Los orígenes de la sociedad | 47
que provoca asumir que todos los que las hicieron tuvieron algún tipo de conexión histórica. Las evidencias señalan que en Sudamérica se fabricaron “cola de pescado” en obsidiana u otras piedras finas, desde el extremo sur de la Patagonia hasta por lo menos Panamá, tanto en los Andes como en las tierras bajas orientales. En América del Norte, tienen un equivalente en las puntas de la tradición Clovis, tanto por la calidad del trabajo lítico, cuanto por muchos detalles formales. En América del Sur, los contextos de cazadores patagónicos son los que mejor conocemos, tanto en la cueva Fell, en el sur de Chile —donde se encontró por primera vez—, como en la cueva de Los Toldos, en Argentina. Allí, la edad de esta “industria” se sitúa entre los 11 y 8 mil años antes de nuestra era, lo que indica un período Pleistocénico Terminal. Los hallazgos de este “estilo” en el Perú son escasos y evasivos. En el nivel más antiguo de la cueva de Jaywamachay, en Ayacucho, con una fecha ca. 8000 a.C., se encontró un fragmento de una punta de este tipo, evidencia que indujo a MacNeish a proponer una fase llamada “Huanta”. Pero esta propuesta se ha mantenido a la espera de mayor información que permita demostrarla, asumiendo que se trataría de una fase previa al período inmediato posterior, llamado “Puente”. Paul Ossa identificó una punta “cola de pescado” en el valle de Moche, mientras que Claude Chauchat y Jorge Zevallos Q. encontraron otra en Piura, pero se trata de hallazgos superficiales. Seguramente, hay muchas más en otras partes y queda la expectativa de encontrarlas en contextos suficientes, no solo para establecer su edad, sino para conocer algo de estos viejos cazadores. De cualquier modo, si en algún momento se prueba la relativa o absoluta contemporaneidad de estos hallazgos, se puede presumir un desplazamiento extensivo de sus talladores a lo largo y ancho de Sudamérica. En Patagonia, están asociados a la caza de animales pleistocénicos y, aunque en esta región hubo una extinción más lenta de este tipo de fauna, la edad de ca. 10000 a.C., no deja duda de su gran antigüedad, al menos coetá nea con su similar norteamericana —la famosa industria de “Clovis”— y el complejo El Llano, que representan la ocupación más antigua de los cazadores de tipo “Paleolítico Superior” en el continente. Si bien las puntas sudamericanas no son iguales a las de Clovis o Cumberland, tienen muchos elementos en común, incluido el detalle de una ligera acanaladura a lo largo del pedúnculo de las puntas de El Inga, que