De este matrimonio nació en 1890 en la Hacienda de Santo Domingo, Antonio Garfias Peña, quien en 1918 a sus 28 años contrajo matrimonio con Irene de los Santos, jovencita de 16 años, originaria de Sabinas Hidalgo, N. L. que visitaba en San Luis a su hermana mayor, que ya radicaba en esta capital, “Chonita”. Este joven, Antonio Garfias Peña, dedicado también a la agricultura y ganadería, hereda junto con sus hermanos la vasta cantidad de tierras que de don Teodomiro, que muere en 1916, que integraban las haciendas Santiago y de La Ventilla administradas por él junto con su hermano Pancho Garfias a quien le vende su parte de La Ventilla y ser él su propietario, mientras Antonio se quedó como único dueño de Santiago. Don Pancho Garfias vende a la familia Beascoa La Ventilla y estos la venden a don Edgardo Meade Elordouy. Esta familia, los Beascoa serán de gran influencia en la formación y educación de don Javier Garfias de los Santos. Los primeros hijos de este matrimonio son: Irene nacida en 1920, casada con don Edgardo Meade Diez Gutiérrez; Antonio en 1922, quien falleció en un accidente de avión en pleno Centro Histórico de San Luis; Alicia en 1924; Francis-
co en 1929 y Javier en 1929. En 1935, nace Marco Antonio y a los 6 años en 1941 también 13 de junio, José Antonio Garfias el hermano menor de Javier y ganadero de De Santiago. Gustavo Robledo, Corresponsal de Al Toro México Capítulo Siete LA ERA CHICUELO
R
etomando un camino que interrumpió la muerte, así fue como Javier Garfias se incorporó a la cría del toro de lidia en México. Marcó Javier la continuidad en el proyecto de los hermanos Antonio y Julián. Los Llaguno González que iban encarrilados por la senda que marcaron las cotas de excelencia logradas con el calificativo de sobresaliente en referencia a la denominación de origen del toro de lidia mexicano. El primero de febrero de 1925 comenzó el romance entre San Mateo y Manuel Jiménez Chicuelo. Es decir que para 1929, el año de cuando nació Javier Garfias ya San Mateo era ganadería de cartel. Los Llaguno sustituyeron los barcos de cabotaje existentes -vacas criollas mexicanas-, en el proyecto ganadero mexicano, cambiándolo con naves de gran calado que resultaban de la cruza con el toro y las vacas españolas de sangre Saltillo … Javier Garfias 57