Capítulo Once COMPETIR ES VIVIR
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olo en la competencia se siente la vida, y es por eso, por no competir, que la temporada de Torres Caballero murió temprano. El 24 de marzo de 1939 se inauguró en El Toreo de La Condesa otra temporada, esta organizada por los hermanos Wiliulfo y Felipe González los ganaderos de Piedras Negras y de La Laguna y los hermanos Madrazo de La Punta. Se inauguró con un llenazo en los tendidos. La convocatoria del primer cartel anunciaba mano a mano “Armillita Chico” y Chucho Solórzano, con toros de Piedras Negras. Toros que después de las temporadas de los “toritos de plomo” de San Mateo lucían como elefantes en la arena. El mundo taurino mexicano se dividió en dos bandos, cada uno con un líder. El origen de este cisma fue una división entre los ganaderos, una división que más adelante encontraría en su camino a Javier Garfias. Fueron “Armillita Chico” y Lorenzo Garza los que dividieron el palenque, división que culminó con el planteamiento de una situación difícil para el empresario Jesús Torres Caballero. El conflicto entre los ganaderos, promovido por la posición antagónica entre los hermanos Llaguno 86 Javier Garfias
González y los criadores de Tlaxcala, los González de La Laguna y de Piedras Negras dio paso a la creación de la Unión de Criadores de Toros de Lidia por parte de quienes se oponían a los Llaguno dejando fuera a la ganadería de San Mateo. Quería decir que los hermanos Antonio y Julián Llaguno no estaban agremiados. ¿Cómo organizar la temporada 1939 – 1940? Entonces Javier Garfias tenía apenas 10 años de edad, a esa edad en San Luis el niño Javier escuchaba con atención discusiones y posiciones de aficionados, ganaderos y toreros potosinos que de tarde se reunían en la plaza de la ciudad. Aquello fue orientándole y formando en el un criterio de lo que sucedía. La situación que se le presentaba a Torres Caballero, el empresario de la temporada en El Toreo de La Condesa, era el comentario diario en las reuniones en San Luis y los asistentes a las mismas opinaban si contrataba ganaderías de la Unión, porqué era más conveniente o si se organizaban las corridas sin tomar en cuenta aquellos ganaderos obedientes del mandato de los hermanos Llaguno. Como una salida para la situación don Antonio Llaguno le prometió al empresario toros para toda la temporada.