menos en lengua inglesa.

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En la poesía, a diferencia de otros géneros, la traducción implica conocer, además del lenguaje, los secretos de la creación poética. En este caso, escribir un poema en español a partir de uno escrito originalmente en lengua inglesa. Trasladar el significado de las palabras, pero también y, sobre todo, que esas palabras sean ahora un texto literario con valor propio. AN consigue que estos sonetos transmitan el temple poético original. Hay que recordar que una característica de WS es la presentación de conceptos e ideas que muestran una inteligencia superior. Poesía cercana a nuestros Quevedo, Lope y, en particular, a Sor Juana. Un ejemplo:

Con estos Poemas de amor, AN se suma a la no tan pequeña lista de traductores que tienen su sede de trabajo en Monterrey. Miguel Covarrubias, con sus dos tomos de El traidor, de poetas de lengua francesa y alemana, y José Javier Villarreal, con varios volúmenes de poetas de habla portuguesa, son los más destacados. Pero hay otros más que han ido publicando poemas sueltos y pequeños volúmenes, como Héctor Alvarado, Eduardo Zambrano y Renato Tinajero, por citar sólo tres, que no dudo pronto nos muestren su trabajo. §

Las heridas que por tu causa me hago Si a ti te placen, doble es mi placer. Así es mi amor, a ti estoy entregado Por tu bien soporto el mal que me infiero.

Fuera de control Abelardo Cantú Arizpe

Que nos recuerdan aquellos versos de la mexicana: Al que ingrato me deja, busco amante; al que amante me sigue, dejo ingrata; constante adoro a quien mi amor maltrata, maltrato a quien mi amor busca constante.

El libro Fuera de control. Cómo Occidente creó, financió y desató el terror islámico sobre el mundo, de Daniel Estulin (nacido en la Unión Soviética en 1966), obra publicada por Editorial Planeta en 2015, se ha convertido en poco tiempo en otro de los éxitos editoriales de este excelente periodista de investigación. Famoso ya por sus libros anteriores La verdadera historia del Club Bilderberg y El Instituto Tavistock, en Ediciones B, el ex agente de contraespionaje de la KGB nos sumerge en la fascinante intriga geopolítica de la complicidad y colaboración de los gobiernos occidentales –léase los Estados Unidos, Gran Bretaña y sus socios– en la producción financiación e ingenierización del terrorismo islámico al servicio de la agenda geopolítica siglo XXI de los Amos del Mundo. Afirma el autor: “Lo que está ocurriendo no es una guerra religiosa, sino un juego geopolítico dirigido por las potencias occidentales y los Amos del Mundo. Estados unidos, Gran Bretaña y sus socios regionales como Arabia Saudi-

Al que trato de amor, hallo diamante, y soy diamante al que de amor me trata, triunfante quiero ver al que me mata y mato al que me quiere ver triunfante. Hay otro argumento para recomendar la lectura de este libro. Si bien WS es más conocido como dramaturgo y más difundido por las adaptaciones cinematográficas, su poesía no es menos importante. AN nos lo subraya en su texto introductorio: El William de sus sonetos es el mismo que el Shakespeare dramaturgo: un escritor dotado de un genio singular para crear caracteres cuya onda psicológica se extiende a toda la humanidad, más allá de cualquier tiempo y entorno cultural.

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En este libro, se revela también el verdadero trasfondo de la masiva emigración islámica hacia Europa cristiana, producida artificialmente por medio de un secreto programa de reingeniería social de las élites globalistas, para romper la unidad ética-racial-cultural europea, y así facilitar su absorción o globalización. ¡Excelente libro de actualidad política! ¡Disidencia pura y auténtica! §

Pablo Flórez

ta han creado, armado, financiado, protegido y desatado el extremismo islámico sobre el mundo. Su objetivo: un cambio de orden en Medio Oriente”. Obra polémica por políticamente incorrecta, Fuera de control, de Daniel Estulin, es un libro indispensable, si se quiere interpretar correctamente la clave geopolítica del acontecer metahistórico del siglo XXI. El auténtico periodismo de investigación de Estulin nos brinda la valiosa oportunidad de conocer una versión alternativa –de real y genuina disidencia– acerca de la metapolítica mundial. Fuera de control aborda, concretamente, la “Revolución del Islam”, apoyada por Obama desde el 2011, y el Isis, creados por los Amos planetarios con la complicidad de Occidente –de sus gobiernos– con el fin de desestabilizar el mundo musulmán, cambiar sus regímenes en el sentido de un radicalismo –con la excepción de Túnez– y acabar así con los antiguos regímenes que mantenían una economía sana y correcta, consistente en sistemas económicos independientes del Banco Mundial, estado de cosas que molestaba profundamente a los Señores del Mundo de Empresa Mundial, S. A.

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VUELO. REVISTA UNIVERSITARIA DE CULTURA, año 1, N° 3, enero-febrero 2017, es una publicación editada por Carlos Ruiz Cabrera y Alfonso Reyes Martínez. Calle Modesto Arreola 711, Col. Centro, Monterrey, Nuevo León, C.P. 64000, Tel. (81) 8358 9109, redacción@vuelocultura.mx. Editor responsable: Carlos Ruiz Cabrera. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo N° (en trámite), ISSN: (en trámite), ambos Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Permiso SEPOMEX N° (en trámite). Impresa por Ala Imprenta, 5 de mayo 494 pte., Col. Centro, Monterrey, Nuevo León, este número se terminó de imprimir el 28 de febrero de 2017 con un tiraje de 1 000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente

VUELO REVISTA UNIVERSITARIA DE CULTURA PUBLICACIÓN BIMESTRAL

Editores: Carlos Ruiz Cabrera y Alfonso Reyes Martínez Coordinación editorial: Lourdes Ibarra Arte: Armando López

/ Alfonso Reyes Martínez y Francisco Javier Galván Castillo. En la portada: Sin título, técnica mixta, 1997, Pablo Flórez.


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