El señor Nicolás y la señora María Vivían juntos un lobo á quien llamaban señor Nicolás, y una zorra, llamada señora María, los cuales, habiendo comprado un campo con frecuencia á cavarlo y sembrarlo. Tenían para comer el día del cuento un panal de miel y una cesta de trozos de pan, y después de levantarse se fueron á cavar el campo. Cuando hubieron cavado un poco, apretó el hambre á la zorra, pero como le daba miedo el hablar al señor Nicolás para comer, fingió que la llamaban para ir á bautizar y gritó: −«¡Espera, espera, ya voy!, señor Nicolás le dijo: −«Me llaman para que vaya á bautizar; voy y vuelvo al momento». −«Vete, le contestó el señor Nicolás, en seguida». Fuése la señora María á donde estaban la miel y el pan, y comió hasta hartarse, volviéndose después al señor díjole éste: −«Honorable madrina, ¿cómo has llamado al niño?» −«Arquiritsi», le contestó. Siéntase la zorra, pero al cabo de un rato grita de nuevo: −«¡Espera, espera!» −«¿Quién te llama?» le pregunta Señor Nicolás. −«Me llaman para que vaya á bautizar». −«Ve, y vuelve en seguida». Fuése, se hartó otra vez y volvió al campo. Preguntóle: −«¿Qué nombre has puesto al niño?» −«Mesitsi». Sentóse de nuevo, y luego gritó: −«¡Espera, espera!» −«¿Quién vuelve á llamarte? −«Me llaman para que vaya á bautizar». −«Siempre te llaman á ti!» Es que me aprecian, señor Nicolás». −«Pues ve y vuelve pronto». Fué y se comió toda la miel y el pan que quedaban, y volviendo el panal boca abajo, regresó hacia el 57