nas de los privilegiados que las presenciaron y que ya no están, como indeleblemente en los registros y textos que hacen perdurar la epopeya y el recuerdo de alguien que como él representa la cumbre misma del toreo universal de todos los tiempos.
- - Algo más de tres meses posteriores a su última actuación en estos pagos al borde del río hablador, moría, hace una centuria, el gran y mítico Joselito, vestido con el traje grana y oro que le confeccionaron aquí, tras ser prendido por un toro de la Viuda de Ortega en Talavera de la Reina, dando origen con ello a su otro y definitivo encumbramiento, aquel que Lima, esa vieja y señera Ciudad de los Reyes, le contemplara como el rey de todos los toreros. Capítulo Cuatro LA FIESTA MESTIZA
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istoria pregonada por grandes espadas, maestros del toreo convertidos en heraldos de la más hermosa tauromaquia mexicana. Es necesario, por saludable en la interpretación conocer los antecedentes de la historia de México, antecedentes que precedieron a Garfias.
Cuando Javier Garfias de los Santos vino al mundo el empresario taurino más connotado de México era un español. Un gaditano, Eduardo Margeli, quien en el tiempo se convirtió en intendente de El Toreo de La Condesa. Su nombre encabezó al final de su vida los titulares de los diarios de México, como promotor y víctima de un conflicto violento en el que perdería la vida. Margeli viajó desde Cádiz a México, como lo hizo la mayoría de los gaditanos de aquella época. Buscaban una mejor vida, y lo hicieron como toreros. Margeli vino a América estimulado por los relatos de aventuras y éxitos de sus paisanos, toreros de Cádiz, en tierras americanas. Varios toreros de Cádiz le antecedieron desde el día que nació la tauromaquia mexicana. Fueron dos los hechos relevantes protagonizados en 1535 por don Antonio de Mendoza, primer virrey de México y Luis de Velasco y Alarcón, el segundo virrey de la Nueva España que entre sus muchos logros hubo dos de suma importancia: En 1553 abrió la Universidad de México y la promoción del ejercicio militar de Toros y Cañas. Con Velazco y Alarcón llegó el día de notariar la partida de nacimiento del toreo registrada con la construcción de las plazas del Marqués Javier Garfias 45