La doncella cabra Erase un labrador casado, pero carecía de sucesión. Su mujer, á fuerza de rogar á Dios que le concediera un hijo aunque fuese cabrito, sintióse en cinta y parió un cabrito, que con el tiempo llegó á ser una hermosa cabra. Cierto día le dijo su madre: −«¿Quién llevar al campo el agua para tu padre?» −«Átala á mi cuerno y yo la llevará le contestó. Llevó el agua á su padre, y al volver se desnudó de su piel en el camino. Al pasar por allí, un príncipe que iba de caza la vió y se admiraron sus ojos por su belleza, que resplandecía como el sol. Comprendiendo ella que era vista, se introdujo de nuevo en su piel y fué corriendo á su casa, pero el príncipe después de observar donde se metía, buscó á su madre y le dijo: −«He visto una cabra y quiero casarme con ella». Al oír esto su madre grita, se golpea en el pecho y dice: −«Hijo mío, tú has de casarte con una princesa». El replicó: −«Yo prefiero la cabra». Viendo su madre tal decisión y empeño, envió dos mujeres para agenciar el casamiento. La madre de la cabra las recibió á palos diciéndoles: −«¿Por qué venís á burlaros de mí, cuando no tengo ninguna hija? Dios me dio la cabra para consuelo». Volviéronse las mujeres contando á la reina lo que les había sucedido, y entonces le dice el hijo que vaya ella sola. Fué, quieras que no, y pidió la cabra para mujer de su hijo. Cuando la buena mujer vió á la reina, no pudo negarse y le entregó la cabra, que fué conducida al palacio real con gran contentamiento del príncipe, pues llevaba cinco días sin tomar alimento y consumido de tristeza. 111