Emoto Mashimesa / Akaneko
Volumen 02
Capítulo 31
% Informe de Actividades ~Adalbert von Lüneburg~
Una y otra vez las personas, que eran cercanas a mí, me decían que tenía una “cara tenebrosa”. Sin embargo, no pensé que fuera algo de qué preocuparse y no le presté atención durante mucho tiempo. No entendí lo que significaban estas palabras hasta que mi primer hijo nació. Al principio, me reía cuando me imaginaba niños. En realidad, pensaba así porque no tenía ninguna experiencia con ellos. Sin embargo, cuando vi a mi hijo recién nacido, pues, era adorable. Sentí que mi hijo era la cosita más adorable en todo el planeta. Mi esposa me entregó a mi hijo para que lo sostuviera entre mis brazos. Me habían dicho que era un bebé que no lloraba fácilmente. Aun así, en el instante en que lo sostuve, comenzó a llorar como si le hubiera prendido fuego. Cuando se lo regresé a mi esposa en pánico, dejó de llorar. Tal vez estaba de mal humor. Fue lo que pensé en aquel entonces. Pero, incluso después de eso, mi hijo lloraba sin cesar cada vez que lo abrazaba. Cuando eso sucedió unas diez veces, empecé a ser cauteloso. Me di cuenta que tenía una cara que no era querida por los niños. Mientras transcurrían mis días ocupados, mi hijo creció rápidamente. Era tan pequeño, pero antes de notarlo; comenzó a caminar, hablar y comer por su propia cuenta. Había estado tan ocupado que no tenía muchas oportunidades de pasar tiempo con mi hijo. Cuando lo vi luego de mucho tiempo, comenzó a llorar en cuanto nuestros ojos se encontraron. Entretanto, mi esposa salió embarazada de nuestro segundo bebé. En esta ocasión, tendré que esforzarme para no ser odiado. Pensé bastante cómo debería hacerlo. Son muy lindos, pero es doloroso que no te quieran. Para conseguir una idea, salí de mi oficina durante la hora del almuerzo y pasé el tiempo reflexionando en el parque. Allí los niños estaban corriendo felizmente. Contemplaba la escena con satisfacción, pero cada vez que mis ojos se cruzaban con los de un niño, gritaba y salía corriendo. - 184 -