Ministerio Público estaban debidamente preparados para asumir las nuevas funciones asignadas. El ejemplo más claro es la figura del “juez de garantía” que a mi juicio bien podría denominarse “juez pesquisidor”, pues controla muchas de las funciones que antes correspondían al Ministerio Público. En este contexto, planteo una perspectiva diferente para la reestructuración de la institución, la cual incluye una capacitación integral de los funcionarios en temas tanto técnicos como en ética y en una ética cordial, como un camino hacia la excelencia, que consiste en el logro de la justicia. Esto se alinea con el fin del Ministerio Público en cuanto a que es el ente encargado de la persecución del delito, que a su vez tiene como meta el logro de la justicia en el caso concreto. Considero que no es suficiente la aproximación utilitarista de cuantificar los “logros” del sistema penal, sólo en cuanto a la rapidez con que se tramitan las causas. Así pues, no puede ser válida la mera medición de los resultados en cuanto a que antes la duración de los procesos era de 296 días y ahora es de 46 días199, dejando de lado la determinación de si se cumplió con procurar justicia para la víctima y para la sociedad. En la siguiente sección resalto el papel de las capacitaciones en el desarrollo humano de los funcionarios públicos. La piedra angular sobre la cual descansa el cambio de mentalidad y el reforzamiento de nuevas ideas de compasión y deliberación es por medio del cultivo de nuevas capacidades. 5.2.
Capacitación y desarrollo humano del personal administrativo y de instrucción
En lo que respecta a la capacitación, debo decir que durante mi paso por la Procuraduría General de la Nación se invirtió un monto importante de recursos económicos en dotar a los funcionarios de instrucción y al personal administrativo del CÁMARA DE COMERCIO, INDUSTRIAS Y AGRICULTURA DE PANAMÁ, ET AL. IX Informe del Observatorio de Seguridad Ciudadana, Op. Cit., p. 84. 199
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