Los dos pantufleros ¡Buenas noches, y principia el cuento! Vivían una vez dos hermanos pantufleros, tan pobres, que pensaron y convinieron en ir al extranjero y ponerse á servir, porque no podían vivir con su industria. La mujer del uno era prudente y sentata, y aconsejó al marido se dedicara á lo que encontrase, y antes que estar ocioso se contentara con ganar diez paras y aún cinco, si era preciso. Por el contrario, la del otro era una mujer sin fundamento ni criterio, y así, le dijo: −«Mira; allí donde vayas, acuérdate que no vas á perder el tiempo por una ó dos piastras; si no has de ganar cinco ó seis por día, no trabajes». Dejaron los hermanos sus mujeres y se fueron al extranjero. El uno buscaba un jornal de cinco piastras, y como no se las daban, no quería trabajar, con lo cual no ganaba nada. El otro buscaba lo mismo, pero no econtrándolo, sirvió por el corto jornal que pudo lograr, y con la ayuda de Dios, se hizo un traje bueno y llegó á reunir trescientas piastras. En aquel tiempo trescientas piastras eran gran cosa. Encontráronse un día los dos hermanos, y al ver el que no trabajaba que el otro iba bien vestido, le preguntó: −«¿Cómo lo haces, hermano? ¿Cuánto ganas?» −«Poquito á poco he reunido trescientas piastras», le contestó. −«Pues yo, repuso el primero, no puedo encontrar trabajo». 299