SEMANA SANTA OSUNA 2020
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Hermandad del Siglo XXI
uando me propusieron escribir un artículo relacionado sobre la gestión administrativa de la Hermandad de la Vera Cruz, se me vinieron muchas cosas a la mente pero la primera de ella fue acordarme del que fuera nuestro tesorero durante muchos años don Francisco Barrera Orozco, (Paco Barrera). Él, persona muy organizada, llevaba todo apuntado en trozos de papel, servilletas, etc.; cualquier cosa servía para tomar notas. Eso sí, después todo pasaba al libro contable. Desde ese tiempo, aproximadamente hace dos décadas, hasta ahora han sido muchos los cambios que las hermandades hemos tenido que afrontar desde un punto de vista civil, administrativo y fiscal. Durante las últimas décadas hay que resaltar el incremento experimentado en el número de cofradías y hermandades, las cuales además de ser un vehículo asociativo mueven una ingente cantidad de recursos lo que conlleva un aumento de la complejidad en su gestión. Partiendo de la premisa de que toda Hermandad o Cofradía busca la excelencia en su gestión, hay que señalar que para alcanzarla es necesario poseer unos fundamentos que abarquen aspectos de diversa índole: Contabilidad y Finanzas, Comunicación Institucional, Fiscalidad, Derecho, Gobierno de Organizaciones y algunas áreas más de conocimiento. En los últimos años, estamos percibiendo una profesionalización en la gestión y administración de este tipo de entidades. Cada vez existen más obligaciones legislativas, las cuales debemos cumplir y sabemos que en muchas de nuestras juntas no tenemos a hermanos capacitados para tal tarea, de ahí que por experiencia propia siempre sea conveniente colaborar con entidades expertas, primero para hacerlo bien y después dejar la gestión y administración encaminadas a las posteriores juntas. La primera obligación a cumplir es actualizar al representante legal de la hermandad en el Registro de Entidades Religiosas. Se trata de un proceso que requiere la intervención de un notario, que de fe del cabildo de elecciones celebrado, enviando posteriormente la documentación al Ministerio de Justicia para que se produzca el alta o actualización en el Registro del Entidades Religiosas de dicho Ministerio.
Respecto a la parte económica, la más sensible respecto a la gestión y administración dentro de las hermandades, estamos amparados por el Arzobispado. Anualmente se realiza la rendición de cuentas, la cual variará formalmente dependiendo si la entidad está acogida al Régimen Fiscal de Entidades sin ánimo de Lucro e incentivos fiscales al Mecenazgo o no. Para terminar, llegamos a la parte humana de la hermandad, voluntariado o profesional. Para ambos casos hay que cumplir con la Ley, si es el caso de Voluntariado existen convenios, contratos y seguros para el voluntariado al cual podremos gratificar con una pequeña cantidad al año. Si hay que contratar a un profesional, es un poco más compleja la situación, pero no imposible. En este caso, lo ideal es contratar los servicios de alguna gestoría o asesoría laboral, ya que lo primero que tenemos que hacer es dar de alta en la Tesorería General de la Seguridad Social una cuenta de cotización para la Hermandad. Finalmente, no podemos olvidar la Ley de Protección de Datos, en estés sentido por parte de la Archidiócesis se ha establecido que el Fiscal de la Hermandad sea el delegado de protección de datos y, como se dijo en la jornada de formación que se realizo en Sevilla para las hermandades, lo principal es el sentido común en todos los ámbitos: redes sociales, grupos de whastapp y fotos que se hagan públicas, sobre todo si hay menores de edad. Aunque parezca un poco lioso todo, en realidad merece la pena estar al día legal y administrativamente en los tiempos que corren. 23
Para poder mantener nuestro patrimonio, necesitamos de la ayuda pública. En nuestro caso hemos conseguido varías subvenciones, por ejemplo, para la restauración del paso del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz, en su primera fase, en la cual a través de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, tenemos contratada a una restauradora durante ocho meses. Hemos sido la única hermandad en Andalucía en conseguirlo dentro de esta edición. Por otra parte, a través del programa EPES de prácticas no laborales, tenemos a cinco personas contratadas en diversas labores: la apertura turística de la Iglesia de San Agustín, la administración y gestión del archivo de la Hermandad y a dos restauradores que están haciendo diversas tareas de mantenimientos tanto en el patrimonio de la hermandad como en el de San Agustín. Este programa es través del Servicio Andaluz de Empleo, en colaboración de Ayuntamiento de Osuna y la Fundación Francisco Maldonado, las cuales han puesto a diversos técnicos a nuestra disposición para lo que los demandantes necesiten. Por último, agradecer al Consejo por las jornadas de formación que nos han impartido en estos últimos años y, cómo no, a don Fráncico José Pineda Torres de Contabilidad Cofrade, nuestro asesor, por la labor y paciencia que posee ya que, como él dice, “no sé como lo hacemos que siempre vamos tarde, pero lo conseguimos”. José Manuel Torres Rivera Hermano Mayor de la Hermandad de la Vera Cruz