PLATA Y GUERRA EN EL PERÚ. LA CASA DE MONEDA EN LIMA, 1808-1830 | 253
contradicción.96 Pero todo fue inútil. Mientras en el plano político el Estado se hundía en una espiral de división política y debilidad militar, la Casa de Moneda de Lima experimentaba su propio drama. Ante la inminencia del derrumbe y aprovechando el desconcierto generalizado, el director de la ceca, José Boqui, bajo cuya responsabilidad se habían trasladado por motivos de seguridad los fondos del establecimiento a los castillos del Callao, huía del país con los caudales, embarcando en un viaje sin retorno a Europa. El ejército realista ocupó Lima en junio de 1823, permaneciendo las tropas españolas en la ciudad hasta el 16 de julio. Según datos comunicados por el general Canterac al virrey, en la breve ocupación se acuñaron monedas de plata con el busto de Fernando VII por valor de 200.000 pesos en valores de un cuartillo, uno, dos y 8 reales.97 Una notable acuñación que se explicaría a base del resello de monedas de Perú Libre, pastas decomisadas y metal aflorado. Sin embargo, esta vendría a representar el último episodio reseñable de la ceca hasta el final de la guerra, un postrero canto de cisne que anunciaba de facto su desaparición. La evacuación del ejército español supuso el desmantelamiento de la ceca. En la salida del general Canterac, el virrey La Serna ordenó trasladar los equipos y la maquinaria de la Casa de Moneda de Lima hasta el Cuzco con el doble objetivo de, por una parte, privar a los patriotas de esta valiosa institución y, por otra, poder disponer de ella a favor de su gobierno, poniendo en valor el control militar que sobre los yacimientos del Bajo Perú seguían manteniendo sus fuerzas.98 Desde Lurín, el 17 de julio, Canterac comunicó al virrey, a través de un detallado informe, el conjunto de herramientas y maquinaria que acompañaban al Ejército. El teniente coronel Manuel Vigil fue el encargado de llevar a cabo la operación de transporte desde Huancayo hasta Cuzco, mientras Hacienda procedía con los preparativos necesarios para su completa instalación en la nueva capital del virreinato. La orden de traslado y plantificación se resolvió en sus últimos detalles en diciembre de 1823. Descartada la antigua callana de las cajas reales,99 se optó finalmente, para la ubicación de la futura Casa de Moneda 96. Sin embargo, el punto final fue posible con la ley del 30 de septiembre de 1823, que estipuló la amortización de la moneda de cobre en un plazo de setenta días. Conformando el empréstito inglés parte del presupuesto nacional, se procedió a la prohibición y apertura del proceso de extinción de la moneda de cobre. Once meses después de su habilitación, el pretendido sustituto del papel moneda se agotaba en sí mismo al igual que el gobierno que pretendía sostener. 97. CDIP 1973: 37. 98. Horacio Villanueva realiza un sintético relato del traslado de la Casa de Moneda y su instalación en el Cuzco. “La Casa de Moneda”. CDIP 1973: 36-41. 99. “Expediente sobre el establecimiento de oficinas de fundición”. BNP, Manuscritos, D9357.
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15/08/2019 11:31:55 a.m.