capítulo 2. planificación, priorización y formulación de obras de infraestructura pública
responder a las nuevas dinámicas que traía consigo la globalización y el inicio del súper ciclo de los commodities, asociados principalmente a la exportación de cobre. Esto no resulta sorprendente al considerar la disminución de inversión en infraestructura pública durante ese periodo: mientras la población creció en un 40% entre 1970 y 1989 y la producción en un 60%, la inversión total del Ministerio de Obras Públicas (en adelante 6 mop) disminuyó en ese mismo periodo en un 34%. A partir de los años 1990 esta tendencia se revirtió. El Estado comenzó a liderar una política de inversión activa en infraestructura pública que, en conjunto con la inversión sectorial financiada mediante fondos públicos, incorporó la inversión privada a través del mecanismo de las asociaciones público-privada (concesiones). Este impulso en la inversión no ha estado exento de ineficiencias. Existen casos notables donde el proceso de desarrollo de la infraestructura no ha sido óptimo: el puente de Cau-Cau o el del Chacao son ejemplos que han resonado en los medios nacionales. La decisión de dar un paso atrás en la adjudicación de la contratación para la Normalización del Complejo Asistencial Sótero del Río ha implicado la postergación (de una década) del mejoramiento necesario de un servicio altamente valorado por la ciudadanía, como lo es la atención de salud de alta complejidad. Hay un número de complejos deportivos y piscinas temperadas que están abandonados porque el uso proyectado de estas instalaciones nunca se materializó. Proyectos de infraestructura mal seleccionados (y desarrollados) se transforman en una carga financiera innecesaria, especialmente si conllevan altos costos de mantención. Hay casos que involucran tiempos excesivos, como algunos hospitales, donde se detuvo el proceso de desarrollo (concesionados7 o llevados a cabo por obras públicas8), lo que repercute en la población al postergar el acceso a una salud de calidad necesaria, e impactan negativamente en la productividad del país. En comparación con 1990, hoy Chile cuenta con una alta calidad de infraestructura básica para el desarrollo económico y el bienestar social. Todas las ciudades tienen sistemas de alcantarillado y cobertura de energía eléctrica provenientes de la red nacional. Se han desplegado grandes avances en obras viales reflejado esto en carreteras y autopistas urbanas. Sin embargo, a pesar de las mejoras, todavía persisten brechas de infraestructura, en especial relacionadas con equidad interregional, con respecto a su acceso y calidad. Según casen 2017, existen 1,4 millones de personas que residen en una vivienda sin servicios sanitarios básicos como agua potable y/o baño. Por otro lado,
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mop (2001). “La Inversión en Infraestructura 1900-1999 y su proyección 2000-2009”, Octubre
https://www.mop.cl/CentrodeDocumentacion/Documents/Investigaciones%20y%20estudios/ 10%20a%C3%B1os%20de%20infraestructura%201990-1999.pdf [visitado 27 Agosto 2020] Hospital El Salvador. Hospital Marga Marga.
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