Economía política y doméstica del Tahuantinsuyo | 413
caminos, puentes, templos. En esta categoría de trabajo, cada cual sufragaba sus alimentos y bebidas. El curaca o cacique, a lo más, redistribuía algunos puñados de coca. Mientras que la redistribución de bienes de prestigio y lujo consistía en un verdadero pago hecho en especies por parte de los señores o autoridades, en beneficio de sus servidores y amigos fieles y leales. 3. Las monedas-mercancías Veamos enseguida las monedas-mercancías. Estaban conformadas por productos que tenían valor de dinero para pagar y comprar. Hemos averiguado qué artículos poseían valor de moneda en el Antiguo Perú. O dicho de otro modo, qué cosas eran generalmente aceptadas para conseguir la conversión de un objeto o de un servicio. Hemos encontrado que dichos medios dependían de los lugares, es decir, según las etnias que practicaban la referida modalidad. Así, en unas era la sal; en otras, la lana o el algodón o el maíz, etc. Sin embargo existían también artículos de aceptación universal o general en la totalidad de etnias, tales como el mullu, el ají y la coca: tres productos de común acogida. Hombres y mujeres les otorgaron el carácter de moneda. De manera que, gracias a ellos, el trueque simple y las equivalencias fueron superados. Mullu, ají y coca conformaban objetos que a la integridad de los ayllus les era imposible producir. Además, eran considerados elementos ceremoniales y raros; pero económicamente útiles entre pueblos culturalmente semejantes. Como recursos de cambio, servían para conseguir otras cosas. Aunque el mullu, aparte de instrumento mágico-religioso, servía también de ornamento y de medicina espiritual y sicológica. Es posible que el florecimiento y prosperidad de los artesanos especialistas de la costa central y norte del Perú hayan sido los que acarrearon la aparición y desarrollo de las monedas-mercancías. Ellos transformaron al mullu, ají y coca en moneda natural, logrando que las transacciones se generalizaran y dinamizaran, favoreciendo incluso el comercio a larga distancia. Por cuanto, ya no era solo un producto el que podían adquirir con mullu, ají y coca, sino cualquier artículo en poca, mediana y enorme cantidad; porque estas tres monedas naturales podían ser cambiadas sin dificultades con otros productos. Precisamente, la característica de las tres monedas-mercancías mencionadas es que no perdían su valor de uso, ya que podían ser utilizadas y