acercarse a las interpretaciones de Frank Sinatra. En clave de balada, fue escrita en 1980, tres años antes de su muerte: «Gone, yes, / I’ll be gone, / so good-bye, / I know I couldn’t stay / cause I just don’t care / anymore, no more»30.
CANCIONES PARA NACIONES A lo largo de sus más de treinta años al servicio de la canción popular, Chabuca dedicó composiciones a nuestra patria y a otros países en distintos géneros musicales. Para el Perú, además de su vals Bello durmiente, hizo a inicios de la década de 1960, a pedido de Porras Barrenechea, una estrofa nueva para el Himno Nacional, que finalmente quedó inédita31, cuyos versos a continuación presentamos: «Gloria enhiesta de antiguos milenios / fue moldeando el sentir nacional / y fue el grito de Túpac Amaru / el que alerta, el que exige / y el que impele hacia la libertad; / y el criollo y el indio se estrechan / anhelantes de un único ideal / y la entrega de su alma y su sangre / dio el blanco y dio los rojos / del emblema que al mundo anunció / que soberano se yergue el Perú / para gloria de Dios». Para las otras naciones, procuró escoger un ritmo propio de cada una para rendir sus sentidos homenajes: una canción mitad guajira y mitad son montuno para Cuba, un pasillo para Ecuador, un huapango para México, una tonada y un vals para Chile, y dos bagualas para Argentina. A España, más bien, le escribió en clave de landó El sereno y la Almudena, dirigida al «vigilante serenazgo de sus llegadas». Compuesta a finales de la década de 1970, el uso de repeticiones y aliteraciones acusa total armonía con la madurez de su estilo: «Ya Madrid no era Madrid / sin tu desvelo, sereno; / la calle no era ya calle, / era un silencio vacío, / ni el portón era más puerta, / y era como no llegar, / y las palmas silenciosas / sonambuleaban, Madrid, / callaron por ti, sereno, / doblaron por ti en Madrid».
30. Traducción del autor: «Ido, sí, / me habré ido, / así que adiós, / sé que no me pude quedar / porque simplemente no me importa / más, no más». 31. A inicios de siglo, el poeta José Santos Chocano ganó un concurso para cambiar la letra del Himno, convocado por el entonces presidente de la República, Eduardo López de Romaña. Sus versos, no obstante, corrieron la misma suerte de aquellos que compusiera nuestra artista. Vale la pena, a continuación, recordar al menos la primera de las cuatro estrofas que escribió: «Si Bolívar salvó los abismos, / San Martín coronó la altitud; / y en la historia de América se unen / como se unen arrojo y virtud. / Por su emblema sagrado la Patria / tendrá siempre, en altares de luz / cual si fuesen dos rayos de gloria, / dos espadas formando una cruz» (Sánchez, 1975, pp. 545-546).
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