eduardo gautreau de windt Cuadrivium 20 del Cabral Sexo, transgresión y crítica13 enAño Manuel
Sexo, transgresión y crítica en Manuel del Cabral a Pura Emeterio Rondón, en su “permanencia inmaterial”, junto a Manuel
S
i hay un poeta dominicano universal, ese es, indiscutiblemente, Manuel del Cabral; poeta al que por su amplio registro, no se le negaron ninguna de las formas de la poesía. Y “trajo fuego en el aliento”. Mas no cualquier voz, don Manuel es nuestra más alta voz poética. Y como tal, no escatimó nunca la denuncia; desde la social, que explotó de las más sutiles formas; hasta la crítica política, a la que voy a referirme. Un tópico o arista de Del Cabral que, aunque ha sido señalada por algunos, lo ha sido de manera muy tímida: es la fuerte crítica socio-política o política, propiamente dicha, contra el estatus cuo de nuestro país. Siempre rebelde, un hombre no conforme con el estado de cosas, empezó desde muy temprano, en Compadre Mon, a defender la Tierra, la dominicanidad, la identidad de un pueblo caribeño, latinoamericano, indefenso, maltratado; por eso es reconocido y comparado incluso con el autor del Martín fierro. Don Manuel levantó su voz por los oprimidos, por los negros, por los criollos, y por todo el que padecía; defendió a la República Dominicana, su país, en todos los momentos apremiantes, como la invasión norteamericana de 1965. Y el tópico, en especial, que me interesa señalar es la utilización inteligente del tema sexual como denuncia política. Y es que, a mi entender, toda la obra escritural del santiaguero estuvo atenazada por la crítica social,
y socio-política. Un rol poco destacado por los analistas de su obra en conjunto. Mucho se ha estudiado la sensualidad, el erotismo, y la poesía sexual, en la poética de Don Manuel. Este erotismo tiene su punto culminante, como muy bien lo señaló la escritora Pura Emeterio Rondón, en 14 mudos de amor (1962). Poemario exquisito, por su belleza y estilo, por su profundidad, por su consistencia, y uno de los puntos más elevados de toda su obra. Al respecto, nos sigue diciendo Emeterio Rondón, quien dedicó una parte importante de sus estudios a la obra del autor: “14 mudos de amor corresponde a una etapa de madurez de Manuel del Cabral como escritor. Es uno de los textos más cuidados desde el punto de vista formal y de una factura bastante homogénea en su composición. El conjunto de los poemas tematiza el amor y el erotismo. [...] En todo caso el erotismo es el que prevalece” (157). Este análisis, titulado Metafísica y belleza en 14 mudos de amor, contenido en su obra Estudios críticos de la literatura dominicana contemporánea (2015) (1), concluye: Digamos finalmente que en 14 mudos de amor la plenitud de la experiencia amorosa se convierte en contemplación que lleva al éxtasis. Esta misma plenitud produce entusiasmo por la vida, alegría a veces,
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