CALIDAD VERSUS DURAB IL IDA D
Las conservas y salazones son un ejemplo del amor que los almerienses tienen por unos productos de primera para que luchen airosos contra el inexorable paso del tiempo. La sal, condimento y herramienta en este proceso, es excelente en Almería. Los almerienses, pueblo sabio como ribereño del Mare Nostrum, saben valorar en la medida que se merecen las salazones y el pescado seco. Las salazones que más suspiros levantan entre el personal son las huevas de mújol y de atún, que no bajan normalmente de los 80€ kilo, sin desdeñar a las populares huevas de maruca. ¡Por algo será! El pescado seco tiene mucho predicamento en estas tierras en las que, ya sea artesanal o industrial, es un placer que llama a otros placeres, como el de una buena bebida que lo acompañe. Por eso como tapa es una opción más que redonda.
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