28 | Luis Guillermo Lumbreras
Esto está muy lejos de imaginar oleadas masivas de migrantes en la búsqueda de un “nuevo continente”. También descarta tanto la vieja idea de la migración de cazadores que pasó de un continente a otro por “una sola vez” (A. Herdlicka), como aquella que en la misma línea hablaba de más de una “oleada” (Paul Rivet, Méndez Correa y otros). Es más simple y realista —dado que conocemos el modo de vida de muchas comunidades de cazadores y recolectores— pensar que la ocupación del continente fue parte del proceso de desplazamiento de la especie Homo sapiens por el planeta, proceso por el cual ocupó cuanto espacio vital le fue accesible.
I. El poblamiento del Perú por cazadores y recolectores (¿ ? – 8000 a.C.) El período del que nos ocupamos aquí es generalmente identificado como “Lítico”, correspondiente al “Paleolítico” del Viejo Mundo; pero, aunque cronológicamente se corresponde con el “Paleolítico Superior” europeo, es incorrecto asumir su condición de homotaxial.1 Entre otras razones, porque el “Paleolítico Superior”, cuyo referente paradigmático es el de Europa occidental y central, implica un proceso previo —larguísimo— de conocimiento de las condiciones ambientales de los bosques y praderas de la Europa templada, diferentes a las de otras partes del mundo y sobre todo a las de los Andes. Los ocupantes del territorio americano, cuyos antepasados eran los habitantes del Asia septentrional, vivieron durante milenios en condiciones similares a las de sus predecesores en la América ártica y subártica. Pero, a medida que se fueron alejando de las tierras frías del norte, tuvieron que aprender a vivir en nuevos espacios, especialmente diferentes, como los del trópico y el Ecuador. Estos nuevos espacios condicionaron sobremanera sus costumbres, exigiéndoles soluciones creativas y acordes con los recursos naturales disponibles para lograr su supervivencia. Sus antecesores eran los cazadores y recolectores “superiores” del Asia. Así pues, los antepasados de los primeros habitantes de los Andes habían vivido en las estepas y los bosques fríos de Canadá y los EEUU, y 1.
Semejante en la composición y orden de los estratos geológicos, los cuales tienen la misma posición relativa, pero no necesariamente contemporánea, por proceder de eras o regiones diferentes.