BALANCE DE LA NARRATIVA COLOMBIANA DE INICIOS DEL SIGLO XXI En las primeras dos décadas del siglo XXI el escenario literario colombiano se ha ido consolidando de renovada manera con escrituras originales en el tratamiento de la realidad del país, propuestas de escrituras híbridas o anfibias –que se mueven entre un género y otro–, temáticas de variado orden y giros del lenguaje. Esta situación ha reclamado a los especialistas de la novela nacional nuevas categorías de estudio y tipificación (Jaramillo Morales, 2006, 2012; Pineda Botero, 2006; Giraldo, 2011; Rodríguez, 2011; Rueda, 2011; Figueroa, 2011; Gonzáles Ortega 2013; Fanta Castro, 2015). Las líneas generacionales para clasificar la narrativa entran en crisis. Hoy, quizás, resulta más interesante relacionar la diversidad literaria desde el principio de tendencia o momento. La indagación de la producción literaria y el carácter de los autores no pueden abordarse ahora desde lo etario frente a la progresiva proliferación de importantes escritores, de diversas edades y múltiples estilos. Jaramillo Morales (2012), al respecto comenta: Un grupo de autores y autoras que empezaron a publicar en los años setenta lograron consolidarse en el panorama nacional, con premios internacionales importantes. Aparecen en los noventa autores jóvenes que a estas alturas ya han venido construyendo una obra en un recorrido de 15 años de publicaciones. Aparecen también nuevas generaciones –escritores y escritoras que empiezan a publicar en la primera década del siglo XXI– y nuevas voces como las mujeres, los indígenas, los afros, los LGTB […] Se empiezan a escribir novelas hipertextuales y se inicia un proceso de legitimidad de las editoriales independientes (229). La cita indica la versatilidad del panorama literario de las últimas dos décadas, es evidente que empieza a mostrarse una amplia gama de autores y propuestas estéticas. Frente a este contexto, para facilitar el trazo de unas coordenadas que ubiquen las características más notables de las propuestas de 65
ORFA KELITA VANEGAS
IMAGINARIOS POLÍTICOS DEL MIEDO EN LANARRATIVA COLOMBIANA RECIENTE
aprendizaje de la tradición literaria latinoamericana está en parte definido y justificado por esta función crítica de la sociedad. Desde los cronistas de Indias, particularmente desde Bartolomé de las Casas, hasta las más recientes voces, los escritores de esta parte del planeta hemos estado presenciando las maneras en que el mal histórico, es decir, la represión de la expresión libertaria, ha prevalecido siempre en América como una peste (4-5).