La serpiente, el perro y la gata Vivía una pobre viuda con su único hijo, y estaban en tan deplorable situación que ni siquiera tenían pan para comer. Un día salió el hijo á coger oleandro, que vendió por dos paras5; y al volverse hacia casa encontró unos muchachos que mataban una serpiente, y les dijo: −«¡Tomad una para y no la matéis!» Tomaron la moneda y dejaron viva la serpiente, que le siguió. Al llegar á casa refirió á su madre lo que había hecho, y ella le reprendió diciéndole: −«Yo tal envío á que traigas paras para comer, y me traes serpientes». −«Que se esté con nosotros, madre, contestó; de algo nos servirá». Cogió otro día también oleandro, lo vendió, y al volverse vio unos chicos que iban á matar un perro, y les dijo: −«Tomad una para y no lo matéis». Tomaron la moneda y dejaron el perro, que también le siguió. Contó lo sucedido á su madre, que le reprendió como la primera vez. Cogió de nuevo yerba, la vendió, y al volver encontró unos muchachos en actitud de matar una gata, y les dijo: −«No la matéis y os daré una para». Dióles la moneda y soltaron la gata: Así que llegó á casa refirió á su madre lo que había hecho, y ella le reprendió diciéndole: −«Yo te envío á que traigas paras para comer pan, y tú me traes perros, gatas y serpientes». −«Deja, madre, contestó, de algo nos servirán». 5
Moneda turca equivalente á céntimo y medio. 53