LA ÉLITE LImEÑA AL TERmINAR LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.- La estructura
LA ARISTOCRACIA QUE NO EMIGRÓ RESULTÓ GRANDEMENTE EMPOBRECIDA POR LOS CUPOS Y LOS DESTROZOS HECHOS POR LA GUERRA EN CAMPOS Y CIUDADES; Y DESDE EL PUNTO DE VISTA POLÍTICO, AL CAER SUCESIVAMENTE RIVA-AGÜERO Y TAGLE, HABÍA PERDIDO EL COMANDO DEL PAÍS, QUE SE HALLABA EN MANOS DE MILITARES Y DE ELEMENTOS DE LAS PROFESIONES LIBERALES.
social en el Perú fue en 1827, al concluir el gobierno de Bolívar, no obstante los destrozos de una guerra tan cruenta como la de 1820-24, fundamentalmente la misma del período anterior a la independencia. Pero sobre ese fondo intacto, a pesar de las transformaciones políticas y económicas, existía un hecho de gran importancia: la antigua burocracia virreinal y un sector de los comerciantes y de la nobleza se habían alejado del país. Otra parte de esos grupos vivían integrando el nuevo y fluido orden de cosas republicano. Entre los aristócratas nacidos en el Perú que se radicaron en España, no faltaron los que alcanzaron renombre y lucimiento en la antigua metrópoli, en las armas, la política, la diplomacia o las letras. La aristocracia que no emigró resultó grandemente empobrecida por los cupos y los destrozos hechos por la guerra en campos y ciudades; y desde el punto de vista político, al caer sucesivamente Riva-Agüero y Tagle, había perdido el comando del país, que se hallaba en manos de militares y de elementos de las profesiones liberales. Sin embargo, seguía gozando de prestigio y de influencia sociales. Bolívar se convenció de que buena parte de esa clase dirigente, apenas en el nombre, estaba imbuida por los prejuicios y los vicios de los recientes amos españoles y seguía su ejemplo al oprimir a la gente de abajo.
LOS ESPAÑOLES.- El abandono del país voluntario o forzoso, de cierto número de comerciantes españoles o americanos realistas, contribuyó a la desnacionalización de las actividades mercantiles, pues su posición prominente pasó a ser ocupada de hecho por extranjeros, generalmente anglosajones. Con parte de la burocracia ocurrió análogo fenómeno de emigración, con malas consecuencias. El Perú perdió parte de su élite. Seis días después de proclamada la independencia se ordenó que los españoles pacíficos que respetasen las leyes fueran amparados en sus personas y propiedades; los demás debían abandonar el Perú. Acusados de conspirar, poniendo su oro y sus servicios a disposición de los enemigos y corrompiendo al ejército, apareció contra ellos una serie de decretos cuya paternidad, otorgada a Monteagudo, levantó permanentes odiosidades. Se ordenó que todos los españoles residentes en Lima se presentaran ante la autoridad en plazo perentorio bajo la pena de ser pasados por las armas; se les prohibió salir de noche y se restringió el permiso que tenían para abandonar el país con el compromiso, antes de obtenerlo, de acreditar que no debían nada al Estado; se secuestraron bienes de los españoles que estaban en España y los de quienes habían emigrado para unirse con el enemigo estableciéndose un juzgado de secuestros; quienes se quedaran en el país estaban obligados a obtener carta de ciudadanía y el fisco se apoderaba de los bienes de los que morían sin herederos forzosos. La orden de expulsión fue reiterada por decretos posteriores y llegaron a ser fijadas las condiciones para que obtuviesen cartas de ciudadanía; además se ordenó que los que saliesen, dejaran la mitad de sus bienes a beneficio de los huérfanos, viudas y otras víctimas de la guerra, autorizando las denuncias de cualquier ciudadano; se les prohibió que usasen durante la noche en las calles capa o capote, así como que se reuniesen o tuvieran armas. Al mismo tiempo, el gobierno mandó formar una relación de las familias que dejasen los emigrados a fin de proveer a su subsistencia y se las reunió en el convento de la Merced de Lima para su protección.
LOS SECUESTROS DE LOS BIENES DE LOS ESPAÑOLES Y SUS ADEPTOS Y LA POLÍTICA DE SANCIONES ULTERIOR.- El bando de San Martín de 18 de julio de 1821 ordenó el secuestro de los bienes de los emigrados al ejército español y estableció una comisión para entender de dichas confiscaciones. El reglamento de ella fue expedido el 23 de octubre de 1821. Un decreto de Tagle y Monteagudo fechado ello de febrero de 1822 dispuso el secuestro de la mitad de los bienes de los españoles que, en virtud de decretos
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PERÍODO 1
[ CAPÍTULO 9 ]