GLORIAS OSUNA 2018
zaret Torres, María del Carmen Sánchez, Alberto Rodríguez, Ezequiel Muñoz, Francisco Montañez, Jesús Gallardo… todos ellos y cada uno dentro de su ámbito, con su servicio y entrega han derramado la libra de nardo puro sobre los pies de Cristo y sobre la cabeza de Nuestra Santísima Madre.
Hoy, con el recuerdo de estos 25 años que vienen a sumarse a la historia centenaria de nuestra hermandad, proseguimos andando el camino que nos habéis enseñado y Dios permita que con este ejemplo siempre presente, la hermandad
siga creciendo y dando frutos dentro de la viña del Carmelo. Hermandad de Nuestra Santísima Madre del Carmen
Entre esta profusa lista no cabe duda que es digna de resaltar la figura de Manuel Galindo, nuestro hermano mayor no de plata como este aniversario, sino de oro. A Manuel le debemos la hermandad que tenemos gracias a su entrega generosa y a su fidelidad al espíritu carmelita que desde bien temprano le inculcaron. Él es la columna trajana en la que gira en torno a sí el trabajo y los frutos de estos renovados 25 años de historia de la hermandad. Por llevar el timón siempre con una sonrisa y dispuesto a realizar desde la más insigne encomienda a la más humilde de ellas. Por tu amor incondicional a la Santísima Virgen del Carmen, para quien semanalmente tu corazón hace sonar los acordes del Flor del Carmelo. Eres un motivo más de gratitud al Señor.
Se nos ha ido un gran carmelita En estas fiestas de Pascua nuestra Madre del Carmen ha querido tener junto a Ella a quien ha dedicado toda su vida a enaltecerla y a entregarle todo su amor. De seguro que nada más llegar junto a Ella, ya habrá organizado un coro para dedicarle unos bonitos villancicos. Pero qué pronto te lo has llevado Madre, a mí que lo tenía considerado como un hermano se me nublan los ojos cuando escribo estas palabras, cuando entro en la iglesia del Carmen la vista se me pierde buscándolo por el coro y ya no lo veo ni escucho los acordes del órgano entonando la Salve, qué vacío has dejado, pasará mucho tiempo para que yo pueda ocupar ese vacío que tú has dejado.
Foto: Curro Pérez
Nuestras vidas han transcurrido de forma paralela. Nacimos el mismo año, el mismo mes y casi el mismo día. Estudiamos primaria en el mismo colegio del Carmen, hicimos el bachiller en el mismo instituto, y llegado el momento pasamos a estudiar magisterio en Sevilla. Yo empecé un año antes, cuando él llegó se quedó a vivir en la misma casa en la que yo estaba. Allí pasamos dos años, luego por motivos familiares tuvo que abandonar los estudios y regresar a Osuna para ayudar económicamente a su familia. Fueron estos años los que hicieron que nuestras vidas se alejaran un poco, sobre todo porque mi vida profesional comenzó y nuestra lejanía se hizo más patente, pero fue una lejanía física, ya que nuestra amistad siguió con la misma fuerza que tenía antes, porque la amistad que nosotros teníamos no entendía de distancias. 107