A LA SALUBRIDAD LLEGÓ TAMBIÉN LA ATENCIÓN DEL GOBIERNO Y FUERON CREADAS LAS JUNTAS DE SANIDAD EN LIMA Y PROVINCIAS. EL ESTABLECIMIENTO DE UN PANÓPTICO PARA LA CORRECCIÓN DE LOS CRIMINALES, FUE TAMBIÉN EFECTUADO EN EL NOMBRE. LA BENEFICENCIA QUEDÓ CONFIADA EN LIMA A UNA DIRECCIÓN GENERAL CUYO PERSONAL Y ATRIBUCIONES APARECIERON SEÑALADOS POR DECRETO.
LA OBRA ADmINISTRATIVA DE 1825 Y 1826. EL ESTADO PERUANO.- Al presentarse ante el Congreso a principios de 1825, Bolívar había leído un mensaje donde decía: “Mi administración no puede llamarse propiamente una campaña: apenas hemos tenido tiempo necesario para armarnos y combatir...”. Poco, es por lo tanto, lo que puede decirse de su obra administrativa en ese período, si bien no han de ser olvidados sus decretos de 1824 estableciendo la Corte Suprema, una universidad y una Corte Superior en Trujillo. En la época inmediatamente posterior (en la que participaron Bolívar, el Congreso de febrero-marzo de 1825 y los Consejos de Gobierno), aparte de las grandes decisiones de política internacional e interna creación de Bolivia, Congreso de Panamá, Constitución vitalicia, planes para la Confederación de los Andes cabe recordar las normas para organizar el Estado peruano y para darle escudo y pabellón. Acerca de estas últimas se trata más adelante. Otras se refieren también a la demarcación interior. El departamento de Trujillo se llamó de La Libertad y su capital, ciudad Bolívar; el de Huánuco tomó el nombre de Junín y el de Huamanga, de Ayacucho. Las provincias de Puna que, en lo eclesiástico, dependían del Obispado de La Paz, fueron agregadas a la diócesis de Puno. LA REPRESIÓN DEL CONTRABANDO CON LA PENA CAPITAL Y LA CALIDAD DE LOS EmPLEADOS DE HACIENDA.- Un decreto de Bolívar, suscrito en Trujillo el 18 de marzo de 1824, adjudicó jugosos premios a quienes delatasen o aprehendieran especies importadas o exportadas por el contrabando y condenó a la pena capital a los empleados que con él se relacionaran. No hubo constancia de que dicha pena llegase a ser aplicada. Otro decreto, de 10 de abril de 1824, ordenó la remoción de los empleados de Hacienda incumplidos, ociosos o desidiosos.
LA ADmINISTRACIÓN DE JUSTICIA.- Se estableció en Lima la Corte Suprema de Justicia; y en la capital, así como en Trujillo (Bolívar), Arequipa y Puna quedaron instaladas Cortes Superiores. Una comisión recibió el encargo de preparar proyectos de códigos. El Tribunal de Seguridad Pública fue creado para castigar los delitos de sedición, traición e infidencia. Se promulgó el arancel de derechos judiciales. Famoso llegó a ser el severo decreto de 31 de mayo de 1824 por el cual se hizo responsable a los jueces no solo por sus faltas, tales como el descuido, sino también como hombres si eran irreligiosos, incontinentes, ebrios o inmorales. La Corte Suprema aplicó este decreto a un grupo de vocales de la Corte Superior de Lima, entre los que estaba Mariano Alejo Álvarez. Este honorable magistrado se defendió enérgicamente y atacó al régimen bolivariano.
EL VASTO AFÁN EDUCACIONAL.- El esfuerzo para el desarrollo educacional iniciado por el régimen bolivariano tiene gran importancia. Quedó planteada la unión de los colegios de San Carlos y de Caciques (que era ya el de la Libertad) en uno solo con el nombre de Convictorio de Bolívar. De los fondos de la Caja de censos de que subsistía el Colegio de la Libertad se aplicarían 400 pesos mensuales al Convictorio de Bolívar: 300 para doce becas destinadas a otros tantos indígenas, suma que podía crecer si venían gastos extraordinarios relativos a ellos. También el Colegio de la Independencia, antes llamado San Fernando, para estudios médicos debía tener becas para indígenas de los mismos fondos. Ayacucho vio abrirse de nuevo la Universidad de San Cristóbal. En Trujillo, con fecha 10 de mayo de 1824, antes de iniciarse la campaña final crease la universidad que luego tomó el nombre de Santa Rosa y Santo Tomás. Quedaron aplicados al nuevo establecimiento el Colegio del Salvador con su iglesia; las temporalidades de los jesuitas
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PERÍODO 1
[ CAPÍTULO 7 ]