Número 11
Gambito de dama Isidro
Moreno
Comprobó que faltaba una pieza... EN AQUEL LEJANO y rico país, el rey se aburría soberanamente. Para eso era el soberano. Todas las cuestiones políticas y sociales funcionaban como su reloj de pared que, aunque estaba fabricado en Londres, él afirmaba que era suizo a pesar de que, hasta entonces, los suizos no hacían relojes, pero este despistado rey, puso en la pista a los helvéticos que, con el tiempo, se harían los reyes mundiales de la relojería.
Nada le preocupaba y de nada quería ocuparse. Sus ministros, consejeros y servidumbre sabían que lo esencial era no molestarle y siempre, ante quien pretendiera dirigirse al monarca, tenían un «Al rey, no». Quizás de ahí provenga la palabra reino. Su mayor ocupación era el ajedrez. Esta actividad la anteponía a cualquier deber social, político o familiar, dedicándole gran pasión y un tiempo ili159