La economía en el período formativo | 151
puede deberse a motivaciones diferentes, una de ellas es tratar de defender la presencia del Estado ya desde el Formativo o incluso antes. Si se ha discutido con cierto detalle problemas básicos del Formativo, plasmados en o relacionados con los dos conceptos de arquitectura y arte como manifestaciones ideológicas, se debía a un afán de relativizar enfoques corrientes o pasados que tienden a simplificar o unificar, en vez de dejar espacio para aceptar diferencias y alternativas en un amplio espacio geográfico y temporal. Por otro lado, enfatizan el aspecto cultural e ideológico que está poco vinculado directamente con las formas económicas y sociales que permitieron y sostuvieron este tipo de materializaciones. Sus definiciones son más difíciles, ya que no se plasman directamente en el registro arqueológico (al menos no en los centros ceremoniales) o no han sido objeto principal de las investigaciones llevadas a cabo hasta nuestros días. En este sentido, se percibe una desproporción marcada y desfavorable a otros contextos más relacionados con el tema por tratar. De acuerdo con esta situación, tampoco existe un tratado específico que presente la economía del Formativo como tema central, lo que obliga a buscar elementos que nos ayuden a definir este tema.
II. Hacia la definición de la economía en el Formativo 1. Las teorías de la historia económica de la Antigüedad Para entrar al tema conviene detenerse en los principios de la historia económica estrechamente vinculada con la historia social. En cada sociedad, como las del Formativo, el medio de producción era la tierra. Lamentablemente, como faltan fuentes escritas, no se sabe cuáles eran los principios de la propiedad de esta tierra y qué grado de extensión tenían los diferentes grupos con propiedades de tierra. Se dispone de datos relativamente explícitos para el tiempo de la llegada de los europeos, pero estos probablemente no sirven mucho para situaciones con unos 3,000 a 2,000 años de anterioridad. Evidentemente, estos problemas están relacionados con los sistemas de cultivo y, en particular, con la irrigación artificial o sistemas de secano. Ante la escasez de evidencias concretas y el problema del argumento ex silentio (lo que no se conoce no existe), es inevitable que cada arqueólogo o historiador trabaje con modelos de sociedad, sea esto en forma consciente o inconsciente, pero pocos señalan sus fuentes.