Le bois amical de Paul Valéry
El bosque amistoso En las sendas pensamos cosas puras uno al lado del otro, perdidos, tomados de la mano, y abstraídos, entre las agrestes flores oscuras. Íbamos solos, como enamorados, en la verde noche de las praderas, compartíamos la fruta hechicera la luna fiel de los enajenados. Y luego, lejos, en la sombra densa de aquel íntimo bosque rumoroso, morimos, solos, sobre el musgo eterno; y arriba, en medio de la luz inmensa nos encontramos llorando, penosos, ¡oh, amigo del silencio más fraterno!
Traducción: José Riquelme.
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