Asterino y Pulia Da principio el cuento. Buenas noches tengan vuestras Mercedes. Vivía en cierto tiempo una mujer que tenía dos hijos, el uno varón, al cual llamaban Asterino, y el otro hembra, por nombre Pulia1. Un día que su marido fué de caza, trajo un pichón y se lo entregó para que lo guisara. Tomó ella el pichón, lo colgó en el arto y se salió á hablar con las vecinas; pero entretanto la gata, viendo el palomo colgado en el arto, lo hizo caer y se lo comió. Cuando llegó la hora, se retiraron las vecinas de la conversación, y se encontró la mujer sin el pichón, sospechando al momento que la gata lo habría hecho caer. Temerosa de que su marido la reprendiese, se cortó un pecho y lo guisó. Llega luego su marido y le dice: «¿Has hecho la comida, esposa mía?» −«Sí, le contestó», y colocándole el sillón, se la sirvió. -«Mujer, siéntate á comer». −«He comido hace poco rato, le contestó, porque tardabas en venir». Cuando hubo el marido probado un bocado; ¡qué gustosa es esta carne, dijo; en mi vida la he comido tan buena!—Una vez concluida, le dijo la mujer: «¡Cuánto y cuánto he sufrido! Colgué el pichón en el arto de la cocina y me fui por leña; mas cuando volví ya no lo encontré; se lo había comido la gata: ¿qué hago entonces? me corto un pecho y lo guiso, y si no lo crees, mira», y se descubrió. 1
Pulia significa las Pléyadas y Asterino la estrella de la mañana (Nota del Trad.). 19