Las tres nueras Había tres viejas vecinas, con un hijo cada una, á los cuales instaban á casarse para que no quedaran solos el día que ellas muriesen· Los tres eran comerciantes, unidos en sociedad, y por esto las madres se profesaban tierna y estrecha amistad. Un día que los comerciantes paseaban por las calles, vieron en un balcón tres jóvenes y se detuvieron para contemplarlas. Resultó que se enamoraron y las pidieron, celebrándose luego el triple casamiento, y por cuestión de economía convinieron las nueras en vivir todos juntos, teniendo también en su compañía las suegras. Pasaron así bastante tiempo, pero después hubieron de marchar los mandos á Constantinopla para comprar géneros. Durante la ausencia de los maridos, las nueras, que no simpatizaban con las suegras, querían matarlas para librarse de la carga de las viejas. Pero una de ellas dijo: −«No, no las matemos, porque es pecado, pero atormentémoslas bien». La primera nuera puso á su anciana suegra á aprender á leer, la otra á tocar el violón y la tercera la encerró en la bodega, haciéndola sentar dentro de una canasta para empollar cuarenta huevos. De este modo, mientras los hombres estuvieron fuera, ellas, descargadas de las viejas, tenían completa libertad. Volvieron de su viaje los comerciantes, y al dirigirse á su casa oyeron voces en la calle. Volviéronse y asomándose á la reja vieron una escuela donde leían y forzaban á una vieja á 267