3 Ticineto Clough (2008), iniciadora de las propuestas del “giro afectivo”, propone la idea de “cuerpo biomediado”: un cuerpo que desplaza la dimensión del cuerpo como organismo para ubicarse como “cuerpo-como-proceso” de mediación biológica, participante de la co-emergencia del afecto. El afecto es fuerza que afecta la interacción entre los cuerpos. Esta vía de reflexión, que valoriza el cuerpo en relación con los afectos, retoma las reflexiones filosóficas de Baruch Spinoza ([1677] 1975). Que formulan el conatus del cuerpo como impulso o apetito. Los afectos son afecciones del cuerpo, en las que aumenta o disminuye la vitalidad del ser humano. Lo importante de la existencia es “lo que puede un cuerpo” ([1677] 1975: III, 2), dice Spinoza. El affectus, que es fuerza, y la affectio, que es capacidad, son los elementos que entran en la relación entre los cuerpos, es decir, que los cuerpos son entre sí en la medida de su fuerza y capacidad.
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ORFA KELITA VANEGAS
El estudio de las emociones como lenguaje que abre nuevos espacios epistémicos para la comprensión de los giros sociales, culturales, morales y políticos, de las sociedades contemporáneas ha tomado vital relevancia en los últimos años en diversos campos de investigación de las ciencias humanas y sociales. Entender tanto lo inefable del estado de cosas de un colectivo como la estructura psicosocial básica que conforma la vida cotidiana de la persona común, parece desbordar los vocabularios establecidos y conceptos paradigmáticos que habían dirigido hasta hace poco la reflexión sobre los fenómenos sociales. En tal panorama, las texturas afectivas se muestran tan interesantes como los textos, los discursos y los archivos, para indagar lo que nos sucede como individuo y sociedad, en sus diversos significados y simbolismos. El estudio de las emociones viene imponiéndose sobre el análisis de las razones, asegura Roger Bartra (2012). Las relaciones de fuerza que dan orden al ámbito internacional contemporáneo y a las diversas dinámicas de la globalización, delimitan nuevos procesos de construcción de subjetividades e imaginarios colectivos. Circunstancias como la alteración de los modos de vida a causa del desplazamiento, la migración y el exilio, o el incremento de la violencia asociada al terrorismo internacional, el narcotráfico y la trata de personas, requieren de lo emocional como elemento necesario para la explicación de las formas intangibles íntimas, en tanto son legítima expresión de la contemporaneidad y sus facetas sociales (Moraña, 2012). Son múltiples y diversos los enfoques de investigación que se interesan por lo emocional. A continuación presentamos, de manera sucinta, dos variantes que predominan en un sinnúmero de estudios. La primera, busca diferenciar taxativamente la emoción del afecto. Explica lo afectivo como impulso visceral escindido de la conciencia y el raciocinio, aunque manifiesto en el cuerpo3. Uno de los exponentes principales de este fenómeno es Briam Massumi (2002, 2011), quien lo entiende como expresión corpórea, pre-consciente y pre-individual, algo autónomo respecto al discurso. Bajo este ángulo, el factor determinativo del afecto
IMAGINARIOS POLÍTICOS DEL MIEDO EN LANARRATIVA COLOMBIANA RECIENTE
AFECTO Y EMOCIÓN: INTERSECCIONES TEÓRICAS