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PERÍODO 1
[ CAPÍTULO 13 ]
[I] L CONGRESO CONSTITUYENTE DE 1827. ELECCIÓN DE LA mAR.- De acuerdo con el acta firmada en la segunda asamblea de vecinos de Lima, que negó facultades legales a los colegios electorales para examinar y aprobar el proyecto de Constitución a ellos sometido en 1826, el presidente del Consejo de Gobierno, Santa Cruz, convocó un Gobierno Constituyente extraordinario con arreglo a la Carta de 1823, para que decidiera la que debía regir, encargándole también la elección del Presidente y del Vicepresidente de la República. La ley de de 30 de enero de 1824, promulgada el3 de marzo de 1825, sirvió de norma para esta consulta popular. Se dio cumplimiento a la convocatoria aludida sin dificultades, pues el pronunciamiento de Lima había sido secundado pacíficamente en el resto del Perú. La división colombiana de guarnición en la capital, después de recibir sus sueldos impagos, una parte de la gratificación por el premio asignado a los vencedores de Ayacucho y un vestido completo además de un género de repuesto (todo con un total muy considerable de 260 mil peruanos), fue embarcada para Guayaquil, como ya se ha dicho. Poco después abandonó también el Perú la otra división colombiana acantonada en Puno, y terminó así la intervención de los auxiliares. El segundo Congreso Constituyente se instaló el 4 de junio de 1827 con ochenta y tres diputados elegidos por provincias, incluyendo a Maynas. Desde Bruselas, al saber la “libre instalación” de esta asamblea, muy significativa mente, José de San Martín la saludó con júbilo, e hizo votos para que “sus sabias deliberaciones afirmen para siempre su independencia y prosperidad” (las de la República del Perú). El Congreso acordó que el nombre de San Martín figurase en la Guía peruana con todos los títulos y honores que le concedió el Congreso de 1822. Santa Cruz leyó su mensaje e hizo entrega de la banda bicolor, diciendo que “quería concluir su carrera política después de haber logrado la libertad de la Patria”. Luna Pizarro, después de haber regresado apoteósicamente de su destierro en Chile el 29 de abril de 1827, en un homenaje que era un símbolo, fue elegido primer Presidente del Congreso. De nuevo su sagacidad manejaba a la mayoría de los diputados. El 9 de junio la Asamblea aprobó la ley, promulgada el 10, para dar a los Jefes del Poder Ejecutivo la denominación de Presidente y Vicepresidente y declarar que serían elegidos por el Congreso en propiedad y no provisionalmente, por convenir a la seguridad interior y exterior de la República, debiendo durar su mandato cuatro años. Para la elección del Presidente de la República, presentó Luna Pizarro la candidatura del mariscal José de La Mar, cuyos partidarios se hicieron notar porque usaban un distintivo colorado. La Mar estaba ausente. El mismo 9 de junio, sin previo aviso, con el objeto de sorprender a los diputados amigos de Santa Cruz y de Riva-Agüero, que habían unido sus fuerzas alrededor del primero, Luna Pizarra anunció que ese día se haría la elección en sesión permanente. Había cambiado de opinión en relación con su voto por la transitoria Junta Gubernativa en 1822. La Mar resultó favorecido por cincuenta y ocho votos; Santa Cruz obtuvo veintinueve. En carta particular a La Fuente, el candidato vencido calificó la elección de “brusco y sorpresivo ataque, igual al que pueden hacer a un caminante desarmado unos bandoleros de oficio”. San Martín envió sus mejores deseos al nuevo Presidente y ofreció sus servicios si alguna vez la independencia del Perú se hallare amenazada (Bruselas, 29 de setiembre de 1827).