Visión para crecer
CAPACIDAD PARA SALIR ADELANTE, O LA RESILIENCIA Por: Emilio Pineda Sotelo
Nuestra fortaleza está en nuestra capacidad de recuperarnos.
abían pasado apenas unos días después del gran terremoto del 19 de septiembre de 2017 en la ciudad de México cuando me encontraba viendo las últimas noticias en la televisión. Todos aquellos que vivimos esta terrible experiencia sabemos que la información fluía desde muchos puntos de la metrópoli. En uno de los tantos reportajes que hacía la televisión acerca de las zonas afectadas, pude observar uno que hablaba de unos edificios muy dañados en la colonia Doctores, los famosos “Soldominios”. Se trataba de unos edificios construidos prácticamente a mediados del siglo XX y que se habían convertido en un ícono de esa zona de la capital del país. El reportaje mostraba a los edificios sumamente dañados, con habitaciones completamente abiertas y estructuras separadas unas de las otras por varios metros.
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Dado que yo ya tenía en ese entonces mi canal de YouTube, quise ir a conocer en persona esta situación y registrarla en video. En el reportaje había visto a una mujer propietaria de un departamento de los pisos superiores de uno de estos edificios. La televisión nos mostraba cómo trataba de rescatar algunas de sus pertenencias para salir definitivamente de ese inmueble sumamente peligroso. Con lágrimas en los ojos se despedía del departamento en el que había vivido muchos años. No quiero hacer la historia larga, simplemente comentar que cuando acudí a conocer y grabar lo que había ocurrido en esa zona de la ciudad, nunca me imaginé que conocería directamente a esta señora y que después gozaría del privilegio de su amistad. Este año 2021, después de una gran lucha vecinal, el edificio
AÑO 23 • VOL. 23 • MAY-JUN • MÉXICO 2021
fue reconstruido y los propietarios fueron reinstalados nuevamente en sus departamentos. Es importante decir que el edificio fue completamente demolido y se construyó uno nuevo. La señora del reportaje y los demás vecinos tuvieron que pasar prácticamente cuatro años con muchos problemas, dificultades económicas y rentando otros inmuebles para vivir, o acomodándose en casas de amigos y familiares. La señora con mucha felicidad me ha platicado que se está adaptando a su nuevo departamento y sus nuevas circunstancias. Pero me lo dice con una gran sonrisa y con una pasión en su voz que cualquiera podría afirmar que en su vida todo ha estado bien. Solo sé los problemas que vivió debido a que me fue platicando cada una de las etapas. La verdad fue muy difícil para ella, sus hijos y sus vecinos.