La Monita y los pájaros
Marina Isabel Blanco Huerta Esc. Emiliano Zapata • Mpio. León
H
ace algunos años sucedió un caso espeluznante en una escuela primaria. Se trata de la historia del fantasma de una muñeca que se llamaba La Monita, esta historia aún sigue vigente, ya que se dice que este fantasma aparece todavía en lugares solitarios. En los lugares oscuros tiende a asustar a los niños, por lo que aumenta el miedo en ellos. En una ocasión, a una maestra se le ocurrió elaborar un altar de muertos y en un descuido cayó una veladora y éste se quemó. A partir de ese momento, se le atribuyó a la Monita el haber provocado aquel accidente.
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Una tarde, cuando la intendente se disponía a limpiar los baños, de repente escuchó una voz de niña que la llamaba por su nombre «Claudia, Claudia, Claudia». Al escuchar su nombre varias veces, se dio la vuelta para preguntar por qué la llamaban, a lo que la voz respondió que le pasaran papel higiénico. Al decir esto, Claudia no tardó mucho en ir a pedir papel higiénico a una maestra y en un abrir y cerrar de ojos, la señora regresó nuevamente al baño para entregar el papel. Al asomarse hacia el orificio de la puerta, ciertamente la niña no estaba y a la señora le causó tanto miedo, que salió corriendo de los baños de las niñas. Otro caso es el de los pájaros, ya que al acercarse La Monita, éstos bajan y empiezan a tener una comunicación extraña. Se cree que ésto está relacionado con los accidentes que han ocurrido últimamente con los niños, donde muchos han llegado a parar al hospital. Se acerca el mes de noviembre y es cuando resurgen todas las maldades a las que La Monita está acostumbrada. Los niños temen este regreso y ahora tendrán que hacer sus oraciones cotidianas cuando van al templo.