Una mirada atrás
Memoria del XXVIII Encuentro Diocesano de Cofradías y Hermandades de Semana Santa Así mismo, la mañana estuvo marcada por la conferencia que ofreció el teólogo José María Pérez Basanta, profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas “San Pablo”, bajo el título “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra FE y la esperanza del mundo”. En la cual nos invitaba a despertar del letargo en el que vivimos, y potenciar la figura del Resucitado, decía así: “Dios no ha permanecido pasivo, no ha permanecido indiferente ante la muerte de Jesús, ha intervenido históricamente y lo ha hecho despertando del lugar de los as cofradías y hermandades muertos”, y así desgranaba el gran de Semana Santa de la Dió- acontecimiento que afecta a la hucesis de Orihuela-Alicante manidad, siendo ese el papel de la celebramos el sábado 6 de noviem- Iglesia y de los cofrades, dar a cobre la XXVIII edición del tradicional nocer la importancia que tiene que Encuentro anual diocesano. Organi- Jesús haya resucitado. zado por la Junta Diocesana de Cofradías y Hermandades de Semana Santa y tenía lugar en el salón de actos del Obispado, en Alicante, debido a la situación del COVID-19.
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Bajo el lema “Una Iglesia convocada a compartir la mesa con el Resucitado” el obispo diocesano, monseñor Jesús Murgui, presidió esta jornada en la que se aprovechó para presentar las orientaciones pastorales del presente curso, así como el actual Sínodo que ha convocado el Papa Francisco a nivel mundial, que ya está en marcha en nuestra diócesis.
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El acto también tuvo momentos emotivos, sobre todo, durante la actuación musical de Juan Susarte & Confia2 que compartieron con todos nosotros el tema “Juan 19”, en el que se narra este capítulo de la Biblia, referente a la Pasión y Muerte de Jesús. Fue un momento también para conocer y compartir con la recién elegida Junta Diocesana de Cofradías y Hermandades de Semana Santa encabezada por su presidenta Dª. Beatriz Gandulla, los miembros de la junta y su consiliario Rvdo. D. Francisco Javier Rodríguez. A la cual aprovechamos para felicitar y que con humildad de afecto, cuente con nuestra oración, y le encomendamos a nuestra Madre, la Virgen de las Nieves, para que les sostenga en su misión.
